Más motosierra: las provincias ajustan por la caída del 80% en fondos discrecionales
La medida del Gobierno de Javier Milei impulsa una caída en el gasto de hasta el 20% en las provincias.
El Gobierno nacional de Javier Milei ha intensificado el recorte de las transferencias no automáticas a las provincias, acumulando una reducción cercana al 80% en lo que va del año.
Este ajuste ha obligado a los gobernadores provinciales a implementar recortes internos de alrededor del 20% para compensar la caída de ingresos, según indican análisis de expertos y consultoras en finanzas públicas.
Dos estudios publicados recientemente detallaron la evolución de las transferencias no automáticas en octubre. Según el economista Nadin Argañaraz, quien habló con Infobae, la caída en términos reales durante ese mes fue del 64%.
Por su parte, la consultora Politikón Chaco informó que entre enero y octubre, las transferencias a las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) sumaron 1,1 billones de pesos, representando un recorte del 76% respecto al mismo período de 2022.
CABA destacó al recibir el 41% del total, seguida por la provincia de Buenos Aires con un 31,3% y Neuquén con un 3%.
Más motosierra: los efectos en los gobiernos provinciales
Este ajuste financiero ha tenido un impacto considerable en los presupuestos provinciales, forzando a los gobernadores a ejecutar recortes que han alcanzado hasta un 20% en algunos casos.
Alejandro Pegoraro, director de Politikón, señaló que las provincias que antes se beneficiaban más, como Buenos Aires, La Rioja y Chaco, ahora están entre las más afectadas.
Las transferencias automáticas, a su vez, mostraron una caída real del 12% en 2023, impulsada por la baja en la recaudación de impuestos como IVA y Ganancias. CABA registró la menor pérdida, mientras que la provincia de Buenos Aires fue la más perjudicada.
Consecuencias y respuestas
Argañaraz destacó que la reducción de transferencias no automáticas, combinada con la caída de la recaudación y de la coparticipación automática, ha provocado una baja generalizada en los ingresos provinciales, resultando en un menor gasto público.
Pegoraro agregó que esto obligó a las provincias a suspender programas presupuestarios, como obras públicas, y a reasignar partidas para cubrir programas nacionales discontinuados, como el Fonid, profundizando el ajuste en otras áreas.
Perspectivas para el gasto público
Argañaraz concluyó que 2023 finalizaría con una reducción del gasto público consolidado, estimando una caída de 7 puntos porcentuales del PBI, pasando del 40,5% en 2023 al 33,5% en 2024.
Esto refleja un esfuerzo fiscal significativo que impacta en los servicios y proyectos provinciales.
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