La Oficina Federal de Estadística de Alemania difundió el reporte de delitos sexuales por pedido del partido de derecha AfD. Desde 2009 que el gobierno se negaba a publicar esta información.
Alemania atraviesa una ola de delitos sexuales hace ya varios años. Si bien la policía lleva registro de las nacionalidades de los violadores que atrapa, estos datos no son públicos. Sin embargo, como ocurre en otros países europeos, se sospechaba que una importante cantidad de estos ataques son cometidos por inmigrantes.
Es por eso que el grupo parlamentario del partido derechista AfD (Alternativa por Alemania) hizo un pedido al Gobierno nacional para que haga públicos estos datos. Esta semana, después de muchas batallas legales, finalmente la Oficina Federal de Estadística de Alemania, dependiente del gobierno nacional, debió publicar una larga lista de todas las nacionalidades de las personas que cometieron delitos sexualesen 2020.
Los números asustan. El 42% de las incidencias fueron provocadas por inmigrantes, mayormente turcos, afganos y sirios, todos de religión musulmana. Además, en los casos de agresión sexual donde no llega a haber violación, los extranjeros representan un 50% de los delitos.
Como se sospechaba, la ola de casos está relacionada a la ola de imigración masiva que el país viene sufriendo desde el 2011. A datos del 2009, la última vez que se había hecho pública la nacionalidad de los que cometieron delitos sexuales, los inmigrantes apenas representaban un 11% de los delitos sexuales.
Estas cifras llaman poderosamente la atención considerando que los inmigrantes apenas representan aproximadamente un 16% de la población, mientras que en las cifras de delitos sexuales representan casi la mitad de los crímenes.
Una disparidad que solo puede explicarse por la arcaica cultura que tienen los inmigrantes que han llegado al país desde la Primavera Árabe, y cómo el Estado alemán no hace nada por asimilarlos a la suya.
Sin lugar a dudas, culpa del gobierno de Merkel, quien siempre tuvo vergüenza de la cultura alemana, y sentía culpa por el nazismo, hechos que ya pasaron hace 75 años. Esto la llevó a pregonar que “todas las culturas son buenas” y a eliminar la educación eurocentrista de las escuelas.
Los casos más brutales que han tenido que sufrir las mujeres alemanas
Los casos de terribles delitos sexuales cometidos por musulmanes inmigrantes en Alemania han llamado la atención de los medios internacionales en múltiples ocasiones, como sucedió a mediados de 2019, cuando unamanada de 6 jóvenes búlgaros de ascendencia árabe y religión islámica de entre 14 y 17 años violaron a una chica discapacitada de 13 años y filmaron la agresión, siendo liberados poco tiempo después por ser inimputables gracias a su corta edad.
Stephan Brandner, parlamentario de AFD, dijo a un diario local: “La proporción de sospechosos no-alemanes en delitos de naturaleza sexual, como la violación, es impactante. Las mujeres alemanas en particular podrían haberse ahorrado mucho sufrimiento si las fronteras no hubieran estado abiertas para todos“.
3 de los 6 implicados en el escándalo con una joven discapacitada.
A pesar de que los medios trataron de ocultarlo, finalmente se supo que el criminal era Ali Bashar Ahmad Zebari, un refugiado iraquí que trajo Merkel en 2015. Obviamente, de religión musulmana.
Zebari ingresó a Alemania en octubre del 2015, habiendo llegado con un grupo de más de 100 refugiados del kurdistán iraquí. Permaneció un tiempo en el campamento de refugiados de Erbenheim. En 2016 su permiso de residencia fue rechazado por cometer actos violentos contra otros refugiados, pero por las políticas pro-inmigración de Merkel, no fue deportado.
La interceptó a Feldmann una fatídicia noche del 22 de mayo del 2018, donde la violó y finalmente la estranguló hasta su muerte. Fue condenado a tan solo 15 años de prisión por esta brutalidad.
Enojados por las celebraciones cristianas de la Navidad, cientos de musulmanes decidieron salir en la noche del 31 de diciembre del 2015 a violar mujeres alemanas. Tan solo en Colonia, más de 1.200 mujeres fueron agredidas sexualmente.
Según reportó la Policía, en muchos casos, grupos de estos refugiados salían a las calles, y cuando veían a una mujer (o incluso grupo de mujeres), la rodeaban, la golpeaban, y se la llevaban a una plaza donde la violaban, varias veces en la misma noche.
De los 153 condenados, el 40% eran inmigrantes africanos de Algeria, 25% de Marruecos, 15% de Irak y el restante de Siria, Turquía o Egipto. Solo el 12% de los condenados estaba en Alemania ilegalmente, el resto, todos tenían un permiso de residencia por ser refugiados. Se cree que hubo más de 300 violadores, pero solo se pudo atrapar a 153.
Pero lo más terrible de este caso es que mientras en Colonia los alemanes explotaban de la furia, organizaban marchas en contra del gobierno y creaban grupos de vigilantes nocturnos; los medios internacionales escribían artículos enteros asegurando que la “ola masiva de violaciones” era un mito o una teoría conspirativa de la extrema derecha.
La empresa energética alemana Uniper colocó la compra de gas ruso en rublos: “Si no importamos el gas desde Rusia, no podremos cumplir con contratos firmados hace más de un año”.
Uniper, una de las mayores empresas energéticas de Alemania, ha dicho que se está preparando para comprar gas ruso mediante un sistema de pago que convertirá los euros en rublos, cumpliendo la exigencia del Kremlin de que todas las transacciones se realicen en la moneda rusa.
De esta manera, Rusia logra aumentar la demanda para su moneda, evitar que se devalúe y también esquivar las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Según las autoridades de la empresa, tuvieron varias reuniones con el canciller Olaf Scholz donde quedaron en que el mandatario buscaría firmar un acuerdo de emergencia con otros países para importar el gas, pero que esperaron “todo lo posible” y el jefe de Gobierno no trajo ninguna alternativa.
Según se informa, otras empresas energéticas europeas se están preparando para hacer lo mismo en medio de preocupaciones sobre cortes de suministro en las próximas semana. Uniper dijo que no tenía otra opción, ya que si no importaba este gas, incumpliría contratos con otras empresas y se vería abierto a juicios multimillonarios.
“Para nuestra empresa y para Alemania en su conjunto, no es posible prescindir del gas ruso a corto plazo; esto tendría consecuencias dramáticas para nuestra economía“, declaró un portavoz de la empresa.
El mayor proveedor de energía de Alemania, RWE, está enfrentando problemas similares a los de Uniper, pero por el momento se negó a comentarsi importaría gas ruso.
El martes, Polonia y Bulgaria se negaron a pagar el gas en rublos, lo que llevó a la empresa estatal rusa de gas Gazprom a cerrar el suministro. Polonia tiene el puerto de Gdansk, con la tecnología instalada para acomodar barcos de gas licuado, por lo que el primer ministro Mateusz Morawiecki está en negociaciones con otros países para importar gas por allí.
Por el momento, Alemania no prohibió a las empresas de su país a pagar en rublos los contratos con Gazprom, pero muchas voces critican que las compañías alemanas están financiando la invasión rusa en Ucrania, mientras sacan comunicados denunciando a Putin por la guerra.
Olaf Scholz ha demostrado ser incompetente para negociar con otros países, y hasta el momento solo ha logrado un acuerdo con Polonia para transportar el gas licuado que eventualmente entre al puerto polaco a la refinería en Schwedt, para insertarlo rápidamente en el sistema alemán.
Polonia, uno de los más firmes defensores de sanciones más duras contra Rusia, dijo que la Unión Europea debería penalizar a los países que permitan a sus empresas pagar el gas ruso en rublos, pero por ahora la Comisión Europea ha hecho un gran trabajo en mirar para otro lado.
La principal apuesta de la Unión Europea es abastecer su demanda de gas interna con la producción de Noruega y Dinamarca, que a pesar de sus discursos ambientalistas son dos de los productores de gas natural más grandes del mundo.
Sin embargo, su producción por ahora no alcanza para cubrir las masivas demandas de países como Alemania y al no tener un gasoducto propio entre Noruega y Europa, los costos de transporte simplemente son demasiado altos.
Polonia está construyendo el gasoducto Baltic Pipe con Noruega, pero su inauguración está programada para enero del 2023, por lo que no es una solución a corto plazo, y países como Alemania simplemente no pueden depender de estar opción porque pasarían el resto del año sin energía.
El canciller Scholz se comprometió a crear un fondo para “modernizar” las Fuerzas Armadas alemanas y llevar el gasto en Defensa al 2% del PBI.
El canciller Olaf Scholz anunció ante el Parlamento el domingo pasado que invertirá 100.000 millones de euros (US$113.000 millones) en un fondo especial para modernizar las Fuerzas Armadas del país, en medio de una escalada de la guerra en Ucrania.
El líder socialista también se comprometió a llevar el gasto en Defensa anualmente a más del 2% del producto interno bruto, un requisito clave para ser miembro de la OTAN que por décadas Alemania no había cumplido, hasta que llegó Trump.
Tras ser presionada por el ex mandatario republicano, la entonces canciller Merkel se había comprometido en 2019 a elevar el gasto a por lo menos 2% del PBI, pero la pandemia y la posterior salida de Trump de la Casa Blanca hizo que Alemania suspendiera aquella política de Estado.
Sin embargo, ahora con la guerra, el gobierno alemán se dio cuenta de la importancia de estar en regla con la OTAN y llevarán finalmente el gasto a los niveles prometidos.
Por su parte, el fondo especial se pagará mediante una adición al presupuesto de 2022, dijo Scholz el domingo en el texto preparado para un discurso ante una sesión especial de la Cámara Baja del Bundestag en Berlín.
La modernización de las Fuerzas alemanas “no se materializará de una día para el otro”, aclaró Scholz, pero advirtió que la necesidad de hacer frente a “la guerra de Putin” no permiten demoras.
Además, se establecerá un fondo de asistencia financiera, humanitaria y militar para Ucrania. Según el propio Scholz, su gobierno trabaja “con la industria alemana y con el gobierno ucraniano” para tratar de establecer de qué material se dispone y cómo puede entregarse.
En la conferencia virtual con los líderes de Estados Unidos, Joe Biden; de Francia, Emmanuel Macron; y Polonia, Andrzej Duda; entre otros, así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el mandatario alemán aseguró que “El objetivo es fortalecer al Ejército ucraniano para que pueda hacer frente al ataque ruso hasta que Putin se quede sin recursos”.
En su discurso, Scholz pidió que la ayuda hacia Ucrania se materialice “a través” de sus aliados occidentales, ya que las Fuerzas alemanas no disponen “de las reservas necesarias” en el corto plazo para responder a los suministros que reclama Kiev.
La locura ya es parte de la vida de los alemanes. Se conocieron los detalles de un caso de 2021, cuando un inmigrante musulmán de Somalia apuñaló 111 veces y decapitó a una persona en situación de calle.
El diario alemán Bilddio a conocer los detalles de un caso acontecido en julio de 2021 en la zona de Baja Baviera, al sur de Alemania, cuando unjoven inmigrante musulmán proveniente de Somalia apuñaló con un cuchillo al menos 111 veces a su compañero de cuarto de un refugio para gente sin hogar, para terminar decapitándolo.
La justicia no quiso revelar el nombre del implicado, ya que está recluido en espera de una condena firme, pero lo que sí se ha confirmado es su estado de demencia.
Dos terapeutas estuvieron encargados de examinarlo mentalmente, confirmando su enloquecimiento. Uno de los detalles revelados es que el acusado afirmó que “lo tuvo que matar” porque pensaba que este vagabundo le quería “insertar el catolicismo mediante un disco duro en la cabeza”.
A su vez, dice tener voces en su cabeza, afirmó ver estatuas detrás suyo que lo miraban fijamente y mostraba sorpresa de que su víctima hubiera muerto, y hasta llegó a decir que esta persona le había pedido que lo matara.
Según el gobierno alemán, los refugiados cuando son aceptados en el país son sometidos a un “riguroso” estudio médico que verifica si tienen problemas de salud, tanto físicas como mentales. Claramente, este chequeo no fue extensivo y la galopante esquizofrenia de este somalí no fue identificada a tiempo.
Al ser arrestado poco tiempo después del hecho, los agentes de policía reportaron resistencia a la autoridad, e incluso en el forcejeo le rompió la muñeca izquierda a uno de los agentes.
A su vez, policías encargados testificaron que el hombre se golpeó múltiples veces la cabeza contra la pared de la celda con toda su fuerza al verse recluido en la comisaría, y casi se mata.
El inmigrante delincuente se encuentra en juicio bajo acusación de asesinato, con los testigos dando declaraciones desde el viernes de la semana pasada. Se espera que la justicia alemana le de prisión de por vida en un pabellón psiquiátrico.
Somalía es uno de los países que más nacionales ha enviado a Alemania hasta la fecha, y a su vez, cuenta con una de las sociedades más violentas del mundo. Una problemática cultural que ahora Alemania ha importado completamente.
Según datos de la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania, en 2016 había casi 34 mil somalíes viviendo en el país germano, o sea que constituían el 0,04% de la población total. Con los datos más recientes, de 2018, sabemos que alrededor del 3% de todos los crímenes del país, una sobrerrepresentación que debería prender todas las alarmas.
La migración de Somalía también ha permitido la llegada de peligrosos grupos terroristas islámicos a suelo alemán. Entre 2010 y 2012, los servicios de inteligencia de Alemania reportaron la presencia de un grupo de somalíes musulmanes simpatizantes del grupo terrorista Al-Shabab que residían en Bonn, una ciudad de la región de Renania del Norte-Westphalia.