Rafael Correa le echó la culpa al pueblo ecuatoriano por la situación económica
El condenado exmandatario disparó contra su propio pueblo en relación con la difícil situación económica del país
El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, asilado en Bélgica tras ser condenado por corrupción, generó controversia al culpar a los votantes ecuatorianos de la crisis que enfrenta el país.
En una entrevista brindada al medio ''Radio Tú'', afirmó que los ciudadanos no son solo víctimas, sino también cómplices de su tragedia por elegir gobiernos ''improvisados'' y “charlatanes” desde que dejó el poder en 2017. Estas declaraciones prepotentes evidencian un intento de Correa por deslindarse de responsabilidad por los problemas actuales.
Correa, quien gobernó Ecuador durante una década, criticó a los votantes por no analizar las consecuencias de sus decisiones en las urnas. “No esperen paternalismo de mi parte”, declaró, acusándolos de elegir líderes incapaces de gestionar las crisis estructurales del país, como la inseguridad, el desempleo y la crisis energética.
Según él, los principios que caracterizaron su gestión fueron abandonados por los gobiernos posteriores, a pesar de que fueron sus principios los que llevaron al país sudamericano a una devastadora situación.
Desde que dejó el cargo, Correa y su partido fracasaron en las elecciones presidenciales de 2021 y 2023, aunque llegaron al balotaje en ambas ocasiones. Sin embargo, el exmandatario culpó a los sucesores y al electorado de ''destrozar al país'' y perpetuar los problemas económicos y sociales.
Asimismo, utilizó su estatus de asilado en Bélgica para legitimar sus afirmaciones, negando ser corrupto al señalar que “a un corrupto no le darían asilo político en Bélgica”.
Analistas políticos han señalado estas declaraciones como una muestra de irrespeto y falta de autocrítica. El politólogo César Febres-Cordero destacó que, en lugar de movilizar un electorado neutral, Correa parece centrarse en descalificarlo, dificultando cualquier posibilidad de reconciliación política.
El historial de corrupción de Correa, incluyendo su condena por liderar un esquema de sobornos para beneficiar a su movimiento político, Alianza PAIS, sigue siendo un punto de referencia en su nefasto legado.
Durante su mandato, Ecuador acumuló una deuda externa que aún impacta las finanzas públicas. Estas acusaciones han erosionado su credibilidad y, para muchos, desvirtúan su intento de responsabilizar a los votantes por los problemas actuales.
En conclusión, las polémicas declaraciones de Correa han profundizado el debate sobre su rol en las crisis de Ecuador. Su discurso, más que movilizar a sus bases o generar consenso, se interpreta como un ataque hacia los ciudadanos, reflejando una estrategia política que prioriza la confrontación sobre la construcción de soluciones.
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