Seguinos en redes

Economía

El kirchnerismo llega a las urnas con el país al borde de la hiper: El dólar se disparó hasta $970 y la brecha casi que duplica al oficial

Publicado

en

La brecha rompió un récord de más de 160% con respecto a la paridad oficial, el dólar está totalmente fuera de control y el Banco Central ya no tiene margen para intervenir. El “Plan Platita” de Massa está colapsando antes de lo previsto.

Las medidas irresponsables de Sergio Massa desataron el caos en la economía argentina, y el “plan platita” con el que pretendía llegar a las elecciones generales está colapsando mucho antes de lo que estaba previsto desde un inicio.

Cada vez más ahorristas desesperados acuden a los bancos para desarmar sus plazos fijos y migrar al dólar, ya sea a través de los cambios alternativos legales como en el segmento paralelo. La corrida se salió de control, el Banco Central no tiene reservas para intervenir, mientras que el Gobierno sigue profundizando el déficit fiscal y la única manera de financiarlo es la emisión monetaria.

El tipo de cambio paralelo rompió un nuevo récord y llegó a una cotización de $970 en la jornada del día lunes, marcando un incremento del 9% con respecto al cierre de la semana pasada. Si bien la divisa del mercado negro cerró en $970, en algunos lugares del país llegó a venderse por $1.000 según informaron diversos portales.

La brecha cambiaria superó el 160%, un valor que no se veía desde junio de 1989, precisamente el mes del estallido de la peor hiperinflación de la historia argentina. Estos niveles son insostenibles, el Gobierno no tendrá más alternativa que convalidar la devaluación tarde o temprano.

La cotización del cambio Contado con Liquidación (CCL) se mantuvo en torno a los $900, mientras que el dólar MEP de la demanda minorista ya supera los $840 pese a la incesante intervención del BCRA. Todos los segmentos del dólar alcanzaron valores récord.

Pero mientras se produce todo esto, el tipo de cambio oficial continúa fijado en torno a los $350 al cambio mayorista y $366,5 al minorista. Se estima que este sistema colapsará definitivamente al término de las elecciones, y en base a esta previsión se retroalimenta la corrida contra el peso.

El Banco Central emitió un vago comunicado anunciando que “el sistema financiero es líquido y solvente”, pero logró todo lo contrario de su cometido. Los ahorristas tomaron la señal del BCRA como un nuevo manotazo de ahogado y no como una muestra de confianza para la garantía de los depósitos.

Aún bajo una situación de estrés financiero extremo, el BCRA siempre tiene posibilidad de enviar la liquidez que fuera necesaria a los bancos para afrontar los masivos retiros de dinero (mediante más emisión), pero como la corrida es contra el peso para migrar al dólar, esto solamente profundizaría y retroalimentaría un proceso hiperinflacionario.

El Bank of America y Goldman Sachs sugieren que la devaluación del tipo de cambio oficial podría llegar al 100% entre noviembre y diciembre de 2023, lo cual mandaría al tipo de cambio mayorista oficial por lo menos a los $700. En este contexto, las paridades alternativas no tienen techo y resultaría imposible estimar a cuánto podrían cerrar.

El despilfarro fiscal del kirchnerismo y la caótica devaluación del mes de agosto (sin anunciarse con un plan de fondo) dio lugar a todos los desequilibrios que hoy azotan al país, y que no harán más que profundizarse cuando finalice la contienda electoral.

El desarme de los plazos fijos es el último paso para la hiperinflación, precipitando la caída de la demanda de pesos y llevando la velocidad de circulación del dinero a niveles muy peligrosos. El país está al borde de un nuevo y violento estallido inflacionario con el fin del cuarto Gobierno kirchnerista. Por su parte, el índice de Riesgo País continúa apostado por encima de los 2.670 puntos básicos, un nivel que asfixia a la economía e inhabilita cualquier posibilidad de crédito externo para las empresas privadas.

Economía

Francia rumbo a la quiebra: Vuelve a bajar la calificación crediticia de los bonos franceses y el déficit fiscal alcanza valores récord

Publicado

en

El desequilibrio presupuestario en las finanzas del país galo ya es el más extremo registrado desde la pandemia, a pesar de que la actividad económica se recuperó del impacto desde hace dos años. El elefantiásico Estado francés se hace imposible de sostener.

La administración de Emmanuel Macron no solamente deja al país a merced de una peligrosa radicalización política encarnada por el espacio de Melenchon, sino que además deja una economía completamente desgastada tras años de un modelo que parece totalmente agotado.

La economía francesa registra las tasas de crecimiento más bajas de su historia, apenas pudiendo recuperar del impacto provocado por la pandemia entre 2020 y 2021, pero no pudiendo recuperar su tendencia de crecimiento anterior a dicho evento.

En los mercados financieros, los bonos franceses volvieron a sufrir un nuevo revés de confianza, ya que la mayoría de las agencias calificadoras de riesgo decidieron rebajar la puntuación de la deuda francesa hace solo un mes, después de haberlo hecho en junio del año pasado. Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s siguieron esta tendencia con respecto a la evaluación de los bonos que emite el Estado francés.

El déficit fiscal primario de Francia llegó a representar el 3,77% del PBI en el último trimestre del año pasado, según las más recientes estadísticas del Banco Central Europeo. Se trata del quinto trimestre conductivo en que empeora el resultado presupuestario, incluso antes del pago de intereses de deuda (cada vez mayores).

De hecho, y sin considerar el impacto que generó la pandemia, Francia mantiene el déficit primario más drástico de los últimos 12 años, y el incesante clima de inestabilidad política no arroja ninguna perspectiva medianamente optimista.

Si se suma el pago de intereses a cuenta de la deuda pública, el resultado consolidado del país galo marcó un rojo de casi el 5,5% del PBI en el último cuarto del año 2023, y no se veía un nivel semejante desde la salida de la crisis internacional de 2008 o la pandemia de 2020. La diferencia entre aquellos dos escenarios de crisis con respecto a la situación actual, es que en este momento la economía francesa no se encuentra en recesión, sino que continúa reteniendo un anémico crecimiento.

Seguir Leyendo

Economía

El Gobierno anuncia la desregulación del mercado de Warrants, con el objetivo de favorecer el crédito para familias y empresas

Publicado

en

Desde diciembre del año pasado la administración de Milei desreguló una serie de mercados en tiempo récord, y los primeros resultados ya están a la vista en el caso del sector inmobiliario. La mayor desregulación permite aceitar mejor el funcionamiento del aparato productivo.

El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció un importante avance en la desregulación y modernización del mercado financiero argentino: cesarán las restricciones inútiles y arbitrarias que hasta ahora existían para la emisión de Warrants.

Como explicó el propio Ministro, los Warrants permiten certificar la propiedad de un cierto bien por parte de un productor y con ello se facilita su trazabilidad en el mercado financiero. Son instrumentos que permiten convertir de manera muy sencilla algo físico, en una suerte de garantía para poder acceder a créditos.

Asimismo, estos instrumentos también se pueden intercambiar y vender en los mercados secundarios, lo cual habilita toda una serie de facultades para su emisor. En países como Estados Unidos, es común que los warrants se emitan y se negocien libremente en los mercados extrabursátiles.

Pero hasta ahora, Argentina se diferenciaba de la mayor parte de las economías modernas porque restringía excesivamente la emisión de estos instrumentos, hasta el punto de que únicamente 10 empresas en todo el país estaban autorizadas a hacerlo, algo completamente arbitrario y perjudicial para el desarrollo de este mercado (especialmente para las pequeñas y medianas empresas).

Por otra parte, se desregularon los diferentes usos permitidos para la emisión de Warrants, con lo cual podrán ser utilizados para canalizar el crédito hacia la actividad minera, la industria manufacturera, el sector energético, el sector agropecuario, etc.

Estas medidas, en conjunto con el mayor espacio para el crédito privado y la mayor estabilidad de precios, permitirán abaratar la financiación de múltiples proyectos de inversión, especialmente en donde más se necesitan. 

También supone un fuerte impulso para la competitividad de las empresas argentinas frente al exterior, ya que ahora dispondrán de una herramienta que sus competidores ya hacían uso desde hace tiempo en los mercados más modernos y desarrollados.

Seguir Leyendo

Economía

El socialismo español está a punto de quebrar el sistema jubilatorio por cuarta vez en la historia del país

Publicado

en

La administración del PSOE se niega a permitir cambios profundos sobre el sistema de seguridad social español, y todas las proyecciones futuras sugieren que se volverá un verdadero agujero negro para las finanzas públicas y una masiva disparada del gasto estatal.

El gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez está sentando las bases para una bomba fiscal que repercutirá sobre las finanzas del Estado español a lo largo de los próximos años, comprometiendo así el pago de las futuras pensiones.

Pese a las tímidas reformas esgrimidas por el Ministro socialista José Luis Escrivá, solamente al término de 2023 la seguridad social española registró un desequilibrio descomunal equivalente a los 8.200 millones de euros, y no hará más que empeorar año tras año en ausencia de reformas estructurales.

De esta manera, el sistema de reparto estatal de España se encamina a su cuarta quiebra histórica, y las consecuencias de este hecho ya son conocidas: los parámetros del sistema deberán nuevamente reformularse en detrimento del bienestar de la sociedad, sin ninguna otra alternativa posible dentro del sistema que ofrece el Estado

Bajo un régimen de capitalización individual, dichas reformas no serían necesarias, pero España no cuenta ni siquiera con la asistencia de una mínima participación privada en la inversión de los fondos públicos de pensión, y los planes privados existentes se encuentran sumamente regulados y restringidos.

Los resultados del sistema de reparto español y la falta de futuro

Tal y como se encuentra diseñado el esquema previsional español, y dada las políticas aplicadas por el oficialismo, se encamina hacia una nueva quiebra generalizada que repercutirá mediante menores beneficios para los cotizantes, y mayores impuestos para las generaciones futuras.

La primera gran quiebra del sistema de reparto se produjo en 1985, durante la presidencia socialista de Felipe González. Por aquel entonces, se decidió trasladar el problema hacia adelante: se decidió extender el período mínimo de cómputo (el tiempo para calcular el importe de la prestación social) de 2 a 8 años, y la base salarial para la cotización a partir de los 15 años anteriores a la jubilación (antes 10 años).

Pese a los cambios, en 1997 el sistema volvió a quebrar, y la administración de Aznar decidió extender el período de cómputo hasta los 15 años, y elevar el período de cotización de referencia de 15 a 35 años, lo cual redujo sustancialmente el valor de las jubilaciones reconocidas (generalmente los últimos años trabajados mantienen niveles salariales superiores a los primeros, en la vida laboral de cualquier persona).

Todo esto le dio holgura al sistema por casi una década más, pero finalmente en 2011 el sistema de reparto español quebró por tercera vez, y de manera alarmante. Para postergar el inminente colapso, se extendió la edad mínima de jubilación de 65 a 67 años (gradualmente), el período de cómputo subió de 15 a 25 años, y el período de años salariales de referencia se incrementó de 35 a 37 años. Paralelamente, las jubilaciones dejaron de estar indexadas a la inflación.

Las sucesivas reformas solo postergaron los mismos problemas hacia adelante, pero el dato más alarmante es que se agotan cada vez más rápido. Esta vez, el Gobierno socialista ni siquiera está dispuesto a cargar con el costo político que supondría una cuarta reforma restrictiva, condenando así a millones de personas a una eventual (y más violenta) reforma en el futuro cercano.

Seguir Leyendo

Tendencias