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Ucrania

¿Por qué Putin invadió Ucrania? El trasfondo de uno de los conflictos políticos más importante del siglo

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Todos los acontecimientos históricos que convirtieron a Ucrania en el patio trasero de dos superpotencias peleando por el control de Europa.

Para la gran mayoría de personas, la decisión de Vladimir Putin de invadir Ucrania fue una sorpresa, pero la realidad es que era una de las acciones militares más anticipadas del siglo.

El trasfondo de este conflicto se remonta a la misma fundación de la República de Ucrania en 1991. Según explicó el propio Putin en su discurso antes de declarar la guerra, las actuales fronteras del país fueron una “errónea concesión” de Vladimir Lenin en 1922 cuando accedió a conformar la República Socialista Soviética de Ucrania para poner fin a la guerra civil en Rusia, pero que nunca debería haber recibido la independencia cuando se disolvió la URSS.

Desde entonces hasta 2004, Rusia no presionó a Ucrania para que sea parte de la Federación Rusa porque logró cierta estabilidad con importantes figuras que a pesar de su nacionalismo ucraniano eran amigables con Rusia, como los presidentes Leonid Kravchuk y Leonid Kuchma.

Pero ese año, la elección entre Víktor Yúshchenko, un acérrimo anti-Rusia, y Víktor Yanukóvich, un leal a Putin, cambió todo. El Kremlin, queriendo evitar que llegue al poder en Ucrania un fuerte opositor a su país, intercedió en la elección para ayudar a Yanukóvich, con un fraude que quedó al descubierto y obligó a repetir los comicios.

La “Revolución Naranja” tomó las calles y la Comisión Electoral reconoció que hubo fraude asistido por Rusia, y en la nueva votación se impuso Yúshchenko. Pero Putin no dejó de intentar, y en 2010 logró colocar a Víktor Yanukóvich en la presidencia.

Ukraine Leader Brushes Off Moscow - WSJ
Yanukóvich se reúne con Putin, reanudando las relaciones de Ucrania con Rusia.

Yanukóvich tuvo una postura pro-Rusia explícita, y en 2013 frenó el ingreso de Ucrania a la Unión Europea, algo que Putin había estado intentando de bloquear por varios años.

El anuncio de que Ucrania se retiraría del acuerdo europeo despertó una serie de protestas en Kiev conocidas como el Euromaidán. Los manifestantes se declararon a favor de que Ucrania ingrese al bloque político europeo y pidieron la dimisión de Yanukóvich, que finalmente lograron en febrero del 2014.

Según Yanukóvich y el gobierno de Rusia, el Euromaidán fue financiado y organizado por el gobierno del entonces presidente Barack Obama, quien quería un cambio de gobierno en Ucrania. Cabe aclarar que la misma táctica utilizó en Medio Oriente, cuando financió la “Primavera Árabe” que llevó a varios cambios de régimen en todo el mundo árabe.

File:Euromaidan collage.jpg - Wikimedia Commons
Las protestas del Euromaidán duraron desde noviembre del 2013 hasta febrero del 2014, con la renuncia y exilio de Yanukóvich.

Tras la salida de Yanukóvich, quien hasta el día de hoy permanece exiliado en Moscú, Estados Unidos colocó a Petro Poroshenko en el poder, un mafioso y corrupto oligarca cercano al por entonces vicepresidente Joe Biden, quien inició los trámites nuevamente para ingresar a la Unión Europea y a la OTAN.

La reacción de Putin fue extrema. Ni bien Poroshenko asumió la presidencia, lanzó una invasión de la península de Crimea, y de una parte de la región del Donbás, donde por muchos años grupos separatistas pro-rusos habían estado buscando la independencia. Obama y Biden le soltaron la mano al títere que habían puesto, y lo dejaron a la merced de Putin, quien se quedó con el territorio ucraniano sin encontrar mayor resistencia.

Crisis en Ucrania | El conflicto entre Ucrania y Rusia, explicado con tres  mapas | El Periódico de España
En rojo, las regiones de Ucrania que Rusia anexó por la fuerza en 2014.

Dejado a su suerte, Poroshenko rápidamente abrió un canal de negociaciones con Putin, y se vendió a Rusia, congelando las negociaciones para entrar a la Unión Europea y la OTAN, a pesar de que discursivamente decía que tenía todas las intenciones de hacerlo.

La corrupción, la inestabilidad política y la pésima imagen de un presidente que vendió su país al mejor postor llevó a la abrumadora victoria en 2019 de Volodimir Zelénski, un comediante nacionalista de derecha que hizo campaña prometiendo tomar una dura postura contra Putin.

Zelénski arrasó en la campaña, venciendo por más del 70% de los votos a Poroshenko. Putin no intercedió para evitar su victoria porque estaba bajo un acuerdo de no agresión en la zona con el entonces presidente Donald Trump.

Trump había negociado con Putin que el ruso permitiría elecciones libres en Ucrania a cambio de que Estados Unidos redujera su presencia militar en Siria. Y las elecciones del 2019 fueron, según veedores internacionales, las más libres en décadas para la ex república soviética.

La postura de Zelénski fue inmediata, y reanudó las relaciones con la Unión Europea y, principalmente con la OTAN. Poroshenko había llegado a un acuerdo con Rusia de que los separatistas en el Donbás tendrían un gobierno propio en las ciudades de Donetsk y Lugansk, pero sin reconocer su total independencia; Zelénski inició medidas para dar marcha atrás con todo esto y recuperar la soberanía de ese territorio.

Volodymyr Zelensky wins Ukraine presidency by landslide | Financial Times
El presidente Zelénski celebraba su victoria en abril del 2019.

Ya sin Trump en la Casa Blanca, y después del bochorno internacional de Estados Unidos en Afganistán, Putin entendió que Biden no tendría la fuerza política para frenar cualquier acción suya en Ucrania.

Por eso, después de semanas de acumular tropas en la frontera y de movilizar más de 120.000 soldados, declaró que los gobiernos en Donetsk y Lugansk eran sus propias “repúblicas independientes”, y que debía entrar con las Fuerzas Armadas para evitar cualquier amenaza del gobierno de Ucrania a estas dos flamantes naciones.

Según el Kremlin, existe una enorme cantidad de rusos en Ucrania (leáse, ucranianos de etnia rusa) que sufren marginalización y discriminación por parte del actual gobierno, y sus reclamos de tener una nación independiente son callados por la fuerza por el actual gobierno en Ucrania.

Sea la justificación que sea, Putin ordenó una invasión a gran escala de Ucrania a las 6:00 a.m. (hora de Moscú) este 24 de febrero. Su objetivo declarado es doblegar al gobierno de Zelénski, y forzar dos cosas: 1) Que Ucrania reconozca a las Repúblicas de Donetsk y Lugansk, además reconocer a Crimea como territorio ruso; y 2) Un desarme de todo el territorio ucraniano, probablemente desmovilizando a las Fuerzas Armadas de Ucrania.

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Avance en la primera jornada de la invasión rusa a Ucrania.

Aparte de los objetivos declarados, se especula que Putin quiere anexar varias regiones del sur de Ucrania, uniendo todo el territorio desde Odesa hasta el Donbás. Esto lo hará a través de la celebración de referéndums donde se les preguntará a los ciudadanos si quieren ser parte de Rusia o de lo que quede de Ucrania; y dada la ocupación militar del territorio, es esperable que la respuesta sea abrumadoramente a favor de la anexión.

También podría remover al gobierno de Zelénski y llamar a nuevas elecciones nacionales, donde de nuevo, dada la ocupación militar no será una votación libre y democrática, y es certero que ganará un candidato afín a los intereses de Rusia.

Con la mitad de Ucrania en manos de Rusia, un gobierno títere en lo que quede del país y un Estados Unidos (OTAN) débil a cargo de figuras de izquierda como Joe Biden o las autoridades europeas, Putin habrá conseguido su concretar su gran ambición de “corregir el error histórico de los comunistas al dividr la nación rusa”, según él mismo dijo en su discurso del lunes.

Estados Unidos

Estados Unidos amenaza con desatar la Tercera Guerra Mundial: Blinken confirmó que quieren sumar a Ucrania a la OTAN

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Blinken insta a enviar más ayuda para Ucrania a medida que la OTAN se prepara para ingresar al país en guerra con Rusia a la alianza militar.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, dijo este jueves que Ucrania “sin dudas” eventualmente se unirá a la OTAN, ya que el apoyo al país sigue siendo “sólido como una roca” entre los estados miembros.

Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN. Nuestro propósito en la cumbre es ayudar a construir un puente hacia esa membresía“, dijo Blinken a los periodistas en Bruselas.

Cabe aclarar que el ingreso de esta nación a la organización del Atlántico forzaría a todos los actuales miembros, entre ellos Estados Unidos, a defender militar y personalmente a Ucrania, lo cual si sigue en guerra con Rusia, implicaría inmediatamente una declaración de guerra al país que lidera Vladimir Putin.

Basado en lo que escuché hoy… todos, incluido Estados Unidos, van a redoblar y, según sea necesario, profundizar sus esfuerzos para encontrar los recursos que Ucrania sigue necesitando“, dijo Blinken a los periodistas después de reunirse con los ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN en la sede de la alianza.

Si bien los miembros individuales de la OTAN han estado proporcionando armas a Ucrania, la organización en su conjunto se ha concentrado en brindar ayuda no letal por temor a una escalada de tensiones con Rusia a través de una participación más directa.

Más de 30 países han firmado o están en proceso de negociar acuerdos bilaterales con Ucrania, y nosotros mismos, Estados Unidos, estamos trabajando en nuestro propio acuerdo bilateral“, dijo.

Más temprano el jueves, Blinken se reunió con el Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en Bruselas, donde ambos discutieron la situación en el campo de batalla y las formas de reforzar el sector energético de Ucrania a la luz de los continuos ataques de Rusia.

Estados Unidos será el anfitrión de una cumbre de la OTAN en Washington del 9 al 11 de julio. Blinken discutió las prioridades para la reunión con Kuleba mientras la OTAN celebra su 75º aniversario, y allana el camino para el eventual ingreso de Ucrania.

Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN“, dijo Blinken. “Nuestro propósito de la cumbre es ayudar a construir un puente hacia esa membresía y crear un camino claro para que Ucrania avance“.

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Ucrania

Diplomacia en llamas: Ucrania desafía al Papa por llamar a la paz con Rusia y rechaza negociar con el “Dragón de la Guerra”

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La Embajada Ucraniana arremetió contra las palabras del Papa Francisco, asegurando que nadie le pidió a los Aliados que negocien la paz con la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial.

En un enfrentamiento diplomático sin precedentes, la Embajada de Ucrania cruzó a la Santa Sede y respondió con contundencia a las recientes declaraciones del Papa Francisco, quien abogó por la negociación de paz y el coraje de la “bandera blanca” en el conflicto ucraniano.

La embajada, a través de sus redes sociales, lanzó un mensaje desafiante, recordando la historia y cuestionando la posibilidad de entablar conversaciones con lo que denominan “el dragón de la guerra”.

La Segunda Guerra Mundial se convirtió en el epicentro del debate, con la Embajada ucraniana argumentando que durante aquel conflicto nadie consideró seriamente negociar la paz con Hitler, y vencer al Nazismo era la única opción viable.

¡Es muy importante ser coherentes! Cuando hablamos de la Tercera Guerra Mundial, que enfrentamos ahora, debemos aprender las lecciones de la Segunda Guerra Mundial“, expresó la liga diplomática ucraniana en un tono desafiante.

¿Alguien habló seriamente de las negociaciones de paz con Hitler y de la bandera blanca para satisfacerlo? Así que la lección es solo una: ¡si queremos terminar la guerra, tenemos que hacer todo lo posible para matar al Dragón!“, concluyó el mensaje, elevando la tensión en el ya complicado escenario internacional.

La entrevista del Papa Francisco a la Radio Televisión Suiza desató la controversia al instar a la valentía de la “bandera blanca” y a la negociación como medios para poner fin al conflicto en Ucrania. El pontífice destacó que negociar no es rendirse y abogó por la intervención de las potencias internacionales en el proceso de paz.

Sin embargo, la Embajada Ucraniana se mantuvo firme en su posición, desestimando la perspectiva papal y centrándose en la analogía con la Segunda Guerra Mundial para respaldar su postura contra las negociaciones.

El Vaticano, en un intento de suavizar la controversia, matizó que el Papa no se refería a la rendición, sino a la negociación como un medio para alcanzar un cese de hostilidades. Matteo Bruni, portavoz vaticano, aclaró que el término “bandera blanca” simbolizaba la tregua lograda mediante la valentía de la negociación.

A pesar de este intento de aclaración, la Embajada Ucraniana persiste en su posición, instando a la comunidad internacional a no ceder ante la idea de negociar con lo que ellos denominan el “Dragón”.

El enfrentamiento entre la fe y la política internacional ha avivado las llamas de la diplomacia, generando incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre Ucrania y la Santa Sede. Las tensiones geopolíticas se intensifican en un momento en que la comunidad internacional observa con atención la evolución del conflicto ucraniano.

La firmeza de la Embajada Ucraniana en su rechazo a las negociaciones, junto con las palabras del Papa Francisco, sitúan a esta disputa en el epicentro de un debate crucial sobre la paz, la valentía y la estrategia diplomática.

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Hungría

Orbán anunció que dejará de bloquear las ayudas a Ucrania después de conversar con Zelenski en la asunción de Milei

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Se trata de un paquete por 50.000 millones de euros que necesita la aprobación de Hungría para poder desplegarse. A cambio del visto bueno para las ayudas, el Gobierno de Orbán exigirá una mayor ampliación de los fondos habilitados para financiar las necesidades fiscales de Hungría de manera no inflacionaria.

Después de haber entablado conversaciones durante la ceremonia de asunción del presidente Javier Milei, el presidente Volodímir Zelenski de Ucrania y el Primer Ministro Viktor Orbán de Hungría arribaron a una histórica reconciliación en representación de ambos países.

Lo que no pudieron conseguir meses de negociación diplomática, lo pudo conseguir una invitación del presidente Milei en cuestión de pocas horas. A partir de este encuentro, el Gobierno de Orbán anunció que dejará de bloquear las ayudas de la Unión Europea para Ucrania a través de Hungría.

De esta manera, Hungría abre las puertas para un paquete de financiamiento de hasta 50.000 millones de euros (equivalentes a 50.000 millones de dólares) para Kiev, en una fuerte señal en contra del alineamiento con Rusia. Los recursos serían empleados en la financiación de nuevo armamento, alimentos y energía.

Los recursos son de vital importancia para Ucrania, que debe sostener un déficit primario superior al 14% del PBI para las demandas del conflicto bélico. Asimismo, el resultado financiero total de Ucrania marcó un rojo de casi 20 puntos del PBI en 2023, según la última estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) correspondiente a octubre.

El gasto militar disparó las erogaciones de Ucrania hasta el umbral del 66% del PBI en 2022, y más de 63% estimado para 2023. Sin embargo, los ingresos a duras penas fluctuaron entre el 43% y el 50% del PBI desde el estallido de la guerra, pese a las medidas de emergencia adoptadas por Zelenski. 

En solo dos años, la deuda bruta de Ucrania se incrementó drásticamente del 49% del PBI a más del 78% en 2022, y más de 88% para el cierre de 2023. El FMI sugiere que el stock relativo de la deuda continuará creciendo por lo menos hasta 2025, y en el marco de una economía virtualmente devastada por una guerra en su propio territorio.

A cambio de aprobar el paquete de ayuda, el Gobierno de Orbán exige que la Unión Europea regularice los envíos de fondos adeudados por desembolsar en Hungría, los cuales ascienden a los por lo menos 30.000 millones de euros. Esto incluye el financiamiento para cubrir los desajustes sobre las finanzas públicas.

La UE había retrasado sistemáticamente la entrega de estos fondos por cuestiones meramente políticas y discrecionales. El déficit primario de Hungría comenzó a reducirse a partir del segundo trimestre de 2023, y se espera una mayor convergencia para las reglas de Maastricht a partir del año fiscal 2024.

Hungría también daría su visto bueno para la ampliación de los recursos presupuestados en el financiamiento de la protección fronteriza, una demanda recurrente por parte de Budapest, y también la concesión de subsidios adicionales sobre la energía en respuesta al shock de precios relativo que provocó la guerra en Ucrania.

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