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Georgia

Grupos nacionalistas descuelgan banderas LGBT en Georgia

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El país caucásico debió cancelar la Marcha del Orgullo Gay de este fin de semana luego de que grupos nacionalistas irrumpieran en las oficinas de los organizadores en Tbilsi para descolgar las banderas LGBT y amenazarlos para que frenen solo cuelguen la bandera nacional.

Georgia

Georgia estalla en protestas: El gobierno retira el controvertido proyecto de ley prorruso pero las manifestaciones continúan

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Se retiró del Parlamento un proyecto de ley criticado por vulnerar la libertad de prensa después de días de protestas en la capital del país. Ahora, las manifestaciones apoyadas por Estados Unidos, piden por el fin del gobierno.

El partido gobernante de Georgia, Kartuli Otsneba (Georgian Dream), confirmó este jueves que retiraría un controvertido proyecto de ley que permitiría arrestar a “agentes extranjeros“, una categoría que incluye a periodistas, activistas de ONGs, empresarios y miembros de fundaciones.

El proyecto era similar a una ley vigente en Rusia, que ha permitido una fuerte consolidación del poder de Vladimir Putin en su país, lo cual llevó a que gran parte de la población georgiana saliera a las calles a protestar la medida del gobierno de Irakli Garibashvili, ampliamente considerado un aliado del Kremlin ruso.

Después de dos noches de violentas protestas, bajo el reclamo de que la ley era el puntapié para un cambio autoritario que pondría a Georgia bajo la esfera de influencia de Rusia y pondría en peligro las esperanzas de que el país se una a la Unión Europea, el gobierno anunció que la ley fue retirada.

En un comunicado, el oficialismo aseguró que, “como un partido de gobierno responsable ante todos los miembros de la sociedad, hemos decidido retirar incondicionalmente el proyecto de ley que apoyamos, sin ninguna reserva“.

Georgian Dream agregó en su declaración que el proyecto de ley había sido “representada de mala manera y engañosa”, y señaló que lanzaría consultas públicas para “explicar mejor” el propósito de la ley. Además, citó la necesidad de reducir la “confrontación” en la sociedad, al tiempo que denunció las “mentiras” dichas sobre el proyecto de ley por la “oposición radical”.

Sin embargo, los líderes de la oposición dijeron que las protestas no frenarían y ahora los manifestantes van por más, exigiendo la liberación de todos los detenidos durante las protestas e incluso un cambio de gobierno.

Giga Lemonjala, representante del partido Droa, dijo que no estarían conformes hasta que el gobierno denunciara públicamente el proyecto de ley y prometiera nunca más intentar impulsar una legislación similar.

La protesta no es solo por el proyecto de ley, sino por la naturaleza prorrusa del Georgian Dream. No hay confianza hacia ellos o su palabra“, escribió en su cuenta de Twitter la fundadora del partido Droa, Helen Khoshtaria.

La policía usa un cañón de agua para dispersar a los manifestantes durante una manifestación contra la ley de “agentes extranjeros” en Tbilisi

Durante las protestas, se escuchó a los manifestantes corear “No a la Ley Rusa” y cantar los himnos georgiano, ucraniano y de la Unión Europea. Una pancarta sostenida durante las renovadas protestas, que tuvieron lugar en el Día Internacional de la Mujer, decía: “Mujeres contra el control total“.

El país de 3,7 millones de personas ha visto frecuentes conflictos políticos desde que obtuvo la independencia de la Unión Soviética en 1991, incluida una pacífica “Revolución de las Rosas” en 2003 y una guerra calamitosa contra Rusia cinco años después.

Georgia es un territorio donde continuamente se disputa el control Estados Unidos y Rusia. Si bien es limítrofe con el territorio ruso, gran parte de su población desde la caída del Muro de Berlín quiere ser parte del bloque europeo y la sociedad se ha “occidentalizado” más que muchos otros países de la región.

Como en Ucrania, los partidos políticos, más allá de sus ideologías de derecha o izquierda, se alinean entre ellos según si tienen el apoyo de Moscú o de Washington. A su vez, la sociedad civil debate continuamente si el país debería estar alineado con una potencia o con la otra.

Desde 2012, el país es gobernado por Georgian Dream, una formación política pro-Rusia que llegó al poder de la mano del empresario multimillonario y aliado de Putin, Bidzina Ivanishvili, quien a pesar que ha dejado el cargo de primer ministro algunos años atrás, todavía domina la política georgiana.

Antes de eso, el Movimiento Nacional Unido, del político pro-europeo y aliado de Washington Mikheil Saakashvili gobernaba el país, que llegó al poder tras la mencionada “Revolución de la Rosas“, un levantamiento civil ampliamente considerado como protestas financiadas por Estados Unidos para ubicar a su alfil en el gobierno de Georgia. Yendo más atrás, se puede ir siguiendo cómo desde 1991 todos los gobiernos eran puestos por el Kremlin o por la Casa Blanca.

Es en este contexto que las protestas adquieren un trasfondo adicional. Putin intentó acercar aún más al gobierno de Georgia a su esfera de influencia, y Estados Unidos habría respondido financiando nuevamente protestas civiles, que ahora que lograron su objetivo van por más, y no parecen querer frenar hasta que haya un cambio de régimen en el país caucásico.

Con respecto al proyecto de ley, este habría requerido que los individuos georgianos, las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación que reciben más del 20% de sus fondos del extranjero se registren como “agentes extranjeros” en el Ministerio de Justicia de Georgia, lo que permitiría que sean arrestados o expulsados del país a discresión.

Además, las organizaciones tendrían que cumplir con lo que Human Rights Watch describió como “onerosos requisitos de presentación de informes e inspecciones” y enfrentarían multas de hasta 25.000 laris georgianos por no cumplir, con penas de prisión de hasta cinco años por delitos reiterados.

Un manifestante se sienta en sus piernas frente a los agentes de policía, que bloquean el paso durante una manifestación contra la ley de “agentes extranjeros” en Tbilisi

Los funcionarios del gobierno dijeron que las propuestas son necesarias para erradicar la “influencia extranjera” y los “espías” de la escena política de Georgia, y que los georgianos tienen derecho a saber quién financia a las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el país.

Garibashvili, quien también es el presidente de Georgian Dream, ha defendido el proyecto de ley, diciendo que ayudaría a erradicar a quienes trabajan en contra de los intereses del país y la poderosa Iglesia Ortodoxa Georgiana.

También acusó a la “oposición radical” de Georgia de incitar a los manifestantes a cometer “violencia sin precedentes” durante las manifestaciones del martes, según las agencias de noticias georgianas.

El Parlamento dio su aprobación inicial al proyecto este martes, lo que desató que cientos de miles de manifestantes se reunieran fuera del edificio legislativo a protestar. Algunos manifestantes lanzaron bombas molotov, piedras y botellas de plástico a la policía y al Parlamento. Al menos una ventana en el edificio gubernamental se rompió y un coche de policía fue volcado e incendiado.

La policía utilizó gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento y cañones de agua para dispersar a la multitud después de varias horas de protesta. El Ministerio del Interior de Georgia dijo que 77 personas fueron arrestadas durante la protesta del martes.

La ley fue criticada por asfixiar la libertad de prensa y la sociedad civil. Los opositores al proyecto de ley, incluida la presidenta georgiana, Salome Zourabichvili, lo han comparado con una ley rusa de 2012, que se ha utilizado para reprimir a la disidencia.

Los participantes marchan durante una protesta contra un proyecto de ley sobre “agentes extranjeros” en Tbilisi

El proyecto de ley ha profundizado a su vez la grieta que existe entre Georgian Dream, que tiene mayoría parlamentaria, y la presidente Salome Zourabichvili, que se ha alejado del partido desde que fue elegida para el cargo con su apoyo en 2018.

Zourabichvili había dicho que vetaría el proyecto de ley, aunque el parlamento puede anular su veto si conseguía más de 2/3 de los votos. La mandataria, que ahora está alineada con Estados Unidos, dijo a CNN el miércoles que el proyecto de ley “va en contra de todos los principios que defiende la Unión Europea”.

Los grupos de derechos humanos dicen que la etiqueta de “agente extranjero” es un estigma, diseñado para crear desconfianza y facilitar que el gobierno desacredite a sus oponentes. Por ello, unas 400 organizaciones no gubernamentales georgianas firmaron una carta diciendo que el proyecto de ley era “un ataque a los valores georgianos” y que “obstaculizaría el progreso de Georgia hacia la adhesión a la UE” y causaría “un daño inconmensurable a cientos de miles de ciudadanos“.

Kakhaber Kemoklidze, del opositor Partido Para Georgia, dijo que el cambio de opinión del Georgian Dream, retirando el proyeco de ley, fue una victoria para el pueblo georgiano. “El ochenta y cinco por ciento de la sociedad georgiana es muy europea, y la perspectiva europea está escrita en la constitución georgiana“, dijo a Al Jazeera.

Esta ley redactada por el partido gobernante estaba socavando directamente la constitución georgiana“, dijo y agregó: “Esta retirada es un resultado particular de la ira extrema de la sociedad contra lo que hemos estado enfrentando durante las últimas 48 horas“.

La policía usa un cañón de agua para dispersar a los manifestantes durante una manifestación contra la ley de “agentes extranjeros”

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Georgia

Tras el pedido de “ingreso urgente” a la Unión Europea de Ucrania, Georgia y Moldavia también solicitan ingresar

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La decisión de Ucrania de pedir el ingreso a la Unión Europea generó una reacción en cadena de los países que históricamente han estado bajo la amenaza de Moscú.

El líder del partido gobernante Sueño Georgiano, Irakli Kobakhidze, anunció la decisión del Gobierno de “solicitar inmediatamente la membresía en la Unión Europe”, que fue presentada efectivamente este jueves 3 de marzo, luego de la decisión de Ucrania de presionar para “ingresar de urgencia” a la Unión frente a la invasión de Rusia.

Georgia había planeado presentar la solicitud en 2024, pero el partido decidió acelerar el proceso debido al cambio de situación en el mundo. Tras la invasión rusa de Ucrania, Kobakhidze dijo que el gobierno de Kiev contaría con el apoyo de Georgia, pero se negó a unirse a los países de la Unión Europea que le impusieron sanciones económicas a Rusia.

Tanto Georgia como Ucrania han firmado Acuerdos de Asociación con la Unión Europea en estos últimos años sobre integración económica y aproximación política y libre comercio, pero no son garantías para una eventual adhesión. Para esto, los 27 estados miembro actuales deben votar por unanimidad el ingreso en una sesión especial del Consejo Europeo.

Los esfuerzos de las dos ex repúblicas soviéticas para forjar lazos más estrechos con Occidente han enfurecido a Rusia durante mucho tiempo. Las tensiones por los esfuerzos de Georgia culminaron con una invasión rusa en 2008 y el acercamiento de Ucrania en una invasión en este 2022.

Georgia ha implementado muchas reformas que han acercado al país a los estándares de la Unión Europea. “Una continuación lógica de este esfuerzo es nuestra decisión hoy de presentar una solicitud de inmediato y obtener el estatus de candidato”, dijo Kobakhidze a los periodistas.

Recordemos que Rusia, al igual que en Ucrania, respalda a dos autoproclamadas repúblicas separatistas en Georgia, Osetia del Sur y Abjasia. Las tensiones sobre las dos regiones dieron como resultado una breve invasión rusa de Georgia en agosto de 2008, que terminó con ambos territorios quedando bajo el control de Moscú con gobiernos títeres.

Georgia, temiendo una repetición de lo que le sucedió en 2008 con una Rusia envalentonada, ahora pide la adhesión junto con Ucrania para cercar a Putin. Sin embargo, en los últimos años, Georgia se ha visto sumida en una crisis política interna profunda y de larga duración, que ha paralizado en gran medida a su gobierno y ha generado fuertes críticas de que el país está retrocediendo con respecto a los avances democráticos anteriores.

Los esfuerzos para mediar en la crisis, incluso por parte del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, han resultado en gran medida inútiles, y su adhesión hace años que no pasaba de la categoría “en consideración”.

Mientras tanto, Turquía recuerda a la Unión Europea que ellos están primeros en la lista de espera, si bien apoyan que Ucrania ingrese por los conflictos que está sufriendo.

Pero Georgia y Ucrania no son los únicos países amenazados por Rusia que desean entrar en la Unión Europea. La presidente de Moldavia Maia Sandu, presentó este jueves su firma para ingresar al bloque político-comercial.

Hace varios años que Rusia tiene tropas estacionadas en la región disidente de Transnistria, pero según reveló el dictador bielorruso, Alexander Lukashenko este martes, las Fuerzas Armadas rusas planean una invasión a gran escala de Moldavia.

Cabe aclarar que la Unión Europea tiene normas estrictas para la admisión. Al miembro más reciente del bloque, Croacia, le tomó 10 años pasar de la solicitud a la membresía. Y en Moldavia, el entusiasmo inicial y las grandes esperanzas de un nuevo gobierno pro-UE se han visto empañados en las últimas semanas por el manejo desigual de una disputa con Rusia sobre los contratos de gas natural.

Aunque Chisináu llegó a un acuerdo con Gazprom, el gigante energético controlado por el Kremlin, para asegurar un suministro suficiente para este invierno, los críticos en Bruselas dicen que el acuerdo incluía concesiones que le darán a Moscú demasiada influencia sobre el futuro político de Moldavia.

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