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Venezuela

Barinas: el bastión chavista que intervino Maduro para evitar el triunfo de Guaidó

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La familia Chávez gobierna desde 1998 pero en las últimas elecciones regionales cayeron derrotados por la oposición. La Corte ordenó realizarlas de nuevo. La interna chavista y el objetivo de Maduro de asegurarse la hegemonía.

Las elecciones regionales en Venezuela terminaron el domingo 21 de noviembre pero una de las 23 regiones quedó sin ganador confirmado. Se trata del estado de Barinas, bastión de la familia Chávez, en donde el régimen venezolano a través del Tribunal Supremo de Justicia no reconoció la victoria de la oposición y ordenó la realización de nuevos comicios para el 9 de enero.

El legítimo ganador fue Freddy Superlano, diputado del partido de Juan Guaidó, que derrotó al Argenis Chávez, hermano del ex presidente y aspirante a la reelección. 

El argumento oficial para la intervención fue Superlano ya estaba inhabilitado desde agosto de este año en una de las tantas ofensivas del chavismo para inclinar la cancha en su favor. 

El territorio en disputa tiene una carga simbólica muy grande y contiene importantes internas dentro del chavismo que van desde lo familiar hasta lo político. El telón de fondo es la pelea entre Maduro y Diosdado Cabello.

Las internas del chavismo se encuentran marcadas por un sector que busca una mayor radicalización del proceso, alejado de la negociación en México y de cualquier apertura democrática. Por eso precisamente judicializan la política como forma de evadir el resultado electoral, inhabilitan a Superlano, el TSJ llama a repetir elecciones (competencia única del CNE), Voluntad Popular lanza a la esposa y la inhabilitan.

En medio de un irregular proceso de convocatoria para los nuevos comicios, Maduro ungió Jorge Arreaza como candidato. Arreaza fue Canciller y ahora ocupa el ministerio de la Producción. Como representante diplomático fue un espada del madurismo en medio de las tensiones con toda la comunidad internacional. 

Arreaza nunca compitió por un cargo electivo y tiene como antecedente haber sido esposo de María Gabriela Chávez, una de las hijas del fallecido líder. El objetivo de Maduro es aprovechar los problemas familiares para poner a un leal.

Para la oposición que lidera Guaidó, destronar a los Chávez de Barinas hubiese significado un triunfo de alto contenido simbólico que lo revitaliza ante el desmantelamiento de lo que intentó ser "el gobierno interino" y  en la discusión con líderes como Herique Capriles que vienen criticando la estrategia fallida de Guaidó hace tiempo.

Adán Chávez: "En América Latina, el progresismo no fue derrotado, solo tuvo  caídas circunstanciales" - 05.12.2020, Sputnik Mundo
Adán y Hugo Chavez.

Finalmente, el escenario es más favorable para Maduro. La Mesa de Unidad Democrática lanzó a Sergio Garrido, secretario general de Acción Democrática y se confirmó otro postulante que dividirá el voto opositor: Claudio Fermín, de Soluciones para Venezuela.

 La salida de Ramirez fue un golpe para la hija del líder bolivariano. Uno de los hechos de corrupción de PDVSA denunciados en el 2016, era de un ex novio de María Gabriela que había contratado con la petrolera estatal.  

Maduro y Adán se llevan relativamente bien. Pero Maduro estaba en contra de Argenis, por eso apoyaba a Huguito que es una figura emergente en Barinas. Maduro también está bien con Asdrúbal Chávez, hoy presidente de PDVSA. Pero en la muerte de uno de los Chávez, por una enfermedad menor, la mamá de Chávez recriminó que Maduro no ayudó lo suficiente. Parece que para salvarlo se necesitaba un traslado en helicóptero que nunca ocurrió.  Él ha buscado fracturar a la familia, la misma María Gabriela quedó en el ostracismo con la salida de Ramírez.

Diosdado fue quién cobijó a los atacados por Maduro pero siempre terminó imponiéndose la voluntad del jefe de estado que ha logrado acumular poder interno y vaciar de aliados a Cabello, quien antes del fallecimiento de Chávez controlaba las Fuerzas Armadas y el PSUV.

Maduro controla la Asamblea Nacional con Jorge Rodríguez, se aseguró la interlocución con inversores estadounidenses que presionan para una acuerdo con el FMI con Delcy Rodríguez como figura clave y logró lealtad de las Fuerzas Armadas, gracias al acuerdo con el poderoso Vladimir Padrino López. Por eso, el fin de la hegemonía chavista en Barinas consolida la hegemonía madurista en el régimen.

Lo cierto es que las peleas intestinas pueden hacer que el objetivo del gobierno de alcanzar una relativa normalidad en la relación con la comunidad internacional termine volando por los aires. "Maduro le está ganando la interna por goleada a Diosdado y está dispuesto a eliminar a todos los Chávez que busquen ser alternativa política", finalizó este dirigente distanciado del presidente venezolano.

Venezuela

Corina Machado tiene el 72% de intención de voto y solo el 8% de los venezolanos votarían por Maduro en una elección libre

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La última encuesta de Meganalisis expone el colapso absoluto del chavismo en Venezuela. Luego de haber alcanzado 60 puntos en 2006, hoy el socialismo chavista apenas si llega a los 10 puntos en intención de voto.

La encuestadora venezolana Meganalisis publicó un estudio de opinión donde revela que la candidata de la oposición, María Corina Machado, posee cerca del 72% de intención de voto, convirtiéndose así en la candidata con mayor apoyo antes de una elección de la historia del país.

También sorprende la caída sin igual del dictador socialista, Nicolás Maduro, quien solamente conserva el 8% de la intención de voto, mientras un 20% se mantiene indecisa o votaría por otro candidato. Si bien el chavismo a lo largo de sus 25 años ha caído descomunalmente a raíz de la crisis económica, delincuencia y autoritarismo, nunca había roto el subsuelo quedando por debajo del 20%.

Otra encuestadora, Poder y Estrategia, le da 74% a Corina Machado pero un 20% a Maduro, un número más positivo que el de Meganalisis y con menor cantidad de indecisos. Sobre la participación, el 55% está seguro de que irá a votar, un 13% dice que posiblemente vote y un 11% está seguro de no votar.

Otro estudio publicado por la encuestadora Hercon, le atribuye 64% a Corina Machado y un 14% a Maduro, aunque está encuesta se hizo con una muestra reducida, por lo que carece o tiene un menor grado de representatividad.

Colapso del apoyo al chavismo en Venezuela

Cabe recordar que Hugo Chávez llegó al poder en 1998 con el 56,2% de los votos, ganando las elecciones constituyentes de 1999 con el 71,7% de los votos y luego reeligiendo en el año 2000 con el 59,7%.

Todo esto fue antes de la llegada del voto electrónico de la mano de Smarmatic en 2004, lo cual garantiza que los resultados en ese periodo fueron reales y realmente el chavismo tenía esos altos niveles de apoyo.

Entre 2002 y 2003, Chávez sufre un masivo paro general impulsado por la Fedecámaras que ve dañada su imagen. En 2004 la oposición lanza un referéndum revocatorio para destituir al gobierno chavista, donde éste emplea por primera vez tácticas de fraude electrónico para manipular el voto y logra mantenerse en el poder con el 59,1% de los votos.

Encuestadoras privadas indicaban que en aquél momento Chávez tenía una intención de voto apenas encima del 50%, aunque tras resolverse la huelga general y la suba mundial de precios el crudo, consigue la reelección en 2006 con el 62,8%.

Sin embargo, su gobierno quedaría mortalmente herido. En 2007, pierde un segundo referéndum constitucional en 2007, por el 51% del "No" contra el 49% del "Sí". Se trató de un mega proyecto que buscaba reformar 69 artículos de la Constitución para legalizar la reelección indefinida y volver a Venezuela un Estado socialista. La oposición denunció un ligero fraude, pero que "no fue suficiente" para dar vuelta el resultado.

En 2010, el chavismo, que ya estaba sangrando por todos lados, perdería las parlamentarias, contra una oposición nucleada en el MUD y el PPT, que obtuvieron el 52% contra el 48% del chavismo (GPP). Esto hizo sonar las alarmas en el comando oficialista, y se prepararía de otra forma para las presidenciales de 2012.

En la presidencial de 2012, Hugo Chávez se enfrentó al joven político, Henrique Capriles, quien se convertía en el líder indiscutido de la oposición, con una agenda socialista pero más moderada y alineada con el resto de la región.

Las firmas Datos, Consultores21, Predicmática y Hercon pronosticaban un triunfo claro de Capriles, aventajando a Chávez por entre 4 y 6%, mientras que otras, como Mercanálisis y Polinomics publicaban un resultado más ajustado, con un Capriles ganando pero por 1 punto.

El resultado final que dio la CNE, intervenida por el chavismo, fue del 55,1% a favor de Chávez, esto fue un resultado impactante para gran parte del país que esperaba un resultado apretado en una elección que se veía polarizada no solo en los sondeos sino en las calles.

En un momento que se convirtió en bisagra para la historia de Venezuela, Capriles aceptó el resultado, a pesar de que había organizaciones como el Movimiento Rumbo Libertad de Eduardo Bittar, que presentó pruebas de que hubo más de un millón de cédulas falsas habilitadas para votar, valiéndose del sistema electrónico.

De todos modos, esas elecciones marcaron el inicio del declive del chavismo, y tras la muerte de Chávez, Maduro convocó a elecciones donde solo se habilitaron 14 días de campaña, y estuvo a punto de perder el poder en su primer contienda electoral.

En las elecciones del 2013 contra Henrique Capriles, Maduro debió cometer uno de los fraudes más groseros de la historia de Latinoamérica para retener el poder, y ajustó los votos para ganar por la mínima, imponiéndose en la presidencia con tan solo el 50,6% de los votos.

Además de fraude en las urnas, se experimentaron altísimos niveles de violencia política, con grupos de choque chavistas atacando a los simpatizantes de Capriles y cometiendo actos de terrorismo para desincentivar el voto en contra de Maduro.

La oposición esta vez no aceptó el resultado y Maduro oficialmente se convirtió en un dictador. Alfredo Weil, director de Esdata, una organización de defensa del voto y transparencia, afirmó que según su seguimiento de los votos, Capriles ganó la elección con un 52% frente al 48% de Maduro, en línea con lo que decían las principales encuestas.

A pesar de que Maduro se había quedado en Miraflores, la tendencia sería irreversible. En las parlamentarias de 2015, la Mesa de la Unidad obtuvo el 56% de lo votos frente al 40% del GPP, los ganadores obtuvieron los dos tercios de las bancas y ni siquiera el fraude electrónico pudo frenar la marea opositora.

A partir de ese año, y entendiendo que el fraude electoral no iba a dar a basto para frenar a la oposición, Maduro lanzó un régimen del terror, encerrando a sus principales opositores y terminando de desmantelar el Estado de Derecho en Venezuela.

En 2018 se presentó sin oposición, en unas elecciones donde los líderes anti-chavistas o estaban tras las rejas o decidieron no ser candidatos para no legitimar el régimen. Si bien se impuso con el 67,8% de los votos, solo votaron los chavistas, y las encuestas de opinión que medían su intención de voto en toda la sociedad lo ubicaban ya entre 15 y 25%.

Ahora, su caída continúa y solo el 7,9% de los votantes lo elegirían en una elección libre y democrática. Cabe aclarar, sin embargo, que Corina Machado ha sido inhabilitada a presentarse y el régimen del terror continúa, por lo que estos números podrían no ser lo que finalmente ocurra en las urnas a fin de año.

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Estados Unidos

Papelón histórico de Biden: Le sacó las sanciones a Venezuela para que tengan elecciones libres, pero Maduro igual inhabilitó a la oposición

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El Departamento de Estado de los Estados Unidos dijo que podría imponer castigos a Venezuela por la inhabilitación de la líder opositora Maria Corina Machado, luego de sacarle las sanciones pensando que iban a haber elecciones libres.

Este viernes se cayeron completamente los Acuerdos de Barbados y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por el sanguinario dictador Nicolás Maduro, ratificó la inhabilitación de la líder opositora liberal Maria Corina Machado.

De esta manera, colapsó el gran plan de Joe Biden, que desde hacía más de un año había comenzado un proceso de quita de sanciones contra Venezuela, a cambio de dos cosas: que el chavismo permitiera elecciones libres en su país y que le vendiera cuotas preferenciales de petróleo.

Pero este acuerdo se convirtió en el quizás mayor fracaso de toda la administración Biden en el plano geopolítico: si bien se le permitió a Chevron volver a explotar los yacimientos de petróleo junto petrolera estatal venezolana PDVSA, el mayor comercio sigue ocurriendo entre Venezuela y Rusia, China e Irán.

Además, no habrá elecciones libres en Venezuela, algo completamente esperable para cualquiera que entiende el nivel de enquistación en el poder que está el chavismo. No había prácticamente nadie que pensara que iban a permitir ir a unos comicios libres, especialmente cuando Corina Machado mide arriba de 60 puntos en primera vuelta.

Tras la prohibición del viernes contra la líder opositora, Estados Unidos está “actualmente revisando” las sanciones a Venezuela, según dijo el Departamento de Estado en un comunicado, “en base a este desarrollo y los recientes ataques políticos contra candidatos de la oposición democrática y la sociedad civil”.

La decisión de la Corte Suprema de Venezuela del 26 de enero de descalificar a la ganadora de las primarias de la oposición democrática, María Corina Machado, es inconsistente con el compromiso de los representantes de Nicolás Maduro de celebrar unas elecciones presidenciales venezolanas competitivas en 2024", enunció la cartera que dirige Antony Blinken, el artífice del fracasado acuerdo.

"El proceso de reinstalación careció de elementos básicos, ya que Machado no recibió una copia de la acusaciones contra ella ni se le dio la oportunidad de responder a ellas”, indicó el Departamento de Estado norteamericano.

“Esta decisión profundamente preocupante va en contra de los compromisos asumidos por Maduro y sus representantes en virtud del acuerdo de hoja de ruta electoral de Barbados de permitir que todos los partidos seleccionen a sus candidatos para las elecciones presidenciales. Actualmente, Estados Unidos está revisando nuestra política de sanciones a Venezuela, basándose en este hecho y en los recientes ataques políticos contra candidatos de la oposición democrática y la sociedad civil”, añadió.

En X (ex Twitter), Machado dijo que la decisión del Supremo de inhabilitarla por 15 años, pone fin al acuerdo firmado en Barbados entre el Gobierno y la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que contemplaba “garantías electorales”, así como el fin de las inhabilitaciones.

El régimen decidió acabar con el acuerdo de Barbados. Lo que no se acaba es nuestra lucha por la conquista de la democracia a través de elecciones libres y limpias”, aseveró Machado. A su juicio, el dictador Nicolás Maduro y “su sistema criminal” escogieron el camino de “unas elecciones fraudulentas”.

Con esta sentencia, la máxima corte venezolana cerró el paso para que Machado, una ingeniera industrial de 56 años, pueda inscribir su candidatura para los comicios presidenciales previstos para el segundo semestre del año.

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Venezuela

Maduro rompe el acuerdo electoral para 2024 y anuncia la inhabilitación de Maria Corina Machado, su principal opositora

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El Tribunal Supremo de Justicia rechazó el amparo de la líder opositora liberal y, como todos esperaban menos Joe Biden, se enterraron los Acuerdos de Barbados con la oposición.

A 10 años de las elecciones donde Nicolás Maduro tuvo que encerrar a sus opositores y cometer fraude electoral para mantenerse en el poder, iniciando un ciclo de dictadura explícita en Venezuela por parte del chavismo, el presidente de facto volvió a recurrir al autoritarismo para prorrogarse en el poder.

Auspiciados por Estados Unidos y México, Maduro había firmado junto a la oposición los Acuerdos de Barbados, en los que el chavismo prometía garantías electorales a los opositores a cambio que Joe Biden retirara las sanciones que había impuesto el expresidente Donald Trump.

De esta manera, la oposición llevó a cabo una elección interna para decidir quién sería su candidato unificado para vencer al chavismo en las elecciones del 2024, y de allí salió el nombre de María Corina Machado, quien arrasó en las primarias y se convirtió rápidamente en la más importante líder opositora.

Pero como era esperable, después de un año con sanciones levantadas por los demócratas, Maduro decidió avanzar contra Corina Machado y evitar unas elecciones libres contra ella. Así, ordenó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a que rechazara su solicitud de amparo cautelar presentada en diciembre, y la inhabilitara a competir en las elecciones.

Según el alto tribunal que controla Maduro, el recurso de Machado “no cumple con los requerimientos establecidos y exigidos en el Acuerdo de Barbados”, por lo que “está inhabilitada para ejercer funciones públicas por un periodo de 15 años”.

Particularmente, se la acusa de ser “partícipe de la trama de corrupción orquestada por el usurpador Juan Guaidó que propició el bloqueo criminal a Venezuela, así como también el despojo descarada de empresas y riquezas en el extranjero”.

En otras palabras, se la acusa de haber sido parte de un plan de la oposición para "usurpar" la presidencia, promover manifestaciones que el chavismo reprimió con violencia asesinando a decenas de venezolanos y provocando que Estados Unidos imponga sanciones. Sin embargo, Machado nunca formó parte de la llamada “presidencia encargada” encabezada por Guaidó durante cuatro años.

“El régimen decidió acabar con el Acuerdo de Barbados. Lo que no se acaba es nuestra lucha por la conquista de la democracia a través de elecciones libres y limpias. Maduro y su sistema criminal escogieron el peor camino para ellos: unas elecciones fraudulentas. Eso no va a pasar. Que nadie lo dude, esto es hasta el final”, reaccionó Machado tras conocer la sentencia.

La líder opositora fue inhabilitada por la Contraloría chavista a finales de junio del año pasado, cuando la candidata liberal avanzaba como un huracán hacia las elecciones primarias de la oposición, en las que finalmente arrasó. Ese contralor, Elvis Amoroso, quien presentó la denuncia contra Corina Machado, fue premiado con la presidencia del Consejo Nacional Electoral (CNE), que tiene a su cargo las elecciones presidenciales de este año. 

La desesperación de Maduro tiene asidero en que, según todas las encuestas, incluso las que llevó a cabo el propio chavismo, indican que Corina Machado aplastaría al régimen en las urnas si se dieran elecciones libres, con las más pesimistas mostrando a la candidata opositora con más del 60% de los votos.

La decisión del TSJ, que también mantiene la inhabilitación contra Henrique Capriles, había sido adelantada horas antes por Jorge Rodríguez, jefe de la delegación gubernamental en Barbados y “mano izquierda” de Maduro: “No hay forma de que esta mujer sea candidata a nada en ninguna elección. Con sanciones o sin sanciones, con oposiciones o sin oposiciones”.

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