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Líbia

Gracias a la mediación de Trump, se concretó un histórico alto al fuego en Libia

Una llamada del presidente Trump al mandatario turco Erdogan fue suficiente para que los libios Al-Sarraj y Jalifa Haftar decidan acordar un alto al fuego y empezar una nueva ronda de negociaciones para un histórico acuerdo de paz.

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Este viernes 21 se llegó a un acuerdo de alto al fuego entre el Gobierno de Acuerdo Nacional, apoyado por Turquía y reconocido por la ONU, y el Ejército Nacional Libio, respaldado por los Emiratos Árabes Unidos y Rusia, luego de varios meses de intensa tensión y sanguinarias batallas entre ambos bandos.

El acuerdo contempla la total desmilitarización de las ciudades de Jufrah y Sirte, que estaban en pleno conflicto desde el inicio de la guerra civil en 2011 que derrumbó a la dictadura islámica de Muammar el-Gaddafi. 

El acuerdo de alto al fuego entrará en vigor este lunes a vísperas de otra ronda de negociaciones auspiciadas por la ONU en Ginebra, Suiza, suspendidas anteriormente por las crisis de la pandemia.

En el acuerdo se confirma que se celebrarán elecciones presidenciales y parlamentarias a nivel nacional en marzo de 2021 si no hay complicaciones con la actual pandemia del COVID-19. Estas elecciones marcarán un antes y un después en la historia del país africano, ya que serían las primeras elecciones democráticas en la historia del país sin una guerra en curso.

Las decisiones contempladas en el acuerdo fueron elogiadas enormemente por países extranjeros y organizaciones supranacionales como Naciones Unidas.

El Primer Ministro del GAN Al-Sarraj (izquierda) junto al mariscal Jalifa Haftar (derecha), comandante en jefe del ENL, en una ronda de negociaciones en Europa en 2017.

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La Embajada estadounidense en el país africano expresó a través de Twitter que este alto al fuego es el primer paso para imponer un acuerdo de paz en Libia que beneficiará a todo el pueblo local.

Este acuerdo fue posible gracias a la iniciativa del embajador de EE.UU. en Libia, Richard Nordland, quien sirvió de intermediario entre las autoridades turcas y egipcias para que los bandos beligerantes vuelvan a entablar un diálogo en el marco del Acuerdo de Paz de la ONU.

El pasado 13 de agosto, Trump mantuvo una larga conversación telefónica con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan donde acordaron las partes más importantes de este alto al fuego.

Trump habría acordado junto a Turquía, Rusia y Egipto sacar las tropas y milicias mercenarias extranjeras del suelo libio, y permitir que la Corporación Nacional de Petróleo, la principal empresa petrolera estatal en el país, resuma sus actividades y llegue a acuerdos comerciales con los mencionados países.

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Las tropas del General Jalifa Haftar habían estado en guerra contra el Gobierno Nacional libio desde 2014, cuando tras una elección acusada de ser fraudulenta y con menos del 18% de participación le dio un triunfo contundente a la oposición en el Parlamento.

Desde entonces las tropas leales al Parlamento y a Haftar y las tropas leales al Poder Ejecutivo habían estado peleando una interminable guerra civil.

Sin embargo, a principios de este año el Gobierno, apoyado militarmente por Turquía, logró romper con el bloqueo de la capital Trípoli y había acorralado a Haftar, quien huyó a Egipto y empezó a negociar con el gobierno turco un alto al fuego.

Todo indicaba que Turquía no iba a acceder, e iba a promover la guerra en el país como una manera de ejercer su soberanía sobre Libia, pero finalmente, gracias a la intervención de Trump, y con un Putin que decidió dar un paso al costado para no escalar la situación, parecería que finalmente habrá paz en la región.

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Líbia

La tensión vuelve a azotar Libia, pero el ejército logra calmar las aguas

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Tras varios días de tensión, las fuerzas armadas que apoyan a Bashagha se han retirado de las cercanías de Trípoli, Libia y han calmado las aguas en el escenario político.

Las fuerzas armadas que apoyan al Primer Ministro elegido por el Parlamento, Fathi Bashagha, decidieron retirarse de la frontera oriental de Trípoli luego de que el miércoles 9 de marzo Bashagha dijera que planeaba viajar a la capital libia para finalmente instalar su gobierno y correr al gobierno del actual Premier Abdulhamid Dbeibah.

Fathi Bashagha, Primer Ministro electo unilateralmente (sin consentimiento del actual Primer Ministro Abdulhamid Dbeibah) por el Parlamento libio, de sede en Tobruk, dijo que planeaba volar hacia la capital, Trípoli, con el objetivo de formar un gobierno “en cuestión de días”.

En ese contexto, Bashagha expresó que el país, devastado por la guerra, podría unificarse sin más conflictos armados y que su gobierno se centraría en celebrar elecciones democráticas lo antes posible.

“La única solución política en Libia es celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias”, dijo en una entrevista con The Associated Press recientemente.

En paralelo, fuerzas armadas que han mostrado apoyo a Bashagha se movilizaron hacia la frontera oriental de Trípoli, lo que supuso una amenaza a la capital. En honor a ello, el jueves, UNSMIL, la misión de la ONU en Libia, y Estados Unidos instaron a la moderación y expresaron su preocupación por el despliegue armado.

A pesar de ello, Bashagha afirmó que “no habrá disputas, ni guerras civiles. Esta situación (de luchas internas) no volverá”. Además, agregó que “por primera vez, hay un verdadero acercamiento entre el este y el oeste (…) Este es un buen paso”.

Finalmente, la oficina de Bashagha volvió a dirigirse al país en la madrugada del viernes diciendo que los grupos armados que lo respaldan se habían retirado de sus posiciones alrededor de Trípoli.

Trípoli, 2022.

Por su parte, el embajador estadounidense en Libia, Richard Norland, twitteó que “la estabilidad y unidad de Libia solo pueden sostenerse a través del diálogo y el respeto por el derecho a la libertad de movimiento en todo el país”.

Bashagha fue nombrado el 10 de febrero como Primer Ministro libio por parte de la Cámara de Representantes, ubicada en Tobruk, en clara oposición al mandato de Abdulhamid Dbeibah, que fue colocado en marzo 2021 en el puesto de jefe del Gobierno de Unidad Nacional, reconocido internacionalmente, con vistas a que se celebraran elecciones el 24 de diciembre de ese año. No obstante, ante la imposibilidad de que se llevaran a cabo, miembros del Parlamento han alegado que el gobierno interino de Dbeibah expiró en diciembre, y que era necesario colocar un nuevo Primer Ministro en su lugar.

No obstante, Dbeibah se ha negado a dimitir e insiste en que solo entregará el poder a un gobierno electo democráticamente. Además, alega que su administración tiene el mandato de gobernar hasta las elecciones, que han sido pactadas para junio de este año.

El nombramiento de Bashagha ha aumentado las tensiones a lo largo y ancho del país. Puede ser la puerta de entrada a una nueva guerra civil entre las fuerzas del este y las fuerzas del oeste, como ocurrió a partir de 2014, luego de que en 2011 fuera derrocado y asesinado el ex dictador Muammar El-Gadafi.

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Líbia

Libia al borde de una nueva guerra civil: El Parlamento nombra un nuevo Primer Ministro y deja de reconocer a Dbeibé

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El primer ministro libio Abdul Hamid Dbeibé se ha comprometido a redactar una nueva ley electoral para evitar que el país vuelva a descender a una guerra civil entre Trípoli y Tobruk, tras el nombramiento unilateral de Fathi Bashagha.

El primer ministro de Libia, Abdul Hamid Dbeibé, anunció este viernes 11 de febrero que se compromete al dictado de una nueva ley electoral para resolver la crisis política del país africano.

Dbeibé no fue electo en elecciones democráticas, ya que éstas, programadas para el pasado 24 de diciembre, se debieron cancelar ante el derrumbe de las negociaciones entre el Gobierno con sede en Trípoli y el Parlamento con sede en Tobruk.

Estos dos poderes del Estado han estado en guerra civil desde la muerte del dictador Muamar Gadafi, y la reunificación, que parecía un hecho en los últimos días de 2020, se cayó a pedazos cuando llegó Joe Biden a la Casa Blanca, quien se opuso al acuerdo ya que le daba mucho poder a Rusia en el nuevo gobierno (Putin respalda al Parlamento).

Después de un año de mandato al frente del Gobierno de Unidad Nacional, creado para unir ambas partes beligerantes, Dbeibé falló en lograr un acuerdo electora, y el pasado 10 de febrero, el Parlamento de Tobruk, eligió unilateralmente a Fathi Bashagha, ex Ministro del Interior, como nuevo Primer Ministro del país.

Tener dos figuras que aclaman ser los mandatarios del país genera una división que muchos temen que vaya a reanudar la guerra civil. Dbeibé dijo que “no aceptaría una nueva fase de transición o autoridad paralela” y que solo entregaría el poder a un gobierno electo, como se había pactado originalmente.

“La selección de un nuevo gobierno por parte del Parlamento es otro intento de entrar en Trípoli por la fuerza”, dijo a la cadena televisiva Al Ahrar TV, comparando la medida parlamentaria con lo sucedido en 2019, cuando el Ejército Nacional Libio, liderado por el comandante oriental Khalifa Haftar, atacó Trípoli, ciudad ubicada al oeste del país.

El mismo día del anuncio del Parlamento, Dbeibé fue víctima de un intento de asesinato, cuando en su auto oficial recibió una balacera de dos personas en moto que no fueron identificadas y se lograron escaparon.

Muchos pensaban que tras el atentado y el desafío del Parlamento, Libia estaba al borde de caer nuevamente en guerra civil, pero Dbeibé anunció que se presentaría ante los Diputados con una nueva ley electoral, que tuviera tanto el apoyo de su Consejo Presidencial como del Parlamento.

La idea es celebrar elecciones en junio de este mismo año, con más concesiones a Tobruk que las pactadas hasta ahora, y lograr que el país rico en petróleo vuelva a tener un gobierno democrático tras más de una década de autoritarismos.

Libya's interim Prime Minister Abdul Hamid Dbeibah sworn in | Africanews
Abdul Hamid Dbeibé.

La reforma electoral no será fácil de aprobar tampoco. Bashagha, piloto de la Fuerza Aérea retirado, logró cultivar como Ministro del Interior relaciones estrechas con países tan dispares en sus intereses como Turquía, Francia, Estados Unidos, Rusia y Egipto, y la comunidad internacional, a pesar de todavía reconocer a Dbeibé como legítimo mandatario del país, preferiría que sea él gobernante.

Además, Bashagha tiene tanto el apoyo de los ciudadanos de Trípoli, debido a sus vínculos con las milicias de la ciudad occidental de Misrata, que jugó un rol fundamental en la defensa de la capital Trípoli contra el ataque de Haftar, como del mismo Haftar, quien a pesar de haber estado del lado contrario del frente de batalla en 2018, hoy respalda su elección.

Repartición del territorio libio en la actualidad. En celeste, el Gobierno de Acuerdo Nacional. En amarillo, el gobierno paralelo de Tobruk. En verde, las milicias y tribus rebeldes que no apoyan ningún gobirno. Fuente: Al-Jazeera.

Qué impidió las elecciones de diciembre

Libia debió haber celebrado elecciones presidenciales y parlamentarias el pasado 24 de diciembre, para elegir autoridades que gobernarían sobre todo el territorio libio, pero diferentes discusiones y enfrentamientos partidarios impidieron su concreción, produciendo una nueva crisis política.

Muchos afirman que, entre las razones principales, se encuentran las candidaturas de Saif al-Islam, hijo del antiguo dictador Muamar Gadafi, derrocado en 2011 fruto de una intervención de las fuerzas militares de la OTAN; de Khalifa Haftar, quien lideró las milicias del este en el intento de tomar la capital en 2019; y del actual Premier, Dbeibé, quien había prometido no postularse para la presidencia. Así fue que los casi 3 millones de libios que se inscribieron a votar no pudieron ejercer su derecho ese día, lo cual generó el enfurecimiento de muchos.

El año pasado, Dbeibé fue nombrado como jefe del Gobierno de Unidad Nacional, respaldado por Naciones Unidas, que estaba destinado a supervisar el período previo a las elecciones propuestas para el 24 de diciembre. Esta medida había sido negociada por Trump hasta el último día de su presidencia, y generó esperanzas de paz y de reunificación del país y de sus instituciones.

No obstante, la Casa Blanca le soltó la mano a este acuerdo en 2021, y las elecciones no se llevaron a cabo, aunque el rechazo de Biden fue solo un componente entre varios que hicieron que fracasara la paz.

La situación se ha agravado hasta el punto en que hoy, como lo fuera en 2014, tenemos un Primer Ministro en el oeste y un nuevo Primer Ministro en el este, designado por el Parlamento. El Parlamento, con sede en la ciudad oriental de Tobruk, siempre miró con recelo al Gobierno de Unidad, y sus parlamentarios consideran que el gobierno interino de Dbeibé caducó el 24 de diciembre.

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Líbia

Se cancelan las elecciones en Libia a días de su celebración y crece la tensión entre los Ejércitos de la guerra civil

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Las elecciones presidenciales en Libia, acordadas por los generales de ambos ejércitos en guerra civil, fueron canceladas. Preocupa que se podría poner fin al alto al fuego y los combates estarían cerca de estallar nuevamente.

Las elecciones presidenciales en Libia, programadas para este viernes 24 de diciembre, se cancelaron faltando menos de una semana para su celebración. La Comisión Electoral fijó como nueva fecha el 24 de enero de 2022, pero no hay certezas de que se vayan a llevar a cabo tampoco.

El proceso de paz logrado con el alto al fuego de agosto de 2020 puso fin a una histórica guerra civil comenzada tras el derrocamiento y linchamiento del dictador Muammar Gadafi, en 2011.

Diez años después de la “Primavera Árabe“, cuando el país se partió en dos y comenzó una brutal guerra civil entre los adeptos a las autoridades del Parlamento y los seguidores del Poder Ejecutivo, parecía que el país finalmente había llegado a la paz.

En esta importante corriente de cambios, las elecciones constituyen un punto clave y permitirían al extenso país africano decidir libre y democráticamente su nuevo jefe de Estado luego de décadas de autoritarismos y corrupción.

La Comisión Electoral de Libia se enmarca en el Foro de Diálogo Político Libio, que es la organización encargada del proceso de vuelta a la democracia en el país, constituido por ambas fuerzas beligerantes. Hasta el momento su objetivo se viene logrando con un buen ritmo, algo probado en febrero de este mismo año, cuando se formó un Gobierno de Unidad Nacional provisorio.

Sin embargo, el revés del aplazo por un mes de las elecciones pone en duda la continuidad de los avances, ya que vuelven a poner sobre el tablero político la fuerte inestabilidad que atraviesa hace tiempo el país, fomentada por la rivalidad y la polarización entre los diversos actores y sus respectivos aliados internacionales.

El ex Poder Legislativo, encabezado por el general Jalifa Haftar, tiene el respaldo de Rusia, mientras que el ex Poder Ejecutivo, comandado por el ex primer ministro Fayez al-Sarraj está respaldado por Turquía.

A fines de 2020, el entonces presidente Donald Trump negoció entre Putin y Erdogan un alto al fuego, pero desde su salida de la Casa Blanca, este proceso de pacificación ha quedado en manos de los diplomáticos rusos y turcos, y las negociaciones se han estancado.

La cancelación era previsible incluso desde antes del comienzo de la semana, cuando faltando tan poco tiempo para los comicios no había siquiera lista oficial de candidatos.

Reunión del Foro de Diálogo Político Libio. auspiciada por el gobierno de Túnez y la ONU.

Este escándalo, que disgustó fuertemente a la ciudadanía, provocó que Emad Sayed, presidente de la Alta Comisión Electoral Nacional (HNEC), haya decidido dimitir en bloque este miércoles 22 de diciembre junto a otros dirigentes de la institución.

A su vez, las preocupaciones sobre la seguridad en la capital, Trípoli, crecieron tras los reportes de movilizaciones de armamento militar y grupos de soldados en los suburbios y alrededor de la ciudad, marcando un posible indicio de quiebre del alto al fuego.

El principal candidato a las elecciones y que logró llamar la atención en todo el mundo tras su anuncio es Saif al-Islam Gaddafi, licenciado en Ciencias de la Ingeniería, graduado de MBA en Austria y PhD de la Escuela Económica de Londres.

Saif Gaddafi, de 49 años, es el hijo del ex-dictador Muammar Gaddafi y líder del Frente Popular de Liberación de Libia, partido reivindicativo de la gestión de su padre.

Busca ser presidente de Libia y continuar el legado Gaddafi, pero prometiendo un manejo democrático de las instituciones del Estado. De todos modos, Saif tiene un preocupante prontuario. Fue acusado en 2011 por parte de la Corte Criminal Internacional de crímenes contra la humanidad por el asesinato y la persecución de civiles libios, cargos que él mismo ha negado en múltiples ocasiones.

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Saif Gaddafi, hijo del ex dictador, lidera las encuestas en Libia.

La situación política libia es fundamental para la geopolítica mundial, y en especial para Occidente, ya que Libia se convirtió desde la caída de Gaddafi como uno de los mayores puntos de tránsito de los migrantes árabes hacia Europa.

No solo de libios si no de otros migrantes del resto del continente, que aprovechan el éxodo del país africano para subirse a los botes que hacen el peligroso viaje al sur de Europa, y desde allí son aceptados como refugiados en países como Italia, España, Alemania o Francia, donde reciben asistencia estatal, ayuda humanitaria y vivienda.

Libia además es uno de los principales productores de petróleo del mundo, y en medio de la crisis de abastecimiento de hidrocarburos en todo el mundo, llevar estabilidad al país del norte de África es una de las prioridades para la comunidad internacional.

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