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Economía

Dolarizar la economía para ponerle fin a las crisis argentinas: ¿Es posible?

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El autor Alfredo Romano, plantea en su nuevo libro esta disyuntiva y marca el camino a una solución a largo plazo para las recurrentes crisis de la moneda en Argentina.

La dolarización de la moneda en los países latinoamericanos ha sido siempre un tema de debate, que en algunos países como Ecuador o Panamá, ha tenido grandes éxitos, mientras que en otros como Argentina mantienen una enorme polémica.

Sin embargo, las repetidas crisis económicas y la insalvable inflación han traido el tema a colación nuevamente, con más fuerza que nunca. Mientras países como El Salvador avanzan a una canasta de monedas con dólares y bitcoins, y reducen su inflación a 0%, en Argentina vuelve la pregunta del siglo: ¿Tenemos la capacidad de tener una moneda propia?

Para responder a esta pregunta llega a las librerías "Dolarizar. Un camino hacia la estabilidad económica", con una mirada original e innovadora para plantear un profundo análisis que desmitifica errores y aporta soluciones para pensar el futuro argentino en este sentido.

En La Derecha Diario pudimos conversar con el autor, Alfredo Romano, magíster en Finanzas y en Políticas Públicas, quien irrumpe con una obra que aborda de un modo diferente el problema estructural económico nacional y brinda nuevas ideas para entender cómo puede cambiar la vida de un país que se rija por el dólar.

Romano expone un diagnóstico sobre el largo período de reversión del desarrollo económico y social que denomina como ‘la debacle argentina’ en el que se cuestiona “¿Cómo volvemos a ser el país próspero que supimos ser?”. Asimismo, profundiza en el eje conceptual que fundamenta su hipótesis para dejar en claro que “sin moneda no tenemos economía” y cierra con su visión acerca del bimonetarismo.

Según el autor, la sociedad argentina ya ahorra en dólares por lo que la salida del peso sería mucho menos brusca que lo que ocurrió en otros países. “La sociedad argentina utiliza al dólar como auténtica moneda para preservar su patrimonio y al tener una economía espontáneamente dolarizada, es muchísimo más sencillo avanzar en un plan monetario que contemple al dólar como única moneda de curso legal, logrando rápidamente el objetivo que el Presidente busca: reducir drásticamente la inflación en 24 meses", aseguró Romano.

En relación al tema que trabajó en el libro, el autor expresó: “La inflación acumulada de los últimos 35 años en Argentina resultó ser la más alta del planeta. En promedio convivimos con una suba generalizada de precios de casi el 60% anual en los últimos 40 años. Por eso es imposible pensar que el argentino no fuera a buscar refugio en otra moneda más estable”.

A lo largo del título, el autor ofrece una sólida reflexión basada en sus conocimientos técnicos, sociales y académicos. A su vez, se presentan de un modo accesible diversos estudios para entender mejor fenómenos históricos y conocer distintos ejemplos internacionales.

Presentación oficial del libro

El evento de lanzamiento, titulado “Es posible dolarizar Argentina”, se realizará el próximo miércoles 24 de noviembre a las 18.30 horas en formato virtual y será transmitido por YouTube en vivo. Además del autor, participarán Sergio Berenzstein, politólogo, y Augusto de la Torre, ex chief economist del Banco Mundial para Latinoamérica y ex directivo del Banco Central Ecuador, bastión de la dolarización el Latinoamérica.

En este libro, editado por El Ateneo y con prólogo de Berensztein, el lector podrá saber qué significa dolarizar la economía y comprender los verdaderos beneficios de dejar de lado el peso.

Sobre Alfredo Romano

Alfredo Romano es mendocino. Estudió Administración de Empresas en la Universidad de San Andrés. Es magíster en Finanzas en la Universidad de San Andrés y magíster en Políticas Públicas con enfoque en macroeconomía de la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Poco antes de graduarse, obtuvo una beca en la prestigiosa escuela de negocios del Wharton School of The University of Pennsylvania en 2010, y luego obtuvo otra beca en la Universidad Alemana Frankfurt School of Finance & Management.

Desde 2015, preside Romano Group, firma dedicada a la consultoría económica y financiera, y desde 2019, ejerce como profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Austral. También, es director de la diplomatura de Mercado de Capitales de la Universidad Austral.

En 2013 cofundó la Fundación El Potrero, con el objetivo de fomentar la igualdad de oportunidades de niños alrededor del país. La fundación nació en Troncos del Talar, provincia de Buenos Aires; hoy está presente en nueve distritos de tres provincias: Buenos Aires, Tucumán y Mendoza.

Más de 800 niños participan en los distintos programas educativos, deportivos y talleres psicológicos. Cuenta con un equipo interdisciplinario de profesionales y más de 300 voluntarios para brindar un servicio de contención psicológica y deserción escolar, no solo a los jóvenes que asisten, sino también a sus familiares.

Economía

La Argentina que dejó el kirchnerismo: Milei recibió un país sin consumo privado, sin inversión y sin exportaciones

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El modelo kirchnerista demostró un agotamiento notable que finalmente condujo a la recesión desde la segunda mitad de 2022. La crisis se profundizó a lo largo del año pasado, y el cuatro trimestre de 2023 finalizó con los principales indicadores macroeconómicos en rojo.

El INDEC anunció los resultados sobre el avance del nivel de actividad y sus principales componentes correspondientes al cuarto trimestre del año 2023, el último de la administración del exministro y fallido candidato Sergio Massa.

Los resultados publicados demuestran el agotamiento de un modelo económico obsoleto. El organismo oficial de estadísticas determinó que la variación desestacionalizada del PBI (a precios constantes) marcó un rojo del 1,9% en el último trimestre del año pasado. El principal termómetro de la economía argentina registró un magro resultado hacia el final de la gestión massista.

La producción industrial sufrió una caída de hasta el 6% interanual en el último cuarto de 2023, el sector del comercio minorista y mayorista registró un retroceso del 3,9%, la producción de electricidad, gas y agua se desplomó un 5,1% interanual, los servicios de intermediación financiera cayeron un 4,4%, y la construcción sufrió un declive de casi un 1% en el mismo período.

No obstante, y pese al arsenal de medidas artificiales y cortoplacistas adoptadas por el exministro, el consumo del sector privado se desplomó hasta un 1,5% entre octubre y diciembre de 2023. 

Los paliativos de corto plazo, las ayudas y los subsidios temporales, poco y nada pudieron hacer para compensar la estampida inflacionaria y la erosión del poder adquisitivo de los salarios (especialmente en el sector informal).

La inversión real de la economía argentina se contrajo casi un 11% en el cuarto trimestre de 2023, superando holgadamente a la variación negativa del mismo período pero del 2022 (que había llegado al 4,5% respectivamente).

El país dejó de invertir cada vez más en renovación de maquinaria, infraestructura, tecnología, etc. Bajo las reglas de juego del exministro Massa, la Argentina se había convertido en un destino fallido para el desarrollo de la iniciativa privada y la inversión a largo plazo.

En otras palabras, el nuevo Gobierno del Presidente Javier Milei no solo heredó una economía en recesión y estanflación (con los precios aumentando a un ritmo del 1% diario), sino que además el retroceso de la inversión en formación bruta de capital deterioró la capacidad instalada del país para poder recuperarse de la crisis. La Argentina se descapitalizó por cuatro años.

Todo esto se suma a la oleada de desequilibrios fiscales, cambiarios, monetarios y de precios relativos que dejó plantados el Gobierno anterior. Al menos un 200% de brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo, un saldo de reservas netas en rojo por US$ 11.000 millones de dólares, un stock de pasivos remunerados equivalente a casi el 300% de la base monetaria (11 puntos del PBI) y un déficit fiscal nacional superior al 6% del producto. Se trata de una de las peores herencias macroeconómicas de la historia argentina.

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Economía

Se desarma la bomba de pasivos remunerados que caen al 5% del PBI y se acerca la salida del cepo

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El stock de las letras del Banco Central se redujo a la mitad desde que el Presidente Milei asumió la dirección del país el pasado 10 de diciembre. También disminuyó notoriamente la emisión monetaria a cuenta de los intereses asociados a los pasivos remunerados.

Las condiciones macroeconómicas idóneas para la liberalización total del mercado cambiario están cada vez más cerca de ser una realidad. Desde el 10 de diciembre del año pasado el Gobierno desplegó un amplio programa de saneamiento sobre el balance del Banco Central, al mismo tiempo en que el Ministerio de Economía equilibró sus finanzas y mitigó la dominancia fiscal sobre la política monetaria.

En solo tres meses de gestión, la administración de Santiago Bausili al frente del BCRA logró reducir el stock de pasivos remunerados del 10,5% al 5% del PBI según estimaciones de las consultoras privadas. La carga por la “bola de nieve” de las Leliq se reconvirtió en el stock de Pases, y este último se vio rápidamente licuado por la evolución inflacionaria.

En tiempo récord, la magnitud de la emisión monetaria a cuenta de pagar los intereses por los pasivos remunerados también se redujo a la mitad, del 10% al 5% del PBI respectivamente desde diciembre de 2023. Este monto también es conocido como el “déficit cuasi-fiscal”, y significaba un verdadero peligro para la estabilización de la economía.

Para poder liberalizar los controles cambios y permitir la libre compra-venta de divisas, el Gobierno apuntó primero a operar sobre los desequilibrios de sobrante de pesos que dejó la gestión anterior. 

Ante una liberalización cambiaria, los agentes (bancos, pequeños ahorristas, etc) podrían verse atraídos por huir del peso hacia el dólar de manera rápida y violenta, provocando así un colapso de la demanda de pesos y de la renovación de los pavos remunerados. 

Esto llevaría rápidamente a la hiperinflación, ya que la cantidad de dinero en circulación podría incrementarse de forma dramática en poco tiempo (y cuando más elevada es la inflación, más rápido es el efecto de la emisión de dinero en el sistema).

El Gobierno del Presidente Milei se propuso evitar a toda costa un escenario hiperinflacionario, por lo que el saneamiento del balance del BCRA haría posible una muy pronta liberalización cambiaria sin el riesgo de provocar la violenta espiral inflacionaria.

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Economía

Las jubilaciones subirán 7 puntos por encima de la inflación en abril y luego aumentarán según IPC de manera automática

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Entre el aumento por inflación, el adicional del 12,5% y el bono de $70.000, las jubilaciones subirán un 62% en abril, lo cual le ganará a la inflación por 7 puntos en términos reales, y se darán incrementos cada mes.

El vocero presidencial Manuel Adorni explicó con más detalles la nueva fórmula previsional, publicada este lunes a través del Decreto 274/24 en el Boletín Oficial, la cual establece que los jubilados y pensionados van a cobrar los aumentos mensuales ajustados por el Índice de Precios al Consumidor.

En conferencia de prensa en la Casa Rosada, Adorni destacó que a la nueva fórmula se le va a adicionar el 12,5% de recomposición y el bono de $70.000 pesos, lo que suma un incremento de aproximadamente 62% en lo que va del año, unos 7 puntos por encima de la inflación acumulada del 55% entre enero y marzo.

Esto cambia radicalmente lo que iba a pasar con los haberes si no se cambiaba la fórmula. El aumento a los jubilados iba a ser de 0% en abril y en mayo”, advirtió el vocero. “En julio empieza a regir de manera plena esta nueva fórmula y se va a hacer el cálculo de cuánto hubiese sido el ajuste sólo aplicando la fórmula anterior, y si hay alguna diferencia se le va a abonar a los jubilados”.

“Esta nueva fórmula es absolutamente coyuntural y apelamos nuevamente a que la política esté a la altura y que en el Pacto de Mayo podamos tener discutida una reforma previsional y una reforma laboral más integrales que hagan que el sistema jubilatorio sea sustentable”, concluyó.

En la misma línea, el comunicado oficial de la Oficina del Presidente anunció el lanzamiento de una nueva fórmula previsional para ajustar los haberes a partir de junio de manera automática, con el objetivo de detener la masiva pérdida de poder adquisitivo en la que se vieron alcanzados los jubilados en los últimos cuatro años.

El equipo económico presidido por el ministro Luis Caputo dispuso que a partir de abril, todos los haberes previsionales (sin ninguna excepción) serán actualizados por la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC), ese mes y en mayo, el ajuste será por decreto, mientras que a partir de junio se hará de manera automática sin la necesidad de una intervención presidencial.

Este último aumento tiene el objetivo de evitar que la transición entre la nueva fórmula previsional y la anterior pueda provocar cualquier tipo de erosión sobre el poder adquisitivo de los jubilados (como por ejemplo ocurrió entre el último trimestre de 2017 y el primero de 2018).

En otras palabras, el poder adquisitivo de los jubilados dejará de licuarse con las nuevas reglas de juego del sistema, al mismo tiempo en que se espera un fuerte descenso de la tasa de inflación para los próximos meses. Conforme disminuya la inflación, las jubilaciones podrían aumentar en términos reales debido a que la fórmula siempre se ajusta por el dato del IPC del mes anterior (y viceversa cuando la inflación aumenta).

Asimismo, el nuevo esquema presentado garantiza una mayor estabilidad en la relación del gasto previsional con respecto al PBI. De esta manera se facilita la tarea de confeccionar presupuestos, y de destinar los recursos correspondientes a los jubilados y pensionados sin incurrir en errores por falta de actualización.

La fórmula previsional kirchnerista ajustaba los haberes de acuerdo al índice RIPTE de salarios (el cual perdió contra la evolución de los precios en los últimos 15 años), y al mismo tiempo se componía por la recaudación de la seguridad social (también muy inestable debido a la gran cantidad de empleo informal). Esta fórmula fue directamente responsable de que el poder adquisitivo de una jubilación mínima cayera casi un 40% entre diciembre de 2019 y diciembre de 2023.

El Gobierno anterior desplegó una serie de bonos adicionales para tratar de compensar (parcialmente) la debacle sobre las jubilaciones, pero estos únicamente se aplicaron sobre el haber más bajo. Las jubilaciones medias y altas no se vieron alcanzadas por los bonos, y esto deterioró todavía más los escasos incentivos existentes para aportar al sistema previsional.

La legislación laboral vigente demostró ser abiertamente disfuncional en vista a la tamaña proporción del empleo no registrado en relación al total del trabajo de la Argentina, y los incentivos nocivos del sistema de reparto estatal no hacen más que acrecentar la tendencia.

El Gobierno también apunta a erradicar el déficit del sistema previsional operando desde el punto de vista de sus ingresos. En este sentido, se apunta a la flexibilización de la legislación laboral (más puestos formales potenciales para aportar al sistema) y la mejora de los incentivos para el esfuerzo.

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