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Lituania

Lituania le pide a su población que se deshaga de celulares chinos por serias vulneraciones a la seguridad

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Una investigación del gobierno lituano determinó que los smartphones vendidos en Europa por las compañías Huawei y Xiaomi pueden detectar y censurar términos que se escriben en mensajes o correos electrónicos.

El gobierno lituano ha desaconsejado a su población el uso de teléfonos móviles fabricados en China, por empresas como Huawei o Xiomi, luego de la publicación de un informe donde se han detectado problemas de seguridad y fallas en la protección de datos.

El Ministerio de Defensa del país recomendó a la población no comprar estos celulares, mientras trabajan para frenar su importación al país, y pidieron que quienes ya tienen ese tipo de dispositivos que deshagan de este mes de octubre.

Así lo comunicó el viceministro de Defensa lituano, Margiris Abukevicius"Nuestra recomendación es no comprar teléfonos móviles chinos y deshacerse lo más pronto posible de los que ya se tengan", dijo a medios locales. 

Dentro del informe se dice que Huawei dirige a los usuarios a una tienda con aplicaciones que contenían troyanos y el de Xiaomi contiene aplicaciones preinstaladas que permite censurar determinados contenidos y espiar las actividades del usuario. Las aplicaciones detectan expresiones como "Tíbet libre", "Viva la independencia de Taiwán" o "Movimiento democrático" y las censuran. 

La emisora pública lituana LRT.lt, entrevistó al representante de Huawei en Lituania, quien ha desestimado las acusaciones de vulnerabilidad y se ha negado a comentar sobre el hecho que Lituania prohibiera a los fabricantes "no fiables", es decir, a Huawei y otras empresas chinas, el suministro de su red 5G en el país en una legislación  aprobada en mayo.

Antecedentes

De todas formas, no es la primera vez que la empresa china Xiaomi se ve envuelta en cuestionamientos de este tipo. El año pasado fue acusada de monitorear los datos de navegación privados y el uso de aplicaciones de sus usuarios. Esta infracción le significó tener que modificar el navegador Mi Browser para no capturar información en modo incógnito automáticamente. Sobre estas acusaciones la compañía no se ha pronunciado hasta el momento, pero sí ha cambiado el código fuente del navegador

Interferencias como estas son comunes en China, país en el que el régimen comunista ejerce un fuerte control sobre la vida privada de los ciudadanos. Por ejemplo, el Partido Comunista de China (PCCh) utiliza un sistema de puntuación  para premiar y castigar a los habitantes según su obediencia al régimen. Para poder determinar estos créditos, el régimen accede a todos los mensajes, correos electrónicos y llamadas de los usuarios de Huawei, Xiamoi y otras marcas nacionales. Del mismo modo, controla ferozmente el uso de Internet y redes sociales. 

En el caso de Lituania, los hallazgos se dan en medio de una creciente tensión diplomática entre el país báltico y China. Recientemente Taiwán anunció que abriría una Embajada en Lituania, lo que causó enojo en el gobierno de Beijing.  

Ante ello, el gigante asiático respondió exigiendo la retirada del embajador lituano en Pekín. Asimismo, afirmó que retiraría a su representante en Vilna, capital de Lituania, además de cancelar una serie de inversiones en el país.

De todas formas, el peso pesado en esta relación será la Unión Europea, ante la cual Lituania ha pedido que analice los productos tecnológicos que llegan de China y evalúe prohibirlos.


Por Alfonso Lorenzo de Olmos. Para La Derecha Diario.

Economía

El ingreso por habitante de España no creció en los últimos 15 años y ya lo supera hasta Lituania

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La renta per cápita de Lituania logró equiparar a la de España por primera vez en la historia. El modelo económico de Lituana demostró un rotundo éxito por sobre otras economías europeas con una excesiva cantidad de regulaciones e impuestos distorsivos. 

La economía española muestra signos de agotamiento a pesar de los diversos programas de estímulo fiscal llevados a cabo por sucesivas administraciones. El peso creciente de regulaciones e impuestos distorsivos limaron el potencial de crecimiento del país, en detrimento de otras economías europeas.

El ingreso per cápita real de España no logró crecer absolutamente nada entre 2007 y 2022, un efecto que se explica principalmente por la fuerte recesión en medio de la crisis inmobiliaria del año 2008 y su profundización definitiva hasta 2012.

La recuperación cíclica de la economía no logró recobrar la tendencia de crecimiento previa a la crisis, y en este contexto impactó el shock por la pandemia a partir del primer trimestre de 2020. La economía española perdió el dinamismo y parece haber entrado en un “estado estacionario” similar al que aparentemente experimenta la economía de Japón.

Pero en un caso diametralmente opuesto, la economía de Lituania logró un fuerte crecimiento del 52% en su renta por habitante entre 2007 y 2022. El país debió emprender un severo paquete de reformas estructurales para abandonar el sistema comunista y de planificación centralizada, y adoptar la economía de mercado. 

Con estas estadísticas, España cerrará el año 2022 con una renta per cápita equivalente a los 39.500 dólares, mientras que Lituania finalizará el año en los 39.200 dólares, una cifra muy aproximada. Tan solo hace 15 años la diferencia entre ambos países equivalía a los 15.000 dólares, hoy solamente 300 dólares separan el ingreso de ambas economías. 

Las reformas incluyeron la privatización de las antiguas y masivas empresas estatales, la desregulación de la economía para asentar los derechos de propiedad, la flexibilización de la legislación laboral y la apertura al comercio internacional. Las mismas fueron continuadas y profundizadas a lo largo de la década de los 2000. 

El tamaño del Estado en Lituania representaba hasta el 33% del PBI hasta 2019 (antes de la pandemia), y logró bajar rápidamente del 43% al 35% del producto una vez superada la crisis de 2008. 

El caso español parece seguir la dirección contraria, ya que el Estado llegó a representar el 42,3% del PBI hasta antes de la llegada de la pandemia, y alcanzó un máximo de hasta el 49,5% en 2012 y durante plena recesión posterior a la crisis inmobiliaria.

La calidad de las finanzas públicas también diverge entre ambos países, ya que Lituania logró mantener el equilibrio financiero desde el año 2005 con la sola excepción de los períodos de recesión. El equilibrio financiero no solo incluye los saldos corrientes del Estado, sino también los intereses por la deuda. 

Por el contrario, España abandonó la responsabilidad fiscal tras el estallido de la crisis inmobiliaria en 2007 y no volvió a recuperarla desde entonces. El último superávit fiscal concretado fue en ese mismo año y alcanzó el 1,9% del PBI, y desde entonces se promedió un desequilibrio de casi 6 puntos por año. 

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