Seguinos en redes

Venezuela

Hiperinflación chavista: el dólar supera el millón de bolívares y la moneda nacional se deprecia un 93% solamente en noviembre

Este martes el precio del dólar en el mercado paralelo de Venezuela superó el millón de bolívares, provocando una devaluación significativa de la moneda nacional. Las medidas aplicadas por el régimen son insuficientes y ya se habla de dolarización.

Publicado

en

El precio del dólar en el mercado paralelo de Venezuela superó este martes la cifra de 1 millón de bolívares soberanos, exactamente unos Bs. 1.010.242,78, mientras la cotización del mercado paralelo, que rige casi todas las operaciones comerciales en Venezuela, muestra que el bolívar se ha depreciado en un 93% frente al dólar en lo que va de mes.

Por su parte, el Banco Central de Venezuela (BCV) asegura que la depreciación en noviembre viene siendo solo del 50%, lo cual ya es un número escandaloso, y que revela la deplorable situación monetaria que vive el país por culpa de las ridículas teorías económicas del chavismo.

Este lunes, los sitios web que miden la cotización del mercado paralelo en Venezuela ubicaron el precio del dólar alrededor de los 960.000 bolívares al cierre del lunes, cuando, según reportes de varios medios, el Banco Central no presentó por primera vez en meses el promedio oficial.

De esta manera, el salario mínimo legal de 400.000 bolívares mensuales, que lo cobran unos 10 millones de trabajadores y pensionistas, se ubica en 0,50 centavos de dólar o menos, dependiendo de las cotizaciones que se tomen como referencia.

Mientras tanto, los medios han informado que el régimen de Nicolás Maduro habría aumentado el salario mínimo de 400.000 bolívares a 1.200.000 bolívares (US$ 1,54 o menos) a principios de este mes, aunque no existe ningún documento que respalde su implementación y nadie ha registrado dicho aumento. 

De todos modos, incluso tomando este aumento, el salario mínimo de los venezolanos continúa siendo uno de los más bajos del mundo.

Ad

En los últimos años Venezuela ha sufrido una profunda devaluación de su moneda nacional, desde 2017 se vive una situación de hiperinflación al registrarse una inflación interanual de 1370% según cifras extraoficiales, mientras que en el año 2019, el país cerró con una hiperinflación superior a 7.000%. 

Las políticas públicas llevadas a cabo por el régimen venezolano en los últimos 21 años han conducido a la quiebra al país caribeño. La constante expansión de la nómina pública, los préstamos del Banco Central de Venezuela al gobierno venezolano, han dejado como consecuencia una expansión monetaria progresiva (durante noviembre aumentó un 21,88%), para terminar con una liquidez histórica de Bs. 338,3 billones.

Además, durante el pasado mes de septiembre, el Banco Central informó mediante un comunicado una reforma del encaje legal que le permitiría al sistema bancario nacional liberar 30 billones de bolívares semanales para el mercado crediticio, flujo que impactó en la tasa de cambio. 

De esta forma, el aumento de la liquidez por parte del BCV para financiar el salario mínimo y el seguro social, sumado a una política expansionista en el ámbito crediticio, dirigido a la adquisición de dólares en tasas “oficiales”, han conducido a la depreciación del bolívar y la escasez de dólares en el mercado

De acuerdo a las estimaciones del BCV, durante la semana pasada, el bolívar perdió 14,75% de su valor frente al dólar en 5 días. A pesar de los intentos desesperados del régimen por reducir la crisis económica en Venezuela, las medidas no son suficientes debido a la mala gestión durante los últimos años. 

Ad

La moneda venezolana protagoniza una de las tasas de devaluación más grandes de la historia, luego de diferentes conversiones monetarias sufridas en los últimos años, como en el año 2008, en donde la moneda perdió tres ceros y pasó a llamarse «bolívar fuerte», o en 2018, año en que se le restaron otros cinco ceros, con lo que fue rebautizado como «bolívar soberano».

Desde el comienzo del gobierno chavista en 1999 hasta el 2019, el país atravesó 20 años de total destrucción de su moneda. Mientras Chávez y Maduro aseguran que la inflación es culpa de las empresas privadas que especulan con los precios, hoy, con todos los servicios estatizados o regulados, ya no le quedan excusas al chavismo.

La naturaleza monetaria de la inflación ya no puede ser negada por los jerarcas del chavismo. En 20 años le quitaron 8 ceros a la moneda nacional, y van camino a sacarle 6 ceros más.

Ante esta situación, diferentes reportes aseguran que el régimen, mediante el Banco Central, estaría conversado con diferentes firmas locales para analizar la posible legalización parcial del dólar estadounidense en cierto tipo de transacciones locales, lo que daría paso a una posible dolarización a largo plazo

El régimen mantiene una doble postura en este tema, ya que la vicedictadora Delcy Rodríguez continúa negando este escenario, asegurando que «si se sustituye al bolívar será por otra moneda nacional«, algo considerado imposible por los expertos, ante la falta de capacidades técnicas, políticas y financieras del chavismo a esta altura.

Haga clic para comentar

Usted debe estar conectado para publicar un comentario Inicio de sesión

Deja una Respuesta

Venezuela

Tras la inhabilitación de Corina Machado, la oposición en Venezuela se une detrás de Edmundo Urrutia, quien enfrentará a Maduro

Publicado

en

De carrera diplomática, sirvió como embajador de Venezuela en Argentina entre 1998 y 2002, y fue una especie de vicecanciller durante la presidencia de Rafael Caldera.

El régimen chavista se acerca a unas elecciones claves para continuar y legitimar su sanguinaria dictadura en Venezuela. Nicolás Maduro, desesperado por la posibilidad de perder los comicios, luego de encuestas que lo ubican siendo derrotado por cualquier opositor por más de 40 puntos de diferencia, decidió tirar abajo el Acuerdo de Barbados y lanzó una campaña de inhabilitación de opositores.

En la volteada cayó la líder de la oposición, Maria Corina Machado, e incluso no se le permitió a su sucesora, Corina Yoris, a anotarse como candidata, por lo que todo indicaba que Maduro iba a presentarse sin oposición en las elecciones del 28 de julio.

Sin embargo, a último minuto antes que cierra la inscripción, Edmundo González Urrutia, un miembro desconocido del partido opositor Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logró anotarse en el sistema, y mientras el régimen estaba intentando boicotear la candidatura de Yoris, Urrutia pasó completamente desapercibido.

Inmediatamente la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la coalición de partidos opositores a Maduro, empezó a negociar con Urrutia. Si bien no es una figura fuerte dentro de la alianza anti-chavista, es la única persona que podrá competir contra el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Inscrito inicialmente como candidato provisional del Consejo Nacional Electoral (CNE) el 26 de marzo, su nominación buscaba preservar la tarjeta electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Esta maniobra permitió sortear el bloqueo contra la candidatura de Corina Yoris, quien había sido previamente seleccionada para representar a la oposición tras la inhabilitación política de Machado.

Es por eso que tras una cumbre partidaria este viernes 19 de abril, Corina Machado y el resto de los dirigentes que no pudieron anotarse votaron a favor de que Urrutia se convierta en el candidato de la oposición unificada contra el chavismo.

De esta manera, Edmundo González Urrutia, de 74 años y con una carrera política enfocada puramente en la diplomacia, quien asegura que se anotó simplemente como candidato provisional para preservar la tarjeta electoral de la MUD en caso de que pasara algo con la candidatura de Corina Yoris, será el máximo líder de la oposición a Maduro.

Quién es Edmundo Urrutia

Nacido en La Victoria, estado Aragua, y graduado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Relaciones Internacionales, tiene además un Máster en Relaciones Internacionales de la American University de Washington, Estados Unidos, donde estudió en 1981.

Urrutia comenzó su carrera como Embajador de Venezuela en Argelia entre 1991 y 1993, designado por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. En 1994, el presidente Rafael Caldera lo designó como Director General de Política Internacional de la Cancillería, un cargo de alta jerarquía.

Estuvo allí hasta 1998, cuando Caldera decidió enviarlo como embajador de Venezuela a la Argentina, una relación que en ese momento estaba floreciendo entre dos gobiernos liberales. Pero tan solo un año después, Venezuela caería en desgracia.

En 1999, gana Hugo Chávez las elecciones en Venezuela. Si bien Urrutia se quedó un tiempo como embajador en Argentina, cumpliendo más que nada un rol diplomático, en 2002 finalmente el dictador lo removería de su cargo.

En los años posteriores escribió libros y condujo fundaciones, hasta que en 2013 decidió entrar de lleno a la política, alineándose con la oposición a Maduro. Tras su afiliación a la MUD, se convirtió en una suerte de enlace internacional del partido con gobiernos extranjeros que apoyaban los reclamos de la oposición.

En 2020, asumió temporalmente la presidencia de la MUD, para luego darle lugar a otros como José Luis Cartaya, Omar Barboza y la propia Maria Corina Machado. Para 2024, Urrutia estaba prácticamente cercano a su retiro de la política, pero la situación anómala de las elecciones en Venezuela lo llevaron a que deba cumplir el rol más importante de toda su vida.

Seguir Leyendo

Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

Publicado

en

En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

Seguir Leyendo

Colombia

Una historia de dictadores y terroristas: Gustavo Petro se reunió en Caracas con Nicolás Maduro y defendió las elecciones fraudulentas

Publicado

en

El ex terrorista devenido en presidente de Colombia viajó a Caracas para reunirse en persona con su jefe político, el dictador chavista de Venezuela, Nicolás Maduro.

El Palacio de Miraflores fue escenario este martes de un encuentro que no pasó desapercibido. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, protagonizaron una reunión en Caracas, capital del régimen castrochavista.

Se trata de la quinta reunión que mantienen en dos años, pero esta quizás fue la de mayor envergadura. El exterrorista de M-19 viajó a Venezuela en un momento clave, donde Maduro se está disputando la continuidad de su régimen en unas elecciones que está fraudulentando para legítima su poder.

El pacto entre Maduro y Petro se centró en el supuesto apoyo mutuo a la «paz y estabilidad política, social y económica» en ambos países. Sin embargo, detrás de este gesto de cordialidad se esconden una serie de críticas y especulaciones sobre la postura de la figura presidencial colombiana frente al régimen chavista.

Durante el encuentro, Petro no dudó en criticar el bloqueo que ha sufrido la oposición venezolana para inscribir sus candidaturas en las próximas elecciones presidenciales, calificándolo como un «golpe antidemocrático«.

Maduro no lució sorprendido por los dichos de Petro, indicando que le había anticipado que debía repudiar las inhibiciones para no quedar mal frente al plano internacional. Sin embargo, estas críticas no se tradujeron en acciones concretas por parte del mandatario colombiano, quien expresó su compromiso con la «paz política» en Venezuela a pedido de Maduro.


Además, las declaraciones posteriores al encuentro generaron suspicacias entre quienes ven en Petro una figura demasiado complaciente con un régimen autoritario como el de Maduro.

Se han despertado una serie de interrogantes sobre la postura del mandatario colombiano frente al gobierno venezolano. Mientras algunos interpretan este gesto como una muestra de buena voluntad y disposición al diálogo, otros lo ven como una clara señal de debilidad y falta de firmeza en la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.

Adherido a esto, se tocaron temáticas como el conflicto palestino-israelí, en la que por supuesto reinó el antisemitismo, y tanto Maduro como Petro condenaron al Estado de Israel por defenderse de los ataques de Hamás.

Por último, se abordó el tópico Haití, y para sorpresa de nadie, primaron las tácticas resolutivas por su ausencia, y simplemente se relegaron a «valorar positivamente el accionar del CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)«.

A pesar de las «declaraciones conciliatorias y los gestos de colaboración», la realidad sobre el terreno muestra una situación muy diferente. En Venezuela, la situación política y económica continúa deteriorándose bajo el régimen autoritario de Maduro, con una creciente represión contra la oposición y una profunda crisis humanitaria que afecta a millones de venezolanos. La falta de libertades civiles y la violación sistemática de los derechos humanos son problemas que persisten sin solución a la vista.

En cuanto a Colombia, el país enfrenta desafíos internos significativos, incluyendo la persistencia de grupos armados ilegales, el narcotráfico y la corrupción. Petro ha dedicado sus primeros dos años a hacer turismo internacional y no ha hecho nada para promover la paz como había prometido en campaña.

El encuentro entre estas dos figuras en Caracas marca un antes y un después en la región, ya que Maduro se anota una victora en el plano internacional poniendo a Colombia, con todo lo que eso significa, de su lado.

Mientras tanto, los observadores en la región continúan vigilando de cerca los desarrollos en ambos países pero están lejos de hacer una oposición real a la dictadura en Venezuela y de frenar que ocurra lo mismo en Colombia.


De Agustin Ulises Ferrin, para La Derecha Diario.


Seguir Leyendo

Tendencias