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Ucrania

Qué es el Batallón Azov, la brigada neonazi del Ejército de Ucrania que Obama y Biden ayudaron a crear

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El grupo nació de las barrabravas de equipos de fútbol ucranianos y con miles de millones de dólares en subsidios desde Estados Unidos se convirtieron en la división más importante de la Guardia Nacional de Ucrania.

Corría el año 2014 y Putin daba su primer paso militar en Ucrania. Pocos meses antes, el gobierno de Barack Obama había incitado una revolución en el país para forzar la renuncia del presidente pro-ruso Víktor Yanukóvich, quien sería reemplazado por el infame Petro Poroshenko.

Como en Libia o Túnez unos años antes, Obama a través de su Departamento de Estado había logrado otro cambio de régimen en un país fuera de la esfera de influencia de Estados Unidos, y había puesto a un títere de la Casa Blanca en el poder.

Pero a diferencia de lo ocurrido en África, Rusia no dejaría pasar esta movida propia de la Guerra Fría. El 20 de febrero de ese año, Putin ordenaba una operación militar sobre la península de Crimea y sobre la región del Donbás.

Estados Unidos no quería que las Fuerzas Armadas de Ucrania se involucraran en un combate directo con las tropas rusas, con el fin de desescalar la situación y evitar una invasión a gran escala como estamos viendo hoy. Esto llevó a que el Pentágono diagramara una defensa ucraniana con grupos paramilitares que pudieran iniciar una brutal y sanguinaria guerrilla contra Rusia.

Así es como en mayo del 2014 nace el Batallón Azov. En la ciudad de Járkov, el gobierno de Ucrania empieza a repartir armas provenientes de Estados Unidos a los barrabravas del club FC Metalist, la “Secta 82“, y pronto se los integra a la Policía de Tareas Especiales del oblast de Zaporiyia.

El gobierno interino de Oleksandr Turchínov (Poroshenko llegaría en junio) les asigna un masivo presupuesto y habilita en sus filas hasta 12.000 miembros. El grupo creció rápidamente y pasó a ser la principal fuerza de defensa de la región del Donbás, de Járkov y de la ciudad de Mariúpol, donde exitosamente repelieron una invasión rusa en septiembre del 2014.

La hazaña en Mariúpol les ganó el respeto de la población ucraniana, y ese mismo mes, ya con Poroshenko en el poder, el batallón fue incorporado a la Guardia Nacional como “Regimiento Azov”, poniéndose bajo la órbita del Ministerio del Interior del gobierno de Ucrania.

Desde entonces, el grupo tendría el total apoyo del Estado ucraniano. Dentro de la aprobación del presupuesto anual que se vota en el Parlamento, el Regimiento aparece en un apartado especial con una cantidad de dinero asignada como parte del gasto militar oficial del gobierno.

Pero la cadena de pagos que le llega al Regimiento Azov es incluso más compleja. Entre 2014 y 2019, el gasto militar ucraniano fue en un 60% subsidiado por Estados Unidos y la Unión Europea, entre subsidios directos, garantías de préstamos y envío de armas y tecnología. Una buena parte de esto llegaría a las manos de los Azov.

En síntesis, Obama, un presidente afroamericano que denunciaba a sus opositores de neonazis y supremacistas blancos, inició un sistema de subsidios para bancar la estructura de un batallón constituido por neonazis de verdad.

Ukraine Uses 'Pig-Fat Bullets' To Deflate Russian Aggression While Moscow  Determined To De-Nazify Kiev, Remove Zelensky
Una de las fotos más viralizadas del Batallón Azov, mezclando la bandera del grupo, la esvástica nazi y la bandera de la OTAN, la organización internacional que en última instancia, los financia.

Batallón Azov: La principal fuerza neonazi del mundo

El grupo no oculta su antisemitismo y su culto al simbolismo nazi. Su bandera tiene el emblema Wolfsangel, utilizado por las SS alemanas, y de hecho sus miembros aseguran ser los descendientes directos de las fuerzas paramilitares de Hitler.

A su vez, sus miembros aseguran estar peleando contra “judíos de etnia rusa” en las ciudades de Donetsk y Lugansk, y que las ideas separatistas para unirse a Rusia “se basan en una conspiración judía para destruir a Ucrania“.

Esto resulta falso incluso desde un punto de vista demográfico. Entre las 6 millones de personas que viven en la región del Donbás, solo 50.000 pueden considerarse judíos, menos del 1%.

Su ideología neonazi no es casualidad. El grupo tiene sus orígenes en pandillas criminales y en los ultras del mundo del fútbol, que en Europa tienen una larga trayectoria asociada a lo skinheads y a los neonazis. Además, cuando se les asignó un presupuesto, abrieron la posibilidad de que personas de cualquier parte del mundo viajen al Donbás a entrenar y ser parte del Batallón.

Neonazis de todo el mundo viajan a Ucrania, se entrenan con el Batallón Azov y vuelven a sus países radicalizados, una situación similar a los musulmanes que viajaban a Siria para entrenarse con ISIS, pero en este caso con el aval de la OTAN y el G7.

Ucrania: la historia del Batallón Azov | Cuando Putin habla de  "desnazificar" se refiere a este grupo | Página12
Miembros del Batallón Azov con sus banderas.

Hasta aquí toda la información está confirmada. Pero también pesan sobre el Batallón Azov acusaciones de violaciones de los derechos humanos que, si bien no han sido confirmadas completamente como una política institucionalizada del Regimiento que pertenece a la Guardia Nacional ucraniana, hay extensiva evidencia de que ocurren este tipo de transgresiones a la integridad humana en la región del Donbás.

Desde 2014 hasta la invasión de Rusia la semana pasada, una división del Batallón Azov se encargaba de mantener a raya los sentimientos separatistas en la región del Donbás a través de una brutal persecución de ucranianos de etnia rusa.

Hay videos de miembros del Batallón Azov crucificando personas, que por cuestiones de sensibilidad del lector no vamos a compartir pero son fáciles de encontrar hasta en YouTube, otros de arrestos arbitrarios donde rusos son llevados a cárceles en condiciones inhumanas solo comparables a los campos de concentración de la Alemania Nazi.

El gobierno de Ucrania asegura que estos son grupos minoritarios dentro del Regimiento, “menos del 10%“, dijo el portavoz del Ministerio del Interior en 2015, y que no hay una política institucionalizada en la Guardia Nacional de cometer estas atrocidades.

Rusia presentó un documento en 2018 ante la ONU denunciando que una división de las Fuerzas Armadas de Ucrania (en referencia a los Azov) estaba cometiendo un genocidio de judíos rusos en el Donbás. Sin embargo, cuando las autoridades de las Naciones Unidas le pidieron al Kremlin que adjuntara evidencia de esto, Putin retiró el documento y cerró la denuncia.

Sin embargo, es claro que siguió con la idea de que está ocurriendo un genocidio en el Donbás porque una de las tantas justificaciones que dio a su invasión del pasado 24 de febrero fue la “desnazificación” del sur de Ucrania.

Estados Unidos

Estados Unidos amenaza con desatar la Tercera Guerra Mundial: Blinken confirmó que quieren sumar a Ucrania a la OTAN

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Blinken insta a enviar más ayuda para Ucrania a medida que la OTAN se prepara para ingresar al país en guerra con Rusia a la alianza militar.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, dijo este jueves que Ucrania “sin dudas” eventualmente se unirá a la OTAN, ya que el apoyo al país sigue siendo “sólido como una roca” entre los estados miembros.

Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN. Nuestro propósito en la cumbre es ayudar a construir un puente hacia esa membresía“, dijo Blinken a los periodistas en Bruselas.

Cabe aclarar que el ingreso de esta nación a la organización del Atlántico forzaría a todos los actuales miembros, entre ellos Estados Unidos, a defender militar y personalmente a Ucrania, lo cual si sigue en guerra con Rusia, implicaría inmediatamente una declaración de guerra al país que lidera Vladimir Putin.

Basado en lo que escuché hoy… todos, incluido Estados Unidos, van a redoblar y, según sea necesario, profundizar sus esfuerzos para encontrar los recursos que Ucrania sigue necesitando“, dijo Blinken a los periodistas después de reunirse con los ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN en la sede de la alianza.

Si bien los miembros individuales de la OTAN han estado proporcionando armas a Ucrania, la organización en su conjunto se ha concentrado en brindar ayuda no letal por temor a una escalada de tensiones con Rusia a través de una participación más directa.

Más de 30 países han firmado o están en proceso de negociar acuerdos bilaterales con Ucrania, y nosotros mismos, Estados Unidos, estamos trabajando en nuestro propio acuerdo bilateral“, dijo.

Más temprano el jueves, Blinken se reunió con el Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en Bruselas, donde ambos discutieron la situación en el campo de batalla y las formas de reforzar el sector energético de Ucrania a la luz de los continuos ataques de Rusia.

Estados Unidos será el anfitrión de una cumbre de la OTAN en Washington del 9 al 11 de julio. Blinken discutió las prioridades para la reunión con Kuleba mientras la OTAN celebra su 75º aniversario, y allana el camino para el eventual ingreso de Ucrania.

Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN“, dijo Blinken. “Nuestro propósito de la cumbre es ayudar a construir un puente hacia esa membresía y crear un camino claro para que Ucrania avance“.

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Ucrania

Diplomacia en llamas: Ucrania desafía al Papa por llamar a la paz con Rusia y rechaza negociar con el “Dragón de la Guerra”

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La Embajada Ucraniana arremetió contra las palabras del Papa Francisco, asegurando que nadie le pidió a los Aliados que negocien la paz con la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial.

En un enfrentamiento diplomático sin precedentes, la Embajada de Ucrania cruzó a la Santa Sede y respondió con contundencia a las recientes declaraciones del Papa Francisco, quien abogó por la negociación de paz y el coraje de la “bandera blanca” en el conflicto ucraniano.

La embajada, a través de sus redes sociales, lanzó un mensaje desafiante, recordando la historia y cuestionando la posibilidad de entablar conversaciones con lo que denominan “el dragón de la guerra”.

La Segunda Guerra Mundial se convirtió en el epicentro del debate, con la Embajada ucraniana argumentando que durante aquel conflicto nadie consideró seriamente negociar la paz con Hitler, y vencer al Nazismo era la única opción viable.

¡Es muy importante ser coherentes! Cuando hablamos de la Tercera Guerra Mundial, que enfrentamos ahora, debemos aprender las lecciones de la Segunda Guerra Mundial“, expresó la liga diplomática ucraniana en un tono desafiante.

¿Alguien habló seriamente de las negociaciones de paz con Hitler y de la bandera blanca para satisfacerlo? Así que la lección es solo una: ¡si queremos terminar la guerra, tenemos que hacer todo lo posible para matar al Dragón!“, concluyó el mensaje, elevando la tensión en el ya complicado escenario internacional.

La entrevista del Papa Francisco a la Radio Televisión Suiza desató la controversia al instar a la valentía de la “bandera blanca” y a la negociación como medios para poner fin al conflicto en Ucrania. El pontífice destacó que negociar no es rendirse y abogó por la intervención de las potencias internacionales en el proceso de paz.

Sin embargo, la Embajada Ucraniana se mantuvo firme en su posición, desestimando la perspectiva papal y centrándose en la analogía con la Segunda Guerra Mundial para respaldar su postura contra las negociaciones.

El Vaticano, en un intento de suavizar la controversia, matizó que el Papa no se refería a la rendición, sino a la negociación como un medio para alcanzar un cese de hostilidades. Matteo Bruni, portavoz vaticano, aclaró que el término “bandera blanca” simbolizaba la tregua lograda mediante la valentía de la negociación.

A pesar de este intento de aclaración, la Embajada Ucraniana persiste en su posición, instando a la comunidad internacional a no ceder ante la idea de negociar con lo que ellos denominan el “Dragón”.

El enfrentamiento entre la fe y la política internacional ha avivado las llamas de la diplomacia, generando incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre Ucrania y la Santa Sede. Las tensiones geopolíticas se intensifican en un momento en que la comunidad internacional observa con atención la evolución del conflicto ucraniano.

La firmeza de la Embajada Ucraniana en su rechazo a las negociaciones, junto con las palabras del Papa Francisco, sitúan a esta disputa en el epicentro de un debate crucial sobre la paz, la valentía y la estrategia diplomática.

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Hungría

Orbán anunció que dejará de bloquear las ayudas a Ucrania después de conversar con Zelenski en la asunción de Milei

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Se trata de un paquete por 50.000 millones de euros que necesita la aprobación de Hungría para poder desplegarse. A cambio del visto bueno para las ayudas, el Gobierno de Orbán exigirá una mayor ampliación de los fondos habilitados para financiar las necesidades fiscales de Hungría de manera no inflacionaria.

Después de haber entablado conversaciones durante la ceremonia de asunción del presidente Javier Milei, el presidente Volodímir Zelenski de Ucrania y el Primer Ministro Viktor Orbán de Hungría arribaron a una histórica reconciliación en representación de ambos países.

Lo que no pudieron conseguir meses de negociación diplomática, lo pudo conseguir una invitación del presidente Milei en cuestión de pocas horas. A partir de este encuentro, el Gobierno de Orbán anunció que dejará de bloquear las ayudas de la Unión Europea para Ucrania a través de Hungría.

De esta manera, Hungría abre las puertas para un paquete de financiamiento de hasta 50.000 millones de euros (equivalentes a 50.000 millones de dólares) para Kiev, en una fuerte señal en contra del alineamiento con Rusia. Los recursos serían empleados en la financiación de nuevo armamento, alimentos y energía.

Los recursos son de vital importancia para Ucrania, que debe sostener un déficit primario superior al 14% del PBI para las demandas del conflicto bélico. Asimismo, el resultado financiero total de Ucrania marcó un rojo de casi 20 puntos del PBI en 2023, según la última estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) correspondiente a octubre.

El gasto militar disparó las erogaciones de Ucrania hasta el umbral del 66% del PBI en 2022, y más de 63% estimado para 2023. Sin embargo, los ingresos a duras penas fluctuaron entre el 43% y el 50% del PBI desde el estallido de la guerra, pese a las medidas de emergencia adoptadas por Zelenski. 

En solo dos años, la deuda bruta de Ucrania se incrementó drásticamente del 49% del PBI a más del 78% en 2022, y más de 88% para el cierre de 2023. El FMI sugiere que el stock relativo de la deuda continuará creciendo por lo menos hasta 2025, y en el marco de una economía virtualmente devastada por una guerra en su propio territorio.

A cambio de aprobar el paquete de ayuda, el Gobierno de Orbán exige que la Unión Europea regularice los envíos de fondos adeudados por desembolsar en Hungría, los cuales ascienden a los por lo menos 30.000 millones de euros. Esto incluye el financiamiento para cubrir los desajustes sobre las finanzas públicas.

La UE había retrasado sistemáticamente la entrega de estos fondos por cuestiones meramente políticas y discrecionales. El déficit primario de Hungría comenzó a reducirse a partir del segundo trimestre de 2023, y se espera una mayor convergencia para las reglas de Maastricht a partir del año fiscal 2024.

Hungría también daría su visto bueno para la ampliación de los recursos presupuestados en el financiamiento de la protección fronteriza, una demanda recurrente por parte de Budapest, y también la concesión de subsidios adicionales sobre la energía en respuesta al shock de precios relativo que provocó la guerra en Ucrania.

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