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Economía

Se normaliza la inflación en Rusia tras establecer un patrón oro: La suba de precios cayó al 3,5% interanual

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El Gobierno logró la estabilización de los precios a pesar de las sanciones de Occidente valiéndose una fuerte apreciación del rublo. La restauración de las compras de oro a una paridad fija y estable permitió sortear el shock provocado por la guerra en Ucrania.

El Gobierno de Vladímir Putin logró controlar la inflación, después de haber tenido que lidiar con un violento shock cambiario y de precios desde marzo de 2022, luego de lanzar una invasión a gran escala en Ucrania.

Esto lo logró con una estrategia muy distinta a la de cualquier otro país que busca combatir la inflación. Putin autorizó a la directora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina, a implementar un pseudo-patrón oro que permita la convertibilidad fija entre el rublo y el oro.

El Banco Central ruso se comprometió en abril del año pasado y todavía sigue hasta la fecha, a pagar 5.000 rublos por cada gramo de oro, y esta paridad se mantiene fija.

Gracias a esta estrategia, luego de un año de baja gradual de la inflación, los precios minoristas aumentaron solamente un 3,5% interanual en marzo de 2023, con una variación mensual en torno al 0,4% con respecto a febrero.

Se observa un fuerte proceso de desinflación con respecto al 17,8% de incremento anual que se registró en abril de 2022. Con estos niveles, se retorna al nivel de inflación más bajo desde julio de 2020.

Inflación de Rusia entre 2002 y 2023.

Este esquema monetario fue muchas veces comparado al “patrón oro” por vincular el rublo con una paridad fija en este metal, pero realmente no es el caso porque si bien el Banco Central se compromete a comprar oro, no se atañe a ninguna obligación para venderlo ni a particulares, ni a bancos ni a otros países (lo cual lo diferencia de otros sistemas como por ejemplo Bretton Woods o el propio patrón oro tradicional).

El Gobierno ruso puede valerse de esta paridad fija por la influencia que tiene sobre los productores locales de oro, ya que el país se posiciona como el tercer productor de oro más importante del mundo. Se articula una suerte de “subsidio” para fomentar la capitalización de la autoridad monetaria.

Pero el hecho de que no se haya aplicado un patrón oro propiamente dicho no significa que la medida no haya tenido éxito en domar la inflación, más bien todo lo contrario. Junto con otra serie de medidas, las compras de oro a una paridad fija acentuaron activamente la apreciación del rublo frente al dólar y esto se conformó como la principal ancla anti-inflacionaria del sistema. 

Las compras de oro contribuyen a recapitalizar al Banco Central de Rusia, porque el precio fijado es más barato de lo que realmente vale el oro en los mercados internacionales. Cuanto más crece la capitalización del banco, mayor es la relación entre activos y pasivos (la base monetaria en rublos) y por lo tanto esto culmina con la apreciación de la moneda.

No es la primera vez que Rusia adopta este tipo de medidas, el Banco Central ya compraba oro a una paridad fija hasta marzo de 2020 (cuando debió suspender el proceso por el shock de la pandemia). Más tarde, reanudó las compras en marzo de 2022 pero las sanciones por el conflicto bélico en Ucrania dispararon la demanda doméstica de oro y obligaron al Gobierno a volver a suspender las compras hasta después de haberse estabilizado. Cuando esto ocurrió, a partir de abril se normalizó el proceso otra vez.

El tipo de cambio nominal frente al dólar cayó más de un 44% entre abril y junio con respecto al máximo alcanzado en marzo, y al cierre de febrero se mantuvo hasta un 5,6% por debajo del nivel que tenía antes de la guerra. Asimismo, el tipo de cambio real se vio drásticamente apreciado por la evolución de los precios.

Economía

La Eurozona entró oficialmente en recesión: La actividad económica se contrajo por dos trimestres seguidos

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El derrumbe de la economía alemana arrastra a la totalidad del bloque de la zona Euro, ya que representa hasta el 29% del PBI del bloque. Las fuertes caídas observadas sobre el consumo y las exportaciones lideraron el proceso recesivo.

El desempeño de la economía europea es cada vez más decepcionante, ahogada por regulaciones y elevados márgenes impositivos. El PBI ponderado para el total de los 19 países europeos que adoptan el Euro cayó un 0,1% en el primer trimestre del año, y de esta manera la Eurozona entró oficialmente en recesión después de haber sufrido una caída similar en el último cuarto de 2022.

Se observó un desplome del 0,3% sobre los gastos de consumo privado para el bloque, mientras que los explicados por el sector público (infraestructura, inversión y gasto en defensa) aumentaron un 0,9%. 

Las exportaciones de la Eurozona sufrieron una caída trimestral del 0,1%, y las importaciones llegaron a caer hasta un 1,3% (principalmente explicadas por la baja en el sector energético). Este bloque representa uno de los tres grandes motores de la economía mundial, junto con China y Estados Unidos, por lo que la tendencia recesiva enciende las alarmas por una eventual recesión internacional.

La economía alemana fue virtualmente responsable de una gran parte de la incidencia sobre el bloque general, ya que por sí sola representa hasta el 29% del total. Alemania entró oficialmente en recesión después de que su PBI cayera un 0,3% en el primer trimestre de 2023 y 0,5% en el cuarto trimestre de 2022.

Por otra parte, se observó una fuerte tendencia hacia el estancamiento en Francia y España, que juntos alcanzan a representar hasta el 30% del PBI de la Eurozona. En otras palabras, casi el 60% de la economía del bloque se encuentra en recesión o en una situación de estancamiento.

La fuerte caída de la actividad económica en la economía de Holanda (alrededor del 0,7% en el primer trimestre) también fue un factor con mucha incidencia en la merma del bloque europeo para este período, aunque el país todavía evita la recesión técnica.

Asimismo, la tasa de inflación interanual para la Eurozona alcanzó el 6,1% en el mes de mayo, y si bien se mantiene en un sendero bajista desde octubre del año pasado lo cierto es que todavía permanece en niveles muy por encima de la meta de 2% que fija el Banco Central Europeo.

La tasa de política monetaria dispuesta por Christine Lagarde se ubica en el 3,75% anual, por lo que en términos reales sigue siendo negativa y aún insuficiente para controlar la inflación de manera definitiva.

El frente fiscal del bloque europeo tampoco luce prometedor, ya que las finanzas públicas arrojan desequilibrios crecientes en Alemania, Francia, España y Portugal, a pesar de las contadas excepciones como Grecia e Italia (ambos bajo Gobiernos del signo político de la derecha).

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Argentina

Se agranda el Estado y se achica la Nación: El déficit de las empresas públicas alcanzó los US$ 4.000 millones en los últimos 12 meses

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Las pérdidas operativas del conglomerado de empresas estatales ya superaron el 0,73% del PBI sobre el acumulado anual de abril. La administración kirchnerista prácticamente duplicó el déficit desde diciembre de 2019.

De acuerdo al último balance de base caja publicado por el Ministerio de Economía, el déficit operativo de las empresas del Estado alcanzó los $108.700 millones solamente en abril de 2023, y hasta $882.143,6 millones para el acumulado total de los últimos 12 meses.

El déficit acumulado durante los primeros cuatro meses del año registró un brutal aumento del 246,33% con respecto al acumulado del mismo período para 2022, una cifra que supera cómodamente a la tasa de inflación interanual de abril en torno al 108,8% (según la última medición del INDEC). Asimismo, el déficit acumulado en el último año subió un 118,5% respectivamente. 

Al tipo de cambio oficial de referencia para abril el desequilibrio representa un rojo de 3.991,6 millones de dólares en un año. La misma operación para el déficit acumulado de hace un año arroja un monto de US$ 3.533 millones, por lo que sin importar cómo se lo mida la tendencia alcista es más que evidente.

El Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner llevó al déficit de las empresas del Estado al equivalente del 0,73% del PBI en abril de 2023, prácticamente el doble de lo que recibieron en diciembre de 2019, a pesar de que una de las promesas de campaña del Presidente era precisamente atacar estas pérdidas.

Una de las empresas más implicadas en la generación de déficit es ENARSA, una empresa de energía creada en 2003 por iniciativa de Néstor Kirchner. Los ferrocarriles se perfilan como la otra gran fuente de déficit que se traslada al bolsillo de los contribuyentes, en gran medida debido a la apertura de nuevos ramales económicamente inviables.

Desde 2003 se abortó completamente cualquier avance en dirección a la privatización de empresas del Estado. Los sucesivos Gobiernos terminaron su mandato con déficits igual o superiores a los que heredaron sin excepción, incluyendo la última gestión de Cambiemos (que no produjo ningún cambio en este aspecto).

Déficit operativo de las empresas del Estado entre 1993 y 2023.

Pero no solo se mal-administraron las entidades que ya se tenían, sino que incluso se crearon nuevas. En 2020 el Gobierno kirchnerista anunció la estatización de todas las rutas nacionales con peaje, y trató de crear una empresa estatal para intervenir el mercado de granos aunque afortunadamente la medida quedó trunca.

A mediados del año 2021 el oficialismo nuevamente avanzó hacia la estatización, esta vez con la mira puesta en la histórica Hidrovía Paraná-Paraguay, el transporte nacional de ferrocarril de cargas. Más tarde, en 2022 se decidió eliminar completamente todos los contratos de concesión por obra pública con participación público-privada (PPP).

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Colombia

Petro anuncia una peligrosa reforma de los servicios públicos para manipular las tarifas a discreción

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Tras el rechazo del tribunal supremo de Colombia al decreto que intervenía las tarifas, el Presidente socialista va por todo y presentará una reforma en el Congreso para boicotear la independencia de las comisiones reguladoras de manera definitiva.

El Gobierno de la extrema izquierda colombiana presidido por Gustavo Petro encabeza un nuevo capítulo en el avance contra la seguridad jurídica. El Poder Ejecutivo debió retroceder con su Decreto 0227 por medio del cual intervenía todas las tarifas de los servicios públicos, debido a un fallo del Consejo de Estado de Colombia (el tribunal supremo del país).

El decreto dotaba al Presidente de poderes especiales para asumir el control y la dirección de las facultades delegadas en las comisiones reguladoras de servicios públicos, entre ellas encargadas de relevar la provisión de agua potable y saneamiento, la electricidad y el sector energético.

Las medidas le permitían a Petro el poder para fijar tarifas a discreción, modificar deliberadamente las condiciones pactadas para la liberalización gradual de la competencia en los mercados regulados, la definición misma para la metodología sobre los cálculos tarifarios, y la determinación de los cargos por servicios de despacho y coordinación en los servicios alcanzados. Esto implicaba una lisa y llana violación de los contratos de concesión con las empresas prestadoras de servicios.

Ante la negativa de la Justicia, el Gobierno del socialismo anunció públicamente que presentará una reforma integral sobre el sistema de servicios públicos del país, precisamente para convalidar todas las potestades que enunciaba el fallido decreto, pero ya no con un carácter meramente transitorio como antes (que se limitaba un período de 3 meses).

Un total de 15 exministros de Energía, 2 exviceministros y 8 excomisionados de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) advirtieron por las consecuencias catastróficas que provocarían las medidas que pretende aprobar el presidente Petro.

Este grupo de implicados y expertos en energía y regulación de servicios expidió una carta abierta al público, en donde señalaron lo siguiente: “La intención anunciada por el Gobierno de retomar las facultades regulatorias de la CREG, de llegar a materializarse, es una medida que vulnera la institucionalidad del sistema, la ejecución de proyectos, las inversiones necesarias para garantizar el abastecimiento de electricidad del país, así como la calidad del servicio de gas y electricidad para todos los colombianos”.

Se corre el riesgo de producir un deterioro sobre la capitalización y el mantenimiento de los servicios afectados, de la misma manera en que ocurrió en Argentina y Venezuela cuando las tarifas fueron deliberadamente intervenidas.

La distorsión de precios relativos demostró ser una herramienta increíblemente ineficaz para combatir la inflación, y con brutales costos en materia de asignación eficiente de recursos. Este tipo de medidas fracasan irremediablemente en todas las experiencias del “socialismo del siglo XXI”.

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