
Luis Arce celebró la destructiva influencia de Hugo Chávez en Bolivia
El líder masista señalo que el régimen no habría podido consolidarse sin el apoyo venezolano.
El líder del régimen masista, Luis Arce, evocó el apoyo que brindó Hugo Chávez al Movimiento al Socialismo (MAS) durante su mandato en Venezuela. En un mensaje difundido en redes sociales este miércoles, Arce resaltó la figura del exmandatario venezolano y su contribución a la consolidación del llamado "Proceso de Cambio" en el país.
Chávez, quien gobernó Venezuela entre 1999 y 2013, tuvo un rol fundamental en la articulación de una alianza política y económica con Bolivia. Su respaldo a Evo Morales desde la llegada de este al poder en 2006 fue clave para el fortalecimiento del autoritarismo masista. El régimen implementó un modelo de gobierno basado en el control estatal de sectores estratégicos.
En su mensaje, Arce destacó que Chávez fue un líder que buscó la integración latinoamericana y la justicia social. Además, enfatizó el papel que tuvo en la creación de organismos socialistas como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El impacto de Chávez en Bolivia se manifestó no solo en el respaldo político, sino también en el financiamiento de proyectos sociales. Durante su gobierno, Venezuela se convirtió en uno de los principales prestamistas del Estado boliviano, incrementando la deuda bilateral en un 800%.
La influencia del chavismo en Bolivia se hizo evidente en el desastroso modelo económico impulsado por Morales. La expulsión de la embajada de Estados Unidos y el alineamiento con países como Cuba y Nicaragua fueron algunas de las medidas inspiradas en la política de Chávez.
Sin embargo, el paso de los años ha revelado los desafíos de este modelo. La crisis económica en Venezuela y los problemas financieros de Bolivia han generado cuestionamientos sobre la viabilidad del esquema impulsado por ambos líderes. La caída de los precios del gas y los elevados niveles de endeudamiento han puesto en duda la sostenibilidad del "modelo masista".
¿Bolivia sigue los pasos del desastre venezolano?

A nivel político, el respaldo de Chávez a Morales fue determinante en momentos críticos. Durante la crisis de 2008, cuando sectores opositores promovieron protestas y tomas de instituciones, Chávez organizó una cumbre de UNASUR en defensa del gobierno del líder cocalero. Esta acción fue clave para evitar un debilitamiento del masismo en el poder.
Evo Morales siempre consideró a Hugo Chávez como un hermano mayor, un guía político que lo apoyó y asesoró desde sus primeros años en el poder. La relación entre ambos líderes trascendía lo meramente diplomático, pues Morales veía en Chávez una figura paternal dentro del movimiento bolivariano. El venezolano le enseñó a consolidar su autoritarismo y a enfrentar a la oposición con mano firme.
Morales adoptó muchas de las estrategias del venezolano, incluyendo un estilo de gobierno cada vez más autoritario. La concentración del poder y el enfrentamiento con sectores críticos se volvieron elementos centrales de la gestión del exdictador.
No obstante, el legado del chavismo en Bolivia también ha sido objeto de críticas. La polarización política, la pérdida de independencia de las instituciones y los cuestionamientos sobre la corrupción han sido señalamientos recurrentes. La influencia de Venezuela en Bolivia, según algunos analistas, contribuyó a la radicalización del MAS y al debilitamiento de la democracia.
A 12 años de la muerte de Chávez, su impacto en Bolivia sigue siendo un tema de debate. El oficialismo lo reivindica como un líder que apoyó el proceso de transformación del país. Pero la oposición lo señala como un factor que contribuyó a la crisis económica y política que atraviesa la nación.
La dependencia ideológica y estratégica con Venezuela reveló la falta de autonomía del masismo y que este movimiento delincuencial no tiene un compromiso con la democracia. La cercanía con el chavismo, lejos de fortalecer a Bolivia, podría haberla arrastrado por un camino de confrontación y concentración de poder que aún resuena en el presente.
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