Seguinos en redes

Venezuela

Maduro vuelve a avanzar sobre las empresas privadas de alimentos

Maduro anunció la intervención de la empresa de alimentos COPOSA, junto a fuertes controles de precios a Polar y otras del rubro alimenticio. Desde 2018 se había flexibilizado el control de precios pero, con la nueva crisis, se decidió volver a los peores días de la dictadura.

Publicado

en

Este fin de semana, el régimen chavista ordenó total intervención por 180 días del consorcio de alimentos COPOSA, la empresa privada agroindustrial más importante del país, con el objetivo de regular “efectivamente” los precios de los productos y supervisar que no decaiga la actividad productiva

Además, se supervisarán los precios y las ventas de las empresas alimenticias Polar, Plumrose y del matadero Turmero. Todo con el pretexto de “controlar los precios de los productos” ya que, según la vice-dictadora Delcy Rodríguez, estas empresas se estaban convirtiendo en “mercados comerciales especulativos”.

En el último año, y a raíz de las protestas y el conflicto con la oposición, el régimen de Maduro había flexibilizado los controles de precios y había relajado la galopante inflación pero, ante la crisis generada por el desplome del barril de petróleo, la dictadura decidió atacar a la economía con una nueva regulación de 27 productos básicos.

Maduro arremetió nuevamente contra las empresas privadas en la noche del 25 de marzo, en una entrevista telefónica para el canal estatal VTV.

“Vamos a ir apretando la mano cada día que pase. Ya pusimos lo primero, la mano, con la ocupación temporal y la venta supervisada”.

Ad

Con estas declaraciones, está más que claro que la intención de Maduro es estrangular las pocas empresas productoras de alimentos que quedan en el país.

Es destacable que, entre estas empresas a regular, se encuentre Empresas Polar: una de las principales industrias que asegura la cadena de abastecimiento de alimentos y que logró mantenerse en manos privadas durante todo el régimen chavista, salvando a millones de venezolanos de la hambruna total. Tiempo atrás, durante el colapso agropecuario del 2010 y las expropiaciones de campos, Polar hizo el esfuerzo y logró importar trigo y materia prima de otros países, mientras negociaba sus derechos de propiedad con la tiranía.
Según un artículo publicado por el Nueva York Times, el presidente de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, y Nicolás Maduro habían llegado a un acuerdo, pactado secretamente en el año 2018.
En el artículo se comenta que, dado el desgaste del sistema socialista aplicado durante dos décadas, el régimen, a fines de 2018, optó por permitir un poquito de libre comercio, con varios acuerdos secretos con distintas empresas del país, y así aseguró la cadena de suministros.

“Para evitar el colapso y asegurar su continuo control del poder. El giro sorprendente apenas ha resuelto los problemas económicos de Venezuela. Pero ha reactivado sectores de la economía, alentado algunas inversiones y permitido a Maduro resistir las sanciones estadounidenses y el aislamiento internacional. Y para los empresarios, los cambios han significado volver a los negocios”.

Mendoza siempre tuvo una tensa relación con el régimen bolivariano, con fuertes insultos por medio de la prensa; no sólo contra Maduro, sino también contra el gobierno del difunto tirano, Hugo Chávez.

“Luego, de repente, Mendoza desapareció de la vista pública y Maduro dejó de llamarlo ‘ladrón’, ‘parásito’ y ‘traidor’. El gobierno dejó de hostigar a Polar y comenzó a adoptar los cambios económicos que había propuesto Mendoza, como terminar con los controles de precios paralizantes, asegura el artículo del NYT.

Tras estas medidas anunciadas el fin de semana, Mendoza volvió a los medios, donde denunció a Maduro. Rechazo solemnemente las medidas impuestas por el régimen de Maduro hacia su compañía y que estás afectan totalmente los esfuerzos de la compañía para garantizar el abastecimiento de alimentos“.

Ad

Por otro lado, Antonia Muñoz, ex-constituyente y ex-vicepresidente del PSUV, partido de Chávez, sorprendió a todos cuando en los medios condenó las acciones del régimen de Nicolás Maduro en contra de estas empresas alimenticias.

En ese sentido, aseguró que no entiende la urgencia de Maduro y de Wilmar Castro, ministro de Producción de la dictadura, en intervenir a COPOSA. En los medios fue muy contundente con sus críticas, inclusive llamándolos ineptos, demostrando que el ala histórica del chavismo ya está lista para relajar un poco la garra socialista y entiende que, si Maduro sigue por este camino, sólo se volverá al hambre y al descontento social.

“Ya alguien [Maduro, Castro] se quiere agarrar Coposa porque son una cuerda de guerrapiñozos. Cuerda de sinvergüenzas e ineptos”.

Expropiar a Empresas Polar podría causar un colapso empresarial y una crisis alimenticia mucho peor que la actual que está viviendo el país latinoamericano.

En Venezuela abundaban las filas para comprar productos básicos como alimentos, productos de higiene personal, medicamentos y etc. La gente vivía en los supermercados, donde el único abastecimiento venía de empresas como Polar, y hasta pasaban la noche durmiendo en las adyacencias de los locales para no perder su puesto en la cola.

Esta situación llevo a el régimen y los comercios a implementar una serie de medidas como el uso de la huella digital, para que las personas no pudieran comprar más de una sola vez cada producto básico, idea que le sugirió China en un encuentro en 2017 al dictador Maduro. 

Otra medida que se viralizó en las redes de todo el mundo debido a la humillación que generaba era la de los números en los brazos: los comercios y los mercados públicos le marcaban los brazos a la gente que estaba haciendo la fila para que estos no se pudieran colar. Por último, y esto se sigue haciendo al día de hoy, se utiliza el último número de la cédula de identidad para asignar un día de la semana a cada persona para salir a comprar al supermercado. Por ejemplo, el día lunes, le toca comprar a aquellos cuya cédula termine en 1, 2 y 3.

Ad

Fillas kilométricas en Venezuela para comprar productos básicos 


Regulación de venta de productos en Venezuela

Personas que fueron marcadas con marcador por trabajadores abastos para mantener el orden en las colas

Desabastecimiento producido por el socialismo y el control de precios

Haga clic para comentar

Usted debe estar conectado para publicar un comentario Inicio de sesión

Deja una Respuesta

Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

Publicado

en

En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

Seguir Leyendo

Colombia

Una historia de dictadores y terroristas: Gustavo Petro se reunió en Caracas con Nicolás Maduro y defendió las elecciones fraudulentas

Publicado

en

El ex terrorista devenido en presidente de Colombia viajó a Caracas para reunirse en persona con su jefe político, el dictador chavista de Venezuela, Nicolás Maduro.

El Palacio de Miraflores fue escenario este martes de un encuentro que no pasó desapercibido. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, protagonizaron una reunión en Caracas, capital del régimen castrochavista.

Se trata de la quinta reunión que mantienen en dos años, pero esta quizás fue la de mayor envergadura. El exterrorista de M-19 viajó a Venezuela en un momento clave, donde Maduro se está disputando la continuidad de su régimen en unas elecciones que está fraudulentando para legítima su poder.

El pacto entre Maduro y Petro se centró en el supuesto apoyo mutuo a la “paz y estabilidad política, social y económica” en ambos países. Sin embargo, detrás de este gesto de cordialidad se esconden una serie de críticas y especulaciones sobre la postura de la figura presidencial colombiana frente al régimen chavista.

Durante el encuentro, Petro no dudó en criticar el bloqueo que ha sufrido la oposición venezolana para inscribir sus candidaturas en las próximas elecciones presidenciales, calificándolo como un “golpe antidemocrático“.

Maduro no lució sorprendido por los dichos de Petro, indicando que le había anticipado que debía repudiar las inhibiciones para no quedar mal frente al plano internacional. Sin embargo, estas críticas no se tradujeron en acciones concretas por parte del mandatario colombiano, quien expresó su compromiso con la “paz política” en Venezuela a pedido de Maduro.


Además, las declaraciones posteriores al encuentro generaron suspicacias entre quienes ven en Petro una figura demasiado complaciente con un régimen autoritario como el de Maduro.

Se han despertado una serie de interrogantes sobre la postura del mandatario colombiano frente al gobierno venezolano. Mientras algunos interpretan este gesto como una muestra de buena voluntad y disposición al diálogo, otros lo ven como una clara señal de debilidad y falta de firmeza en la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.

Adherido a esto, se tocaron temáticas como el conflicto palestino-israelí, en la que por supuesto reinó el antisemitismo, y tanto Maduro como Petro condenaron al Estado de Israel por defenderse de los ataques de Hamás.

Por último, se abordó el tópico Haití, y para sorpresa de nadie, primaron las tácticas resolutivas por su ausencia, y simplemente se relegaron a “valorar positivamente el accionar del CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)“.

A pesar de las “declaraciones conciliatorias y los gestos de colaboración”, la realidad sobre el terreno muestra una situación muy diferente. En Venezuela, la situación política y económica continúa deteriorándose bajo el régimen autoritario de Maduro, con una creciente represión contra la oposición y una profunda crisis humanitaria que afecta a millones de venezolanos. La falta de libertades civiles y la violación sistemática de los derechos humanos son problemas que persisten sin solución a la vista.

En cuanto a Colombia, el país enfrenta desafíos internos significativos, incluyendo la persistencia de grupos armados ilegales, el narcotráfico y la corrupción. Petro ha dedicado sus primeros dos años a hacer turismo internacional y no ha hecho nada para promover la paz como había prometido en campaña.

El encuentro entre estas dos figuras en Caracas marca un antes y un después en la región, ya que Maduro se anota una victora en el plano internacional poniendo a Colombia, con todo lo que eso significa, de su lado.

Mientras tanto, los observadores en la región continúan vigilando de cerca los desarrollos en ambos países pero están lejos de hacer una oposición real a la dictadura en Venezuela y de frenar que ocurra lo mismo en Colombia.


De Agustin Ulises Ferrin, para La Derecha Diario.


Seguir Leyendo

Venezuela

La Solución Final de Maduro: El dictador de Venezuela presentó una ley para arrestar ciudadanos por “pensamientos neoliberales”

Publicado

en

Maduro presentó una peligrosa “ley contra el fascismo” que le permitirá al chavismo proscribir a la oposición, censurar las redes sociales y arrestar arbitrariamente ciudadanos como en Cuba.

El régimen comunista de Venezuela presentó este martes ante la Asamblea Nacional, la escribanía del chavismo, el “Proyecto de ley contra el fascismo, neofascismo y expresiones similares” elaborado por orden del dictador Nicolás Maduro, para terminar de completar la cubanización del país.

Con esta ley, Maduro podrá meter presa a cualquier persona que se oponga a su régimen, bajo la premisa de “pensamiento neoliberal y conservador“. Si bien ha lanzado una brutal persecución de opositores en la última década, con esto podría arrestar personas arbitrariamente por su pensamiento asumido.

El documento, presentado por la vicedictadora Delcy Rodríguez, incluye cuatro capítulos 30 artículos, y establece “medios y mecanismos para preservar la convivencia pacífica, la tranquilidad pública, el ejercicio democrático de la voluntad popular, el reconocimiento de la diversidad, la tolerancia y el respeto recíproco, frente a agresiones de orden fascista”.

En Venezuela hasta el momento se perseguían a líderes opositores pero no a ciudadanos que se opongan al régimen, como sí ocurre en Cuba. Sin embargo, con esta legislación, entre las “medidas de protección contra el fascismo”, se encuentra la prohibición de “la difusión de mensajes que hagan apología o promuevan la violencia como método de acción política”, por lo que cualquier persona que difunda ideas de la oposición podría ir preso.

El proyecto de ley también establece la creación de una comisión contra el fascismo y de una red internacional de agrupaciones, movimientos e instituciones comprometidas en la lucha contra esta doctrina.

Como es de esperar en estos regímenes con tendencias soviéticas, se utiliza la etiqueta de “fascista” para categorizar todas las ideas de personas o movimientos distintos al socialismo marxista leninista. Por lo que el liberalismo, libertarianismo, nacionalismo y conservadurismo caen en la volteada.

En el artículo 4 del proyecto de ley se prohíbe el pensamiento “neoliberal” y “conservador” en todo el país. En el artículo 9 se propone la censura total de las redes sociales para quienes dañen la imagen del “gobierno”. En el artículo 12 se prohíben todo tipo de reuniones y manifestaciones pacíficas contra el gobierno.

Entre los artículos 14 y 17 se habla de la disolución de la sociedad civil, mediante la prohibición de fundaciones, think tanks y partidos politicos que el régimen considere como “fascistas”. En el artículo 18 se crea una alta comisión contra el “fascismo”, dirigida por militantes chavistas para juzgar a la oposición.

Toda persona que incumpla alguno de los 30 artículos propuestos por la dictadura tendrá una pena de 6 a 12 años de prisión. Es probablemente una de las leyes más brutales presentadas en toda la historia de Sudamérica, y pone a la par al país con las leyes del comunismo castrista.

Seguir Leyendo

Tendencias