Seguinos en redes

Brasil

El Canciller estrella de Brasil renunció por presión de China y el Congreso, pero Bolsonaro aprovechó para consolidar su apoyo en el Gabinete y las Fuerzas Armadas

Extorsionado por China y por el Congreso nacional, Ernesto Araújo renunció a la Cancillería para destrabar la importación de vacunas chinas. Bolsonaro aprovechó la situación para consolidar su gabinete y el Estad Mayor con 6 cambios clave.

Publicado

en

Este lunes por la noche Brasil atravesó un fuerte tumulto político. Sin previo aviso, el Canciller estrella de Jair Bolsonaro, el derechista y patriota Ernesto Araújo anunció su dimisión. Araújo, junto a Sergio Moro y Paulo Guedes, era uno de los tres “super-ministros” con los que Bolsonaro había arribado al gobierno y buscaba impulsar una profunda reforma del Estado en el país. Hoy, sólo queda Guedes.

Araújo estuvo envuelto en un escándalo geopolítico que había bloqueado totalmente al gobierno de Bolsonaro. Su discurso profundamente anti-comunista y anti-China causó que el régimen de Xi Jinping le ponga un ultimátum a Bolsonaro: o las vacunas contra el coronavirus o Araújo en el gobierno.
En un primer momento, el Presidente brasileño salió en defensa de su Canciller, e inició los trámites para importar otras vacunas, como la estadounidense Pfizer. Sin embargo, las vacunas chinas habían sido pedidas por el gobernador de San Pablo, Joao Doria, y el Congreso le exigió al Poder Ejecutivo que facilite este encargo.
Bolsonaro no tiene partido propio en el Congreso. Si bien llegó al poder con el PSL, este fue un sello prestado, y muchos de los legisladores que entraron gracias a su triunfo no son partidarios de su agenda. El órgano legislativo está controlado por un grupo de partidos conocidos como “O Centrao”, que si bien defienden la agenda pro-libre mercado de Guedes, rechazan muchas de las reformas conservadoras y anti-comunistas de Bolsonaro.
Fue este grupo el que le puso un bloqueo al Ejecutivo hasta que la Cancillería resuelva su conflicto con China, y Araújo, con todo el respeto que le tiene a Bolsonaro, decidió dar un paso al costado para destrabar la situación.

Ad

Bolsonaro, sabiendo que la salida de Araújo generaría una situación de total caos político, aprovechó la situación para llevar a cabo profundos cambios en el gabinete que estaba queriendo hacer hace tiempo.

El Presidente derechista tiene un fuerte apoyo de las Fuerzas Armadas, pero estas se encuentran divididas. En su gabinete Bolsonaro siempre buscó balancear entre los militares que responden a su Vicepresidente, el General retirado Hamilton Mourão, y los que son de su círculo íntimo.

Este primer grupo tiene posturas más moderadas, muchos defienden la agenda progresista (aborto, eutanasia, feminismo) y, en particular, las cuarentenas. El segundo, liderados por el también General retirado Walter Braga Netto, son más conservadores y están totalmente alineados a la agenda de Bolsonaro.

La semana pasada, cuando varios gobernadores anunciaron fuertes cuarentenas contra la población, Bolsonaro aseguró que “yo no voy a sacar a mí Ejército a la calle para implementar ninguna cuarentena“. Esta frase cayó mal en los sectores de Mourão, y fuertes discusiones se generaron en el Palácio do Planalto.

De un tirón, Bolsonaro despidió a los ministros Fernando AzevedoJosé Levi, dos hombres fuertes de Mourão, y los reemplazó con personas leales a él. De esta manera, cierra filas y se prepara para enfrentar una serie de cuarentenas ordenadas por gobernadores de la oposición, que la Corte Suprema ya indicó que Bolsonaro no puede vetar y que jugará la desobediencia federal como último recurso.

Según el máximo mandatario brasileño, los gobernadores quieren hacer una táctica que se le hizo al entonces presidente Donald Trump en Estados Unidos: aplicar fuertes cuarentenas que destruyan la economía, la población luego pasa hambre y culpabiliza al Presidente en vez de los gobernadores por la mala situación. Con estos cambios en el gabinete y en la cúpula de las FF.AA., Bolsonaro está determinado a evitar esto.

El vicepresidente Mourão dándose la vacuna china. El General retirado se ha convertido en uno de los principales detractores de Bolsonaro dentro del gobierno.

Ad

En detalle, los principales cambios:

CASA CIVIL DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA (equivalente a la Jefatura de Gabinete)

  • Quién sale: el general retirado Walter Braga Netto, transferido al Ministerio de Defensa.
  • Quién entra: el general de la reserva Luiz Eduardo Ramos, que deja la Secretaría de Gobierno.

MINISTERIO DE JUSTICIA

  • Quién sale: el abogado André Mendonça, quien pasará a ser el Abogado General de la Unión (AGU).
  • Quién entra: el ex comisionado de la Policía Federal Anderson Torres, que deja la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.

MINISTERIO DE DEFENSA

  • Quién sale: el general retirado Fernando Azevedo e Silva, miembro de la facción anti-Bolsonaro.
  • Quién entra: el general retirado Walter Braga Netto, actual Jefe de Gabinete.

 MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES

  • Quién sale: el canciller Ernesto Araújo, presionado por el Congreso y China para dejar su cargo.
  • Quién entra: el ex embajador Carlos Alberto França, diplomático de carrera que formó parte del equipo de asesores especiales de la Presidencia. Tendrá un perfil mucho más moderado y pragmático que Araújo.

SECRETARÍA DE GOBIERNO DE LA PRESIDENCIA 

  • Quién sale: el general retirado Luiz Eduardo Ramos, transferido a la Jefatura de Gabinete.
  • Quién entra: la diputada nacional Flávia Arruda (PL), oriunda del Distrito Federal y aliada de Bolsonaro.

ABOGACÍA GENERAL DE LA UNIÓN

  • Quién sale: el ex fiscal nacional del tesoro José Levi, quien se había desempeñado como ministro de Justicia de Temer y pertenecía a la facción más anti-Bolsonaro del gobierno.
  • Quién entra: el abogado André Mendonça, quien ya dirigió la AGU al principio del gobierno y ahora deja la cartera de Justicia para volver a su puesto original.

Por Guilherme Ramos, para La Derecha Diario.

Haga clic para comentar

Usted debe estar conectado para publicar un comentario Inicio de sesión

Deja una Respuesta

Brasil

Los inversores internacionales huyen de Brasil y ya sacaron casi 5.000 millones de dólares del país por las medidas de Lula

Publicado

en

Mientras se escapan los inversores de Brasil, el tipo de cambio del real con respecto al dólar ascendió a las 5,27 unidades y marcó una suba del 1,6% al cierre del día martes. Se trata del valor nominal más elevado de la gestión de Lula.

El dólar acumuló un alza del 8,7% de acuerdo a su paridad con el Real de Brasil desde el comienzo del año. Pero solamente al término de la rueda del día martes, el tipo de cambio se anotó una suba diaria superior al 1,6% y volvió a romper récords nominales.

La paridad del dólar llegó a los 5,27 reales al cierre del martes, el mayor valor registrado desde marzo del año 2023. La fuerte depreciación de la moneda brasileña destacó de entre otras divisas latinoamericanas que se vieron duramente afectadas por el accionar monetario conservador que recientemente adoptó la Reserva Federal de Jerome Powell.

La tasa de inflación de Estados Unidos para el mes de marzo superó las expectativas (subió ligeramente al 3,5%), con lo cual es más probable que la FED evite reducir su tasa de referencia en el corto plazo, o en su defecto que lo haga más lentamente. Esto repercutió en todas las divisas de la región, pero Brasil se vio afectado además por factores estrictamente internos.

La política fiscal del Gobierno socialista está fuera de control. El resultado primario del Gobierno federal (sin Estados locales ni municipalidades) marcó un rojo equivalente al 2,55% del PBI en febrero, el más alto desde el estallido de la pandemia. El Presidente Lula da Silva asumió su cargo habiendo heredado un superávit primario de 0,56 puntos del PBI en enero del año pasado.

Contabilizando la pesada carga de intereses que enfrenta el país vecino, el resultado financiero marcó un déficit récord de hasta el 7,7% del PBI en febrero, y no se veía algo semejante desde julio de 2021. Cabe señalar que cuando Lula asumió la presidencia del país, el déficit financiero representaba el 4,32% del producto bruto, casi se duplicó en 13 meses.

El Gobierno socialista cuestionó con dureza la independencia del Banco Central de Brasil, heredada de la administración de Jair Bolsonaro, pero al no poder revertir su autonomía se valió del endeudamiento como vía principal para solventar la brecha fiscal. La carga de intereses por la deuda pública se incrementó del 4,88% al 5,15% del PBI desde enero de 2023.

El descarrilamiento de la política fiscal hace mecha sobre la efectividad de la política monetaria, ya que pese a la autonomía legal, existen serias dudas sobre el sostenimiento del actual margen de déficit con persistente endeudamiento. En consecuencia, se reduce el efecto disciplinario de la tasa de referencia SELIC que aplica la autoridad monetaria, y con ello se proyecta un mayor impacto negativo sobre el nivel de actividad real.

Este contexto adverso provocó que Brasil pierda cada vez más atractivo para la inversión internacional. La firma Goldman Sachs recomendó abiertamente deshacer las posiciones en empresas públicas brasileñas debido a una mayor injerencia política del Gobierno, y como resultado de la falta de credibilidad en el desempeño futuro de Brasil, se registró una salida de por lo menos US$ 4.227 millones (21.000 millones de reales) por parte de inversores extranjeros en el país.

La repercusión de la depreciación del real será mayormente negativa sobre el saldo exportador de las empresas argentinas, más aún en un contexto de fuerte apreciación del peso frente al dólar.

Seguir Leyendo

Brasil

Reforma agraria en Brasil: Lula lanza un grotesco programa socialista para colectivizar la producción del campo

Publicado

en

El Gobierno expropiará y repartirá discrecionalmente un total de 295.000 hectáreas de tierras públicas y privadas a indígenas y desempleados. El Estado se adueñará de una parte de todo lo que se produzca en las nuevas tierras reasignadas.

Con la asunción del socialismo en Brasil en enero del año pasado, se produjo un cambio radical en la política agraria del país. Se le puso fin a la concesión flexible de derechos de propiedad que emprendía la gestión Bolsonaro, y en su lugar, la administración de Lula da Silva lanzó una nueva reforma agraria a-la-China por decreto y sin pasar por el Congreso.

La reforma comprende el reparto de hasta 295.000 hectáreas de manera completamente discrecional, es decir, serán asignadas a dedo por Lula dependiendo de algún criterio arbitrario por parte de las autoridades competentes.

Las tierras se repartirán a indígenas y personas desempleadas. Con esta maniobra, el PT busca engrosar su influencia sobre los estratos más débiles de la población rural, que ahora podrían verse sometidos a una relación clientelista con el Gobierno.

El reparto afectará tanto a tierras de propiedad estatal como tierras privadas, que serán deliberadamente expropiadas en caso de que se determine el “abandono” por parte de sus propietarios, la misma excusa que utilizó el dictador chino Mao Tse Tung durante las reformas agrarias en China en la década del ’50.

A la par de estos movimientos, el Gobierno también lanzará un esquema de créditos subsidiados (y artificialmente baratos) para financiar la adquisición de maquinaria y semillas, con el fin de abastecer la eventual producción agrícola en las nuevas tierras reasignadas. 

La mayor parte de la agricultura prevista para estos campos será meramente familiar y de subsistencia, sin mayores dotes de productividad y sin la posibilidad de generar exportaciones o divisas al país.

Esto es evidencia de la pésima asignación de recursos implícita en la reforma agraria del socialismo. Se retienen recursos valiosos que podrían haberse utilizado en otras áreas de la economía para producir más eficientemente, creando puestos de trabajo mejor remunerados.

Pero pese a todo esto, la reforma agraria de Lula establece que el Estado podrá apropiarse de una parte de toda la producción realizada en esas tierras, dando forma a una incipiente colectivización de la producción agraria.

Reformas agrarias de esta índole fueron implementadas en diversas partes del mundo, como por ejemplo México (1917), Bolivia (1953), Guatemala (1951), Cuba (1959) y Chile (1962-1973), y todas ellas registraron pésimos resultados en materia de productividad y eficiencia asignativa.

Seguir Leyendo

Brasil

Lula se negó a condenar el ataque de Irán y posiciona a Brasil como el único país occidental en no solidarizarse con Israel

Publicado

en

La comunidad judía brasileña expresó su decepción con el Gobierno socialista, y lo acusaron de tomar una posición proiraní que es “lamentable” y “frustrante” para estos tiempos.

Mientras la mayoría de naciones occidentales se posicionaron del lado de Israel, o en todo caso, mantuvieron la neutralidad pero expresando su apoyo a la única democracia liberal de Medio Oriente ante los ataques de Irán, el gobierno socialista de Brasil mantuvo una postura completamente distinta.

En línea con Rusia, el presidente Lula da Silva responsabilizó a ambos países por el conflicto, y puso al mismo nivel las acciones de defensa de Israel con los ataques de la teocracia represiva y sanguinaria del dictador chiíta Ali Jamenei.

En el comunicado del gobierno del PT, Lula evitó condenar a Irán por el ataque y exhortó a todas las naciones del mundo a movilizar esfuerzos para evitar una escalada de la confrontación, sin decir que es el régimen del ayatolá el que atacó indiscriminadamente a Israel.

Estos comentarios, muy desalineados al G7 y a otras naciones latinoamericanas como Argentina o Uruguay, le ligaron un fuerte reproche de la comunidad judía brasileña, una de las más grandes del mundo.

La Confederación Israelí de Brasil tildó este domingo de “lamentable” y “frustrante” la posición de Lula en el conflicto al negarse a condenar de manera explícita el ataque de drones y misiles de Irán contra Israel.

El mundo democrático y varios países de Oriente Medio se han unido a Israel en la condena y la lucha contra el ataque de Irán, pero la actual política exterior de Brasil ha optado por ponerse del lado de la teocracia iraní”, afirmó el presidente de la entidad Claudio Lottenberg.

Las relaciones entre Israel y Lula vienen deteriorándose desde que el pasado 18 de febrero, cuando el mandatario socialista equiparó la ofensiva israelí en Gaza con el Holocausto, el exterminio de judíos promovido por Adolf Hitler.

“No es una guerra de Israel contra Palestina, es un genocidio como el Holocausto”, declaró Lula sobre el conflicto palestino israelí a la prensa en Adís Abeba, la capital de Etiopía, donde asistió en su momento a una cumbre de la Unión Africana (UE).

Y agregó: “Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha ocurrido en ningún otro momento de la historia. En realidad, si ocurrió una vez, ha ocurrido cuando Hitler decidió matar a los judíos“.

En consecuencia, Israel decidió romper relaciones diplomáticas con Brasil y declaró a Lula persona non grata, prohibiéndole el ingreso al país. En respuesta, Brasil retiró a su embajador de Tel Aviv. Este deterioro de relaciones fue fugaz, y ocurrió apenas un año después de que Israel y Brasil llegaran al punto más cercano de sus relaciones, de la mano del expresidente Jair Bolsonaro.

Seguir Leyendo

Tendencias