
La ONU aprobó el Compromiso de Sevilla y criticó a Estados Unidos por retirarse
El Gobierno de Trump advirtió con dejar de financiar al organismo si los demás países siguen sin pagar sus cuotas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebró la aprobación por consenso del denominado Compromiso de Sevilla, un documento que busca movilizar billones de dólares para financiar los objetivos de la Agenda 2030.
Sin embargo, el evento quedó marcado por una ausencia de Estados Unidos, que no solo se retiró de las negociaciones, sino que también rechazó el texto y decidió no participar de la cumbre.
La negativa de Washington a acompañar la iniciativa fue criticada abiertamente durante la cumbre, luego de que el presidente Donald Trump advirtiera previamente con dejar de financiar a la ONU si no se regularizaba la situación financiera del organismo.

El enojo de Estados Unidos se debe a que actualmente cubre cerca del 25% del presupuesto total de la ONU, una proporción desproporcionada en relación con el 2% establecido formalmente y muy por encima del compromiso financiero de todos los demás Estados miembros, de los cuales muchos ni siquiera pagan su parte.
A pesar de esta enorme contribución sostenida, la cumbre avanzó con un texto que propone nuevas estructuras financieras globales, mecanismos impositivos supranacionales y la expansión de los créditos multilaterales. Para Estados Unidos, el acuerdo representa una acumulación de compromisos sin respaldo institucional claro, en un contexto en el que muchos países firmantes continúan incumpliendo sus cuotas anuales obligatorias con la ONU.
La vicesecretaria genera de la ONU, Amina Mohammed, afirmó que los países realizaron supuestamente “un intento serio y largamente esperado de afrontar la crisis de la deuda”, y que buscaron cerrar la enorme brecha de financiación para alcanzar los Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

En este contexto, reiteró las tres principales áreas de acción del Compromiso de Sevilla:
- Un gran impulso inversor para cerrar la brecha de financiación de la Agenda 2030
- Medidas concretas para abordar la carga de la deuda
- Mayor representación de los países en desarrollo en las decisiones financieras globales
La decisión de abandonar el proceso negociador fue coherente con la línea de acción adoptada por la actual administración estadounidense en materia de relaciones multilaterales. El retiro se produjo semanas antes de la conferencia, en medio de desacuerdos sobre el contenido del documento y la falta de garantías sobre la rendición de cuentas.
Aunque el texto fue aprobado formalmente, su aplicación práctica dependerá de compromisos financieros que, en la actualidad, no están asegurados.
Mientras la ONU impulsa un relato de unidad global, los hechos reflejan una estructura de financiamiento desequilibrada, sostenida por unos pocos y utilizada por muchos. La retirada de Estados Unidos dejó al descubierto esta asimetría y marcó el debate sobre la viabilidad futura del sistema multilateral tal como está concebido.
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