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Kosovo: el presidente Thaçi renuncia a su cargo y se entrega a la Justicia Internacional para limpiar su nombre

Acusado de crímenes de guerra y lesa humanidad, el ex Comandante del Ejercito de Liberación de Kosovo resignó su cargo de Presidente y se entregó voluntariamente al Centro de Detención del Tribunal de Justicia Internacional de La Haya.

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La Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda, ha imputado al Presidente de la República de Kosovo, Hashim Thaçi, por crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos durante el transcurso del conflicto armado por la independencia de Kosovo, contienda que se cobró la vida de más de 10.000 personas en la década del ’90.

El jueves 5 de noviembre Thaçi presentó formalmente su renuncia en una sorpresiva conferencia de prensa, alegando que no enfrentaría un juicio sirviendo como Presidente, de este modo defendiendo la integridad del Estado y actuando de manera honesta y sincera.

Con prisión preventiva en el centro de detención del Tribunal Especial para Kosovo en Holanda, a donde viajó y se entregó voluntariamente para afrontar el juicio y confrontar sus acusaciones ante el tribunal, Thaçi compareció ante la corte de La Haya y se declaró no-culpable en todos los cargos por los que se lo imputa.

El ahora ex presidente era el Comandante del Ejército de Liberación de Kosovo (KLA) durante la guerra de independencia que tomó lugar en los años 1998 y 1999. En este periodo, La Haya le atribuye los asesinatos de más de 100 civiles, torturas ilegales, y desapariciones forzosas.

Ex presidente Thaçi realizando el juramento luego de su renuncia. Fuente: Armend Nimani.

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Los mismos cargos que se le imputaron al presidente Thaçi también recaen sobre Kadrim Veseli, líder del Partido Democrático de Kosovo, y Rexhep Selimi, miembro de la policía militar. 

Veseli tomó el mismo camino que el Presidente, y afirmó que estaba yendo voluntariamente al Tribunal para enfrentar acusaciones que considera "injustas". 

Por otro lado, el Presidente de la Asamblea Legislativa de Kosovo, Jakup Krasniq, también fue imputado en la causa pero, a diferencia de los otros, no viajó a Holanda. Esto generó un arresto por agentes policiales de la Misión de la Unión Europea para La Haya con el fin de enjuiciarlo en la Corte Internacional.

Kosovo está hace años tratando de ingresar definitivamente a la Unión Europea mientras también pacta un acuerdo de paz con Serbia, con el objetivo de que el mundo reconozca su independencia y lo considere un país soberano más de Europa.

Esta noticia sorprendió a muchos, y se cree que La Haya estaba esperando el resultado de la elección de Estados Unidos para activar la causa contra Thaçi. El presidente Trump ha promovido un histórico acuerdo de paz entre Kosovo y Serbia, y un potencial gobierno de Joe Biden cancelaría todas estas negociaciones.

Sin la "protección" implícita del un futuro acuerdo de paz tras la salida de Trump de la Casa Blanca fue la justificación que le faltaba a La Haya para llevar adelante esta imputación tan repentina.

Thaçi junto a sus seguidores en julio de 2019. Fuente: Visar Kryeziu.

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En 2015, por gestión del gobierno de Obama y Biden, fue establecida la Cámara Especial de Kosovo con el fin de investigar e indagar en los hechos ocurridos durante el conflicto armado. Con esto Estados Unidos buscaba congraciarse con Rusia, que rechaza cualquier tipo de paz entre Serbia y Kosovo.

Este Tribunal funciona bajo la jurisdicción de las leyes de Kosovo, pero con integrantes y fiscales de carácter internacional radicados en La Haya. 

La presidente del Parlamento de Kosovo, Vjosa Osmani, quedó como la nueva mandataria del país, con un plazo interino de hasta 6 meses. 

Osmani es de la misma línea ideológica que el ex presidente, aboga por la paz con Serbia y mantiene una postura conservadora pero con intenciones de ingresar a la Unión Europea.

En Kosovo no hay elecciones libres y democráticas para elegir al Presidente. En cambio, el pueblo vota por los legisladores quienes, en Asamblea, eligen al Jefe de Estado, quien necesita una mayoría de 2/3 para asumir. Se espera que dentro de 6 meses, si la situación de Thaçi no fue resuelta, se convoque a una nueva elección de este tipo para elegir un Presidente definitivo que pueda servir un mandato de 5 años.

Vjosa Osmani, nueva Presidente de Kosovo.

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Kosovo

Los presidentes de Kosovo y Serbia se reúnen bajo presión de la Unión Europea para no escalar el conflicto a una nueva guerra

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Los presidentes de Kosovo y Serbia mantuvieron conversaciones el jueves para resolver una crisis política que ha devenido en violencia gracias a la presión ejercida por los líderes de Francia y Alemania tendiente a reducir las tensiones.

Vjosa Osmani, la presidente de Kosovo, y Aleksandar Vucic, el presidente de Serbia, se reunieron en presencia del presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz y el jefe de política exterior de la Unión Europea, al margen de una cumbre en Moldavia con vistas a resolver la crisis política que ha devenido en violencia entre ambos países.

La crisis política se intensificó el lunes después de que el gobierno de Pristina enviara alcaldes de etnia albanesa, respaldados por la policía kosovar, a las oficinas municipales del norte, las cuales estaban dominadas por gobernantes de etnia serbia tras unas elecciones que gozaron de una muy participación de solo el 3,5% del padrón electoral producto del boicot impulsado por los candidatos serbios.

Previamente, el presidente serbio había pedido a los partidos serbios en el norte de Kosovo en la región que boicotearan las elecciones. Por ello, el partido Lista Serbia apoyó el boicot, dejando a los candidatos étnicamente albaneses sin oposición.

Los enfrentamientos que se generaron a raíz del ascenso de gobernantes albaneses en el norte de Kosovo dejaron un saldo de 30 soldados de mantenimiento de la paz de la OTAN y otros 52 manifestantes serbios heridos en enfrentamientos de las fuerzas de la OTAN con manifestantes de etnia serbia.

En respuesta, la OTAN está desplegando 700 soldados adicionales en la zona. "Hemos decidido desplegar 700 soldados más de la fuerza de reserva operativa para los Balcanes Occidentales", dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Protestantes de etnia serbia en el norte de Kosovo frente a efectivos de la OTAN

"La OTAN permanecerá vigilante. Estaremos allí para garantizar un entorno seguro, y también para calmarnos y reducir las tensiones", resaltó, y agregó que la OTAN "pondría un batallón adicional de fuerzas de reserva en alta preparación para que también puedan ser desplegadas si es necesario".

Caber resaltar que un batallón suele oscilar entre 300 y unos 1.000 soldados. La misión de mantenimiento de la paz dirigida por la OTAN en Kosovo, denominada KFOR, consta actualmente de casi 3.800 soldados.

Si bien los albaneses representan más del 90% de la población en Kosovo, los serbios del norte han exigido durante mucho tiempo la implementación de un acuerdo de 2013 mediado por la Unión Europea (UE) para la creación de una asociación de municipios autónomos en su área.

Después de la reunión con Vucic, Osmani acusó al líder serbio de "lloriquear y quejarse y … no decir la verdad". Sin embargo, también señaló que Kosovo podría celebrar nuevas elecciones en el norte con la participación serbia si se activaran legalmente.

Eso cumpliría una de las condiciones establecidas por Macron y Scholz para resolver la crisis. "Es importante que todos los involucrados hagan todo lo posible para llegar a una desescalada", dijo Scholz a periodistas después de la cumbre de la Comunidad Política Europea, un foro establecido el año pasado que reúne a más de 40 líderes.

Macron dijo que París y Berlín habían pedido la organización de nuevas elecciones en los cuatro municipios del norte con participación serbia "lo antes posible". Además, instaron a Kosovo a seguir adelante con el compromiso de crear una asociación de municipios serbios, vista como una forma de dar a los serbios en el norte más autonomía.

Aleksandar Vucic, presidente de Serbia

Macron había señalado el miércoles durante una conferencia de prensa conjunta en Eslovaquia que las autoridades de Kosovo son responsables de las crecientes tensiones en la región norte. "Dejamos claro a las autoridades de Kosovo que fue un error proceder con estas elecciones en este contexto de virtual no participación".

Osmani dijo que "una solución para la desescalada está muy cerca", pero Belgrado también tendría que respetar los compromisos que hizo en virtud de un acuerdo sellado en marzo con el objetivo de normalizar las relaciones entre las dos partes, que libraron una guerra en la década de 1990.

"Tenemos que asegurarnos de que la atención se centre en la plena implementación del acuerdo, no solo en partes del mismo", aseguró Osmani en este sentido. Por el contrario, Vucic abandonó la cumbre sin comentar sobre la reunión con Osmani.

Más temprano, ninguno de los líderes había expresado que deseaba reunirse con el otro, aunque luego cedieron ante la presión internacional. Tampoco se reconocieron o saludaron mutuamente al llegar a la cumbre, incluso cuando estaban a pocos metros de distancia.

Previamente, Vucic había dicho que las autoridades de Kosovo deberían retirar a los "presuntos alcaldes" del norte y declaró que las unidades especiales de la policía de Kosovo estaban allí ilegalmente.

"Serbia hará todo lo posible para reducir la situación, lo que significa que trataremos de persuadir a los serbios para que progresen con calma y paz", resaltó el mandatario serbio.

Por su parte, Osmani dijo que Belgrado estaba tratando de desestabilizar a Kosovo y acusó a Vucic de apoyar a bandas criminales en el norte de Kosovo, una acusación que Belgrado ha negado.

El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, ha sido la fuerza impulsora detrás de las operaciones en el norte, lo que ha provocado fuertes críticas internacionales, particularmente de parte de Estados Unidos, el aliado más firme de Kosovo durante mucho tiempo.

Vjosa Osmani, presidente de Kosovo, junto a la presidente moldava, Maia Sandu

Luego de las elecciones, Kurit dijo que "la participación fue bastante baja debido a la presión, el chantaje y las amenazas de Belgrado a todos los ciudadanos serbios, y en particular a aquellos que planeaban postularse".

"Ahora tenemos cuatro alcaldes cuya legitimidad es baja. Pero, sin embargo, no hay nadie que sea más legítimo que ellos. Tenemos que tener el imperio de la ley. Somos una república democrática", agregó.

Durante la jornada del martes, por añadidura, el primer ministro de Kosovo dijo a CNN que no entregaría el país a lo que describió como una "milicia fascista" serbia, luego de violentas protestas en el norte por la instalación de alcaldes étnicamente albaneses tras la elección.

"No nos enfrentamos a manifestantes pacíficos, nos enfrentamos a una turba de extremistas", remarcó Kurti. "Esta es una milicia fascista que atacó a nuestros policías y soldados de la OTAN, y periodistas que estaban en el terreno informando".

Sin embargo, el gobierno de Kurti fue criticado por los Estados Unidos y otros por "escalar" el conflicto. "La decisión del Gobierno de Kosovo de forzar el acceso a los edificios municipales aumentó brusca e innecesariamente las tensiones", dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en un comunicado el martes.

Tras la declaración de Blinken, Estados Unidos anunció una serie de medidas contra Kosovo por la “innecesaria” crisis, incluida la cancelación de su participación en los ejercicios conjuntos de la OTAN liderados por Estados Unidos.

En respuesta, luego de resaltar que Estados Unidos es un aliado, amigo y socio indispensable, Kurti señaló que, si bien “estamos eternamente agradecidos y agradecidos por su papel, por nuestra liberación e independencia, por nuestra seguridad y defensa, por nuestro desarrollo y democracia (…), es el momento de decir nuestra verdad democrática a los autoritarios en el poder".

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Kosovo

Sube la tensión entre Serbia y Kosovo: Serbios bloquean rutas del país y el Gobierno serbio no descarta una invasión

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El presidente serbio advirtió que si el gobierno de Kosovo reprime a los manifestantes serbios, no tendrá más remedio que intervenir con el Ejército.

Los kosovares de etnia serbia en el norte del joven país estallaron en protesta en contra del gobierno de Kosovo, luego del anuncio de una serie de medidas que involucran emitir patentes y documentos de identidad propios para todos los residentes del territorio.

El gobierno kosovar anunció que el 1ro de agosto los viajeros que lleguen desde Serbia deberán cambiar sus documentos emitidos por Serbia por nuevos documentos de identificación de entrada y salida emitidos por Pristina, que serán válidos por tres meses. La política es una respuesta a las reglas que emplea Belgrado contra los ciudadanos de Kosovo que visitan Serbia.

Además, el 1ro de agosto también entrará en vigor una nueva regulación en materia de matrículas vehiculares. Los serbios étnicos en el norte de Kosovo han estado usando placas de automóviles emitidas por instituciones serbias desde la guerra en 1999 con siglas de ciudades de Kosovo, como KM (Kosovska Mitrovica), PR (Prishtina) o UR (Urosevac).

Desde entonces, el gobierno de Kosovo considera que las placas son ilegales, pero las ha tolerado en cuatro municipios del norte con mayoría serbia, como parte de las negociaciones de paz de aquél entonces. Pero esta consideración se ha terminado, y ahora Kosovo requerirá que esas placas sean reemplazadas por placas emitidas por Kosovo con el acrónimo "RKS" para la República de KosovoLos propietarios de automóviles tendrán hasta finales de septiembre para realizar los cambios.

Los serbios kosovares bloquearon las principales rutas comerciales de Kosovo hacia Serbia, por donde el país insular recibe la gran mayoría de sus insumos importados. El gobierno de Kosovo anticipó que utilizaría fuerza policial para despejar los cruces fronterizos en Jarinje y Brnjak, pero el presidente serbio Aleksandar Vučić se adelantó y dijo que si un funcionario kosovar golpeaba a un serbio, "Serbia no tendría otra opción que intervenir".

Pediremos la paz, pero les diré de inmediato: no habrá rendición y Serbia ganará. Si intentan comenzar a reprimir a los serbios, intimidar a los serbios, matar a los serbios, ¡Serbia ganará!", dijo el presidente Vučić en un discurso esta noche.

La disputa data de septiembre del 2021 cuando las autoridades kosovares ordenaron a todos los conductores que ingresaran a Kosovo desde Serbia que usaran placas impresas temporales de 60 días en respuesta a las medidas en Serbia contra los conductores de Kosovo que han estado vigentes desde 2008, cuando el país declaró la independencia de Belgrado.

En ese momento, los serbios del norte de Kosovo bloquearon los cruces de Jarinje y Brnjak con vehículos y barricadas improvisadas, mientras que el gobierno de Kosovo envió unidades policiales y helicópteros militares a sobrevolar la frontera en una demostración de fuerza.

La disputa podría escalar si Serbia decide actuar dentro de los límites que la OTAN reconoce como la República de Kosovo. La propia OTAN publicó un comunicado de prensa asegurando que la organización militar está "preparada para intervenir" ante cualquier vulneración de la Resolución 1244.

Serbia no reconoce la independencia de Kosovo ni su derecho a imponer normas y reglamentos como el registro de automóviles y camiones. La mayoría de los países de la Unión Europea reconocen a Kosovo, aunque Rusia y China, aliados de Serbia, no lo hacen.

El presidente Vučić llegó al poder en 2017 con un discurso más duro contra Kosovo, pero en 2020 relajó su posición y accedió a firmar un acuerdo comercial con el entonces presidente kosovar Hashim Thaçi, en negociaciones de paz impulsadas por Donald Trump.

Todo esto ocurrió con el aval de Putin, gracias a su buen diálogo con Trump. Sin embargo, tras la llegada de Biden a la Casa Blanca, Rusia presiona a Serbia para que reanude las hostilidades con Kosovo, el gran talón de aquiles de la Unión Europea y, más importante, de la OTAN.

La Unión Europea ha tratado de negociar un diálogo entre los dos vecinos balcánicos durante más de una década, pero hasta ahora los esfuerzos no han logrado una normalización de los lazos. Ahora, en medio del conflicto con Rusia por Ucrania, Putin juega una de sus cartas más fuertes, instigando un conflicto en el corazón de Europa.

El primer ministro Albin Kurti dijo recientemente que Kosovo solicitará formalmente convertirse en miembro de la Unión Europea para fines de 2022, ya que teme que Serbia ataque al pequeño país luego de que Rusia complete sus objetivos en Ucrania.

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Kosovo

Advirtiendo un ataque de Serbia, Kosovo pide ingresar a la OTAN por el avance de Rusia sobre Europa del Este

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Debido a la invasión rusa a Ucrania, viejos temores resurgen en Kosovo y piden acelerar su ingresa a la OTAN antes que Serbia los invada.

La presidente de Kosovo, Vjosa Osmani, le dijo al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una reunión en Nueva York este fin de semana que el principal objetivo de su país era convertirse en miembro de pleno derecho de la Alianza, justificándose en la invasión de Rusia a Ucrania.

Osmani dijo que la membresía de Kosovo era importante para la paz en la región y para promover y proteger los valores comunes y expresó su preocupación de que Rusia utilice a Serbia para desestabilizar la región.

Por su parte, el ministro de Defensa, Armend MeHaj, le pidió a los Estados Unidos que establezca una base militar permanente en Kosovo, reiteró su pedido que se acelere su integración en la OTAN.

La decisión de Kosovo se debe a su delicada situación con Serbia, quien se niega a reconocer su independencia y pretende reincorporarlo su territorio. A pesar de que Trump había logrado firmar un pre-acuerdo de paz y la normalización de relaciones comerciales entre estos dos países, la llegada de Biden volvió a enajenar a estas dos naciones, y Serbia volvió a la esfera de influencia de Rusia.

Si bien Estados Unidos ya tiene 635 soldados en el país balcánico como parte de una misión de "mantenimiento de la paz de la OTAN", cabe recordar que Serbia es un aliado estratégico histórico de Rusia y que hay otros cuatro miembros de la OTAN también se niegan a reconocer su independencia.

Además, Kosovo no es parte de la ONU debido a las objeciones que plantea Rusia, y su relación ha empeorado ahora que Kosovo se ha unido a otros países en la introducción de sanciones contra Rusia. MeHaj ha dicho que su gobierno está dispuesto a ofrecer ayuda para cualquier operación militar en Ucrania, en caso de que Washington lo solicite.

Acelerar el ingreso de Kosovo en la OTAN y tener una base permanente de fuerzas estadounidenses es una necesidad inmediata para garantizar la paz, la seguridad y la estabilidad en los Balcanes Occidentales”, dijo MeHaj en un comunicado en su página de Facebook.

Mientras tanto, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo en una conferencia de prensa el viernes por la noche que Serbia defiende la paz y el respeto por el derecho internacional, que considera incorrecto violar la integridad territorial de cualquier país, incluido Ucrania, pero que no impondrá sanciones a Rusia, porque está protegiendo sus propios intereses.

Kosovo también envió el sábado varios contenedores y otras herramientas logísticas a Bërnjak, un pueblo fronterizo con una población mayoritariamente serbia. “Para mejorar las condiciones de trabajo de los agentes de policía que trabajan en la región fronteriza de Bërnjak, que han seguido trabajando en malas condiciones, hoy la policía de Kosovo ha enviado contenedores y herramientas logísticas que los agentes de la policía de fronteras utilizarán para transportar cumplir con sus deberes, en interés de la seguridad pública”, escribe el comunicado de prensa.

El gobierno serbio lo calificó como una “peligrosa provocación” que busca “desestabilizar la región” y pidió al gobierno con sede en Pristina que no provoque a Belgrado en un momento en que “el mundo enfrenta un momento delicado para la seguridad”.

Ante el pedido de Kosovo de entrar a la OTAN, el gobierno serbio se tomó dos días en responder y finalmente se pronunció en contra: “No es idea de los albanokosovares, es de sus lobístas en la Unión Europea y Estados Unidos”, dijo Vucic. “A pesar de todas las presiones y chantajes, sin importar lo que piensen los demás, Serbia preservará su integridad territorial”, afirmó.

El ingreso de Kosovo a la OTAN significaría más presiones sobre Serbia para que reconozca su independencia, pero Vucic ha prometido que Serbia nunca reconocería a Kosovo a pesar del diálogo en curso desde 2011 y de los avances en 2020 durante el gobierno de Donald Trump.

Recordemos que la independencia de Kosovo fue declarada unilateralmente en 2008, después de una década de conflictos por la caída de la República Federal Yugoslava, hoy reconvertida en parte, en Serbia.

La sucesora de la Yugoslavia soviética, había sido reorganizada en Serbia y Montenegro, que además contenía los ahora territorios de Kosovo y Vojvodina. En 2006, Montenegro abandonó la federación en buenos términos con el gobierno serbio, pero en 2008 Kosovo hizo lo mismo, sin el apoyo de Serbia. Hoy en día Kosovo es reconocido por un total de 117 países

Las tensiones siguen subiendo en los Balcanes ya que los líderes locales temen que la invasión rusa de Ucrania pueda influir en Belgrado, un aliado cercano de Moscú. Sin lugar a dudas, si la región cae en guerra, en Kosovo advierten que Serbia aprovecharía para avanzar sobre su pequeño territorio.

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