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Economía

Melconian criticó la economía del país: “No van más los subsidios a las tarifas; estamos probando desde 2003 y no funciona”

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El flamante presidente del Ieral presentó un plan para lograr una nueva “organización económica, más estabilidad” en una disertación en la Bolsa de Comercio porteña ante empresarios y economistas; descartó la idea de dolarizar sin reservas y gestionar mejor el gasto social.

El economista Carlos Melconian, presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), de la Fundación Mediterránea, afirmó que “no van más los subsidios a las tarifas; estamos probando desde 2003 y no funciona” y aclaró que proponer “dolarizar sin reservas es una estupidez”.

“Hay que reconocer la bimonetariedad de la economía argentina en términos legales, con un régimen cambiario que logre recomponer las reservas del Banco Central y el equilibrio fiscal”, sentenció, más contenido que lo habitual para sus disertaciones al elegir sus metáforas, pero igualmente enfático en su tono.

En una disertación desarrollada en el salón de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Melconian, ex presidente del Banco Nación en el gobierno de Mauricio Macri, presentó su “Plan económico integral” de cara al 2023, “sin descalificaciones, para todos los candidatos y sin inventar nada: uno más uno debe dar dos”.

En 2018, Melconian -quien se fue del gobierno de Cambiemos por su enfrentamiento con el jefe de gabinete Marcos Peña- declinó el ofrecimiento de Macri para reemplazar a Nicolás Dujovne en el Palacio de Hacienda; ahora, con esta plataforma y un nutrido equipo, se prepara para una revancha desde una postura de mayor fortaleza.

“Queremos un país capitalista y occidental”, subrayó desde el estrado y con filminas para apoyar sus palabras, al afirmar que “este no será un programa macroeconómico, sino un cambio de organización económica, más estabilidad”.

“Deportivamente me toca en un buen momento y queremos hacer un plan para poner a la Argentina en el lugar que se merece, para que no se vaya nadie más del país”, indicó, apelando a sus habituales referencias futbolísticas por su querido Racing Club. Al respecto, enfatizó que el Ieral no trabaja “para ningún candidato en particular”, aunque consideró que “el próximo gobierno será de coalición”.

La agenda de estabilización

Su exposición comenzó por el diagnóstico y la descripción de la “agenda de estabilización”, con premisas simples: “Acá, uno más uno tiene que dar dos”, expresó.

“Argentina necesita un verdadero y profundo cambio en su organización económica. Con parches y modificaciones parciales, será muy difícil salir del actual estancamiento, cuyo síntoma más dramático es la pobreza”

Por qué Melconian negó la posibilidad de dolarización en el país

“Este no es un país para un Jorge Remes Lenicov porque antes no hubo una década del 90 sin indexación. Así que el plan es aguantar hasta que venga una coalición, que primero debe tener acuerdos internos de un país que está partido, porque cuando uno mira el resultado electoral se refleja entre el conurbano y las provincias del interior”, indicó.

“No le tenemos a la palabra ajuste: con más gasto público y más presión tributaria, duplicamos la pobreza y casi no crecemos. Entonces, ¿quién hizo el ajuste?”, advirtió.

“Estamos con 80 años de 145% de inflación en promedio, salvo los 90; por eso acá no hay que hacerse el vivo: el que dice que bajar la inflación es fácil, está expulsado del equipo”, aclaró. También, se refirió a la profunda caída en la tasa de inversión, cada vez más lejos del 25% del PBI que necesita el país para crecer en forma sostenida.

“El shock de confianza es imprescindible, pero dura poco tiempo: hace falta un programa integral que reordene el vínculo entre lo privado y lo estatal, que no debe sustituir ni ser un escollo para el sector privado”, dijo, antes de aclarar: “Aunque mucho de estas cosas parecen obvias, han quedado olvidadas”.

“No hemos hecho ninguna reforma laboral, pero hay 7,8 millones de trabajadores informales y privados formales hay 6 millones, con 1,5 millones de desocupados y 4,2 millones de personas con problemas laborales. La mitad de la población está cerca con problemas de pobreza: 40 puntos que no deben ser abordados solamente en términos sociales, sino también sociales”, explicó.

“La suba del gasto es infinanciable y eso se se cubrió con emisión y deuda. La alta deuda del Banco Central es un impedimento para estabilizar también”, aclaró.

Para este programa, afirmó, “se va a necesitar mucha asistencia legal, porque hay muchos problemas” y de inmediato aclaró: “Siempre les pido a ambos lados de la grieta que dejen de lado a los denunciadores seriales, que son unos chantas”.

Carlos Melconian: "Sin reservas en el Banco Central, la dolarización es un  disparate"

En cuanto al régimen monetario, afirmó: “Tiene que terminar con la inflación y con libertad de elegir, reconocer la bimonetariedad legal de la economía legal; cualquier régimen cambiario que adoptemos solo será exitoso si logra recomposición de divisas y equilibrio fiscal”. “Es una estupidez ir a la dolarización sin reservas en el Banco Central”, dijo en relación a la propuesta del diputado Javier Milei, entre otros.

Entre los invitados, estaban Eduardo Eurnekian, Alberto Abad, Martín Cabrales, Rodolfo D’Onofrio, Guillermo Dietrich; Miguel Acevedo, José Urtubey, Guillermo Stanley, Gustavo Weiss, Cristiano Ratazzi, Mario Grinman, César Litvin, Félix Mantilla, además del anfitrión, Adelmo Gabbi. Además, estaban los economistas Enrique Szewach, Juan Luis Bour, Gabriel Rubinstein, Camilo Tiscornia, María Castiglioni, y, por supuesto, el socio histórico de Melconian, Rodolfo Santángelo -a quien algunos cargaban porque tenía una bufanda con los colores de Racing, pese a que es hincha de Independiente- y Pablo Goldín, uno de sus principales colaboradores en Macroview. Además, Jorge Vasconcelos, histórico investigador del Ieral.

Con su habitual tono descontracturado, admitió: “Este es un plan a 20 años, pero se manejar con resultados; es como Gago (el técnico de Racing): si va ganando los partidos; seguirá más partidos”. A las 11 en punto, terminó su disertación, mientras recibía el aplauso de los asistentes, que manifestaban en los pasillos de la bolsa su preocupación por los recientes proyectos del gobierno, como el nuevo impulso a un nuevo blanqueo de capitales “para pagarle al FMI”.

Economía

Caída en picada de la inflación: Los precios mayoristas subieron un 5,4% en marzo, después de haber alcanzado la hiper en diciembre del año pasado

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La variación mensual de los precios al por mayor se derrumba a un ritmo incluso más rápido que en los precios minoristas. La tasa de inflación general podría retroceder al 6% a partir del mes de abril, según estimaciones privadas.

El INDEC confirmó una nueva y fuerte caída de la tasa de inflación en Argentina: el Índice de precios internos al por mayor (IPIM) registró un aumento del 5,4% en marzo, la variación más baja en lo que va del año. Retrocedió implacablemente con respecto al salto del 10,2% producido en febrero, al 18% de enero, y al estallido del 54% registrado en diciembre de 2023. Esta última cifra constituye técnicamente una situación de hiperinflación.

Se observó un incremento mensual del 6,2% sobre productos de origen estrictamente nacional, mientras que los bienes importados cayeron en un promedio del 1,7% en marzo. La energía destacó de entre los aumentos mensuales, marcando una suba del 12% (debido a la corrección de precios relativos que lleva adelante el equipo económico).

Los precios mayoristas acumularon una suba del 37% entre enero y marzo, muy por debajo del 51,6% de aumento que se registró en los precios minoristas. La inflación mayorista está bajando a un ritmo mucho más acelerado que la minorista, un fenómeno muy común entre los programas de estabilización. Se registró un aumento interanual del 330,6%, debido al efecto de arrastre estadístico después del salto de diciembre. 

El programa de ajuste fiscal y monetario del Gobierno logró tumbar la hiperinflación que había dejado plantada el kirchnerismo en los últimos meses de la gestión de Massa. Este fue sin lugar a dudas el principal objetivo de las medidas de emergencia que se tomaron a partir del 10 de diciembre.

La caída de la variación mensual en los precios mayoristas fue contundente. El Índice de precios básicos al por mayor (IPIB) registró un aumento incluso menor y en torno al 4,9% al cierre de marzo, un indicador que excluye el efecto impositivo sobre los precios relevados.

Asimismo, el Índice de precios básicos del productor (IPP) marcó un aumento del 5% en marzo, y nuevamente el salto de la energía destacó de entre las principales aperturas que componen el indicador.

Con esta dinámica en los precios al por mayor, se estima que el IPC minorista volverá a registrar una nueva rebaja en su ritmo de aumento en abril. En este sentido, el exministro de Economía Domingo Cavallo sugiere que la inflación de precios al consumidor podría estabilizarse en el 9,5% a partir de abril, y retroceder hasta un umbral del 6% al 7% a partir del mes de mayo. Esto es coincidente con la desaceleración de los precios online.

La reactivación de la actividad real dependerá casi exclusivamente de la velocidad en la salida del cepo cambiario, ya que resulta un elemento imprescindible para la tan esperada recuperación en “V”. 

Por otra parte, para que la liberalización del mercado cambiario pueda ser posible sin conducir a un nuevo proceso hiperinflacionario, resulta necesario continuar con el saneamiento del balance del Banco Central (BCRA). El director de la institución, Santiago Bausili, logró recomponer el salto de las reservas netas en sus primeros meses de gestión. 

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¿Nueva guerra comercial con China? Biden apunta a triplicar los aranceles para la importación de acero y aluminio

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La administración Biden amenaza con lanzar una nueva ofensiva arancelaria contra el ingreso de productos chinos, una maniobra que podría conducir a una pronta respuesta por parte del gigante asiático.

El giro proteccionista de la Casa Blanca bajo la presidencia de Joe Biden se hace cada vez más evidente. Pese a prometer lo contrario en su campaña electoral, Biden promete redoblar los aumentos tarifarios contra China y otros países del mundo.

Hasta ahora, las medidas proteccionistas del Gobierno se focalizaron en subsidios encubiertos, como por ejemplo los dispuesto en la llamada “Ley de Reducción de la inflación” del 2021. Pero esta vez se estudia abiertamente un nuevo rediseño del sistema arancelario.

El Presidente Biden propuso triplicar el arancel de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, del 7,5% al 25%. Esta resolución amplía una anterior que ya había adoptado el expresidente Donald Trump, en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial (establecida en 2018). Pero la ley sancionada durante la administración anterior sólo alcanzaba a unos productos específicos, y la propuesta de Biden es generalizar el aumento arancelario sin excepción en todo el sector.

Estados Unidos se constituye actualmente como el cuarto productor mundial de acero, mientras que China ocupa el primer lugar. Semejante participación en el mercado haría muy efectivo el impacto de un arancel sobre la importación de China (con beneficios positivos para la industria local), pero este tipo de medidas resultan en su mayoría estériles, debido a que se espera una pronta respuesta por parte de China y la situación volvería al punto de inicio (o aún peor debido a la persistente volatilidad).

Siguiendo el mismo patrón, la administración Biden intervendrá deliberadamente en la adquisición de US Steel por parte de inversores japoneses, un acto populista y desesperado en medio del clima de la campaña electoral.

Asimismo, el Presidente Biden propuso incrementar los aranceles para la importación de madera canadiense del 8% al 14%, sin ningún tipo de justificación convencional. Esto supone un golpe hacia uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos en la región.Queda en evidencia que la política comercial de Biden no se limita exclusivamente a China.

Biden despliega este paquete de propuestas como respuesta a las medidas prometidas por Trump, entre las cuales se encuentra el establecimiento de un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones, y una tasa especial del 60% sobre todas las importaciones de China.

Como es de amplio conocimiento, la dictadura comunista en China se negó a cumplir con la liberalización total de su mercado de divisas, un requisito al que se había expresamente comprometido tras su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2000. En lugar de ello, solo se dio lugar a una serie de desregulaciones parciales y progresivas que, hasta el momento, no llegaron a desembocar en un mercado libre.

Las políticas proteccionistas se utilizaron como una medida coercitiva para forzar la liberalización cambiaria de China durante la administración de Donald Trump, aunque una vez finalizada la guerra comercial (2018-2020) se llegó a un nuevo status-quo sin mayores cambios en esta materia y con aranceles más elevados entre ambos países (la relación final entre ellos favoreció ligeramente a Estados Unidos).

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Contundente fracaso de la Ley de Alquileres en Cataluña: La oferta de viviendas se derrumbó y los alquileres suben al doble que la inflación

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Nuevamente se observaron de primera mano los resultados desastrosos de la regulación de los alquileres, esta vez en la experiencia catalana. El valor real de los alquileres se incrementó casi un 5% desde la vigencia de las normativas regulatorias.

El gobierno socialista-independentista de Cataluña lanzó un masivo programa estatal para tratar de controlar arbitrariamente el precio de los alquileres en la región. Así como en Argentina, el gobierno comunitario lanzó una Ley de Alquileres que dispuso la regulación total de los contratos entre inquilinos y propietarios.

Nuevamente como en Argentina, las regulaciones no cumplieron su cometido y no ofrecieron ningún tipo de alivio a los ciudadanos para acceder a una vivienda más asequible, más bien ocurrió lo contrario.

El primer experimento regulatorio de Cataluña se lanzó en septiembre de 2020, en plena pandemia, con la llamada “Ley Autonómica de Alquileres”. Dicha legislación se mantuvo casi sin cambios hasta abril de 2022. Durante este período, la oferta de viviendas cayó un 35,5%, y el valor real de los alquileres más baratos y accesibles se disparó un 12,7%, el doble que la inflación para esa misma etapa. Los datos fueron computados por un estudio del Centro de Política Económica de España (ESEADE) en base a los dos años de evidencia empírica de la regulación.

El presidente de Cataluña, Quim Torra, salió expulsado del gobierno en 2021, y tomó el control Pere Aragonès, quien a pesar de ser más moderado en cuestiones económicas, demostró no haber aprendido absolutamente nada del fracaso regulando los alquileres, y volvió a lanzar una nueva ofensiva de controles a partir de marzo de este año.

Se dictó un estricto control sobre 140 municipios en toda Cataluña, y más tarde la cantidad de localidades alcanzadas se extendió a un total de 241, abarcando territorios que representan hasta el 90% de la población catalana.

Los primeros resultados de la nueva normativa regulatoria son tan deplorables como los que cosechó la primera ley de alquileres de 2020. La oferta de viviendas respondió rápidamente con una reducción del 13% según estimaciones de la compañía inmobiliaria Idealista.

“Es innegable que el origen del problema del alquiler en España está en la poquísima oferta disponible, por lo que se hace imprescindible un cambio de rumbo que reequilibre las relaciones entre inquilinos y propietarios, que asuma que los propietarios no son el problema sino la solución al aumento de la oferta y el ajuste de los precios”, confirmó la firma inmobiliaria.

En la Ciudad de Girona la caída de la cantidad de viviendas disponibles para un alquiler cayó un 21%, en Tarragona la reducción fue del 16%, y en Barcelona se desplomó no menos de un 14%.

Sin excepción, todas las localidades afectadas por las regulaciones experimentaron fuertes caídas en la oferta disponible de inmuebles, tal y como anticiparon la mayoría de los agentes del mercado inmobiliario, y del mismo modo en que ocurrió durante el periodo 2020-2022. El Gobierno cometió dos veces el mismo error estrafalario, por motivo de un cinismo ideológico.

Dada una demanda relativamente estable (como la que de hecho se observa), la fuerte caída de la oferta de inmuebles empujó los precios hacia arriba en términos reales. Los alquileres aumentaron un 4,6% por encima de la inflación en Barcelona desde el pasado mes de marzo, siendo esta una de las regiones más afectadas por la aplicación efectiva de los controles.

El aumento real promedio de los alquileres en toda Cataluña fue del 4% en solo un mes, y el panorama luce sombrío conforme el Gobierno se niegue a torcer el rumbo económico para permitir una mayor libertad de negociación entre las partes.

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