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Economía

Con un gobierno de derecha, Grecia lo dio vuelta: Tras una reforma liberal y privatizaciones logró un crecimiento del 7,7%

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El presidente Mitsotakis avanza con la consolidación de las reformas estructurales en la economía de Grecia. La actividad alcanzó el nivel más alto registrado desde 2011, y sale del estancamiento con una agenda económica liberal y ortodoxa. 

Lejos quedó la divergencia socialista que tomó Grecia en los 90s que culminó en la catástrofe económica más profunda de su historia en 2008. Más de una década después y con la derecha en el poder, Grecia ha dado fuertes pasos con reformas pro-mercado que comienzan a dar resultados extremadamente positivos.

La Autoridad Estadística Helénica confirmó que el PBI trimestral registró una variación positiva del 1,2% entre marzo y junio de este año, después de haber crecido hasta un 2,35% en el trimestre anterior. En comparación con los mismos tres meses del año 2021, el PBI registró un fuerte incremento interanual de 7,7% según la serie original del indicador

Los principales motores del crecimiento económico registraron resultados positivos en el segundo trimestre: el gasto de los consumidores creció un 8,1% interanual, la inversión en capital físico un 8,7%, las exportaciones se dispararon un 20% y las importaciones subieron un 15%, por lo que también mejoró el resultado comercial. 

El presidente derechista Kyriakos Mitsotakis avanza con las reformas estructurales para afianzar el crecimiento del país, en lo que se cataloga usualmente como el “Consenso de Washington”.

Desde el segundo trimestre de 2019, y bajo la gestión de Mitsotakis, el PBI de Grecia mantuvo una tasa de crecimiento promedio del 0,5%, 2% desde el año 2021 y hasta 1,78% considerando solamente al promedio del año corriente. 

Además, solamente en lo que va de la administración Mitsotakis la economía acumula una expansión cercana al 4%, y en junio de 2022 el PBI griego recuperó el nivel que tenía en el tercer trimestre de 2011, aunque continúa muy por debajo del nivel de actividad registrado antes de 2008.

En contraste, antes de la llegada de Mitsotakis al poder, la economía había enfrentado una violenta depresión entre 2007 y 2013, y desde este último año el crecimiento trimestral fue prácticamente cero hasta 2019

El plan económico de Mitsotakis

Reforma tributaria para bajar los impuestos

La reforma tuvo un fuerte acento en la desgravación impositiva para empresas. El impuesto a las utilidades corporativas no destruidas disminuyó del 29% al 24% desde el año 2019. También se dispuso de una rebaja general del 30% sobre todos los impuestos para pequeñas empresas que se fusionen y crezcan para demandar más empleados. 

Las contribuciones patronales que deben soportar los empleadores disminuyeron del 24,81% en 2019 al 22,54% en 2022. Además de ser una medida de corte impositiva, esta última también constituye un avance hacia la flexibilización de la legislación laboral. 

El impuesto directo y progresivo para las personas físicas fue rebajado en todos los tramos, y junto con un aumento de la base no imponible. La alícuota marginal superior fue recortada del 45% al 44% a partir de 2020

En último término, también se dispuso de una mayor generalización de la alícuota más baja para el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en torno al 13%, cuando la tasa general alcanza el 24% desde 2016. La tasa reducida se generalizó para el turismo, alimentos indispensables, cines y hasta gimnasios. 

Privatizaciones

Al poco tiempo de asumir el cargo al frente del ejecutivo en 2019, Mitsotakis impulsó la privatización de Hellenic Petroleum (HELPE), la empresa petrolera más importante del país. El Gobierno griego solamente mantiene hasta el 35,5% del paquete accionario, mientras que el resto permanece en manos privadas. 

Para mediados del año 2021, el Gobierno concretó la privatización de la Corporación Pública de Energía de Grecia (PPC), la empresa de energía estatal más grande de Grecia. El Estado disminuyó su participación accionaria del 51% al 33%, y al mismo tiempo se liberalizó el mercado energético para favorecer la competencia privada en favor de los consumidores.

Entre otras privatizaciones ya concretadas, la más reciente apuesta del Gobierno de Mitsotakis consiste en la privatización total del sector minero en el país. La administración busca afianzar la venta de Larco General Mining & Metallurgical, líder en la explotación minera del país pero con un déficit crónico.

Economía

Francia rumbo a la quiebra: Vuelve a bajar la calificación crediticia de los bonos franceses y el déficit fiscal alcanza valores récord

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El desequilibrio presupuestario en las finanzas del país galo ya es el más extremo registrado desde la pandemia, a pesar de que la actividad económica se recuperó del impacto desde hace dos años. El elefantiásico Estado francés se hace imposible de sostener.

La administración de Emmanuel Macron no solamente deja al país a merced de una peligrosa radicalización política encarnada por el espacio de Melenchon, sino que además deja una economía completamente desgastada tras años de un modelo que parece totalmente agotado.

La economía francesa registra las tasas de crecimiento más bajas de su historia, apenas pudiendo recuperar del impacto provocado por la pandemia entre 2020 y 2021, pero no pudiendo recuperar su tendencia de crecimiento anterior a dicho evento.

En los mercados financieros, los bonos franceses volvieron a sufrir un nuevo revés de confianza, ya que la mayoría de las agencias calificadoras de riesgo decidieron rebajar la puntuación de la deuda francesa hace solo un mes, después de haberlo hecho en junio del año pasado. Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s siguieron esta tendencia con respecto a la evaluación de los bonos que emite el Estado francés.

El déficit fiscal primario de Francia llegó a representar el 3,77% del PBI en el último trimestre del año pasado, según las más recientes estadísticas del Banco Central Europeo. Se trata del quinto trimestre conductivo en que empeora el resultado presupuestario, incluso antes del pago de intereses de deuda (cada vez mayores).

De hecho, y sin considerar el impacto que generó la pandemia, Francia mantiene el déficit primario más drástico de los últimos 12 años, y el incesante clima de inestabilidad política no arroja ninguna perspectiva medianamente optimista.

Si se suma el pago de intereses a cuenta de la deuda pública, el resultado consolidado del país galo marcó un rojo de casi el 5,5% del PBI en el último cuarto del año 2023, y no se veía un nivel semejante desde la salida de la crisis internacional de 2008 o la pandemia de 2020. La diferencia entre aquellos dos escenarios de crisis con respecto a la situación actual, es que en este momento la economía francesa no se encuentra en recesión, sino que continúa reteniendo un anémico crecimiento.

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Economía

El Gobierno anuncia la desregulación del mercado de Warrants, con el objetivo de favorecer el crédito para familias y empresas

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Desde diciembre del año pasado la administración de Milei desreguló una serie de mercados en tiempo récord, y los primeros resultados ya están a la vista en el caso del sector inmobiliario. La mayor desregulación permite aceitar mejor el funcionamiento del aparato productivo.

El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció un importante avance en la desregulación y modernización del mercado financiero argentino: cesarán las restricciones inútiles y arbitrarias que hasta ahora existían para la emisión de Warrants.

Como explicó el propio Ministro, los Warrants permiten certificar la propiedad de un cierto bien por parte de un productor y con ello se facilita su trazabilidad en el mercado financiero. Son instrumentos que permiten convertir de manera muy sencilla algo físico, en una suerte de garantía para poder acceder a créditos.

Asimismo, estos instrumentos también se pueden intercambiar y vender en los mercados secundarios, lo cual habilita toda una serie de facultades para su emisor. En países como Estados Unidos, es común que los warrants se emitan y se negocien libremente en los mercados extrabursátiles.

Pero hasta ahora, Argentina se diferenciaba de la mayor parte de las economías modernas porque restringía excesivamente la emisión de estos instrumentos, hasta el punto de que únicamente 10 empresas en todo el país estaban autorizadas a hacerlo, algo completamente arbitrario y perjudicial para el desarrollo de este mercado (especialmente para las pequeñas y medianas empresas).

Por otra parte, se desregularon los diferentes usos permitidos para la emisión de Warrants, con lo cual podrán ser utilizados para canalizar el crédito hacia la actividad minera, la industria manufacturera, el sector energético, el sector agropecuario, etc.

Estas medidas, en conjunto con el mayor espacio para el crédito privado y la mayor estabilidad de precios, permitirán abaratar la financiación de múltiples proyectos de inversión, especialmente en donde más se necesitan. 

También supone un fuerte impulso para la competitividad de las empresas argentinas frente al exterior, ya que ahora dispondrán de una herramienta que sus competidores ya hacían uso desde hace tiempo en los mercados más modernos y desarrollados.

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Economía

El socialismo español está a punto de quebrar el sistema jubilatorio por cuarta vez en la historia del país

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La administración del PSOE se niega a permitir cambios profundos sobre el sistema de seguridad social español, y todas las proyecciones futuras sugieren que se volverá un verdadero agujero negro para las finanzas públicas y una masiva disparada del gasto estatal.

El gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez está sentando las bases para una bomba fiscal que repercutirá sobre las finanzas del Estado español a lo largo de los próximos años, comprometiendo así el pago de las futuras pensiones.

Pese a las tímidas reformas esgrimidas por el Ministro socialista José Luis Escrivá, solamente al término de 2023 la seguridad social española registró un desequilibrio descomunal equivalente a los 8.200 millones de euros, y no hará más que empeorar año tras año en ausencia de reformas estructurales.

De esta manera, el sistema de reparto estatal de España se encamina a su cuarta quiebra histórica, y las consecuencias de este hecho ya son conocidas: los parámetros del sistema deberán nuevamente reformularse en detrimento del bienestar de la sociedad, sin ninguna otra alternativa posible dentro del sistema que ofrece el Estado

Bajo un régimen de capitalización individual, dichas reformas no serían necesarias, pero España no cuenta ni siquiera con la asistencia de una mínima participación privada en la inversión de los fondos públicos de pensión, y los planes privados existentes se encuentran sumamente regulados y restringidos.

Los resultados del sistema de reparto español y la falta de futuro

Tal y como se encuentra diseñado el esquema previsional español, y dada las políticas aplicadas por el oficialismo, se encamina hacia una nueva quiebra generalizada que repercutirá mediante menores beneficios para los cotizantes, y mayores impuestos para las generaciones futuras.

La primera gran quiebra del sistema de reparto se produjo en 1985, durante la presidencia socialista de Felipe González. Por aquel entonces, se decidió trasladar el problema hacia adelante: se decidió extender el período mínimo de cómputo (el tiempo para calcular el importe de la prestación social) de 2 a 8 años, y la base salarial para la cotización a partir de los 15 años anteriores a la jubilación (antes 10 años).

Pese a los cambios, en 1997 el sistema volvió a quebrar, y la administración de Aznar decidió extender el período de cómputo hasta los 15 años, y elevar el período de cotización de referencia de 15 a 35 años, lo cual redujo sustancialmente el valor de las jubilaciones reconocidas (generalmente los últimos años trabajados mantienen niveles salariales superiores a los primeros, en la vida laboral de cualquier persona).

Todo esto le dio holgura al sistema por casi una década más, pero finalmente en 2011 el sistema de reparto español quebró por tercera vez, y de manera alarmante. Para postergar el inminente colapso, se extendió la edad mínima de jubilación de 65 a 67 años (gradualmente), el período de cómputo subió de 15 a 25 años, y el período de años salariales de referencia se incrementó de 35 a 37 años. Paralelamente, las jubilaciones dejaron de estar indexadas a la inflación.

Las sucesivas reformas solo postergaron los mismos problemas hacia adelante, pero el dato más alarmante es que se agotan cada vez más rápido. Esta vez, el Gobierno socialista ni siquiera está dispuesto a cargar con el costo político que supondría una cuarta reforma restrictiva, condenando así a millones de personas a una eventual (y más violenta) reforma en el futuro cercano.

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