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Italia

Italia colapsa ante el coronavirus

La población envejecida, un sistema de salud público muy defectuoso y una tardía respuesta del gobierno condenaron a Italia a sufrir un colapso absoluto ante la pandemia del coronavirus, ya con casi 50 mil infectados y más de 4000 muertos.

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Nota publicada originalmente en abril 2020

La pandemia del coronavirus ya llegó a casi todos los países del mundo, algunos con poquísimos afectados como El Salvador, otros con muchos afectados pero sin muertos como Israel, pero otros están al borde del colapso de su sistema sanitario con miles de muertos y decenas de miles de infectados.

Este es el caso de Italia, que según el Johns Hopkins Resource Center tiene casi 50 mil infectados en el momento de publicación de esta nota, y más de 4.000 muertos, es el caso más paradigmático de todo lo que puede fallar cuando una epidemia así. A pesar de la lejanía con la ciudad de Wuhan, en China, donde comenzó el brote del coronavirus, Italia es el segundo país del mundo más afectado, después de China.

En casos tan extremos no es una la explicación, si no que muchas y la suma de ellas lo que explican un fenómeno tan devastador.

Entre las causas de por qué el virus impactó tan fuerte en Italia encontramos las siguientes, aunque esperamos que un estudio más riguroso será realizado por las autoridades una vez que termine esta crisis.

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Población anciana

Como ya demostraron múltiples estudios, el CoVid-19 afecta y mata principalmente a la población anciana de más de 65 años.
Según el ISS, el promedio de edad de aquellos que fallecieron por el virus chino en Italia es de casi 80 años, con mayor concentración en la franja 80-89 años.

Esto se condice con la enorme población anciana que tiene Italia, algo que es muy común en la sociedad europea; baja natalidad y altos porcentajes de ancianos.

La población +65 años en Italia representa el 22,1% de la población, aproximadamente 14 millones de personas de las cuales, 6 millones son hombres y 8 millones son mujeres.

Esta es el segunda mayor franja etaria del país en porcentaje de población, solo detrás de la población entre 25 y 54 años que corresponde el 41% de la población, que son casi 25,5 millones de personas.

Siendo que el coronavirus mata primero a la población de riesgo (+65 años y personas con condiciones pre-existentes) las sociedades más envejecidas, como la italiana, son las más vulnerables. En perspectiva, en Argentina solo el 12% de la sociedad tiene más de 65 años.

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Sistema de Salud socialista

Todos los italianos están cubiertos por un plan de salud del Estado, es un sistema nacional de salud financiado con impuestos federales. Todos en Italia pagan por la salud de todos, a diferencia de otros países donde los sistemas de salud públicos son financiados solo a nivel local.
Para acceder al sistema de salud se necesita un carnet sanitario, la “tarjeta de salud”. El organismo encargado de la asistencia sanitaria es el Servizio Sanitario Nazionale (SSN) que es un organismo descentralizado pero que depende del gobierno nacional y se financia a través de éste. 
A pesar de que el SSN está rankeado entre los más profesionales del mundo, son muchas las denuncias de los ciudadanos italianos que se quejan por las largas filas para recibir asistencia médica, los hospitales en malas condiciones, los médicos que se reciben muy rápido y ya son introducidos al sistema con nula experiencia. La OMS publicó un estudio en el año 2000 donde asegura que Italia tiene el segundo mejor sistema de salud del mundo, después del francés, pero esta investigación tuvo un error fundamental, según cuenta la Dr. Susan Levenstein. Los italianos están rankeados tan arriba ya que su población es de las más saludables del mundo; comen bien, no toman mucho alcohol ni se drogan, hacen suficiente ejercicio, etc. Estos factores compensan el desastroso sistema de salud nacionalizado y enmascara su realidad. Por ejemplo, Estados Unidos recibe un ranking mucho peor, puesto 37°, pero esto se debe a que su sociedad es de las menos saludables del mundo.
Si la sociedad estadounidense, o cualquiera con sus hábitos poco saludables, se tuviera que tratar con el sistema italiano, éste hubiera colapsado mucho antes del coronavirus. 
Italia también tiene un sistema de salud privado, pero debido a la gran presión impositiva que tiene el país, no es accesible para la gran mayoría de los ciudadanos.
El colapso del sistema público sanitario obligó a las autoridades a tomar la imperdonable decisión de dejar morir a aquellos pacientes de mayor edad o en peores condiciones, para asistir a los más jóvenes. Un verdadero racionamiento del servicio de salud. Algo que no jamás ocurriría en el sector privado.

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Tardía respuesta del gobierno

Los primeros casos confirmados por el virus fueron de 2 turistas chinos en Roma que dieron positivo el 31 de enero. Ese mismo día el primer ministro, Giuseppe Conte, decretó la suspensión inmediata de todos los vuelos provenientes de China y vuelos salientes hacia China. Sin embargo, esta medida debió haber sido aplicada antes, para que no llegue el virus al país.
El 6 de febrero se confirmó el tercer caso del virus chino, un hombre de 30 años, que llegó al país tras ser repatriado junto a otros 55 italianos en un vuelo que venía directo desde Wuhan. Fue internado en un asentamiento militar junto a los 2 turistas chinos anteriormente mencionados.
Sin embargo, para el 20 de febrero el virus estaba totalmente suelto en el país. Los turistas chinos habían contagiado a cientos de personas hasta que se presentaron en el hospital, y miles de personas más entraron al país infectados a través de otros países de la Unión Europea. Debido al Tratado de Schengen, firmado en 1985, cualquier ciudadano de la UE puede ingresar a Italia sin que le pidan papeles de nada.
Se puso en cuarentena a diversas regiones en el norte del país para fines de febrero luego de que varios funcionarios, gobernadores y políticos afiliados al gobierno dieran positivo por el coronavirus.
Para el 1ro de marzo ya habían casi 1700 personas infectadas, de las cuales 34 habían fallecido. Recién el 9 de marzo el gobierno nacional eleva la alerta, poniendo en cuarentena a todo el país y decretando la restricción de movimiento y cierra sus fronteras. Un total fracaso de las políticas públicas de contención, que priorizaron la integración económica y la libre migración antes que la salud de los italianos.
Las regiones más afectadas fueron las regiones del norte, en especial la región de Lombardia.
Para el 11 de marzo el gobierno italiano emplea las medidas de aislamiento y declara el bloqueo total del país cerrando todos los negocios a excepción de los que ofrecen servicios de primera necesidad, como supermercados, farmacias y hospitales, con el fin de frenar la expansión. También se aprobó el toque de queda para todo el territorio nacional.
Sin lugar a dudas, junto con España y Alemania, el gobierno de Italia fue uno de los que se tomó con menor seriedad el brote viral chino en un principio. La misma RAI, medio informativo del Estado, minimizó el impacto que podía tener el virus en el país; hasta bien entrada la primer semana de marzo, la gente en Italia todavía salía a comer afuera, iba al cine, a boliches, y se juntaba con amigos.
El gobierno quiso priorizar el bienestar del sector económico en vez del bienestar de los ciudadanos, lo cual falló estrepitosamente; desde que explotó la epidemia en Italia, su sector financiero registró pérdidas millonarias que superan los miles de millones de dólares y una fuerte contracción en el PBI.
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Argentina

A pesar de no formar parte del grupo, Javier Milei asistirá al G7 por invitación personal de Giorgia Meloni

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La primera ministra de Italia extendió la invitación al Presidente de la República Argentina, Javier Milei, para participar en la próxima cumbre del Grupo de los Siete.

El Grupo de los Siete (G7) es el foro político y económico más poderoso del mundo, englobando a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Este año, la cumbre está programada para celebrarse en junio en la región italiana de Apulia.

Si bien Argentina no es parte del grupo, este año los 7 líderes más importantes del mundo estarán acompañados por el presidente Javier Milei, gracias a una invitación personal que le extendió la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, encargada de organizar el evento en esta ocasión.

Este gesto, que ha sido recibido con interés y anticipación, refleja la creciente importancia de Milei en la arena política internacional y destaca la influencia que ha ganado como líder mundial. Y no solo Meloni quiere tenerlo presente en G7, ya que estas invitaciones suelen realizarse en consenso con los demás integrantes.

La invitación formal fue entregada a través de una nota diplomática, transmitida por el embajador italiano en Argentina, Fabrizio Lucentini, y recibida con gratitud por la cnciller Diana Mondino. La confirmación de la participación de Milei en la cumbre del G7 representa un reconocimiento significativo de su papel como figura destacada en la política global y subraya la creciente relevancia de Argentina en el escenario internacional.

Fue así la cuenta oficial de Cancillería la que emitió un comunicado anunciando la invitación de Meloni a Milei para participar en la cumbre más importante del año. El mensaje enfatizó la importancia de fortalecer los lazos bilaterales entre Argentina e Italia y destacó el papel crucial que desempeñará Milei en el diálogo sobre cuestiones de interés mutuo durante la reunión.


De esta manera, Milei le agregará un poco de liberalismo a una cumbre que prometía ser un epicentro de la izquierda mundial, ya que este año coinciden el presidente de EE.UU., Joe Biden; el líder socialista de Alemania, Olaf Scholz; el progresista premier canadiense, Justin Trudeau; el socialdemócrata presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el centrista premier inglés, Rishi Sunak.

Por la derecha, solo iban a estar el premier de Japón, Fumio Kishida, y la propia Georgia Meloni. Ahora ambos discutirán con el resto de los integrantes con Milei dando respaldo y su singular visión del mundo.

La participación de Javier Milei en la cumbre del G7 brindará una oportunidad única para que Argentina exprese su visión y perspectivas sobre una serie de temas globales clave, incluyendo la economía mundial, la seguridad internacional y el cambio climático, todos puntos donde la visión del mandatario argentino difiere del establishment del Grupo.

Además, permitirá a Milei establecer contactos con líderes de otros países con quienes todavía no ha tenido la oportunidad de reunirse, y fortalecer los lazos diplomáticos de Argentina en el escenario internacional.

Es importante destacar que la invitación de Meloni a Milei no solo refleja la afinidad ideológica entre ambos líderes, sino también la creciente cooperación entre Italia y Argentina en una variedad de áreas, incluyendo el comercio, la seguridad y la política internacional. Esta colaboración estratégica entre dos naciones democráticas y comprometidas con los valores occidentales conservadores resulta fundamental en el escenario tanto latinoamericano como europeo.

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Economía

Meloni busca privatizar el Servicio Postal y los ferrocarriles en Italia, después de décadas de estar en quiebra

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La venta de activos estatales facilitaría la cancelación de compromisos de deuda y el necesario equilibrio de las finanzas públicas. Las autoridades preparan un drástico ajuste fiscal para 2024.

La Primer Ministra Georgia Meloni anunció recientemente la vocación del Gobierno por la privatización de una gran cantidad de activos estatales. Estas maniobras permitirían dos objetivos principales: se podrían obtener acreencias importantes para cancelar compromisos de deuda a corto plazo, y también se facilitaría el equilibrio de las finanzas públicas.

El Gobierno anunció que buscará lanzar a la venta el 13% del paquete accionario de Correo Italiano. Actualmente el Estado italiano retiene el total del paquete accionario: en un 65% de forma directa, y en un 35% a través del banco de desarrollo Cassa Depositi e Prestiti (del cual el Estado es dueño en un 82%).

Por otra parte, el Gobierno también evalúa la privatización parcial de Ferrocarriles Estatales Italianos (FS), la empresa insignia que tomó especial protagonismo durante los años del fascismo. Se trata de una de las privatizaciones más complejas dentro del prontuario que anunció el oficialismo, por lo que el proceso podría demorar años en consumarse.

“Creo que existe la posibilidad de que particulares participen en acciones minoritarias en empresas que hoy están totalmente bajo control público, y este es el caso de los ferrocarriles”, expresó la Primer Ministra.

Meloni demostró su determinación a favor de las privatizaciones por primera vez en noviembre del año pasado, cuando se concretó la venta del 25% del paquete accionario del histórico Banco Monte dei Paschi di Siena, nada menos que la institución bancaria más antigua del mundo (fundada en el año 1472). Esto dejó una acreencia neta por 920 millones de euros.

El Estado asumió su control mayoritario durante la crisis financiera internacional de 2008, y el Gobierno de Meloni se comprometió a devolverlo a manos privadas. Tras esta primera maniobra, se propone continuar con la venta de acciones hasta desaparecer por completo la participación estatal en el banco.

Se estudiarán nuevos y sucesivos programas de privatización total o parcial de empresas públicas para alcanzar un objetivo de recaudación de al menos 20.000 millones de euros entre 2024 y 2026. Este programa ayudaría a mantener bajo control el crecimiento explosivo del endeudamiento.

El Estado italiano mantiene un stock de deuda pública superior al 143% del PBI, y un margen de deuda neta que representa por lo menos el 132% del producto respectivamente. La delicada situación financiera del sector público limita extremadamente su capacidad para recapitalizar las empresas bajo su control, por lo que la participación del sector privado resulta fundamental para evitar el deterioro general de los servicios prestados.

La apertura de las puertas hacia la privatización también contribuiría a mejorar notablemente el atractivo inversor por parte de capitales extranjeros, algo que fue especialmente relevante para países como Grecia en los últimos años.

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Argentina

Milei brilló en la TV italiana y volvió a sus raíces mediáticas: “El comunismo es una enfermedad del alma”

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Tras las fuertes críticas que había hecho al Papa Francisco, admitió que debió “reconsiderar algunas posiciones”, pero reafirmó su ideología “anarcocapitalista” y que su objetivo es quitar al Estado del medio de la vida de los argentinos.

El presidente Javier Milei, dio este sábado una entrevista exclusiva al programa Quarta Repubblica, del canal Rete 4, del conglomerado mediático Mediaset, fundado por el ex primer ministro Silvio Berlusconi, y considerado uno de los canales mainstream más de derecha de Italia.

En un mano a mano con el periodista Nicola Porro, el mandatario argentino volvió a sus raíces mediáticas que lo llevaron a la fama en su país, y defendió el modelo libertario a capa y espada contra un entrevistador que, si bien coincide ideológicamente con Milei, se puso en modo “abogado del diablo” para indagarlo.

Milei aprovechó la oportunidad para retomar su fiel estilo de showman y explicar con simpleza conceptos más bien complejos. “Siento un profundo desprecio por el Estado, que creo que es la asociación criminal más grande del mundo”, afirmó sintetizando por qué se considera anarcocapitalista aún siendo presidente.

El jefe de Estado destacó que es el primer “liberal libertario en ser Presidente”, al tiempo que se definió como “anarcocapitalista”. Y reflexionó: “Todos los días comprás algo y el Estado te roba con los impuestos”, analizó.

Insistió, en tanto, con su idea de retirar al Estado de la administración de la economía de la Argentina. “La única función del Estado es la defensa, la seguridad y la justicia”, apuntó al respecto, y agregó que en su país “también se administra la salud y la educación, algo que se decidió hace mucho tiempo, pero nada más“.

En la entrevista, Milei le confió a Porro que “su estilo es hablarle a la gente diciendo la verdad”. “Hay 5 millones de argentinos no tienen qué comer porque el Estado le roba al sector privado” y apuntó que “en ese marco decadente” encontró la posibilidad de “introducir las ideas libertarias”.

Por otra parte, también se refirió a su base de seguidores y militantes que en un principio se conformó en la juventud desencantada con la política. “Los jóvenes me quieren mucho porque tienen menos tiempo de lavado de cerebro“, indicó para explicar el fenómeno.

Milei le hizo un resumen a su interlocutor de lo que hizo desde que llegó a la Casa Rosada. “En lo que va de nuestra corta gestión echamos a 50 mil empleados públicos y hay más de 10 mil contratos que no han sido renovados“, explicó.

Además destacó el recorte de 200 mil planes sociales dados de baja por irregularidades, que redujo las transferencias “discrecionales” a las provincias en un 98% y que llevó la obra pública a cero.

En otro pasaje de la entrevista, el Presidente argentino enumeró medidas tomadas para ajustar el Estado. Porro, su entrevistador, le remarcó que esas políticas eran diametralmente distintas a las europeas.

En Europa hacemos todo lo contrario, subimos los impuestos, creamos nuevas regulaciones, gastamos más, nos endeudamos más“, exclamó el italiano. En ese momento se dio una dinámica que los argentinos que siguen al Milei de la tele conocen muy bien, pero que es una novedad afuera: Milei se convirtió en el entrevistador, y “educó” al periodista.

Le hago una pregunta: ¿cuál es la zona del mundo que crece menos?“, preguntó el Presidente inviertiendo los roles de la entrevista. “Europa“, replicó Porro, a lo que contestó efusivamente Milei: “Obviamente, porque tienen un montón de Estado y un montón de keynesianos“.

En otro pasaje de la entrevista, Milei sostuvo que “el Estado es el enemigo, una asociación criminal” y que el comunismo es “una enfermedad del alma”, algo que según cuenta, descubrió más de grande.

Al principio pensaba que el comunismo era un problema mental, porque el socialismo puro fue derrotado por la teoría económica y empíricamente no cierra por ningún lado. O sea, al principio pensé que era un problema de naturaleza mental”, aseguró.

Pero, luego, me di cuenta de que es algo mucho peor, es una enfermedad del alma. Cuando se aplicó bien el socialismo, se asesinaron a más de 6 millones de seres humanos“, remató. “Solo alguien podrido del alma puede apoyar algo así”.

Porro, como abogado del diablo, le retrucó: “Pero Javier, los comunistas no existen más son una cosa del pasado”, a lo que Milei le dijo que si quiere puede llamarlos socialistas. “Lo que hay son muchos socialistas que quieren lograr esto a largo plazo. Son comunistas cobardes“.

Qué dijo Javier Milei sobre su relación con el Papa Francisco

La entrevista fue grabada el domingo por la noche, luego de que Milei participara de la ceremonia de canonización de Mama Antula en el Vaticano pero antes del encuentro privado en el Palacio Apostólico. Sin embargo, las palabras del presidente fueron de tabula rasa.

Tras las duras críticas que había expresado contra el Sumo Pontífice durante la campaña electoral, Milei reconoció que tuvo que “reconsiderar algunas posiciones” porque ha “comprendido en estos últimos tiempos, entre otras cosas, que el Papa es el argentino más importante, es el líder de los católicos en el mundo”.

Por consiguiente, todo esto implica algo muy, muy importante: representa una institución muy importante sobre todo en un país como Argentina, que tiene tantas raíces católicas“, enfatizó.

Y agregó: “En consecuencia, tuve que reconsiderar algunas posturas y, a partir de ese momento, comenzamos a construir un vínculo positivo“.

El árbol genealógico de Milei

En otro tramo de la entrevita, el Presidente argentino contó algunos detalles de su relación personal con Italia, sus orígenes que lo vinculan con ese país y las pasiones que lo acercan a la cultura “tana”.

El periodista, en un intento por romper el hielo, antes de ahondar en cuestiones políticas quiso saber si era cierto que Milei tenía una particular devoción por Italia: “Qué sientes por la italianidad?“, quiso saber POrra.

Ante eso el Jefe de Estado recordó y contó parte de su árbol genealógico que lo acercan al país de la pasta y la pizza. “En principio soy 75 por ciento italiano. Los padres de mi padre eran italianos, y de parte de mi mamá, mi abuela era italiana y su padre yugoslavo“, contó.

Y parece que la sangre tira bastante“, agregó entre risas. Además, destacó su predilección por la música de origen italiano: “Tengo una pasión desbordante por la ópera, en especial por Rossini, Bellini Donizetti, Verdi y Puccini“, nombró.

Finalmente, Milei contó que cada vez que le tocó viajar a Europa por trabajo lo hizo por la aerolínea Air Italia: “Para poder hacer una escala en Roma“, explicó. “Me gusta demasiado“.

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