
Festines en los túneles: las nuevas imágenes que exponen el doble discurso de Hamas
El ejército difundió imágenes de terroristas disfrutando de opulentas cenas en Gaza mientras denuncian hambruna
El ejército israelí (IDF) reveló fotografías que muestran a Muhammad Shabana, comandante de la brigada de Rafah de Hamas, compartiendo opulentas cenas con sus hombres en marzo de este año, pocas semanas antes de ser abatido en un ataque aéreo en Jan Yunis.
Las imágenes, recuperadas en el sitio del bombardeo del 13 de mayo que eliminó tanto a Shabana como a Mohammed Sinwar —alto responsable de la organización y hermano de Yahya Sinwar—, retratan a los militantes disfrutando de un iftar de Ramadán dentro de un túnel subterráneo. En las bandejas se distinguen falafel, carnes asadas, pescados, vegetales, panes y frituras: un menú difícil de reconciliar con la narrativa de “hambruna” que Hamas difunde en sus comunicados y a través de medios internacionales.
El vocero militar en árabe, coronel Avichay Adraee, comentó en la red X:
“Desayunos lujosos y comidas abundantes durante la guerra: así era la vida del comandante terrorista de la brigada de Rafah. Mientras los habitantes del enclave apenas podían romper el ayuno con sobras, los líderes de Hamas celebraban bajo tierra con un banquete”.

Adraee acusó a Hamas de manipular deliberadamente la percepción internacional: “Con una mano, Hamas dirige una campaña mediática sobre la supuesta hambruna en Gaza; con la otra, confisca alimentos para alimentar a sus dirigentes y familias. Las imágenes, a diferencia de la propaganda, no mienten”.
Shabana asumió el mando de la brigada de Rafah en 2014, tras la eliminación de tres comandantes de alto rango durante la guerra de Gaza de ese año. Controlaba cuatro batallones, entre ellos la unidad Nukhba, responsable de encabezar la masacre del 7 de octubre en el sur de Israel, que dejó unos 1.200 muertos y 252 rehenes.
Había sobrevivido a múltiples intentos de asesinato, incluso durante operaciones terrestres israelíes en Rafah. Su muerte se produjo en un ataque quirúrgico con más de 50 municiones de precisión lanzadas en menos de 30 segundos, diseñado para destruir el complejo subterráneo sin afectar el hospital europeo que se encontraba encima. Israel confirmó oficialmente su eliminación y la de Sinwar tres semanas después de la operación.
La difusión de estas fotografías coincidió con la publicación de un estudio del Centro Begin-Sadat de la Universidad de Bar-Ilan, que cuestiona las acusaciones de genocidio en Gaza. Según los investigadores, tales denuncias se basan en datos defectuosos y terminan por debilitar el derecho internacional.
El informe argumenta que quienes acusan a Israel de genocidio presentan las bajas civiles como parte de una política sistemática de exterminio, cuando en realidad la mayoría de los casos responden al uso de escudos humanos por parte de Hamas. La red de túneles de la organización, con más de 500 kilómetros y 5.700 entradas conectadas a la infraestructura civil, sería prueba de esa táctica.
El documento añade que Hamas y bandas criminales asociadas controlan hasta el 85% de los camiones de ayuda humanitaria que ingresan a la Franja. Estos grupos reciben pagos mensuales, alimentos y vales a cambio de garantizar que la distribución beneficie en primer lugar a la organización y no a la población civil.
Mientras tanto, de los 252 rehenes secuestrados el 7 de octubre, 48 permanecen cautivos, de los cuales solo una veintena se cree con vida.
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