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Evo Morales admitió que no fue derrocado por un "Golpe de Estado militar" si no por la presión de grupos sindicales

En su nuevo libro de memorias, el ex presidente boliviano Evo Morales descartó haber sido derrocado por un "Golpe de Estado" y reveló que el verdadero motivo de su renuncia fue por la presión de la Central Obrera Boliviana en su contra.

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El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó en su nuevo libro de memorias que la razón principal de su renuncia en 2019 no fueron las presiones por parte de las Fuerzas Armadas si no que de la Central Obrera Boliviana, quienes le exigieron dejar el poder para recuperar la paz en el país. 
En el libro, irónicamente titulado "Volveremos y seremos millones. El golpe de Estado, el exilio y la lucha para que Bolivia vuelva a gobernarse" (publicado en agosto de 2020), Morales expresa que "había considerado renunciar la noche del 9 de noviembre del 2019", un día antes del pronunciamiento del Alto Mando de las Fuerzas Armadas, y que el comunicado del Ejército no fue determinante en su decisión.
Esto deja debería dejar totalmente descartada la versión de que Jeanine Añez llegó al poder a través de un "Golpe de Estado", pero a pesar de ya casi 8 meses desde la publicación del libro, su partido político e incluso el mismo Evo siguen impulsando el falso relato golpista.
Luego de darse a conocer el informe preliminar de la OEA, que reveló una serie de irregularidades en el proceso electoral de octubre, el grupo sindical más grande del país, y leal a Evo Morales durante toda su gestión, se desmarcaba del líder socialista el 10 de noviembre del 2019, y se plegaba a las solicitudes de renuncia de las demás organizaciones cívicas.
La COB aducía que "la vía de pacificación del país pasaba por la salida del MAS del poder". Este hecho hizo que Morales finalmente acceda a la salida. "La COB no será responsable ni cómplice por la sangre derramada y el luto del pueblo boliviano. El presidente debe escuchar el clamor del pueblo y lo que pide el pueblo es su renuncia", expresó un vocero de la COB ese fatídico día.

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Tras escuchar esta determinación, Morales intentó contactarse con Carlos Huarachi, líder de la COB, pero fracasó en su intento. Junto a su vicepresidente Álvaro García Linera y la ministra de Salud Gabriela Montaño, se trasladaron a su histórico bastión, el Chapare. Sin el respaldo de su sector más poderoso, se desconectaron de la situación política y se escaparon del país.

Fue recién después del anuncio de la COB que las Fuerzas Armadas sugirieron a Morales renunciar.

A las 16:50 horas, flanqueado por su vicepresidente y la ministra de salud y en su bastión, el único lugar seguro para Morales en ese momento, comunica a todo el país su renuncia. En el mismo discurso no se mencionan al Ejército ni a la ex presidente Jeanine Añez, mucho menos la frase "Golpe de Estado".
"Quiero informar desde Lauca Ñ, estamos junto al hermano vicepresidente y a la hermana ministra de salud, que he decidido, escuchando a mis compañeros de CONALCAM, de la Central Obrera Boliviana, también escuchando a la iglesia católica, renunciar a mi cargo de presidencia", leyó en la renuncia Evo Morales.

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Es importante notar que entre la decisión final de la renuncia y el anuncio de las FF.AA. existió un margen de tres horas conforme a lo descrito textualmente en el libro de Morales, lo que deja en claro que la renuncia no respondió en ningún al pronunciamiento militar.

En su libro de memorias, Morales expresó: "Evalué profundamente esto y no puedo ser responsable de una masacre. Informé a mis ministros, a mis compañeros, para evitar esa masacre, mejor renunciar, no por cobarde, sino por cuidar la vida. Entonces dormí con la conciencia tranquila (el sábado por la noche), la decisión de renunciar era un buen cálculo para evitar una masacre. Renuncié el domingo". 

Días después de su renuncia, la entonces senadora Jeanine Añez asumió como Presidente de Bolivia en ausencia de quienes les correspondía asumir, luego de que también dimitieran el Vicepresidente y los presidentes del Congreso. 

Recordemos que el mismo Movimiento al Socialismo avaló legalidad de la presidencia de Añez al aprobar la prórroga de mandatos y anular las elecciones fraudulentas para hacer las elecciones en las que finalmente triunfó Luis Arce.

Sin embargo, Morales ha instruido a Arce y a su gobierno sostener la teoría de que lo que sucedió en 2019 no fue una renuncia y sucesión, sino un "Golpe de Estado". El gobierno de Arce ha emprendido una campaña para cambiar la historia, y dentro de su mismo entorno crecen profundas contradicciones como la del vocero presidencial Jorge Richter.

Tras la asunción de Añez, Richter se expresó acerca de la constitucionalidad de su mandato, empero, ahora que responde a un interés político, se ve obligado a contradecirse y sostener la versión masista de los hechos.

El sostenimiento forzado de esta teoría de golpe ha llevado al gobierno boliviano a niveles impensados. 

Recientemente durante su visita oficial a México, el presidente Arce involucró al empresario Elon Musk en el caso y sostuvo que se forzó la salida de Morales para que "Tesla tome la producción de litio en Bolivia".

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El gobierno de Luis Arce continúa su política de persecución y se empeña en enjuiciar a las autoridades del gobierno de Añez. La semana pasada, la ex Ministra de Medio Ambiente y Agua, María Elva Pinckert, recibió una orden de aprehensión, siendo la sexta autoridad del gobierno transitorio en ser perseguida por la policía del régimen socialista.

Esto además es un doble crimen, uno el de perseguir a alguien que no ha cometido ningún delito, y segundo, que de haberlo cometido, por su condición de ex funcionario, su caso debería ser tratado en el Congreso, pero como expresó el ministro de Justicia, Iván Lima, se enjuicia a las autoridades del gobierno pasado por la vía ordinaria a falta de mayoría parlamentaria.

Desesperados, también tergiversaron las declaraciones del gobernador electo de Santa Cruz y líder de CREEMOS, Luis Fernando Camacho, sobre las palabras de Lima, diciendo que si Camacho y Mesa no apoyan el juicio de responsabilidades, apoyan la impunidad.

Además, el actual régimen viola la libertad de expresión, puesto que a autoridades electas se les impidió ingresar a un acto de entrega de credenciales con poleras que recitaban: "No Hubo Golpe, Fue Fraude".

Los intentos por desprestigiar la versión real de los hechos sobre la salida de Evo Morales y su séquito socialista solo hacen cobrar fuerza y veracidad al hecho de que hubo un fraude, una renuncia y una sucesión. No hubo Golpe de Estado.


Por Diego Salvatierra, para La Derecha Diario

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Bolivia

Crisis en Bolivia: El Banco Central informó las reservas más baja de la historia y el Riesgo País se disparó a los 2.140 puntos

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La prima de riesgo no deja de aumentar y ya supera a la de Argentina y Ecuador, en temor a una inminente devaluación del tipo de cambio que podría revaluar el costo de las deudas en dólares. Solo quedan US$ 2.147 millones en reservas netas en la autoridad monetaria boliviana, y el Gobierno socialista podría apostar por un cepo cambiario.

La crisis de divisas se hace cada vez más aguda en Bolivia, a medida que el Gobierno no toma medidas de corrección fiscal y el tipo de cambio fijo se hace imposible de mantener. El Banco Central de Bolivia (BCB) informó que el saldo de reservas netas correspondiente al mes de agosto fue de tan solo US$ 2.147 millones, la cifra más baja por lo menos en el último medio siglo.

La autoridad monetaria no tiene forma de mantener el tipo de cambio nominal sin alteración, a menos que el Gobierno socialista presidido por Luis Arce decida recurrir a un cepo cambiario similar al que aplica Argentina, pero esta maniobra pondría fin al régimen implementado en 2008.

De este cómputo informado, un total de US$ 1.629 millones se corresponden con las tenencias de oro, existe una posición de US$ 45 millones en Derechos Especiales de Giro (DEGs), y finalmente la tenencia estrictamente nominada en divisas (principalmente dólares) sólo alcanza los US$ 437,9 millones al cierre de agosto. Se estima que estas cifras no hicieron más que disminuir hasta el día de hoy.

Estas escalofriantes cifras precipitaron una disparada suba del Riesgo País, que alcanzó y superó los 2.140 puntos básicos según la medición de la firma JP Morgan. Es la segunda prima de riesgo más alta de la región latinoamérica, únicamente por detrás de los 18.000 puntos básicos que registra la dictadura chavista de Nicolás Maduro.

De hecho, la prima de riesgo de Bolivia ya supera a Ecuador (2.000 puntos) y a la Argentina (1.890 puntos), dos países que históricamente secundaron a Venezuela en los últimos años. También se encuentra muy por encima del riesgo de El Salvador, que se desplomó a sólo 700 puntos básicos tras la revaluación de reservas por la suba del Bitcoin y la consolidación de las finanzas públicas.

La tasa de Riesgo País tiene dos componentes principales, el más conocido es el riesgo por un incumplimiento (default), pero también existe el riesgo de devaluación que implica la revaluación automática de todas las obligaciones nominadas en divisas (tanto para el Estado como para el sector privado).

Este último componente es el que está detrás del aumento del riesgo crediticio de Bolivia, ya que el régimen cambiario parece a todas luces insostenible. La introducción de un cepo cambiario sólo afianzaría todavía más el aumento del riesgo, debido a que el Gobierno podría intervenir deliberadamente el giro de divisas para pagos al exterior (como ocurrió en la Argentina en los últimos 4 años).

Asimismo, el cepo cambiario podría abortar completamente el tenue crecimiento que todavía mantenía la economía boliviana, pese a ser el más acotado de los últimos 22 años. Por la vía de la devaluación (una posibilidad cada vez más cercana), el cambio de precios relativos podría volver a inclinar la balanza comercial hacia el superávit y la acumulación de divisas, pero el shock sobre la demanda interna podría provocar una recesión. 

En cualquier caso, el “milagro boliviano” de los últimos 20 años parece próximo a llegar a su fin. El socialismo del siglo XXI destruyó los cimientos fundamentales que habían dejado las reservas pro-mercado efectuadas entre la década de 1980 y 1990. La implosión del socialismo ante la lucha de poder entre Arce y Morales tampoco ayuda a alinear las expectativas con vista al futuro.

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Bolivia

Bolivia al borde del estallido: El Riesgo País se disparó por encima de los 2.000 puntos y se registra el crecimiento más bajo en 22 años

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La prima de riesgo en la economía boliviana no deja de crecer ante las expectativas de devaluación y el abultado déficit fiscal. La actividad económica comenzó a resentirse en la segunda mitad del año, y el 2023 podría finalizar con la expansión más baja observada desde 2001.

La implosión del Gobierno socialista de Luis Arce, como parte de una lucha interna con el exdictador Evo Morales, desencadenó una oleada de expectativas negativas que ya comienzan a repercutir en los mercados financieros.

La prima de Riesgo País elaborada por JP Morgan Stanley escaló por encima de los 2.000 puntos básicos, oficialmente la segunda tasa de riesgo más elevada de América Latina sólo por detrás de Venezuela. Bolivia superó a Ecuador y a Argentina en riesgo crediticio, un indicador que mide la diferencia con respecto al bono soberano del Tesoro estadounidense.

Para entender el por qué de esta situación es necesario considerar que el Riesgo País se compone de dos grandes pilares: el riesgo asociado a la devaluación de la moneda local, que llevaría a la revaluación automática de todas las deudas nominadas en dólares, y el riesgo que se explica por la posibilidad de default de la deuda. Desde ambas perspectivas, la situación del país andino es crítica.

El sistema cambiario de Bolivia es insostenible a través del tiempo: el Banco Central perdió la mayor parte de sus reservas (con la excepción de la posición de oro), y la balanza energética del país, principal componente de la balanza comercial boliviana, se torna cada vez menos favorable por la histórica reducción en la producción de gas estatal.

El tipo de cambio nominal lleva fijado (sin mayores alteraciones) desde el año 2008. El sistema permitió anclar la demanda de pesos a pesar de la emisión sin respaldo para financiar al fisco, pero solo a costa de dilapidar completamente las reservas internacionales durante años. Sin reservas, no hay posibilidad de sostener indefinidamente el tipo de cambio.

Por otra parte, el Gobierno socialista de Luis Arce no logró llevar a cabo los ajustes fiscales necesarios como para mitigar el riesgo de un incumplimiento crediticio. El déficit primario de Bolivia supera el 3,6% del PBI según las estadísticas del FMI, y el rojo financiero supera el 5,1% del producto.

El Gobierno trata de tapar la brecha fiscal por la vía del endeudamiento externo e interno, pero el stock de deuda pública total ya supera el 80% del PBI, y no parece sostenible si la prima de riesgo (que denota la confianza de los inversores) es la segunda más alta de la región.

Arce prometió una reforma tributaria para el 2024 con la mira puesta en trasladar el ajuste al sector privado, pero los mercados descreen de la magnitud en la corrección fiscal que pueda llegar a ser explicada por esta reforma.

Por otra parte, los bonos bolivianos sufren una volatilidad adicional asociada al riesgo político por la implosión del socialismo y el enfrentamiento de Arce y Morales por el poder en 2025. Desde el punto de vista de los inversores, el riesgo por suscribir títulos soberanos de Bolivia es cada vez mayor ante el posible regreso de una versión radicalizada de Evo Morales al poder.

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Bolivia

El eje del mal: Bolivia rompe relaciones diplomáticas con Israel, Colombia y Chile retiran sus embajadores y Argentina presenta repudio

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El gobierno del socialista Luis Arce decidió romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, y el presidente del MAS pidió incluso "declarar a Israel como un Estado terrorista".

En medio de la ofensiva terrestre israelí sobre la Franja de Gaza en respuesta al ataque terrorista de Hamas del pasado 7 de octubre, Bolivia decidió romper relaciones con Israel, mientras que Colombia y Chile llamaron a consultas a sus respectivos embajadores, y la Argentina presentó un repudio formal contra el Estado judío.

En primer lugar, Bolivia anunció la ruptura total de relaciones diplomáticas con Israel este martes, producto de la “agresiva y desproporcionada ofensiva militar” contra la Franja de Gaza, la cual considera una amenaza de la paz y la seguridad internacionales.

En un comunicado oficial, el vicecanciller boliviano, Freddy Mamani Machaca, indicó que su Gobierno “ha tomado la determinación de romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se realiza en la Franja de Gaza”.

Vamos a comunicar de manera oficial por los canales diplomáticos establecidos entre ambos países precisamente esta comunicación consecuente con los principios y propósitos de la carta de Naciones Unidas”, anunció el vicecanciller en conferencia de prensa.

Asimismo, Bolivia ha exigido “el cese de los ataques contra el pueblo palestino” y rechaza el “hostil” trato de Israel hacia las organizaciones internacionales encargadas de distribuir ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, señaló el vicecanciller.

Por su parte, María Nela Prada, ministra de la Presidencia y canciller interina, convocó a los “países hermanos” de Bolivia a “producir una acción colectiva” para lograr la pacificación en la región y “evitar un genocidio”. Esto, debido a los “crímenes de les humanidad contra el pueblo palestino” de los que acusa a Israel.

Un día antes, el presidente de Bolivia, Luis Arce, había pedido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que evite un “genocidio del pueblo palestino y allane una solución definitiva para que Palestina ejerza su derecho a la autodeterminación, a su territorio sin ocupaciones ilegales y consolide su propio Estado libre e independiente”.

En este sentido, el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Mauro Vieira, que actualmente preside el órgano, se mostró muy crítico con la actuación del Consejo de Seguridad: “Desde el 7 de octubre nos hemos reunido varias veces y hemos votado cuatro resoluciones. Sin embargo, seguimos estancados, debido a desacuerdos internos, sobre todo entre los miembros permanentes”, afirmó el canciller de Brasil; y agregó que “Todo el mundo está viendo nuestra incapacidad para unirnos y responder a una crisis que nos desafía”.

Las autoridades bolivianas anunciaron la ruptura con Israel tras una reunión entre el presidente Luis Arce y el embajador palestino en Bolivia, Mahmoud Elalwani. El mandatario boliviano “rechazó los crímenes de guerra que se cometen en Gaza” y contó que le expresó su solidaridad al embajador y a todo el pueblo boliviano.

Por su parte, Hamas festejó en un comunicado el martes el anuncio de Bolivia expresando su "gran estima" por la decisión que tomó frente al gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, e instó "a los países árabes que han normalizado sus relaciones" con Israel a hacer lo mismo.

Tras el anuncio de Bolivia, Chile y Colombia tomaron cartas en el asunto y llamaron a consultas a sus embajadores en Israel como muestra de rechazo a la ofensiva terrestre israelí, la cual es producto del ataque terrorista que Hamas lanzó el pasado 7 de octubre, y que acabó con la muertes de más de 1.400 personas en Israel, y dio pie al secuestro de, por lo menos, otras 230.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, informó a través de su cuenta de X que llamó a su embajadora a consultas alegando que, “Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino, no podemos estar allá”. La llamada a consultas, dentro del ámbito diplomático, representa una señal de protesta más dura que una simple declaración oficial.

Por su parte, Gabriel Boric, presidente de Chile, escribió en su cuenta de X que, “Ante las inaceptables violaciones del Derecho Internacional Humanitario en que ha incurrido Israel en la franja de Gaza, como Gobierno de Chile hemos resuelto llamar en consultas a Santiago al embajador de Chile en Israel, Jorge Carvajal”.

El presidente chileno agregó que “Chile condena enérgicamente y observa con gran preocupación que dichas operaciones militares -que a estas alturas de su desarrollo comportan un castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza- no respetan normas fundamentales del Derecho Internacional, como lo demuestran las más de ocho mil víctimas civiles, en su mayoría mujeres y niños”.

Cabe recordar que Bolivia expulsó al embajador israelí en 2009 durante la presidencia de Evo Morales con motivos de otro conflicto entre Israel y Hamas; y que las relaciones fueron recién restablecidas durante el gobierno de Jeanine Áñez entre 2019 y 2020.

En este sentido, el expresidente Evo Morales ha pedido a Luis Arce una condena más firme contra Israel. Sin embargo, tras la decisión del gobierno actual, Morales sentenció que la ruptura de relaciones “no es suficiente”. Bolivia “Debe declarar al estado de Israel como un estado terrorista”, escribió en su cuenta de X.

Por su parte, la Cancillería de Argentina se sumó a la posición de Boric y Petro, y a través de un comunicado firmado por el gobierno de Alberto Fernández y Sergio Massa, condenaron la respuesta israelí al ataque terrorista de Hamás.

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