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Rusia

Ya son siete los oligarcas rusos que criticaron la invasión a Ucrania y murieron en extrañas circunstancias

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El presidente de la mayor petrolera privada de Rusia, Lukoil, murió este jueves tras caer de la ventana de un hospital de Moscú. Su muerte engrosa una lista de casos similares desde la guerra con Ucrania.

Este jueves falleció Ravil Maganov, presidente de Lukoil, la mayor petrolera privada de Rusia, y una de las pocas empresas que hizo público su posicionamiento en contra a la invasión a Ucrania. Su muerte fue catalogada como un “accidente” o un “suicidio” pero es extremadamente dudosa: supuestamente “se cayó” desde la ventana de un Hospital en Moscú donde estaba internado.

Maganov, de 67 años, estaba ingresado en el hospital por un ataque cardíaco y tomaba antidepresivos, según confirmaron las agencias rusas Interfax y TASS, aunque ambas responden al Kremlin y no se sabe con certeza la validez de esta información.

El empresario trabajaba desde 1993 en la petrolera, y fue escalando hasta que en 2020, la junta directiva lo nombró como presidente en reemplazado de Valeri Greifer, quien falleció en abril de ese año. Putin trató de evitar su nombramiento, ya que en algunas declaraciones previas había hablado en contra de su gobierno, pero al ser una empresa privada, no pudo detenerlo.

Su nombre entró en la lista negra del presidente Vladimir Putin tras el comunicado de “paz” que publicó la compañía tras la incursión militar a Kiev. “Defendemos el cese inmediato del conflicto armado y apoyamos debidamente su resolución a través del proceso de negociación y por medios diplomáticos“, dijo en un comunicado la petrolera. Además, Maganov constantemente intentó negociar con Estados Unidos para evitar que Biden le impusiera sanciones a Lukoil.

La de Maganov no es la primera muerte de un mega-empresario opositor a su gobierno que sucede en extrañas circunstancias. De hecho, es la séptima en lo que va del año, y la segunda dentro de Lukoil.

El pasado 8 de mayo, Alexander Subbotin, de 43 años, gerente general de operaciones de Lukoil, fue hallado sin vida en el sótano de la casa de un chamán en la ciudad de Mytishchi, al noreste de Moscú. Los medios estatales rusos dieron una explicación insólita: Subbotin habría acudido a un chamán para que le cure una resaca, quien habría utilizado “veneno de sapo” que resultó en su muerte.

Ese mismo día, en la localidad de Loret de Mar, apareció ahorcado en el jardín de su casa Serguéi Protosenya, de 55 años, exvicepresidente de la empresa petrolera y de gas Novattek. Los cadáveres de su mujer Natalya, de 53 años, y de su hija de 16 también se encontraron en la vivienda con signos de apuñalamiento. La Policía rápidamente cerró el caso concluyendo que el empresario mató a su familia con un cuchillo de cocina y luego se suicidó.

El mismo modus operandi se utilizó dos meses antes, en marzo, cuando Vasily Melnikov, de 43 años, director de la empresa médica MedStom, fue encontrado muerto junto a su mujer, de 41 años, y sus dos hijos de 10 y 4 años en su lujosa mansión en Nizhny Novgord. Todas las víctimas presentaban heridas de arma blanca y la Policía en 24 horas cerró el caso con la misma excusa.

 Alexander Subbotin, el otro directivo de Lukoil muerto desde que empezó la guerra.

Otro extraño caso se dio el 25 de febrero, tan solo un día después de iniciada la invasión. La policía rusa encontró ahorcado en el garage de su casa a Alexander Tyulyakov, de 61 años, un alto funcionario financiero y de seguridad de la mega-empresa estatal de gas Gazprom. Según la información oficial, la víctima dejó una carta contando que había decidido poner fin a su vida, aunque vecinos denunciaron que vieron a un grupo de personas entrar a la casa horas antes de su muerte.

Pero la lista de vícimas no termina acá. Tres días después de la muerte de Tyulyakov, el 28 de febrero, en una escena muy similar, fue hallado muerto en su mansión del Reino Unido, Mikhail Watford, de 66 años, otro mega-empresario del gas y el petróleo, nacido en Ucrania durante la Unión Soviética, y quien se había alejado del Kremlin desde la ocupación de Crimea.

Watford, cuyo apellido original era Tolstosheya, también apareció ahorcado en el garage de su casa en Surrey. La policía británica calificó el deceso como “inexplicable”, ya que tenía golpes en su cuerpo que eran imposibles de ser auto-infligidos. Según reportó la prensa inglesa, el caso fue tomado por las agencias de inteligencia británicas y se investiga la posibilidad de que haya sido un asesinato internacional.

El séptimo oligarca ruso fallecido desde que comenzó la guerra es Vladislav Avayev, de 51 años, exvicepresidente del banco Gazprombank y exfuncionario del Kremlin, quien se fue del gobierno tras fuertes encontronazos con Putin. El empresario fue encontrado muerto el pasado 19 de abril junto a su esposa Yelena, de 47 años, y su hija María, de 13 años, en su casa de Moscú, todos asesinados con la pistola de Avayev, aunque fuentes indican que el ejecutivo no sabía ni disparar.

Todos los empresarios muertos comparten haber expresado públicamente o en privado su rechazo a la guerra en Ucrania, y algunos habían tenido problemas personales con Putin. En Rusia es común estos asesinatos a funcionarios de alto nivel, pero nunca desde la caída del Muro de Berlín se habían registrado tantas muertes en tan corto periodo de tiempo.

Rusia

Tras la relección, Putin no descarta que el conflicto en Ucrania escale a una Tercera Guerra Mundial y pone la mira sobre la OTAN

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El reelecto presidente Vladímir Putin lanzó en su discurso de aceptación un mensaje contundente sobre la guerra en Ucrania y advierte a la OTAN sobre una posible escalada bélica mundial.

En Rusia se desarrollaron las elecciones presidenciales entre el 15 y el 17 de marzo, una elección nacional que contaba con la participación de cuatro candidatos, con opositores poco competitivos, luego del arresto y muerte del principal líder de la oposición, Alexei Navalny.

Como era de esperarse, se impuso Vladímir Putin con un 88% de votos, quien permanecerá en el Kremlin por los próximos seis años y en lo que será su quinto mandato al frente del país con capital en Moscú.

Las recientes elecciones en la Federación Rusa no han sido convencionales. El presidente reelecto se encuentra inmerso en un conflicto armado con Ucrania, desencadenado el pasado 24 de febrero de 2022 como parte de una escalada de tensiones desde los eventos del Euromaidán en 2014, que provocaron disturbios separatistas e independentistas en Ucrania.

Este conflicto, que lleva más de dos años en desarrollo, representa el mayor ataque militar convencional en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Además, durante el año 2021, la tensión diplomática entre ambos estados se intensificó, con Putin criticando abiertamente la expansión de la OTAN en Europa del Este.

Tras su victoria electoral, Putin lanzó una advertencia contundente durante una conferencia de prensa, señalando que un conflicto entre Rusia y la OTAN podría desatar una Tercera Guerra Mundial. Sus declaraciones generaron gran controversia, especialmente después de que el presidente francés Emmanuel Macron mencionara la posibilidad de desplegar tropas en Ucrania, lo que ha aumentado las tensiones entre Occidente y Rusia.

En medio de esta atmósfera de guerra y divergencia política en Europa, Putin no titubea al advertir sobre el riesgo real de una escalada bélica mundial entre Rusia y la OTAN, liderada por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.


Por Santino Roncatti para La Derecha Diario.

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Francia

Tras la reunión de Macron con Scholz y Tusk, Putin asegura que “ya hay franceses” peleando en Ucrania

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El portavoz Dmitry Peskov dijo que Francia ya está peleando la guerra en Ucrania de manera indirecta habiendo donado todo su equipamiento, pero que también identificaron soldados franceses en el área beligerante.

Este viernes, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió con el canciller alemán, Olaf Scholz, y el nuevo primer ministro de Polonia, Donald Tusk, en la inauguración de una nueva alianza europa apodada como el Triángulo de Weimar.

Los tres países afirmaron estar “unidos” en su objetivo de “no dejar nunca ganar a Rusia y apoyar al pueblo ucraniano hasta el final“, según dijo luego a la prensa Macron, quien lidera este grupo y, en medio de un colapso de su imagen, busca en Ucrania una salida fácil a su debilitada postura interna.

Macron prometió que seguirían enviando ayuda al gobierno de Kiev “siempre que sea necesario” y se negó a descartar envío de tropas francesas sobre el territorio en disputa en Ucrania.

Estos comentarios le ligaron una respuesta directamente del Kremlin ruso, a través del portavoz, Dmitry Peskov, quien afirmó que “Francia ya está luchando contra Rusia en Ucrania” dado que los ucranianos usan armas y vehículos franceses, pero que además “ya hay franceses peleando“.

En una conferencia de prensa en Moscú, Peskov dijo que a París “no le importa” aumentar el nivel de su participación en la guerra en Ucrania, y que, si bien no pudieron vincular todavía a estos soldados con el Ejército del gobierno francés, “no hay dudas que hay franceses involucrados en el campo de batalla“.

Es obvio que Francia considera a Rusia como un oponente, porque Francia ya está involucrada en la guerra en Ucrania. De hecho, participa en esta guerra y, a juzgar por las declaraciones del señor presidente, no les importa aumentar el grado de participación“, afirmó Peskov.

En una entrevista con la televisión francesa el jueves, Macron afirmó que la derrota de Ucrania en el conflicto no traerá la paz y que París “estará lista” para tomar las medidas necesarias para impedir la victoria de Rusia, a cuyas autoridades considera un “oponente“.

Al comentar sobre los intentos de los grupos de sabotaje ucranianos de penetrar en territorio ruso, el portavoz dijo que uno de sus objetivos era desestabilizar la situación antes de las elecciones presidenciales de tres días en Rusia, que comenzaron hoy.

Peskov dijo que la CIA ha estado llevando a cabo actividades debilitantes en Rusia durante años. “No excluyo que las agencias de inteligencia estadounidenses hayan estado involucradas en una práctica similar en China“, dijo.

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Estados Unidos

Tucker Carlson entrevistó en secreto a Putin en Moscú: La Unión Europea evalúa sancionarlo y prohibirle el ingreso al continente

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La conversación entre el ex presentador de Fox News y el mandatario ruso se emitirá el jueves en Twitter y en la página web tuckercarlson.com.

El periodista más importante del momento, Tucker Carlson, viajó a Moscú a escondidas esta semana para entrevistar en un mano a mano exclusivo al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en lo que sería la primera que concede el mandatario a un estadounidense desde que comenzó la guerra en Ucrania.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Putin había accedido a la entrevista con Carlson porque el enfoque del ex presentador de Fox News difería de la información “unilateral” sobre el conflicto de Ucrania de los otros medios de comunicación occidentales.

Carlson subirá la entrevista directamente a Twitter el jueves, como hizo con sus otras entrevistas a presidentes como Javier Milei en Argentina, Viktor Orbán en Hungría o Donald Trump en Estados Unidos. En un anticipo que subió este martes, dijo que la entrevista permitiría a los estadounidenses entender el punto de vista de Rusia sobre la guerra.

No estamos aquí porque amemos a Vladimir Putin. Nadie les pide que estén de acuerdo con lo que Putin pueda decir en esta entrevista, pero les instamos a que la vean. Deben saber todo lo que puedan”, dijo.

Según el periodista, sus productores también están intentando entrevistar a Volodimir Zelenski en Ucrania, para que pueda dar la otra cara de la situación, pero por el momento sin éxito. De hecho, funcionarios ucranianos han pedido su cabeza.

Persecución política

Según el propio Carlson, la última vez que intentó entrevistar a Putin, fue boicoteado por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos. Se cancelaron sus pasajes “sorpresivamente”, recibió amenazas anónimas para que no viaje y hasta su esposa recibió extorsiones.

También asegura que sus teléfonos fueron intervenidos y sus mensajes de texto fueron filtrados a la prensa. “No compartí las capturas con nadie, nunca me alejé de mí teléfono, es imposible que la prensa haya conseguido esas fotos sin ayuda del Gobierno“, confirmó.

Sin embargo, esto solo retrasó lo inevitable, y después de reorganizarse mejor, Carlson logró viajar a Moscú por debajo de la atención del gobierno de Biden, y una vez en Moscú, logró moverse con total libertad, incluso apareciendo en varios videos que filmó la gente cenando en restaurantes y caminando por la calle.

Tras lograr la entrevista, miembros de la Unión Europea pidieron implementar sanciones contra el comunicador estadounidense por “contribuir a difundir la propaganda del Kremlin”, según dijeron varios eurodiputados actuales y anteriores.

En particular, el ex primer ministro belga y actual diputado del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, pidió la palabra en la sesión de este miércoles y calificó a Carlson de haberse convertido en el “portavoz de Donald Trump” y de “estar jugando a favor de Vladimir Putin“.

“Parece lógico que el Servicio Europeo de Acción Exterior examine también su caso”, dijo el legislador en medio del recinto, en referencia a la agencia europea que tiene a cargo imponer sanciones a los empresarios o políticos que colaboren con el Kremlin.

Estas sanciones van desde multas económicas, pasando por embargos de bienes, hasta la prohibición de ingresar a cualquiera de lo 27 países miembro de la Unión Europea.

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