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Italia

Meloni vs Macron: Francia quiere sancionar a Italia por rechazar el desembarco de inmigrantes ilegales

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Por primera vez, Francia aceptó abrir sus puertos a los inmigrantes ilegales del norte de África, aunque pidió redistribuir estas personas en todos los países de Europa y sancionar a Italia por no recibirlos ellos.

Reacción agresiva, incomprensible e injustificada” son las palabras que utilizó la jefa de gobierno italiana, Giorgia Meloni, en una rueda de prensa sobre el conflicto diplomático con Francia respecto al crucero Ocean Viking y las responsabilidades europeas en la gestión de los flujos migratorios.

Después de algunas semanas a la deriva, el barco que transporta ilegalmente a 230 personas de las costas del norte de África no fue permitido atracar en Italia. La flamante premier derechista cumplió su promesa de campaña y negó el ingreso de estos barcos que bajo la fachada de ayuda humanitaria trafica personas a Europa.

Así, el presidente francés Emmanuel Macron, salió a mostrarse como un benevolente asistencialista humanitario y le ofreció al Ocean Viking atracar en el puerto de Tolón, cerca de Marsella, bajo la premisa de que Francia se encargará de recibir a estas personas, pero las repartirá entre distintos países europeos.

Tras desembarcar en el puerto francés el pasado viernes, el gobierno de Macron lanzó un virulento ataque contra el gobierno de Italia. “Es a título excepcional que acogemos este barco, teniendo en cuenta los quince días de espera en el mar que las autoridades italianas han hecho sufrir a los pasajeros”, declaró el jueves el ministro del Interior, Gérald Darmanin.

El ministro criticó el comportamiento “incomprensible” y "contrario al derecho internacional” de Italia, dirigida por "un gobierno de extrema derecha", y advirtió que "habrá consecuencias” en las relaciones bilaterales.

Cuando se trata de represalias en una dinámica de la Unión Europea, algo no funciona. La solicitud de aislar a Italia revela una dinámica curiosa. Se habla de solidaridad y de compartir, quiero esperar que no pase, no sería algo inteligente”. La premier no esperaba la agresión francesa y admitió a la prensa que quedó muy impresionada.

La líder romana aclaró las falsedades que circulan sobre la supuesta inhumanidad de Italia y la generosidad de París. “El barco Ocean Viking es el primer barco de una ONG en atracar en Francia con 230 inmigrantes. Esto ha generado una reacción muy dura hacia Italia que ha traído casi 90.000 inmigrantes desde principios de año. ¿Que los hace enojar?”, cuestionó Meloni, “¿el hecho de que Italia debe ser el único puerto de llegada para los inmigrantes del Mediterráneo? Esto no está escrito en ningún acuerdo”.

“La cuestión es establecer que todos tengan los mismos derechos dentro de la Unión Europea”, agregó y esquematizó ante la prensa “ahora podemos hacer tres cosas: podemos decidir que somos el único puerto de Europa que puede aceptar inmigrantes, con lo cual no estoy de acuerdo. No me llegó este mandato de los italianos”.

Hipótesis dos: “No creo que tengamos que pelear siempre con Francia, Grecia, España, Malta. La única solución común es la defensa de las fronteras exteriores de la Unión Europea, bloqueando salidas, abriendo puntos críticos”, y añade “hemos gastado millones de euros para ayudar a Turquía, ahora necesitamos una solución europea”.

Finalmente, anuncia su intención de preguntar al Parlamento qué opina sobre que Italia sea el único puerto de desembarco de las ONG. ”Quiero buscar una solución común y seria, que también discutí mientras hablaba con Macron y con Scholz. Necesitamos una misión en conjunto para defender las fronteras externas europeas. Y no digan que Italia no ha hecho su parte”.

Y cerró: "Yo sigo dando mi disponibilidad para conocernos y poner las soluciones sobre la mesa porque francamente no sé cuáles son. Ya no somos capaces de lidiar con eso. Y tenemos un mandato para enfrentarlo de una manera diferente”.

Así mismo, el secretario general de la Asociación de Cooperación Italia-África, Louis Michel Nekam, en una entrevista con Il Giornale afirmó que “la hipocresía francesa me indigna. París acusa a Italia de inhumanidad y luego niega acoger a los mismos africanos que ha ayudado a matar de hambre con sus políticas. No tiene sentido".

Louis se encarga de capacitar e introducir a los jóvenes africanos al trabajo y la noticia del cese a la reubicación de migrantes no lo dejó indiferente. “¿Cómo se atreven? Francia ha saqueado y explotado África durante siglos. Todavía ejerce su poder sobre nosotros, imprimiendo e imponiendo una moneda colonial que limita nuestra soberanía monetaria y dificulta el desarrollo”.

La Unión Europea tiene una tendencia constante a no resolver ningún problema, sino profundizarlo. No es Italia la que debe ser aislada sino los contrabandistas, aquellos que se benefician con el tráfico humano. Giorgia Meloni demuestra en los hechos lo que significa defender la soberanía nacional.

Las fronteras de un país deben protegerse de manera de poder brindar seguridad y bienestar al pueblo, tal como lo viene haciendo Hungría y Polonia. Es innegable la relación entre el aumento de la delincuencia y la inmigración ilegal, ya que de acuerdo a las estadísticas de la Eurostat los países más seguros de Europa son los que no permitieron una inmigración ilegal descontrolada.

La relación entre la jefa de gobierno de Italia y Emmanuel Macron ya tuvo cortocircuitos previos. En el evento Atreju del 2018, luego de que el presidente de Francia describiera al partido de derecha Fratelli como "vomitivos, cínicos e irresponsables", la líder romana le contestó en su discurso: “los irresponsables, Emmanuel Macron, son aquellos que bombardearon Libia porque les daba fastidio que Italia tuviera una relación de privilegio en campo energético con Gadaffi dejándonos frente al caos de inmigración ilegal que estamos enfrentando ahora”.

Y agregó: “los cínicos, Emmanuel Macron, son los franceses que envían a la gendarmería para devolver a cualquier inmigrante que intente cruzar la frontera en Ventimiglia (Italia)”. Y para cerrar su contundente respuesta, lanzó: “Pero sobre todo, porque las cosas deben ser contadas como se debe, vomitivo es que Francia continúe explotando África imprimiendo dinero para 14 países africanos sobre el cual aplica el señoreaje (impuestos sobre la fabricación), forzando a trabajar a niños en las minas extrayendo materias primas”.

Y ejemplificó: “como sucede en Niger donde Francia extrae el 30% del uranio que precisa para operar sus reactores nucleares mientras el 90% de la población de Niger vive sin electricidad”. Para finalizar Meloni exclamó “no nos venga a dar lecciones de moral Macron porque los africanos están abandonando su continente por culpa de ustedes y la solución no es transferir africanos para Europa sino liberar África de algunos europeos. No aceptaremos lecciones de moral, ¿está claro?”.


Por Candela Sol Silva, para La Derecha Diario.

Italia

Meloni desafía a la Sea Watch que impulsa la llegada de inmigrantes ilegales a Italia: "Detendremos la inmigración ilegal, les guste o no"

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Ante la negativa de Meloni de permitir la entrada de inmigrantes irregulares, Sea Watch llegó a desearles "lo peor desde el fondo de su corazón" a las autoridades italianas.

La primer ministro italiana, Giorgia Meloni, y la ONG alemana Sea Watch están en el centro de una intensa controversia sobre la política migratoria en el Mediterráneo. El conflicto surgió tras la participación de Meloni en el Foro Mediterráneo sobre Migraciones, celebrado en Trípoli, Libia, el 17 de julio.

Sea Watch, una organización dedicada al rescate de inmigrantes ilegales en el mar, criticó severamente la presencia de Meloni en el foro. La ONG acusó a la mandataria italiana y al primer ministro libio, Abdul-Hamid Dbeibeh, de promover una “política migratoria distópica”. En un acto inusual, Sea Watch expresó su deseo de que les ocurriera “lo peor desde el fondo de su corazón” a los participantes del evento.

La respuesta de Meloni fue inmediata. A través de sus redes sociales, la primera ministra italiana cuestionó el “silencio” de Sea Watch respecto a las actividades de los traficantes de personas.

Meloni afirmó: “Sea Watch critica a quienes acudieron a Libia para discutir cómo detener la inmigración ilegal creando desarrollo, pero no dice nada sobre los traficantes que se han enriquecido matando a miles de personas”.

La líder italiana defendió su participación en el foro, argumentando que su propósito era encontrar soluciones para frenar la inmigración ilegal hacia Europa a través del Mediterráneo. Reafirmó la postura de su gobierno: “El Gobierno italiano seguirá trabajando para detener la trata de personas, la inmigración ilegal y las muertes en el mar. Les guste o no”.

Durante su intervención en el foro de Trípoli, Meloni afirmó que “los inmigrantes ilegales son enemigos de los legales”, afirmando que Italia ha cerrado las puertas a la inmigración regular debido al exceso de migrantes irregulares. También criticó a las “organizaciones criminales”, refiriéndose a las ONG que rescatan inmigrantes en el Mediterráneo, que asumen el derecho de decidir “quién tiene derecho a entrar en Italia y quién no”.

El Foro Mediterráneo sobre Migraciones reunió a líderes de Estados y Gobiernos de países europeos y africanos. El encuentro buscó abordar las causas profundas de la migración irregular mediante el desarrollo sostenible, la mejora de la gobernanza y la cooperación internacional.

Este enfrentamiento entre Meloni y Sea Watch pone de manifiesto las tensiones entre el gobierno italiano y las organizaciones de rescate de inmigrantes. Roma ha implementado medidas para limitar las operaciones de estas ONG, incluyendo una ley que obliga a los barcos de rescate a dirigirse inmediatamente a un puerto designado después de recoger migrantes, sin continuar su patrulla en busca de otros náufragos.

La política migratoria de Meloni, caracterizada por su dureza, ha generado críticas de organizaciones humanitarias. Sin embargo, la primera ministra mantiene que estas medidas son necesarias para combatir la inmigración ilegal y prevenir las muertes en el mar.

El debate sobre la gestión de la migración en el Mediterráneo sigue siendo un tema candente en la política europea, con gobiernos como el de Italia abogando por un enfoque más restrictivo, mientras que las ONG y la Unión Europea promueven políticas más globalistas en torno a la inmigración ilegal, dejando entrar a cualquier clase de persona, que luego termina provocando un aumento en los índices de homicidios, robos y violaciones.


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Argentina

A pesar de no formar parte del grupo, Javier Milei asistirá al G7 por invitación personal de Giorgia Meloni

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La primera ministra de Italia extendió la invitación al Presidente de la República Argentina, Javier Milei, para participar en la próxima cumbre del Grupo de los Siete.

El Grupo de los Siete (G7) es el foro político y económico más poderoso del mundo, englobando a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Este año, la cumbre está programada para celebrarse en junio en la región italiana de Apulia.

Si bien Argentina no es parte del grupo, este año los 7 líderes más importantes del mundo estarán acompañados por el presidente Javier Milei, gracias a una invitación personal que le extendió la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, encargada de organizar el evento en esta ocasión.

Este gesto, que ha sido recibido con interés y anticipación, refleja la creciente importancia de Milei en la arena política internacional y destaca la influencia que ha ganado como líder mundial. Y no solo Meloni quiere tenerlo presente en G7, ya que estas invitaciones suelen realizarse en consenso con los demás integrantes.

La invitación formal fue entregada a través de una nota diplomática, transmitida por el embajador italiano en Argentina, Fabrizio Lucentini, y recibida con gratitud por la cnciller Diana Mondino. La confirmación de la participación de Milei en la cumbre del G7 representa un reconocimiento significativo de su papel como figura destacada en la política global y subraya la creciente relevancia de Argentina en el escenario internacional.

Fue así la cuenta oficial de Cancillería la que emitió un comunicado anunciando la invitación de Meloni a Milei para participar en la cumbre más importante del año. El mensaje enfatizó la importancia de fortalecer los lazos bilaterales entre Argentina e Italia y destacó el papel crucial que desempeñará Milei en el diálogo sobre cuestiones de interés mutuo durante la reunión.


De esta manera, Milei le agregará un poco de liberalismo a una cumbre que prometía ser un epicentro de la izquierda mundial, ya que este año coinciden el presidente de EE.UU., Joe Biden; el líder socialista de Alemania, Olaf Scholz; el progresista premier canadiense, Justin Trudeau; el socialdemócrata presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el centrista premier inglés, Rishi Sunak.

Por la derecha, solo iban a estar el premier de Japón, Fumio Kishida, y la propia Georgia Meloni. Ahora ambos discutirán con el resto de los integrantes con Milei dando respaldo y su singular visión del mundo.

La participación de Javier Milei en la cumbre del G7 brindará una oportunidad única para que Argentina exprese su visión y perspectivas sobre una serie de temas globales clave, incluyendo la economía mundial, la seguridad internacional y el cambio climático, todos puntos donde la visión del mandatario argentino difiere del establishment del Grupo.

Además, permitirá a Milei establecer contactos con líderes de otros países con quienes todavía no ha tenido la oportunidad de reunirse, y fortalecer los lazos diplomáticos de Argentina en el escenario internacional.

Es importante destacar que la invitación de Meloni a Milei no solo refleja la afinidad ideológica entre ambos líderes, sino también la creciente cooperación entre Italia y Argentina en una variedad de áreas, incluyendo el comercio, la seguridad y la política internacional. Esta colaboración estratégica entre dos naciones democráticas y comprometidas con los valores occidentales conservadores resulta fundamental en el escenario tanto latinoamericano como europeo.

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Economía

Meloni busca privatizar el Servicio Postal y los ferrocarriles en Italia, después de décadas de estar en quiebra

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La venta de activos estatales facilitaría la cancelación de compromisos de deuda y el necesario equilibrio de las finanzas públicas. Las autoridades preparan un drástico ajuste fiscal para 2024.

La Primer Ministra Georgia Meloni anunció recientemente la vocación del Gobierno por la privatización de una gran cantidad de activos estatales. Estas maniobras permitirían dos objetivos principales: se podrían obtener acreencias importantes para cancelar compromisos de deuda a corto plazo, y también se facilitaría el equilibrio de las finanzas públicas.

El Gobierno anunció que buscará lanzar a la venta el 13% del paquete accionario de Correo Italiano. Actualmente el Estado italiano retiene el total del paquete accionario: en un 65% de forma directa, y en un 35% a través del banco de desarrollo Cassa Depositi e Prestiti (del cual el Estado es dueño en un 82%).

Por otra parte, el Gobierno también evalúa la privatización parcial de Ferrocarriles Estatales Italianos (FS), la empresa insignia que tomó especial protagonismo durante los años del fascismo. Se trata de una de las privatizaciones más complejas dentro del prontuario que anunció el oficialismo, por lo que el proceso podría demorar años en consumarse.

“Creo que existe la posibilidad de que particulares participen en acciones minoritarias en empresas que hoy están totalmente bajo control público, y este es el caso de los ferrocarriles”, expresó la Primer Ministra.

Meloni demostró su determinación a favor de las privatizaciones por primera vez en noviembre del año pasado, cuando se concretó la venta del 25% del paquete accionario del histórico Banco Monte dei Paschi di Siena, nada menos que la institución bancaria más antigua del mundo (fundada en el año 1472). Esto dejó una acreencia neta por 920 millones de euros.

El Estado asumió su control mayoritario durante la crisis financiera internacional de 2008, y el Gobierno de Meloni se comprometió a devolverlo a manos privadas. Tras esta primera maniobra, se propone continuar con la venta de acciones hasta desaparecer por completo la participación estatal en el banco.

Se estudiarán nuevos y sucesivos programas de privatización total o parcial de empresas públicas para alcanzar un objetivo de recaudación de al menos 20.000 millones de euros entre 2024 y 2026. Este programa ayudaría a mantener bajo control el crecimiento explosivo del endeudamiento.

El Estado italiano mantiene un stock de deuda pública superior al 143% del PBI, y un margen de deuda neta que representa por lo menos el 132% del producto respectivamente. La delicada situación financiera del sector público limita extremadamente su capacidad para recapitalizar las empresas bajo su control, por lo que la participación del sector privado resulta fundamental para evitar el deterioro general de los servicios prestados.

La apertura de las puertas hacia la privatización también contribuiría a mejorar notablemente el atractivo inversor por parte de capitales extranjeros, algo que fue especialmente relevante para países como Grecia en los últimos años.

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