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Japón

Shinzo Abe, ex primer ministro de derecha de Japón, asesinado de dos balazos en un acto electoral

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El popular exmandatario japonés fue asesinado a sangre fría con una escopeta casera mientras daba un discurso de campaña en la ciudad de Nara, de cara a los comicios del próximo domingo.

En una secuencia de terror, el ex primer ministro japonés Shinzo Abe murió este viernes tras sufrir un atentado terrorista durante un acto de campaña en la ciudad de Nara. Fue trasladado en helicóptero en estado crítico al Hospital de la Universidad Médica en Kashihara, pero según reportaron llegó sin vida y no pudo ser reanimado.

En las imágenes se ve a un joven terrorista con una escopeta casera recortada efectuar dos disparos contra el líder derechista, que estaba de espaldas al ataque mientras hablaba en un pequeño mitín en la calle donde estaba haciendo campaña por sus candidatos en la ciudad de cara a las elecciones legislativas del domingo.

A pesar de su retiro de la política por temas de salud, Abe había aprovechado este ciclo electoral para volver a los actos de campaña, y se especulaba con un posible regreso del popular mandatario a la política nacional. El difunto mandatario es considerado en Japón como uno de sus dirigentes más importantes de la historia, y en sus más de 8 años al frente del Gobierno llevó a cabo importantes reformas de la economía, la política y la sociedad.

Shinzo Abe fue llevado al hospital a las 12.20 (hora local). Estaba en estado de paro cardiorrespiratorio a su llegada. Se intentó reanimarlo. Desgraciadamente, se declaró su muerte a las 17:03″, declaró Hidetada Fukushima, responsable de medicina de urgencia en el hospital.

El terrorista fue identificado como Yamagami Tetsuya, un residente de Nara de unos 41 años, exmiembro de la Marina, quien había sido expulsado con deshonra en 2005. Allí aprendió a usar y fabricar armas. Según los informes, el atentado lo cometió con una escopeta casera que fabricó con dos caños metálicos, tela negra y demás productos de la vida cotidiana.

El hombre había sido despedido de su trabajo hace unas semanas y confesó su enojo con Abe, no tanto por sus ideas políticas si no por el hecho de que lo expulsaron de la rama naval de las Fuerzas de Auto-Defensa durante su gobierno y lo culpabilizó por el hecho. Hasta el momento se desconoce el motivo de su expulsión.

Sorprendió la baja seguridad que tenía el ex primer ministro en el acto. Los mítines electorales suelen celebrarse en Japón en plena calle y con escasas medidas de seguridad, debido al bajo índice de criminalidad. Sin embargo, Japón tiene un amplio historial de asesinatos políticos, incluido el asesinato del líder comunista Inejiro Asanuma en 1960 y del alcalde de Nagasaki, Iccho Itoh, en 2007.

El terrorista logró efectuar dos disparos seguidos antes de ser detenido por los agentes de seguridad. El primero le erró, impactándole solamente algunos proyectiles del tiro de escopeta, mientras que el segundo fue letal. El impacto fue prácticamente total, y dos proyectiles impactaron en el cuello del ex mandatario.

Posterior al hecho, la policía registró el departamento del terrorista, en donde encontraron varias armas de fuego caseras, incluyendo rifles y pistolas, además de explosivos. Según se pudo saber de la información capturada, Tetsuya estaba planificando el ataque desde que fue despedido de su último trabajo.

A pesar de la seguridad de Abe, según los informes, el sospechoso logró pararse a tan solo unos pocos metros del ex primer ministro, con un morral que escondía la escopeta. Una imagen tomada por Reuters momentos antes del ataque mostraba al terrorista de pie detrás del ex primer ministro con una camiseta gris y el bolso negro.

Un acto de barbarie como este es absolutamente imperdonable, independientemente de los motivos, y lo condenamos en los términos más enérgicos. Más de 90 investigadores están dedicados al caso”, expresó el jefe de Gabinete Hirokazu Matsuno, quien se encargará de coordinar la investigación.

Japón: El país con restricciones a las armas de fuego más estrictas del mundo

Es importante aclarar que el hecho ocurrió en uno de los países con leyes más estrictas de acceso a armas de fuego. Para que los ciudadanos japoneses compren un arma, deben asistir antes a un curso de tiro que dura varias semanas, aprobar un examen escrito y completar una prueba de campo de tiro, con una precisión mínima del 95%.

Los candidatos también son sometidos a una evaluación de salud mental, realizada en un hospital, y el gobierno hace una verificación exhaustiva de antecedentes. Después de todo este proceso, el Gobierno puede decidir arbitrariamente sin dar justificaciones a quién le otorga licencia y a quien no.

Excepto jueces o fiscales, nadie en Japón recibe licencia para comprar y portar armas. El resto de los ciudadanos solo pueden recibir licencia para comprar escopetas y rifles de caza, que deben sacarlos desarmados a la calle y solo pueden re-armarlos en lugares designados para la caza.

A pesar de estas restricciones, nada pudo frenar a una persona con problemas mentales que, determinado a cumplir su objetivo, construyó un arma con todas partes de la vida cotidiana. Este tipo de casos demuestra la absoluta ineficacia de las restricciones de armas de fuego para frenar a este tipo de personas, y la importancia de que las personas de bien estén armadas.

Las reacciones en Japón y el resto del mundo

El actual primer ministro y ex canciller de Abe, Fumio Kishida, abandonó la campaña electoral y viajó a Tokio en helicóptero. "Rezaba para que pudiera salvarse, y acabo de conocer la noticia de su muerte", dijo Kishida, al borde del llanto ante las cámaras. "No tengo palabras… que su alma repose en paz" agregó. Previamente había calificado el ataque de "acto barbárico", "absolutamente imperdonable".

La noticia llegó rápidamente a los Estados Unidos, y quien primero reaccionó fue el ex presidente Donald Trump, quien se lamentó de la “devastadora” noticia de la muerte de su amigo personal. “Abe era un verdadero amigo mío y, mucho más importante, de Estados Unidos. Es un golpe tremendo para el maravilloso pueblo de Japón, que tanto le quería y admiraba. Todos estamos orando por Shinzo y su hermosa familia” indicó Trump en su red social, Truth.

Desde el gobierno de Joe Biden, la reacción fue menos personal, pero igual de resonante. “Esta es una tragedia para Japón y para todos los que lo conocieron”, dijo Biden en un comunicado, quien siempre tuvo una tensa relación con el líder derechista japonés. “Incluso en el momento en que fue atacado, estaba comprometido con el trabajo de la democracia”, indicó.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, envió una carta personal de condolencias a la familia del ex mandatario japonés, calificándolo de haber sido un "destacado estadista". "Por favor, acepte mis más profundas condolencias por el fallecimiento de su hijo y esposo, Shinzo Abe", escribió Putin en la carta, dirigida a la madre y a la esposa de Abe.

"La mano de un criminal truncó la vida de un destacado estadista que encabezó el gobierno japonés durante mucho tiempo e hizo mucho para desarrollar las relaciones de buena vecindad entre nuestros países", añadió el presidente de Rusia, quien a pesar de sus choques con el gobierno japonés en los últimos años, encontró en Abe un gran político con capacidad de negociar los peores conflictos.

Putin dijo que "mantenía un contacto regular" con el dirigente fallecido, "en el que se manifestaban plenamente sus excelentes cualidades personales y profesionales". "El brillante recuerdo de este maravilloso hombre permanecerá para siempre en el corazón de todos los que le conocieron", escribió.

En India, el primer ministro Narendra Modi, otro gran amigo que la política le dio a Shinzo Abe, declaró un día de luto oficial para conmemorar al líder nipón. Por su parte, Jair Bolsonaro, quien también supo cosechar una cercana amistar con el mandatario, declaró tres días de luto por su muerte.


Por Nicolas Promanzio, para La Derecha Diario.

Economía

Despega la economía japonesa: Se dispara el crecimiento y Japón recibe a miles de empresas que abandonan China

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Japón recuperó una vigorosa tasa de crecimiento, alentada en gran medida por la fuerte recepción de capitales extranjeros provenientes de China, muchos de los cuales huyen de las políticas del régimen de Xi Jinping y la perspectiva de un derrumbe económico sin precedentes.

En contra de todo pronóstico, la economía de Japón registró una tasa de crecimiento de hasta el 1,5% solamente en el segundo trimestre del año, la variación porcentual más significativa para un trimestre desde la primera mitad de 2015.

Japón registró una de las tasas de crecimiento trimestral más relevantes en el mundo, solo por detrás de Estados Unidos en lo que respecta a las economías desarrolladas. Superó fácilmente a la expansión económica de China, que solo alcanzó a crecer un 0,8% en el segundo trimestre del año.

El PBI japonés acumuló una tasa de crecimiento en torno al 2% con respecto al mismo trimestre del año pasado, pero se espera que esta variación aumente conforme avanza el 2023. El país podría registrar el mayor crecimiento anual desde el año 2010.

Una gran parte de este despegue económico se debe a la masiva recepción de capitales extranjeros que buscan invertir en el país. Japón se convirtió en el mercado favorito para la inversión extranjera directa de Asia, dejando atrás a China (que había liderado el podio en los últimos 20 años).

Cada vez es más común que inversores de gran calibre decidan abandonar sus posiciones bursátiles en la bolsa de Beijing y Hong Kong para invertir en la plaza bursátil de Tokio. Un ejemplo notorio de este fenómeno es el accionar del fondo Allianz Oriental Income, que aumentó sus tenencias accionarias en Japón a expensas de China.

La economía de China se ve amenaza por un histórico derrumbe del mercado inmobiliario (el sector que lideró activamente el crecimiento del país desde la crisis de 2008), y el aborto al proceso de apertura bajo el régimen de Xi Jinping deterioraron en gran medida la confianza de los inversores.

Por otra parte, la crisis geopolítica entre China y Taiwán provocó un gran pánico entre los inversores de este último país ante la posibilidad real de una invasión militar. En respuesta, cada vez más empresas fabricantes de chips deciden trasladarse a Japón, que ofrece una mayor estabilidad jurídica para la inversión y garantiza una relación estable con Occidente para la exportación de tecnología.

La firma IBM decidió incrementar la inversión en Japón por un total de US$ 150 millones para el impulso de las relaciones comerciales con Estados Unidos, mientras que la firma TSMC anunció una inversión por US$ 7.400 millones para la apertura de una segunda fábrica de chips en el país, entre muchos otros ejemplos destacables.

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Economía

El Gobierno de derecha en Japón lanza un plan de ajuste para llegar al equilibrio fiscal en 2025 y eliminar la deuda pública

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El déficit fiscal del Estado japonés se redujo al 5% del PBI en el primer trimestre del año, el resultado más modesto de los últimos 11 trimestres. Fumio Kishida apunta a concretar el equilibrio fiscal primario para el año 2025, y estabilizar el stock de la deuda pública.

El Gobierno de Fumio Kishida impulsa un drástico ajuste fiscal para estabilizar las deterioradas finanzas públicas de Japón en tiempo récord. A través de un plan de recortes presupuestarios y tras haber aprobado la más reciente reforma tributaria, el déficit financiero de Japón se redujo al 5,07% del PBI en el primer trimestre del año.

Se registró el resultado fiscal más modesto en los últimos 11 trimestres, aunque aún se encuentra muy lejos de alcanzar los niveles que tenía antes de la pandemia. La corrección fiscal permitirá estabilizar el ratio de la deuda pública japonesa con respecto al PBI, que adquirió dimensiones históricas tras el estallido de la pandemia.

El objetivo propuesto por Kishida es que el año 2026 sea el límite para alcanzar el equilibrio fiscal primario, algo que Japón no logra concretar desde 1992. Sin embargo, el Primer Ministro prepara un fuerte ajuste fiscal para poder arribar a la meta en el año fiscal 2025 de no producirse mayores contingencias.

Déficit fiscal de Japón desde 1996.

“No abandonaremos la bandera de la reforma fiscal. No hay cambios en la postura del Gobierno de esforzarse por lograr un superávit presupuestario primario en el año fiscal 2025”, anunció el ministro Kishida.

Las proyecciones fiscales asumen un modesto crecimiento del 2% anual sobre el nivel de actividad económica en términos reales, y hasta un 3% en términos nominales.

La reforma tributaria de Kishida aumenta los recargos impositivos sobre los tramos superiores del impuesto a las Ganancias y de sociedades, al mismo tiempo en que baja impuestos para la inversión (especialmente en investigación y desarrollo), la oferta laboral, la remuneración bruta de salarios y las nuevas contrataciones.

El Gobierno impulsa una importante reorganización del gasto público, no solo para acelerar la transición hacia el equilibrio fiscal sino también para financiar el crecimiento del gasto en defensa.

En respuesta a las capacidades militares más agresivas por parte de China y Corea del Norte, la derecha japonesa impulsó un aumento del 26% sobre el presupuesto en defensa para 2023, totalizando los 6,8 billones de yenes con respecto a los 5,4 billones desembolsados hace un año.

El gasto en defensa seguirá aumentando hasta llegar a los 9 billones de yenes en 2027 (66.000 millones de dólares), equivalentes al 2% del PBI estimado para entonces. Esto convertirá a Japón como el país con el tercer presupuesto militar más grande del planeta, solo por detrás de Estados Unidos y China, superando a Rusia e India en los próximos años.

Para financiar estos aumentos, el Gobierno autorizó recortes en el presupuesto para organismos y direcciones del sector público, personal, universidades estatales, prestaciones sociales (excepto las vinculadas con la natalidad) y gastos en el sistema de salud.

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Economía

Japón lanza una fuerte reforma fiscal y tributaria para favorecer la inversión y poder expandir el gasto en Defensa

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El primer ministro Kishida prepara una reforma del sistema impositivo que combina aumentos y desgravaciones, y comprende un aumento neto de ingresos fiscales que serán destinados para alcanzar a duplicar el gasto público en defensa en 2027.

La administración del derechista Partido Liberal Democrático japonés, presidida por el primer ministro Fumio Kishida, lanzó oficialmente una gran reforma fiscal y tributaria que afecta a los principales impuestos del país, entre ellos Ganancias de Personas Físicas, Sociedades, Patrimonios y Consumo.

La reforma oficialista combina rebajas tributarias específicas destinadas a favorecer la inversión privada, y al mismo tiempo aumentos impositivos discrecionales para financiar la duplicación del gasto público en defensa nacional. Se estima que el gasto en defensa logre superar el 2% del PBI para el año 2027. Se trata de una reforma de índole mixto, ni expansiva ni contractiva en relación al nivel de actividad.

Impuestos corporativos

La reforma contempla una amplia revisión de los incentivos sobre la inversión en investigación y desarrollo (I+D). Las bonificaciones fiscales sobre la actividad inversora se amplían por 3 años más, y la tasa mínima para los créditos subsidiados caja del 2% al 1% anual.

También se modifica el monto máximo de crédito fiscal que puede suscribir una empresa. Hasta ahora existía un tope por el 25% de la obligación tributaria anual, pero ahora se aplicará un sistema de límites variables dependiendo del grado de inversión en investigación y desarrollo y se podrán permitir límites más altos.

Se amplían las bonificaciones impositivas por un período de 5 años para empresas que aumenten sus ventas anuales en 1,7 veces, o que alcancen una facturación anual superior a los 3.300 yenes, entre otros requisitos posibles para acceder al beneficio.

Por otra parte, se extiende por un período de 2 años la tributación rebajada para las empresas pymes en Japón, con una tasa reducida de 15% en lugar del 30,6% aplicable para las empresas con una facturación anual superior a los 4 millones de yenes.

Desde el punto de vista contractivo, la reforma crea una sobretasa que varía entre el 4% y el 4,5% sobre el impuesto general de sociedades. Al mismo tiempo se añade una deducción estándar general de 5 millones de yenes anuales para que las empresas pymes no se vean afectadas por el sablazo fiscal.

El llamado “Impuesto sobre la renta especial de reconstrucción”, destinado para asegurar recursos por desastres naturales, tendrá una rebaja del 1% sobre su alícuota nominal aplicable a empresas y cooperativas. También se extenderá su duración hasta más allá del año 2037 (como originalmente estaba previsto).

Impuesto a las Ganancias, sucesiones y consumo

El Gobierno japonés creará una nueva deducción estándar equivalente a los 1,1 millones de yenes sobre el impuesto de sucesiones y donaciones, lo cual facilita que muchas personas dejen de pagar el tributo. Pero por otra parte, se amplía de 3 a 7 años el período de exigencia en el cual se deben incluir las donaciones percibidas para el cómputo del impuesto al momento de producirse la herencia.

El impuesto a las Ganancias para personas físicas tendrá un recargo máximo del 1% sobre las alícuotas marginales más elevadas, que ya de por sí fueron aumentadas del 50,8% a casi el 56% durante la reforma impositiva del año 2016.

Otra gran fuente de recursos para financiar el aumento del gasto militar será el aumento impositivo al tabaco hasta 3 yenes por cigarrillo, implementado progresivamente en 3 etapas. Aún así, no se incluyeron modificaciones sobre el Impuesto al Valor Agregado (IVA). 

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