Tuiteros compran acciones de Clarín para intentar despedir un periodista pautero
Miles de pequeños inversores en redes sociales están comprando acciones para influenciar en la próxima asamblea.
Las acciones de Grupo Clarín, el conglomerado de medios más grande de Argentina, registró un aumento abrupto de más del 8% en la Bolsa de Buenos Aires (MERVAL) este viernes, alcanzando un récord histórico de $2.385, después de varios años estancado en el mercado bursátil.
Esta notable suba no tiene nada que ver con algún anuncio, expansión o números favorables para la empresa de Héctor Magnetto. Por el contrario, las acciones se están apreciando por lo que ya se conoce en la jerga financiera como el "fenómeno GameStop", que sacudió Wall Street en 2021.
Todo empezó con una nota que publicó el periodista de Clarín Alejandro Alfie, quien mintió descaradamente en un editorial en el que involucra a famosos influencers y tuiteros que trabajan en el sector privado con el Gobierno de Javier Milei, sin pruebas y cometiendo múltiples delitos de calumnias y difamación, potencialmente ocasionando daños y perjuicios.
La reacción más fervorosa provino del usuario @TraductorTeAma, un trader de bolsa de nombre Esteban Glavinich, quien trabaja en el sector privado y no tiene ninguna vinculación con el sector público. "Tradu", como le dicen en Twitter, llamó a sus seguidores a comprar acciones de Grupo Clarín con el objetivo de convertir a los compradores en "empleadores" del periodista Alejandro Alfie.
"Compré acciones de Grupo Clarín solamente para poder ir a la asamblea y pedir la desvinculación del troll Alejandro Alfie", tuiteó Tradu el jueves 12 de septiembre, desencadenando una acción viral en redes sociales donde miles y miles de usuarios compraron un mínimo de 10 acciones de la empresa para poder participar de la próxima asamblea de accionistas.
En otra publicación, Tradu aseguró que como accionista, le va a demandar al Directorio del Grupo Clarín que se desvincule a Alfie para que "deje de hacernos perder plata a los socios". Alfie, un veterano periodista del Diario Clarín, ha sido controversial en los últimos meses por la publicación de distintas columnas infundamentadas donde asegura las cosas más disparatas de una red de trolls que maneja Milei que no existe. Casualmente, en 2024, Clarín ha reportado pérdidas históricas de 10.000 millones de pesos luego de la quita de pauta del gobierno libertario.
Habitualmente las asambleas ordinarias de Clarín se realizan en abril todos los años, ya que el ejercicio cierra el 31 de diciembre. Ese balance se emite a principios de marzo, y en ese momento se convoca a los accionsitas, cumpliendo la normativa argentina. Por ese motivo, la próxima asamblea sería a fines de abril del 2025, por lo que Alfie va a tener unos meses más para seguir operando con sus fantasías.
Esta acción viral está generando un problema de liquidez en la compañía, dado que el float es tan pequeño, actualmente los que quieren comprar acciones del Grupo Clarín están teniendo un problema encontrando quién venda. Esto también ocurre porque la mayoría de las acciones de la empresa está en manos de ANSES y fondos extranjeros que limitan el float disponible para compras minoristas.
El efecto GameStop: las similitudes con el caso del 2021
En respuesta a estas publicaciones, numerosas cuentas en X compartieron capturas de pantalla de sus transacciones, creando un efecto dominó que impulsó el precio de las acciones a niveles récord. Así, el fenómeno en la Bolsa porteña recuerda al caso de GameStop, en el que pequeños inversores se sumaron a una acción viral de comprar masivamente acciones de una empresa que estaba al borde de la quiebra, causando una subida exponencial en su valor y generando pérdidas significativas para los grandes fondos que habían apostado en corto contra la compañía.
Ciertamente, la saga de GameStop demostró cómo las redes sociales pueden influir de manera drástica en los mercados financieros. En 2021, un grupo de inversores minoristas se unió en foros en línea para comprar acciones de GameStop, desafiando las apuestas de los fondos de inversión y provocando una escalada en el precio de las acciones.
La diferencia es que en aquél momento, había fondos buitres apostando por la quiebra de GameStop, y cuando las acciones empezaron a subir por las redes sociales, muchas financieras que habían shorteado a la compañía entraron en quiebra intentando pagar sus posiciones pesimistas.
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