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Economía

Amazon suspende inversiones millonarias en Argentina por las medidas de Alberto Fernández

El gigante del comercio electrónico, en su afán de desembarcar en Latinoamérica, terminó optando por establecer operaciones en Chile y Brasil antes que en Argentina, luego de ver el rumbo económico del nuevo gobierno kirchnerista.

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Luego de comenzar a vender productos en Brasil, Amazon avanza con su plan de expansión de su e-commerce en Latinoamérica.

En Argentina, en octubre del año pasado, a través de una resolución en el Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires, se daba a conocer la adjudicación de tres espacios en la Zona Franca Bahía Blanca-Coronel Rosales, un parque tecnológico que contempla un esquema de beneficios impositivos y tributarios, y el acceso a energía eólica, entre otros incentivos, para captar la inversión de Amazon y de otras compañías con presencia global.

Sin embargo, con el cambio de gobierno, la profundización de la crisis económica por la cuarentena y una serie de regulaciones a todo lo que es el comercio electrónico, puso en serias dudas la inversión de la empresa del hombre más millonario del mundo, y se puso en pausa toda la logística para desembarcar en Argentina.

Si bien el cierre del primer tramo de negociación de la deuda externa eliminó al menos una fuente de incertidumbre (relevante a la hora de pensar negocios en la Argentina), todavía quedan muchos otros temas a tratar: la pandemia, la recesión, el cepo al dólar, los cupos a importaciones, la presión política sobre el sector privado (como el reciente DNU que afecta a empresas de telecomunicaciones), la imposibilidad de las firmas extranjeras de girar ganancias, entre otras cuestiones.

Además, los altos ejecutivos de Amazon, que están actualmente analizando en qué países sudamericanos conviene desembarcar, han visto con muy malos ojos la experiencia de Mercado Libre con el sindicalismo argentino. Hace pocas semanas, el gremio de camioneros suspendió toda su actividad por un reclamo contra el Gobierno nacional (ni siquiera contra la empresa), y Mercado Libre quedó con cientos de miles de productos sin distribuir.

Los ejecutivos de Amazon ya se contactaron con los propietarios de algunas de las principales cadenas de centros comerciales transandinos para instalarse en locales sin uso en shoppings de Santiago.

Así, la firma de Jeff Bezos buscará ingresar a Chile de manera directa y podría ser el puntapié para que la firma monte un centro logístico similar al que abrió recientemente en San Pablo, Brasil.

Por su parte, Mercado Libre corre con la ventaja de ya tener unos cuantos años más en la región y también anunció que se instalará en Santiago con una inversión de 100 millones de dólares. Todos piensan en dónde invertir y nadie quiere ni tocar a la Argentina.

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El DNU presidencial que declara como servicio público a la TV por cable, internet, telefonía celular y fija, y establece el congelamiento de tarifas hasta diciembre, encendió todo tipo de enojos y reclamos y suma una gran incertidumbre al escenario local. Todas estas medidas, asfixiantes para el sector privado y cualquier tipo de emprendedor, hacen que el país no resulte atractivo a ojos de los inversores.

En relación a la ahora declinada inversión de Amazon en Argentina, Martín Kalos, director de EPyCa Consultores, explica que “hace mucho que se está hablando de esto y si no se definió por Argentina es porque habrá motivos que no le cierra y no encuentra lo que quiere, de otra manera ya se hubiese concretado. Para recibir capital de ese tipo, resulta necesario un contexto estable y previsible desde el punto de vista macroeconómico", aseguró.

De esta manera, las decisiones cambiantes de un gobierno sin rumbo ni plan económico consistente, que modifica las reglas del juego de un día para el otro, resultan desalentadoras para una compañía que hasta hace 6 meses planificaba un desembolso en el país. 

Amazon, empresa líder internacional en el comercio electrónico y servicios de computación.

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A esto se debe sumar el poco atractivo que genera un país con una presión tributaria altísima, con leyes laborales inflexibles y en donde un sector privado, que arrastra años de falta de rentabilidad, ahora deberá sufrir las consecuencias de una ley confiscatoria que obligará a los grandes empresarios a aportar por “única vez” un porcentaje de sus fortunas para responsabilizarse de los efectos de la cuarentena eterna.

A su vez, otro factor que resulta desalentador para cualquier tipo de inversionista es el éxodo de empresas internacionales que cesan sus operaciones en el país debido a las causas recién mencionadas, como LATAM y Qatar Airways, como los ejemplos más resonantes. 

En contrapartida, el Gobierno ya puso en marcha su heterodoxo plan de reactivación económica para el año 2021: el ministro Martín Guzmán enviará en dos semanas la ley de presupuesto al Congreso y adelantó un déficit fiscal primario del -4,5% del PBI con el objetivo de impulsar la economía a través del consumo, en vez de la inversión. 

En un desesperado intento de poder conseguir en 3 años un superávit fiscal de 3,5% aproximadamente, el planteo está pensado para destinar esa diferencia a afrontar los pagos de la deuda recientemente reestructurada y evitar, así, nuevamente caer en default. 

Cada decisión del gobierno aleja un poco más a los únicos hacedores de riqueza genuina, las grandes empresas, y consolida su afán de incentivar la estigmatización hacia la cultura emprendedora.

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Economía

Tras la desregulación del mercado inmobiliario, la oferta de viviendas en alquiler se disparó casi un 200% en el AMBA

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Cada vez más personas pueden acceder al alquiler gracias al decreto de desregulación anunciado por el Presidente Milei en diciembre del año pasado. Se registró un explosivo crecimiento de la oferta inmobiliaria, el más drástico del que se tenga algún registro en los últimos años.

El proceso de desregulación del mercado inmobiliario cosechó un éxito contundente y arrollador, cada vez más difícil de negar incluso entre los más reaccionarios a las medidas que impulsó el oficialismo.

Desde que el Presidente Javier Milei decretó la desregulación inmobiliaria y el fin de la Ley de Alquileres del 2020, la cantidad de viviendas ofrecidas en alquiler se disparó hasta un 189% en el Área Metropolitana de Buenos Aires, según un reciente informe de la Universidad de San Andrés al término del mes de marzo.

La cantidad de inmuebles ofrecidos saltó drásticamente de las 6.696 unidades a un total de 19.069 en cuestión de solo unos pocos meses. Bajo el marco regulatorio anterior esto podría haber parecido una utopía, pero la mayor libertad de transacciones está permitiendo que miles de personas puedan acceder a la vivienda.

Asimismo, el sondeo de visualizaciones de Zonaprop registró que la cantidad de viviendas ofrecidas se duplicó desde diciembre del año pasado, convalidando así el éxito de la desregulación. Este fenómeno se explicó principalmente por los alquileres de índole permanente, en detrimento de los temporarios.

De acuerdo a Zonaprop, en el mes de marzo el precio promedio de los alquileres aumentó tan solo un 2,5% en el Gran Buenos Aires, mientras que la tasa de inflación informada por el INDEC cerró por encima del 11% en el mismo período.

En lo que va del año el precio promedio de los alquileres acumuló un aumento del 28,7%, una cifra muy inferior al 49,1% que se había acumulando durante el primer trimestre de 2023 (bajo el esquema regulatorio del kirchnerismo).

Se debe tener en cuenta, además, que la tasa de inflación minorista acumulada entre enero y marzo fue del 51,6%, y los precios mayoristas subieron un 37% en el mismo período. Sin importar contra qué métrica inflacionaria se los compare, el valor real de los alquileres cayó drásticamente en términos reales.

Este fue precisamente el efecto que se esperaba tras la aplicación del proceso de desregulación. Dada una demanda relativamente estable (sin ninguna perturbación particular), el explosivo crecimiento de la oferta permitió que cada vez más personas puedan permitirse pagar un alquiler al verse beneficiados de su drástico abaratamiento.

El éxito de la desregulación se convalida desde el punto de vista de las cantidades ofrecidas en el mercado, y también desde el punto de vista de los precios en términos reales. Hasta la fecha, no se registró ni una sola variable en el mercado inmobiliario que se haya visto afectada negativamente tras el levantamiento de los controles impuestos en 2020, más bien todo lo contrario. La propaganda kirchnerista encontró un amargo final al verse refutada por la realidad.

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Economía

Crisis fiscal en Estados Unidos: Las “Bidenomics” desataron un déficit por casi 2 billones de dólares al término de marzo

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Pese a que la economía estadounidense sigue creciendo, el Gobierno federal incurrió en un déficit histórico. y se está endeudando a un ritmo únicamente visto durante las grandes recesiones y en las guerras mundiales del siglo pasado. La trayectoria fiscal trazada por Biden es abiertamente insostenible.

Las políticas del Presidente Joe Biden provocaron el agujero fiscal más grande de la historia de los Estados Unidos en tiempos de paz. La visión económica del Gobierno cayó bajo la influencia del Caucus Progresista dentro del Partido Demócrata, la facción más radicalizada hacia la izquierda dentro del Congreso estadounidense.

La actividad económica del país logró recuperarse de la pandemia y continuó con su sendero de crecimiento, pero a pesar de esta muy esperable normalización, el Gobierno federal incurrió en un desequilibrio fiscal histórico que ascendió a los US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo.

De hecho, el déficit financiero había llegado incluso a los US$ 8,36 billones en julio del año pasado, como resultado del amplio programa de rescates para préstamos estudiantiles que impulsó el Presidente Biden.

El Partido Demócrata que alguna vez había patrocinado los superávits presupuestarios de la era Clinton, ahora respalda a capa y espada los déficits más irresponsables que nunca se hayan visto en Estados Unidos.

La economía se normalizó una vez superada la pandemia, pero la posición fiscal del Estado jamás lo hizo. El resultado financiero del Gobierno federal representaba el 4,8% del PBI en febrero de 2020, mientras que hoy en día esa cifra se acerca a los 6 puntos del producto. Este brutal incremento se explica principalmente por el mayor peso de los intereses de deuda, que ya son los más altos desde mediados de la década del 90.

Para compensar esta brecha sin precedentes, el Gobierno federal se está endeudando a un ritmo similar al que cabría esperar durante la salida de una recesión o la ejecución de una guerra de grandes proporciones, pero como es bien sabido ninguno de estos escenarios es precisamente el caso. En caso de que la economía entrase en recesión en un futuro cercano, el Gobierno carece de mayor margen fiscal para actuar en consecuencia.

El total de la recaudación por impuestos federales (y otros ingresos por rentas) sólo alcanza a cubrir hasta el 73% de los gastos federales incurridos. El 27% restante se está compensando por la vía del endeudamiento, principalmente con instituciones locales o en el exterior.

Hasta ahora la Reserva Federal se mantuvo al margen de expandir su financiamiento al Tesoro por la vía de la compra de títulos públicos (como lo hizo durante la pandemia en 2020), pero eventualmente el Gobierno federal no puede quebrar, y cualquier tipo de incumplimiento vendría asociado a un latente inflacionario.

La proporción de crédito doméstico absorbido por el Gobierno federal se incrementa, y lo que es lo mismo, se reduce la cantidad de recursos disponibles para prestar a las empresas privadas o a las familias (por ejemplo el crédito hipotecario). Esto se ve reflejado por un piso de tasas de interés cada vez más elevado.

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Economía

Gracias al superávit y la estabilización inflacionaria de Milei, el Banco Hipotecario volvió a lanzar créditos hipotecarios

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Por primera vez en años vuelve a desarrollarse el crédito inmobiliario en la Argentina, de la mano del superávit fiscal anunciado por el equipo de Luis Caputo. Se lanzan nuevas opciones atadas a la variación del UVA.

Durante las últimas décadas los jóvenes argentinos han perdido la capacidad de acceder a una casa propia a través del crédito hipotecario, algo que ocurra en la totalidad de los países del mundo occidental.

Algo tan simple en el mundo se ha vuelto prácticamente en una fantasía en Argentina, y comprar una propiedad requiere un nivel de ahorro imposible para toda la clase media. Pero, ¿por qué paso esto? ¿Si la mayoría de nuestros padres pudieron? ¿Existe algún responsable? ¿Por qué Argentina perdió el mercado hipotecario?

La respuesta es extremadamente simple: el déficit fiscal. Explicarlo, puede tomar un poco más de desarrollo. Argentina hace 16 años que gasta más de lo que recauda. El déficit debió financiarse con los ahorros de los argentinos a través de la emisión constante de títulos públicos para cubrir el agujero fiscal.

Hay que entender que el sistema financiero no es otra cosa que el aparato sanguíneo de la economía, si todo el flujo debe financiar al Estado, crowding out, nada queda para el privado, y consecuentemente nada queda para el sueño de la casa propia.

El kirchnerismo buscó compensarlo con un limitado plan PROCREAR, donde solo se podía adquirir una vivienda designada por el político de turno y mediante un sorteo. Más allá de lo arbitrario del azar, no poder elegir donde uno quiere desarrollarse es un acto que atenta contra los derechos más fundamentales de los argentinos.

Este lunes, el presidente Javier Milei anunció el superávit fiscal de la cuenta corriente para el primer trimestre del año. Esto resulta de vital importancia porque ahora el sistema financiero posee recursos ociosos para colocar en el mercado. Esto genera las condiciones para un nuevo “noviazgo” entre el sistema financiero y el sector privado crowding in.

En la mañana de hoy nos enteramos que el Banco Hipotecario estará otorgando una nueva línea de crédito hipotecario, algo que no sucedía desde el año 2018. En su página, se pueden ver las condiciones comerciales que otorgan para la construcción, adquisición, terminación, y ampliación de vivienda.

El préstamo que otorgan es mediante la modalidad UVA que ajusta por inflación tanto el capital adeudado como las cuotas a pagar. La tasa de interés prevista es del 8,5% anual, es decir que la cuota ajustara por la variación de la UVA + 8,5% año a año.

Si bien estos créditos se habían hechos impagables desde 2018 a medida que empezó a escalar la inflación, con la estabilización monetaria que ya está consiguiendo la gestión de Milei y de Toto Caputo.

Para ilustrar un poco más, tomamos algunas métricas de la página, si uno solicita $100.000.000 (aproximadamente US$ 100.000), tendrá que tener un ingreso necesario de $3.128.000 y abonará una cuota de $782.000.

Tomando las palabras del presidente Milei, los argentinos están frente a la oportunidad de ser los arquitectos de nuestro propio destino, no la desaprovechemos.


Steven Rosenthal, abogado UCA, asesor financiero idóneo CNV.

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