Seguinos en redes

Somalia

Vuelve Estados Unidos a África: Biden manda 500 soldados a Somalia que habían sido retirados por Trump

Publicado

en

Biden también habilitó nuevamente al Pentágono a llevar a cabo ataques de bombardeo en suelo africano sin la autorización de la Oficina Oval, una autonomía que Trump había derogado.

Esta semana, el presidente Joe Biden ordenó el despliegue de 500 soldados estadounidenses en Somalia, dando marcha atrás al retiro de tropas que había ordenado Donald Trump en su último año al frente de la Casa Blanca.

Cuando Trump retiró las tropas en su totalidad, había alrededor de 700 soldados norteamericanos en el país africano. Estas tropas habían estado en el país desde 2007, con el objetivo de ayudar a las fuerzas gubernamentales a combatir al grupo yihadista Al Shabab, rama de Al-Qaeda en la región.

En realidad, la presencia de Estados Unidos en Somalia se remonta a 1992, cuando el entonces presidente George H.W. Bush envió tropas junto a la ONU para poner fin a la guerra civil que estaba partiendo al país a la mitad.

Sin embargo, la "Operación Restaurar Esperanza" fue un fracaso total, y desembocó en la tragedia de la "Caída del Halcón Negro", cuando en 1993 la caída de dos helicópteros halcón negro en medio de una operación especial en Mogadishu resultó en la muerte de 18 soldados estadounidenses.

Por décadas, Estados Unidos gastó millones de dólares, llevó a cabo miles de operaciones y perdió cientos de soldados en Somalia, peleando guerras que nada tenían que ver con la seguridad nacional propia.

Somalia es uno de los casos más paradigmáticos del fracaso del "nation building" norteamericano. Los Bush, Clinton, Obama y ahora Biden quieren construir por la fuerza una democracia representativa y liberal en un país que está partido por la guerra desde 1969.

Trump se dio cuenta de esto y, acorde a lo prometido en campaña, ordenó la retirada ordenada de todas las tropas, lo cual se mantuvo por casi dos años.

Sin mayores ataques ni un crecimiento pronunciado de Al Shabab, Biden ha decidido mandar de nuevo las tropas al país en respaldo del nuevo presidente Hassan Sheikh Mohamud, un pacifista que asumió el pasado 23 de mayo.

Sheikh Mohamud es considerado ampliamente "el hombre de Washington en Mogadishu", y ya había sido presidente entre 2012 y 2017, casualmente, cuando Hillary Clinton era Secretaria de Estado en la Casa Blanca, Obama presidente y Biden vice.

Se espera que ahora la maquinaria bélica estadounidense reanude su devastación del país. En la misma orden ejecutiva, Biden habilita nuevamente al Pentágono a realizar bombardeos en Somalia sin la aprobación de la Oficina Oval, algo que Trump había derogado.

A su vez, se confeccionó una lista de 12 líderes de Al Shabab, y los 500 soldados empezarán inmediatamente tareas de reconocimiento e inteligencia para identificarlos y abatirlos. Como dijo Biden en su primer Estado de la Unión: "América ha vuelto".

Somalia

La ONU desembarca en una Somalia envuelta en guerrilla islamista y en medio de una brutal crisis económica

Publicado

en

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha pedido un "apoyo internacional masivo" para Somalia, un país que enfrenta la peor sequía en décadas y una creciente insurgencia islamista.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, viajó el martes a Somalia y pidió un apoyo internacional "masivo" para el país ubicado al este de África, que se encuentra luchando su peor sequía registrada en décadas y una creciente insurgencia islamista.

Antonio Guterres, quien llegó el martes a la capital somalí Mogadiscio, describió su viaje como una visita de "solidaridad" y el desembarco oficial más importante de la ONU en el país africano.

El Secretario General recibió una bienvenida con alfombra roja con la presencia de la guardia de honor en el principal aeropuerto internacional de Somalia. Por ello, agradeció al presidente Hassan Sheikh Mohamud y dijo que esperaba con ansias el Iftar, la celebración de la ruptura del ayuno de Ramadán.

"Estoy aquí para hacer sonar la alarma sobre la necesidad de un apoyo internacional masivo", dijo en una conferencia de prensa conjunta con el mandatario somalí, en referencia a las dificultades que enfrenta el país.

Somalia está sufriendo una sequía que ha llevado a millones de personas al borde de la hambruna, mientras que el gobierno está involucrado en una ofensiva a gran escala contra el grupo militante islamista Al-Shabab, vinculado a la red de Al-Qaeda.

A pesar de que no hay evidencia científica que vincule a las sequías con el cambio climático antropológico, Guterres señaló que, "aunque los somalíes no contribuyen al cambio climático, los somalíes se encuentran entre las mayores víctimas".

En 1985, la África subsahariana experimentaba una de las peores sequías en su historia, momento en el cual los debates en torno al calentamiento global eran significativamente menores a los que se registran hoy en día.

Mohamud agradeció a Guterres por su histórica visita, que pone al golpeado país en el centro de atención del mundo, y empezará a recibir apoyo económico de Occidente.

"Esta visita nos asegura que la ONU está totalmente comprometida a apoyar nuestros planes para la construcción del Estado y la estabilización del país", aseguró el mandatario.

"Confiamos en que el pueblo somalí podrá superar los problemas y desafíos que aún enfrenta a través de la finalización de la liberación del país y la reconciliación", remarcó el presidente Mohamud.

Si bien la ONU ha hecho un pedido de US$ 2.600 millones de dólares en materia de ayuda humanitaria para la nación del Cuerno de África, pero Guterres dijo que actualmente solo está financiado en un 15%.

El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, llegan a una conferencia de prensa conjunta en el palacio presidencial en Mogadiscio, Somalia

Cinco temporadas consecutivas de lluvias escasas en partes de Somalia, así como en sus vecinos Kenia y Etiopía, han provocado la peor sequía en cuatro décadas, la cual ha obligado a, por lo menos, 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares en busca de alimentos y agua.

Si bien no se han alcanzado los umbrales de hambruna en Somalia según los parámetros de la ONU, el organismo internacional estima que, aproximadamente, la mitad de la población somalí necesitará asistencia humanitaria este año, con un total de 8,3 millones afectados por la sequía.

Un informe publicado por el Ministerio Federal de Salud y Servicios Humanos de Somalia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF sugiere que en 2022 se produjeron 43.000 de muertes en Somalia debido al agravamiento de la sequía, una cifra superior a la del primer año de la crisis de sequía de 2017-2018. La mitad de estas muertes pueden haberse producido entre niños menores de cinco años.

La previsión del informe, que abarca de enero a junio de 2023, estima que podrían morir 135 personas al día debido a la crisis, con lo cual el total de muertes podría situarse entre 18.100 y 34.200 durante este periodo.

Se estima que las tasas de mortalidad más elevadas se produjeron en el centro-sur de Somalia, especialmente en las zonas próximas a las regiones de Bay, Bakool y Banadir, epicentro actual de la sequía.

Imagen ilustrativa de la sequía en Somalia

Hace más de una década, en 2011, Somalia fue asestada por una hambruna que mató a 260.000 personas, entre los cuales más de la mitad eran niños menores de seis años, en parte porque "la comunidad internacional no actuó lo suficientemente rápido", según la ONU.

En lo respectivo al combate contra el terrorismo, el presidente Hassan Sheikh Mohamud declaró el año pasado una "guerra total" para "eliminar" al grupo yihadista Al Shabab, organización vinculada a Al-Qaeda que ha estado luchando contra el gobierno central durante más de 10 años, luego de que a fines de agosto del año pasado un grupo de militantes de la organización tomaran un conocido hotel de Mogadiscio durante 30 horas y mataran a 21 personas, en el peor ataque de ese tipo en meses.

Desde entonces, el Ejército de Somalia ha matado a más de tres mil miembros de Al Shabab y ha recuperado el control de unas setenta localidades en los últimos seis meses, aseguró el gobierno a fines de marzo de este año.

"El Gobierno federal de Somalia, encabezado por el presidente Hassan Sheikh Mohamud, desea anunciar que más de 3.000 miembros de Al Shabab han muerto y otros 3.700 resultaron heridos desde el inicio de las operaciones militares dirigidas contra ese grupo", señalaron las autoridades somalíes en un comunicado oficial.

"Según un informe del Ministerio de Defensa, alrededor de setenta ciudades y pueblos han sido liberados de las manos de Al Shabab por las Fuerzas de Somalia con el apoyo de los lugareños", se leía en el documento.

Así, el Gobierno aseguró que el país está acercándose a una "segunda fase" de su ofensiva antiterrorista. "Somalia está lista para lanzar una importante operación de seguridad en la capital, Mogadiscio, y garantizar que los terroristas fugitivos no perjudiquen a la ciudad y a sus civiles como represalias", indicó el documento.

Militantes del grupo yihadista Al Shabab

Seguir Leyendo

Tendencias