El Fortín goleó 4-0 al Pincha en el José Amalfitani, por la fecha 6 del Grupo C, y logró sacar su pasaje a la próxima instancia como segundo.

Vélez goleó 4-0 a Estudiantes en el Estadio José Amalfitani por la fecha 6 del Grupo C de la Copa Libertadores. El Fortín apabulló a los suplentes del Pincha, que ya se había clasificado como puntero, y logró meterse en los octavos de final por encima de Nacional de Uruguay y RB Bragantino.

Los de Ricardo Zielinski tuvieron las mejores chances en el arranque en los pies de Jorge Morel y Carlo Lattanzio. Sin embargo, con el correr de los minutos Vélez fue tomando protagonismo y se adueñó del partido.

Ese dominio se vería reflejado en el marcador a los 21 minutos a través de Lucas Janson, quien definió entre las piernas de Jerónimo Pourtau luego de una exquisita asistencia de Máximo Perrone. Sobre el cierre de la primera mitad el propio Janson se encargó de estirar la ventaja tras un error de cálculo de Bautista Kociubinski.

El desarrollo del complemento mantuvo la tónica de la primera parte. A los 28’ el local llegó al tercero después de una gran jugada personal de Lucas Pratto y más adelante quedó en ventaja numérica por la expulsión de Bruno Valdez en Estudiantes.

Finalmente, el ingresado Abiel Osorio completó la goleada luego de quedar mano a mano y superar a Pourtau a los 38 minutos de la segunda mitad. Además, sobre el cierre se dio el debut absoluto de Gianluca Prestianni, eléctrico juvenil que se convirtió en el futbolista más joven en vestir la casaca de equipo de Liniers con 16 años, tres meses y 22 días.

Con este resultado, el Fortín llegó a las ocho unidades y clasificó como segundo del Grupo C por debajo de Estudiantes y por encima de Nacional de Uruguay (clasificó a Copa Sudamericana) y RB Bragantino.

El Xeneize goleó por 3-0 a Tigre en la final, con goles de Rojo, Fabra y Vázquez, y conquistó el título local en el Mario Alberto Kempes de Córdoba.

¡BOCA ES EL CAMPEÓN DE LA COPA LIGA PROFESIONAL! El Xeneize goleó por 3-0 a Tigre en la final, con goles de Marcos Rojo, Frank Fabra y Luis Vázquez, en un Mario Alberto Kempes de Córdoba repleto. El equipo de Sebastián Battaglia, que tuvo un semestre con altibajos en el que incluso se puso en duda la continuidad del DT, alza un nuevo título local. Ahora, tras los festejos, se preparará para afrontar un mano a mano con Deportivo Cali por un lugar en los octavos de final de la Copa Libertadores.

El Xeneize y el Matador se sacaron chispas durante gran parte de la primera mitad del encuentro: ninguno logró imponerse en la mitad de cancha; y hubo muy pocas aproximaciones y chances claras de gol. Sebastián Villa, quien era silbado por la hinchada de Tigre cada vez que tocaba la pelota, fue el jugador más desequilibrante del equipo de Sebastián Battaglia. Incluso, en una jugada asistió a Darío Benedetto, quien pisó el área y definió contra el segundo palo para abrir el marcador. Sin embargo, le anularon el gol al ex Arsenal por off side.

El Xeneize logró abrir el marcador sobre el final del primer tiempo: Marcos Rojo ganó de cabeza en el área, Gonzalo Marinelli no pudo controlar la pelota y fue gol para el Xeneize, que pasaba al frente en la gran final de la Copa Liga Profesional.

Tigre salió a buscar el empate en la segunda mitad: salió a llevarse por delante a Boca y tuvo chances claras de gol, pero Mateo Retegui -cuyo pase pertenece a la institución de la Ribera- falló en las tres oportunidades que tuvo.

Y en su peor momento, Boca estiró la ventaja: Frank Fabra recibió, se perfiló y disparó un bombazo directo al ángulo del arco de Gonzalo Marinelli. Inatajable. Golazo y 2-0 para el equipo de Sebastián Battaglia, que ya se ilusionaba con una nueva estrella.

El golazo del lateral colombiano fue un golpe de nocaut para el Matador, que no reaccionó. Y, cuando el encuentro llegaba a su fin, Luis Vázquez sentenció la victoria por goleada con un tanto de cabeza, para desatar la locura de la hinchada Xeneize en el Mario Alberto Kempes.

Finalmente, Boca se quedó con la gran final en Córdoba: conquistó la Copa Liga Profesional y es el campeón del fútbol argentino. El Xeneize, que tuvo un torneo con altibajos en el que incluso se puso en duda la continuidad del entrenador, sin embargo levantó un nuevo trofeo. Más allá de eso, no terminó su semestre: debe medirse mano a mano con Deportivo Cali, el jueves en la Bombonera, por un lugar en los octavos de final de la Copa Libertadores.

El Fideo jugó su último partido en París Saint-Germain en Parque de los Príncipes, donde convirtió un gol, no pudo contener las lágrimas, ademas Lionel Messi y compañía lo homenajearon a lo grande.

El sábado por la tarde se vivió una jornada distinta en el Parque de los Príncipes. París Saint-Germain goleó 5-0 a Metz por la última fecha de la Ligue 1, que obtuvo el conjunto parisino, con tres goles de Kylian Mbappé, quien horas antes anunció que le dijo que no al Real Madrid y que renovó su contrato con PSG hasta 2025, uno de Neymar y el último fue de Ángel Di María, que no seguirá en el club y no pudo contener las lágrimas tras convertir, y luego fue despedido por con un pasillo de aplausos por sus compañeros.

El ex Rosario Central, fue titular en el elenco dirigido por Mauricio Pochettino al igual que Lionel Messi, dio una asistencia a Mbappé para romper el cero, pero la frutilla del postre llegó a los 22 minutos del segundo tiempo. Tras un disparo al palo de Messi, Di María agarró el rebote, desparramó a un defensor y se tomó su tiempo para definir con tranquilidad ante el arquero y sentenciar el quinto tanto de su equipo. Luego de su característico festejo, se largó a llorar como un chico.

Minutos más tarde, Pochettino decidió reemplazarlo Ander Herrera y otra vez llegó la ovación de todo el Parque de los Príncipes, las lágrimas volvieron a los ojos del Fideo y el juego se detuvo porque todos sus compañeros dentro del campo de juego formaron un pasillo y lo despidieron como el ídolo que es en el París Saint-Germain.