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Venezuela

Estados Unidos logró minar la ayuda petrolera de Irán a Venezuela pero las dictaduras están más juntas que nunca

Desesperado por ayudar a Maduro para que no colapse su economía, Irán le vendió 200 millones de litros de petróleo, aunque 2 de los 5 barcos, fueron frenados por EE.UU. De todos modos, el régimen iraní ya está construyendo una base de operaciones en el norte de Venezuela.

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La situación de la escasez de combustible en Venezuela a pesar de ser el país con más petróleo en el mundo, se agravó seriamente a inicios de este año por la brutal caída del precio del petróleo.

Para evitar un desfalco social, el narco-régimen socialista de Nicolás Maduro le compró 200 millones de litros de petróleo al régimen iraní y lo pagó con 9 toneladas de oro venezolano que equivalen 500 millones de dólares en el mercado y que fueron saqueadas de las bóvedas del Banco Central de Venezuela.

Venezuela, como Irán, tiene sanciones de parte de Estados Unidos por promocionar el terrorismo, el narcotráfico y complotar en contra de los intereses estadounidenses, por lo que esta transacción no ha pasado desapercibida por Washington.

El presidente iraní, Hasán Rohaní, lanzó una advertencia a Estados Unidos, prometiendo graves consecuencias si intentan hacer alguna maniobra contra los buques petroleros en su trayecto desde el estrecho de Ormuz hasta el mar caribeño.

Terrorismo en Venezuela

El régimen Iraní está volviendo Venezuela su base de operaciones en el hemisferio occidental instalando un centro de operaciones al norte del país para monitorear todas las comunicaciones en aéreas y marítimas.

El centro de operaciones estaría ubicado en el Cabo San Román en el Estado de Falcón al noroeste de Venezuela. 

Según el comisionado especial de seguridad e inteligencia del gobierno legítimo (E) de Venezuela, Iván Simonovis, reveló en un video exclusivo para La Patilla publicado el día 19 del mes pasado, actividades de la aerolínea iraní Mahan Air, colaborando con la instalación de este centro de operaciones.

De acuerdo con el comisionado, desde el 22 de abril hasta el 8 de mayo Mahan Air ha realizado 17 vuelos a Venezuela.

“La mayoría de ellos terminaron en Paraguaná con la excusa de que harían reparaciones en el tema petrolero… pero no es así, lo que están haciendo es crear un centro de operaciones en el Cabo San Román”, enfatizó. 

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La instalación del centro de operaciones coincide además con la operación anti-narcóticos más grande de la historia realizada por Estados Unidos en el Caribe a orden de Trump, cuyo objetivo es evitar las actividades de las bandas narcotraficantes en la región y así recortar los ingresos que el régimen de Maduro obtiene a través del Cartel de los Soles.

El centro de operaciones mencionado estaría ubicado en el Cabo San Román en el Estado Falcón al noroeste de Venezuela.

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Cuba se lleva primer buque de gasolina

antes de surtir a Venezuela

A parte de la conexión venezolana-iraní, Maduro está redireccionando petróleo iraní a Cuba a través del buque Petion, que navega bajo la bandera de Panamá.

El Petion zarpó el 21 de mayo desde Cuba y atracó la mañana del 25 de mayo en la refinería El Palito en el estado Carabobo. Ese mismo día llegó el segundo buque a Venezuela por parte de Irán y se presume que el buque iraní Fortune haga un traspaso de combustible al tanquero que regresó a Matanzas.

La misión de abastecimiento iraní busca evitar el total colapso económico de sus proto-colonias en Latinomaérica. Irán sabe que su influencia en Sudamérica y Centroamérica son fundamentales en su guerra fría contra Estados Unidos y no permitirá que caigan tan fácilmente.

Tropas de Estados Unidos en Colombia 

Como clara reacción a estas movilizaciones, el 27 de mayo la Embajada de Estados Unidos y el Ministerio de Defensa Nacional de Colombia informaron la llegada al país de una brigada norteamericana de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB, por sus siglas en inglés) a Colombia, que en teoría fue enviada para ayudar al país sudamericano en su lucha contra narcóticos.

La SFAB es una unidad especializada del Ejército de los Estados Unidos formada para asesorar y ayudar operaciones en naciones aliadas. 

"Su misión en Colombia comenzará a principios de junio y tendrá una duración de varios meses, durante los cuales centrará sus esfuerzos principalmente en las Zonas Futuro delimitadas por el Gobierno Nacional", informó la embajada. "El despliegue del SFAB apoya a la Operación Antidrogas de Mayores Esfuerzos, la cual fue anunciada el 1 de Abril por el presidente de EE.UU., Donald Trump", agregó la embajada. 

De todos modos, se cree que este grupo altamente entrenado estará operando para minar las capacidades de Irán de asistir a su aliado Maduro. 

De los 5 buques que iba a enviar Irán, solo llegaron dos y como máximo se espera un tercero. El 28 de mayo la cadena de noticias Fox News y el diario The Wall Street Journal informaron que dos buques tanqueros de navieras griegas que portaban banderas de Liberia y respondían a Irán decidieron suspender la entrega de combustible, luego que Estados Unidos les advirtiera que enfrentaban enormes sanciones, aunque se cree que la presencia del SFAB y de la Armada estadounidense en la zona pudo servir de presión.

"Dos buques de bandera griega y de propiedad griega que se dirigían a Venezuela con combustible iraní, desecharon sus entregas después de que Estados Unidos los amenazó con sanciones", dijo a Fox News un alto funcionario estadounidense.

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Venezuela

Tras la inhabilitación de Corina Machado, la oposición en Venezuela se une detrás de Edmundo Urrutia, quien enfrentará a Maduro

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De carrera diplomática, sirvió como embajador de Venezuela en Argentina entre 1998 y 2002, y fue una especie de vicecanciller durante la presidencia de Rafael Caldera.

El régimen chavista se acerca a unas elecciones claves para continuar y legitimar su sanguinaria dictadura en Venezuela. Nicolás Maduro, desesperado por la posibilidad de perder los comicios, luego de encuestas que lo ubican siendo derrotado por cualquier opositor por más de 40 puntos de diferencia, decidió tirar abajo el Acuerdo de Barbados y lanzó una campaña de inhabilitación de opositores.

En la volteada cayó la líder de la oposición, Maria Corina Machado, e incluso no se le permitió a su sucesora, Corina Yoris, a anotarse como candidata, por lo que todo indicaba que Maduro iba a presentarse sin oposición en las elecciones del 28 de julio.

Sin embargo, a último minuto antes que cierra la inscripción, Edmundo González Urrutia, un miembro desconocido del partido opositor Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logró anotarse en el sistema, y mientras el régimen estaba intentando boicotear la candidatura de Yoris, Urrutia pasó completamente desapercibido.

Inmediatamente la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la coalición de partidos opositores a Maduro, empezó a negociar con Urrutia. Si bien no es una figura fuerte dentro de la alianza anti-chavista, es la única persona que podrá competir contra el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Inscrito inicialmente como candidato provisional del Consejo Nacional Electoral (CNE) el 26 de marzo, su nominación buscaba preservar la tarjeta electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Esta maniobra permitió sortear el bloqueo contra la candidatura de Corina Yoris, quien había sido previamente seleccionada para representar a la oposición tras la inhabilitación política de Machado.

Es por eso que tras una cumbre partidaria este viernes 19 de abril, Corina Machado y el resto de los dirigentes que no pudieron anotarse votaron a favor de que Urrutia se convierta en el candidato de la oposición unificada contra el chavismo.

De esta manera, Edmundo González Urrutia, de 74 años y con una carrera política enfocada puramente en la diplomacia, quien asegura que se anotó simplemente como candidato provisional para preservar la tarjeta electoral de la MUD en caso de que pasara algo con la candidatura de Corina Yoris, será el máximo líder de la oposición a Maduro.

Quién es Edmundo Urrutia

Nacido en La Victoria, estado Aragua, y graduado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Relaciones Internacionales, tiene además un Máster en Relaciones Internacionales de la American University de Washington, Estados Unidos, donde estudió en 1981.

Urrutia comenzó su carrera como Embajador de Venezuela en Argelia entre 1991 y 1993, designado por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. En 1994, el presidente Rafael Caldera lo designó como Director General de Política Internacional de la Cancillería, un cargo de alta jerarquía.

Estuvo allí hasta 1998, cuando Caldera decidió enviarlo como embajador de Venezuela a la Argentina, una relación que en ese momento estaba floreciendo entre dos gobiernos liberales. Pero tan solo un año después, Venezuela caería en desgracia.

En 1999, gana Hugo Chávez las elecciones en Venezuela. Si bien Urrutia se quedó un tiempo como embajador en Argentina, cumpliendo más que nada un rol diplomático, en 2002 finalmente el dictador lo removería de su cargo.

En los años posteriores escribió libros y condujo fundaciones, hasta que en 2013 decidió entrar de lleno a la política, alineándose con la oposición a Maduro. Tras su afiliación a la MUD, se convirtió en una suerte de enlace internacional del partido con gobiernos extranjeros que apoyaban los reclamos de la oposición.

En 2020, asumió temporalmente la presidencia de la MUD, para luego darle lugar a otros como José Luis Cartaya, Omar Barboza y la propia Maria Corina Machado. Para 2024, Urrutia estaba prácticamente cercano a su retiro de la política, pero la situación anómala de las elecciones en Venezuela lo llevaron a que deba cumplir el rol más importante de toda su vida.

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Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Colombia

Una historia de dictadores y terroristas: Gustavo Petro se reunió en Caracas con Nicolás Maduro y defendió las elecciones fraudulentas

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El ex terrorista devenido en presidente de Colombia viajó a Caracas para reunirse en persona con su jefe político, el dictador chavista de Venezuela, Nicolás Maduro.

El Palacio de Miraflores fue escenario este martes de un encuentro que no pasó desapercibido. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, protagonizaron una reunión en Caracas, capital del régimen castrochavista.

Se trata de la quinta reunión que mantienen en dos años, pero esta quizás fue la de mayor envergadura. El exterrorista de M-19 viajó a Venezuela en un momento clave, donde Maduro se está disputando la continuidad de su régimen en unas elecciones que está fraudulentando para legítima su poder.

El pacto entre Maduro y Petro se centró en el supuesto apoyo mutuo a la "paz y estabilidad política, social y económica" en ambos países. Sin embargo, detrás de este gesto de cordialidad se esconden una serie de críticas y especulaciones sobre la postura de la figura presidencial colombiana frente al régimen chavista.

Durante el encuentro, Petro no dudó en criticar el bloqueo que ha sufrido la oposición venezolana para inscribir sus candidaturas en las próximas elecciones presidenciales, calificándolo como un "golpe antidemocrático".

Maduro no lució sorprendido por los dichos de Petro, indicando que le había anticipado que debía repudiar las inhibiciones para no quedar mal frente al plano internacional. Sin embargo, estas críticas no se tradujeron en acciones concretas por parte del mandatario colombiano, quien expresó su compromiso con la "paz política" en Venezuela a pedido de Maduro.


Además, las declaraciones posteriores al encuentro generaron suspicacias entre quienes ven en Petro una figura demasiado complaciente con un régimen autoritario como el de Maduro.

Se han despertado una serie de interrogantes sobre la postura del mandatario colombiano frente al gobierno venezolano. Mientras algunos interpretan este gesto como una muestra de buena voluntad y disposición al diálogo, otros lo ven como una clara señal de debilidad y falta de firmeza en la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.

Adherido a esto, se tocaron temáticas como el conflicto palestino-israelí, en la que por supuesto reinó el antisemitismo, y tanto Maduro como Petro condenaron al Estado de Israel por defenderse de los ataques de Hamás.

Por último, se abordó el tópico Haití, y para sorpresa de nadie, primaron las tácticas resolutivas por su ausencia, y simplemente se relegaron a "valorar positivamente el accionar del CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)".

A pesar de las "declaraciones conciliatorias y los gestos de colaboración", la realidad sobre el terreno muestra una situación muy diferente. En Venezuela, la situación política y económica continúa deteriorándose bajo el régimen autoritario de Maduro, con una creciente represión contra la oposición y una profunda crisis humanitaria que afecta a millones de venezolanos. La falta de libertades civiles y la violación sistemática de los derechos humanos son problemas que persisten sin solución a la vista.

En cuanto a Colombia, el país enfrenta desafíos internos significativos, incluyendo la persistencia de grupos armados ilegales, el narcotráfico y la corrupción. Petro ha dedicado sus primeros dos años a hacer turismo internacional y no ha hecho nada para promover la paz como había prometido en campaña.

El encuentro entre estas dos figuras en Caracas marca un antes y un después en la región, ya que Maduro se anota una victora en el plano internacional poniendo a Colombia, con todo lo que eso significa, de su lado.

Mientras tanto, los observadores en la región continúan vigilando de cerca los desarrollos en ambos países pero están lejos de hacer una oposición real a la dictadura en Venezuela y de frenar que ocurra lo mismo en Colombia.


De Agustin Ulises Ferrin, para La Derecha Diario.


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