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Los militares golpistas de Guinea giran el país a la derecha y se alían al ex primer ministro liberal Diallo

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Cellou Dalein Diallo, el ex mandatario y principal líder opositor al depuesto gobierno socialista, se juntó con los militares golpistas de Guinea y proclamó una alianza contra la izquierda.

El golpe de Estado cívico-militar en Guinea empieza a dar los primeros indicios de qué tipo de políticas pregonará para sacar al país de la profunda crisis institucional, política, social y económica que enfrenta.

Luego de algunas dudas de para qué lado iría el nuevo gobierno de facto de Mamady Doumbouya, esta semana el principal líder de la oposición guineana, el liberal Cellou Dalein Diallo, anunció su apoyo al golpe de Estado y afirmó que estará trabajando junto a ellos para sacar al país de la ruina.

Diallo aseguró que se realizó un “acto histórico que completa la lucha” contra los sectores socialistas que querían reformar la Constitución, al deponer al autoritario y corrupto presidente de izquierda Alpha Condé.

El economista Cellou Dalein Diallo fue primer ministro de Guinea entre 2004 y 2006 con su partido, Unión de las Fuerzas Democráticas de Guinea, que es centrista en temas sociales pero muy liberal en lo económico, incluso pertenecientes a la Internacional Liberal.

Así, el nuevo gobierno se consolida en un fuerte viraje hacia la derecha, luego de varios años de gobiernos socialistas sin legitimidad popular donde la corrupción reinaba y se había reformado la Constitución permitiendo la reelección indefinida.

Algunas de las primeras medidas de los militares en el poder tras su asunción la semana pasada fueron la imposición de un toque de queda para aplacar protestas de seguidores del depuesto presidente Condé, la sustitución de los gobernadores socialistas por militares, el inicio de un plan de transición hacia un gobierno de unidad y la puesta en libertad de los 79 presos políticos que habían sido arrestados arbitrariamente por oponerse al anterior gobierno socialista. A su vez, el Banco Central congeló las cuentas de los funcionarios del gobierno previo, todos imputados por corrupción.

Por ahora, el régimen de Doumbouya mantiene altísimos niveles de aprobación y la gente parece defender su gobierno con celebraciones en las calles. Pero si el nuevo gobierno militar no logra superar la crisis económica y sanitaria que azota al país, además de generar una transición ordenada hacia la democracia nuevamente, el caos solo volverá.

Guinea, a su vez, se encuentra ante un gran desafío internacional. Tanto la Unión Africana (UA) como la Comunidad de Estados del África Occidental (CEDEAO), una especie de Unión Europea en el oeste de África, suspendieron a Guinea provisoriamente de sus instituciones, cortándoles la ayuda económica que estaban recibiendo hasta el momento, como forma de presión contra el golpe.

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Golpe de Estado en Guinea: Los militares toman el poder y derrocan al socialista corrupto Alpha Condé

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El jefe de las Fuerzas Especiales, Mamady Doumbouya, ha tomado el poder. Se sospecha que el golpe de Estado estuvo promovido por Rusia.

Este domingo 5 de septiembre Guinea amaneció al borde de una guerra civil, con violencia en las calles y combates callejeros entre distintas facciones del Ejército. Desde alrededor de las 8 de la mañana (hora local) se registraron disparos en la zona de Kaloum, dónde se encuentran la mayoría de edificios e instituciones del gobierno. Además, se pudo ver una fuerte presencia militar en la capital del país, Conakry.

Según medios locales, desde su arribo a la capital los militares no pararon de advertir a la población que no salga de sus casas hasta nuevo aviso.

Esto mismo hicieron las embajadas internacionales de Malasia, Reino Unido y Francia, que emitieron inmediatamente alertas para sus ciudadanos en la capital del país.

A su vez, el medio local Guinea360News reportó temprano la toma por parte de los militares de todas las principales vías de acceso al área metropolitana de la capital, sellando finalmente al gobierno y anunciando lo que estaba por venir.

Y así fue. Minutos después del reporte, fue anunciada la toma del Palacio Presidencial y el arresto con detención militar del presidente Alpha Condé, del partido Asamblea del Pueblo Guineano, una formación de izquierda socialista y perteneciente a la Internacional Socialista.

Condé fue el primer presidente guineano democráticamente electo, pero resultó ser una gran desilusión para los votantes. Su gobierno estuvo plagado de corrupción, sus medidas socialistas profundizaron las crisis económicas y humanitarias del país, y empezó a impulsar medidas progresistas con el fin de acercarse a organismos como el FMI.

Pero la gota que rebalsó el vaso fue una reforma constitucional que impulsó Condé el año pasado para perpetuarse en el tiempo. Sus dos mandatos de 5 años expiraron en 2020, pero la nueva constitución indica que los nuevos mandatos empiezan desde cero, con términos de 6 años. Condé reeligió a fines del año pasado hasta 2026, en una polémica elección plagada de fraude, y podía volver a reelegir hasta 2032.

Todos estos hechos fueron detallados en una declaración de quién rápidamente fue proclamado como nuevo jefe de Estado, el teniente coronel Mamady Doumbouya, líder del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército guineano.

Doumbouya, a diferencia de otros militares que hicieron golpes de Estado en otros países africanos, es un soldado de élite que ha hecho múltiples operaciones clandestinas y hasta 2018 fue entrenado por la Legión Extranjera Francesa en la Escuela de Guerra del país europeo.

Mamady Doumbouya.

Su primer acción de gobierno tras la toma de los edificios clave para el control gubernamental y Estatal fue anunciar la disolución de las instituciones de gobierno, el cierre de las fronteras del país y la suspensión de la Constitución promulgada por Alpha Condé.

Tras esto, confirmó el establecimiento del Comité Nacional de Reconciliación y Desarrollo de Guinea, el cuál él mismo presidirá y a través del cual gobernará por los próximos años.

También se proclamó Presidente de la Nación de facto (dictador) y también Primer Ministro, ocupando él solo los 3 cargos clave para el entrante gobierno.

La gente celebró en las calles este cambio de gobierno. Es importante aclarar que mientras el país africano tiene 12 millones de personas, menos de 4 millones de guineanos pudieron votar en las últimas elecciones. La democracia en Guinea siempre fue un asunto de las unas pocas ciudades, mientras que en el interior del país ni siquiera se abrían centros de votación.

Como era de esperarse, luego del discurso de Doumbouya ante la televisión nacional, las reacciones internacionales llegaron, comenzando por el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien indicó que: “Estoy siguiendo personalmente la situación de Guinea desde cerca. Condeno fuertemente cualquier toma del gobierno por la fuerza de las armas y llamo a una liberación inmediata del Presidente Alpha Condé”.

El Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, se sumó a los dichos de Guterres. Algo que también hizo la Unión Africana, que emitió pronto un comunicado similar, pero llamando también a una reunión de emergencia.

Este lunes 6 de septiembre, alrededor del mediodía en Guinea, Doumbouya volvió a hacer declaraciones, esta vez comunicando la reapertura de las fronteras, la liberación de todos los presos políticos (opositores a Condé arrestados por protestar) y una sorprendente reunión de diálogo con los ex ministros del gobierno del ahora ex presidente.

De todos modos, se determinó que los miembros del antiguo gobierno deberán entregar sus documentos y vehículos, además de que no podrán salir del país mientras dure el gobierno de transición, que aún no fijo fechas de elecciones.

Foto revelada del encuentro entre militares y ex ministros.

No se tiene claridad acerca de dónde salió este golpe de Estado, ya que no cuenta con el apoyo ni de Estados Unidos ni de China, los dos principales actores en África y quienes han estado moldeando la política en el continente en los últimos años.

Al igual que el reciente golpe de Estado en el país vecino Mali, se cree que estos militares tienen el respaldo de Rusia, quien está aprovechando la debilidad de Estados Unidos para imponerse en la región y empezar a promover su presencia geopolítica en África.

El nuevo dictador anunció que respetarán los contratos privados de las empresas internacionales que tienen inversiones en el país, especialmente en el sector minero. Además de que se eliminarán varias de las políticas progresistas y se pondrá fin a la nueva Constitución de Condé, algo que el Tribunal Constitucional no había estado dispuesto a hacer.

Al justificar las acciones de los militares, Doumbouya citó al ex presidente de Ghana, Jerry Rawlings, quien dijo que “si la gente es aplastada por sus élites, le corresponde al ejército darles su libertad”, y que eso es lo que han hecho con este golpe de Estado.

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