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Venezuela

Guaidó traiciona a Trump y envía sus felicitaciones anticipadas a Joe Biden por el resultado de la elección

Minutos antes del saludo de Nicolás Maduro, Juan Guaidó decidió no esperar los resultados oficiales y felicitó por adelantado a Joe Biden como “presidente de Estados Unidos”, asegurando que “trabajarán con la nueva administración”, dándole la espalda al presidente Donald Trump

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A pesar de que no se ha oficializado a un ganador en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, felicitó este sábado al candidato demócrata Joe Biden, y a su compañera de fórmula, la ultra-progresista Kamala Harris, luego de que la prensa proclamara a Biden como el “ganador” de estos comicios. 


El líder socialista aseguró que “con la llegada de la nueva administración y el nuevo Congreso, seguirán adelante en la lucha por liberar al pueblo venezolano de la dictadura de Nicolás Maduro”, al mismo tiempo que, con un tono de despedida, agradeció al presidente Donald Trump, y al vicepresidente Mike Pence por su apoyo durante estos últimos años.
Diversos sectores han calificado esta maniobra como una traición al presidente Donald Trump, quien fue uno de los pilares fundamentales para el reconocimiento internacional del Gobierno interino, y que además contribuyó a la asistencia de los venezolanos que emigraron a países vecinos como Colombia o Brasil. 
A lo largo de este periodo, Guaidó no ha tenido una estrategia clara para la liberación de Venezuela, y continúa con el mismo discurso para lograr un “Gobierno de Transición”, encabezado por el mismo Guaidó u otro sector de la oposición progresista que ha cohabitado con el régimen de Maduro, hecho que es apoyado por una minoría de venezolanos, ya que un amplio sector de la población se ha mostrado decepcionada por las repetitivas acciones del mandatario interino y sus aliados

De la misma forma, el Comisionado Presidencial del Centro de Gobierno, Leopoldo López, se pronunció sobre este hecho, y al igual que Guaidó aseguró que Biden “mantendrá un firme compromiso en la lucha por la libertad y democracia en Venezuela“, a pesar de que en su anterior gobierno, junto a Obama, impulsaron el deshielo cubano y consolidaron la dictadura castrista, lo que a su vez envalentonó al dictador Maduro.

López había afirmado días atrás en que la posible llegada de Biden a la Casa Blanca no cambiaría la postura del Estados Unidos sobre la situación actual de Venezuela. Sin embargo, López olvida que varios miembros del ala extremista del Partido Demócrata han manifestado en reiteradas ocasiones su deseo de disminuir las sanciones en contra del régimen venezolano, que han generado un duro golpe a este sector. 
En su defensa, el líder del Partido Voluntad Popular, aseguró que el apoyo para llevar el cambio a Venezuela no tiene nada que ver con una ideología u otra”, reafirmando sus intenciones de reunirse con otros sectores de izquierda dentro de la Unión Europea y en Latinoamérica, pese a que estos han manifestado abiertamente su respaldo al régimen chavista. 

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Minutos después del mensaje de Guaidó, el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitaría a los candidatos demócratas, mostrándose satisfecho por los resultados no oficiales de la elección. 

Maduro aseguró que está dispuesto a dialogar con los demócratas, ante las estrechas relaciones que existen entre ambos sectores, lo cual abre la posibilidad a una postura poco agresiva de Estados Unidos sobre la situación política de Venezuela. 

En 2016, el entonces presidente Barack Obama impulsó acercamientos con el régimen cubano, disminuyendo las presiones por parte de Estados Unidos en temas importantes como las violaciones a los derechos humanos, además de la falta de libertades y la continuidad de las políticas socialistas en la isla, siendo criticado por importantes sectores anticastristas en Estados Unidos. 

Es por eso que Nicolás Maduro mantuvo un apoyo constante a la candidatura de Joe Biden a través de las redes sociales, asegurado que un Gobierno demócrata, además de disminuir las sanciones al chavismo, facilitaría el tránsito entre ambos países a través de la aprobación del Estatus de Protección Temporal (TPS) a los inmigrantes venezolanos. 

“Felicito al pueblo estadounidense por las elecciones presidenciales. Asimismo, felicito por su victoria al presidente electo Joe Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris. Venezuela siempre estará dispuesta al diálogo y al entendimiento con el pueblo y el Gobierno de Estados Unidos”, expresó Maduro en Twitter

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Ante los indicios del fraude demócrata a través del voto por correo, el presidente Donald Trump y su equipo de campaña han enfatizado en que la elección aún no ha terminado, y será la Corte Suprema de Justicia quien tendrá la última palabra sobre este proceso que mantiene a la expectativa a diversos sectores dentro y fuera de Estados Unidos. 

Para los venezolanos, las elecciones son de vital importancia, ya que en los últimos años las políticas represivas de Nicolás Maduro han incrementado los índices de migración y pobreza en el país, al mismo tiempo que el presidente Donald Trump aplicaba importantes sanciones al régimen chavista, además de lograr la captura de personajes clave que podrían revelar importantes detalles sobre el funcionamiento de las redes de corrupción dentro del chavismo en los próximos meses. 

Sin embargo, no es casualidad que el dictador venezolano, Nicolás Maduro y el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó feliciten de manera casi simultánea al candidato demócrata Joe Biden

Los planes de la Administración Trump para la liberación de Venezuela no son convenientes para ambos sectores. Los políticos socialistas han mantenido una alianza significativa a lo largo de los años, por lo que las opciones para abandonar el poder no son viables para un sector que ha sido rechazado por la mayoría de los venezolanos. 


Por Miguel Barahona, para La Derecha Diario

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Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Colombia

Una historia de dictadores y terroristas: Gustavo Petro se reunió en Caracas con Nicolás Maduro y defendió las elecciones fraudulentas

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El ex terrorista devenido en presidente de Colombia viajó a Caracas para reunirse en persona con su jefe político, el dictador chavista de Venezuela, Nicolás Maduro.

El Palacio de Miraflores fue escenario este martes de un encuentro que no pasó desapercibido. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, protagonizaron una reunión en Caracas, capital del régimen castrochavista.

Se trata de la quinta reunión que mantienen en dos años, pero esta quizás fue la de mayor envergadura. El exterrorista de M-19 viajó a Venezuela en un momento clave, donde Maduro se está disputando la continuidad de su régimen en unas elecciones que está fraudulentando para legítima su poder.

El pacto entre Maduro y Petro se centró en el supuesto apoyo mutuo a la “paz y estabilidad política, social y económica” en ambos países. Sin embargo, detrás de este gesto de cordialidad se esconden una serie de críticas y especulaciones sobre la postura de la figura presidencial colombiana frente al régimen chavista.

Durante el encuentro, Petro no dudó en criticar el bloqueo que ha sufrido la oposición venezolana para inscribir sus candidaturas en las próximas elecciones presidenciales, calificándolo como un “golpe antidemocrático“.

Maduro no lució sorprendido por los dichos de Petro, indicando que le había anticipado que debía repudiar las inhibiciones para no quedar mal frente al plano internacional. Sin embargo, estas críticas no se tradujeron en acciones concretas por parte del mandatario colombiano, quien expresó su compromiso con la “paz política” en Venezuela a pedido de Maduro.


Además, las declaraciones posteriores al encuentro generaron suspicacias entre quienes ven en Petro una figura demasiado complaciente con un régimen autoritario como el de Maduro.

Se han despertado una serie de interrogantes sobre la postura del mandatario colombiano frente al gobierno venezolano. Mientras algunos interpretan este gesto como una muestra de buena voluntad y disposición al diálogo, otros lo ven como una clara señal de debilidad y falta de firmeza en la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.

Adherido a esto, se tocaron temáticas como el conflicto palestino-israelí, en la que por supuesto reinó el antisemitismo, y tanto Maduro como Petro condenaron al Estado de Israel por defenderse de los ataques de Hamás.

Por último, se abordó el tópico Haití, y para sorpresa de nadie, primaron las tácticas resolutivas por su ausencia, y simplemente se relegaron a “valorar positivamente el accionar del CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)“.

A pesar de las “declaraciones conciliatorias y los gestos de colaboración”, la realidad sobre el terreno muestra una situación muy diferente. En Venezuela, la situación política y económica continúa deteriorándose bajo el régimen autoritario de Maduro, con una creciente represión contra la oposición y una profunda crisis humanitaria que afecta a millones de venezolanos. La falta de libertades civiles y la violación sistemática de los derechos humanos son problemas que persisten sin solución a la vista.

En cuanto a Colombia, el país enfrenta desafíos internos significativos, incluyendo la persistencia de grupos armados ilegales, el narcotráfico y la corrupción. Petro ha dedicado sus primeros dos años a hacer turismo internacional y no ha hecho nada para promover la paz como había prometido en campaña.

El encuentro entre estas dos figuras en Caracas marca un antes y un después en la región, ya que Maduro se anota una victora en el plano internacional poniendo a Colombia, con todo lo que eso significa, de su lado.

Mientras tanto, los observadores en la región continúan vigilando de cerca los desarrollos en ambos países pero están lejos de hacer una oposición real a la dictadura en Venezuela y de frenar que ocurra lo mismo en Colombia.


De Agustin Ulises Ferrin, para La Derecha Diario.


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Venezuela

La Solución Final de Maduro: El dictador de Venezuela presentó una ley para arrestar ciudadanos por “pensamientos neoliberales”

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Maduro presentó una peligrosa “ley contra el fascismo” que le permitirá al chavismo proscribir a la oposición, censurar las redes sociales y arrestar arbitrariamente ciudadanos como en Cuba.

El régimen comunista de Venezuela presentó este martes ante la Asamblea Nacional, la escribanía del chavismo, el “Proyecto de ley contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares” elaborado por orden del dictador Nicolás Maduro, para terminar de completar la cubanización del país.

Con esta ley, Maduro podrá meter presa a cualquier persona que se oponga a su régimen, bajo la premisa de “pensamiento neoliberal y conservador“. Si bien ha lanzado una brutal persecución de opositores en la última década, con esto podría arrestar personas arbitrariamente por su pensamiento asumido.

El documento, presentado por la vicedictadora Delcy Rodríguez, incluye cuatro capítulos 30 artículos, y establece “medios y mecanismos para preservar la convivencia pacífica, la tranquilidad pública, el ejercicio democrático de la voluntad popular, el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y el respeto recíproco, frente a agresiones de orden fascista”.

En Venezuela hasta el momento se perseguían a líderes opositores pero no a ciudadanos que se opongan al régimen, como sí ocurre en Cuba. Sin embargo, con esta legislación, entre las “medidas de protección contra el fascismo”, se encuentra la prohibición de “la difusión de mensajes que hagan apología o promuevan la violencia como método de acción política”, por lo que cualquier persona que difunda ideas de la oposición podría ir preso.

El proyecto de ley también establece la creación de una comisión contra el fascismo y de una red internacional de agrupaciones, movimientos e instituciones comprometidas en la lucha contra esta doctrina.

Como es de esperar en estos regímenes con tendencias soviéticas, se utiliza la etiqueta de “fascista” para categorizar todas las ideas de personas o movimientos distintos al socialismo marxista leninista. Por lo que el liberalismo, libertarianismo, nacionalismo y conservadurismo caen en la volteada.

En el artículo 4 del proyecto de ley se prohíbe el pensamiento “neoliberal” y “conservador” en todo el país. En el artículo 9 se propone la censura total de las redes sociales para quienes dañen la imagen del “gobierno”. En el artículo 12 se prohíben todo tipo de reuniones y manifestaciones pacíficas contra el gobierno.

Entre los artículos 14 y 17 se habla de la disolución de la sociedad civil, mediante la prohibición de fundaciones, think tanks y partidos politicos que el régimen considere como “fascistas”. En el artículo 18 se crea una alta comisión contra el “fascismo”, dirigida por militantes chavistas para juzgar a la oposición.

Toda persona que incumpla alguno de los 30 artículos propuestos por la dictadura tendrá una pena de 6 a 12 años de prisión. Es probablemente una de las leyes más brutales presentadas en toda la historia de Sudamérica, y pone a la par al país con las leyes del comunismo castrista.

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