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Afganistán

Bajo la tutela de China, Pakistán y Afganistán acuerdan normalizar sus relaciones y reducir las tensiones fronterizas

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Con la presencia del canciller chino en Islamabad, las autoridades paquistaníes y afganas acordaron mejorar el comercio, acercar sus gobiernos y trabajar en reducir las tensiones en medio de una serie de ataques terroristas supuestamente financiadas por los talibanes en territorio pakistaní.

Pakistán y el gobierno talibán de Afganistán acordaron impulsar el comercio y reducir las tensiones a lo largo de su frontera en medio de una crisis ante el aumento de los ataques contra las fuerzas de seguridad paquistaníes, confirmaron las autoridades de ambos países.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán confirmó en un comunicado oficial que su ministro, Bilawal Bhutto Zardari, y el ministro de Relaciones Exteriores talibán, Amir Khan Muttaqi, llegaron al acuerdo el domingo en una cumbre que se celebró en Islamabad, Pakistán, con el aval de funcionarios chinos que se hicieron presentes en la reunión.

El acuerdo está diseñado para mejorar el comercio bilateral, combatir el "terrorismo" e impulsar las relaciones bilaterales. Pero además, consolida la presencia de China en la región.

Cabe recordar que el Partido Comunista Chino mantiene una gran influencia sobre la política paquistaní hace décadas, y hace tan solo unos meses desembarcó en Afganistán, convirtiéndose en el mayor socio de los talibanes tras la salida de Estados Unidos del país.

Los cancilleres de ambos países "mantuvieron un intercambio franco y profundo sobre temas clave de interés mutuo, incluida la paz y la seguridad, así como el comercio y la conectividad", según el comunicado pakistaní. Las dos partes "reafirmaron su deseo de buscar un compromiso continuo y práctico".

Según un mensaje difundido en Twitter por la embajada afgana, "durante la reunión, se han discutido asuntos de interés mutuo, relaciones políticas, económicas y de tránsito afgano-pakistaníes, así como los desafíos de los refugiados afganos en Pakistán".

Además, el ejército de Pakistán aseguró que Muttaqi también se reunió con el general Asim Munir, jefe del ejército, para discutir "temas de interés mutuo, incluidos aspectos relacionados con la seguridad regional, la gestión de fronteras y la formalización de mecanismos de seguridad bilaterales para mejorar el entorno de seguridad actual".

Munir buscó una mayor cooperación para "abordar de manera efectiva los desafíos comunes del terrorismo y el extremismo", agregó el comunicado.

El ministro de Relaciones Exteriores interino afgano, Amir Khan Muttaqi, junto al jefe del ejército de Pakistán, el general Asim Munir, en Rawalpindi, Pakistán

En febrero de este año, las dos partes cerraron el principal cruce fronterizo afgano-pakistaní en Torkham por una semana, dejando varadas a grandes cantidades de personas y de camiones que transportaban alimentos y artículos esenciales.

En materia de seguridad, Pakistán ha expresado su preocupación por una oleada de ataques terroristas en todo el país por parte de Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), un grupo armado independiente que está aliado y presuntamente protegido por los talibanes en Afganistán. Islamabad ha exigido a los talibanes en Kabul que se empeñen en frenar a los grupos terroristas anti paquistaníes como el TTP.

Saad Muhammad, ex agregado militar paquistaní en Kabul y actual analista de defensa, dijo a Al Jazeera que tenía la esperanza de un "resultado positivo" y que las preocupaciones paquistaníes serán asumidas por el gobierno talibán.

"Cuando Pakistán envió una delegación de alto nivel en febrero, vimos que el número de ataques violentos que emanaban del suelo afgano disminuyó, lo que demostró que el gobierno afgano tomó medidas", dijo Muhammad. "Si Afganistán quiere que otros países inviertan y ayuden a mejorar sus condiciones socioeconómicas, tiene que tener en cuenta estas sugerencias y traer alguna reforma en su gobernanza", agregó.

Más temprano el domingo, Bhutto Zardari y Muttaqi también se reunieron con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, invitado a la cumbre, e ideólogo de este acercamiento.

En Pakistán, Beijing está financiando el llamado Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), como parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, un paquete que incluye proyectos como la construcción de carreteras y centrales eléctricas y el aumento de la producción agrícola.

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, junto a su homólogo paquistaní, Bilawal Bhutto Zardari, y al ministro de Relaciones Exteriores interino de Afganistán, Amir Khan Muttaqi

Este Corredor Económico es considerado como un salvavidas para la nación de mayoría musulmana, que actualmente enfrenta una de sus peores crisis económicas en medio de negociaciones estancadas con el Fondo Monetario Internacional.

El ministro Qin llegó a Islamabad el viernes y se reunió con el presidente Arif Alvi, Bhutto Zardari y el general Munir. Durante estas, Pakistán se comprometió a aumentar la seguridad de todos los ciudadanos chinos que trabajan en proyectos en el país.

En este sentido, China ha estado exigiendo más seguridad por parte de Pakistán para sus ciudadanos que residen y trabajan allí desde 2021, cuando un atentado terrorista suicida acabó con la vida de nueve chinos y cuatro paquistaníes.

Además, recordemos que China ha sido un promotor del impulso de las relaciones con el nuevo gobierno talibán en Afganistán, luego de la caída de Kabul tras la retirada de las tropas estadounidenses en agosto de 2021.

Afganistán

Los talibanes buscan implementar un plan de vigilancia masiva con la colaboración de China a través de Huawei

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El gobierno talibán está intentando implementar un plan de vigilancia urbana de gran escala retomando un plan estadounidense de años antes de su retirada en 2021, y parece que Huawei es la empresa elegida para colaborar.

Los talibanes están creando una red de vigilancia a gran escala a través de la conexión de cámaras inteligentes en varias ciudades afganas, lo cual podría implicar la reutilización de un plan elaborado por los estadounidenses antes de su retirada de 2021, confirmó a la agencia de noticias Reuters, el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Abdul Mateen Qani.

La administración talibán, que ha manifestado públicamente que está enfocada en restaurar la seguridad y tomar medidas drásticas contra el Estado Islámico en el Gran Jorasán (ISIS-K, por sus siglas en inglés), aparentemente ha iniciado conversaciones Huawei, fabricante chino de equipos de telecomunicaciones, sobre una posible cooperación.

La prevención de ataques de grupos terroristas, fundamentalmente del ISIS-K, es uno de los puntos clave a resolver para mejorar la relación de los talibanes con muchas naciones extranjeras, incluidos Estados Unidos y China. Pero el modelo de vigilancia serviría para espiar a toda la población, indiscriminadamente.

El nuevo sistema de vigilancia, que implicará un enfoque en "puntos importantes" en Kabul y otras ciudades, es parte de una nueva estrategia de seguridad que tardará cuatro años en implementarse por completo, aseguró Qani, pero que podría ponerse en marcha tan rápido como este año.

"En este momento estamos trabajando en un mapa de seguridad de Kabul, que está siendo completado por expertos en seguridad y está tomando mucho tiempo", afirmó. "Ya tenemos dos mapas, uno que fue hecho por Estados Unidos para el gobierno anterior y el segundo por Turquía".

No obstante, los detalles de cómo los talibanes pretenden expandir y administrar la vigilancia no se han informado aún, al igual que la fuente de la cual obtuvieron los mapas estadounidense y turco, lo cual ha traído la crítica de varios grupos defensores de los derechos humanos debido a que una mayor vigilancia podría utilizarse para restringir los derechos de determinadas personalidades en el país.

Los talibanes niegan rotundamente que un sistema de vigilancia mejorado violaría los derechos de los afganos. No solo relacionados a los derechos humanos, de privacidad, si no algunos especulan que viola la religión islámica. Sobre esto, el portavoz del Ministerio del Interior confirmó que el sistema sería operado de acuerdo con su interpretación de la Sharía.

En reacción al tema, Qani dijo que los talibanes tuvieron una "simple charla" sobre la posible red con Huawei en agosto, pero que aún no se había alcanzado ningún contrato definitivo.

Una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que no estaba al tanto de discusiones específicas, pero agregó que "China siempre ha apoyado el proceso de paz y reconstrucción en Afganistán”, y que apoyará a las empresas chinas que busquen cooperar en relación a ello.

Cuando las fuerzas internacionales lideradas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comenzaron a retirarse en enero de 2021, el entonces vicepresidente Amrullah Saleh dijo que su gobierno implementaría una gran actualización del sistema de vigilancia con cámaras de Kabul, alegando que existía un plan de 100 millones de dólares respaldado por la OTAN.

Con relación a este nuevo anuncio del gobierno talibán, Saleh salió a decir a Reuters que "el acuerdo que habíamos planeado a principios de 2021 era diferente" y que la "infraestructura" para el plan de 2021 había sido destruida.

La discusión con Huawei tiene lugar varios meses después de que China se reuniera con Pakistán y el ministro de Relaciones Exteriores interino de los talibanes, después de lo cual las partes enfatizaron la cooperación en la lucha contra el terrorismo.

Actualmente, China es la principal fuerza que juega en el recientemente creado Califato afgano, tras el vacío de poder que dejó Estados Unidos cuando se retiró ante el avance talibán en 2021.

Bajo ese contexto, China busca que los talibanes corten su apoyo al Movimiento Islámico de Turkestán Oriental (ETIM), una organización separatista que tiene presencia en la región occidental de Xinjiang, y que el gobierno talibán caiga en la trampa de la deuda comunista.

Huawei, el gigante chino en telecomunicaciones

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Afganistán

A pesar de las discusiones con la ONU, los talibanes mantendrán la prohibición sobre la educación de las mujeres en Afganistán

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Luego de que los talibanes afirmaran que mantendrán la prohibición sobre la educación de las mujeres de Afganistán, el ex presidente del país, con ocasión de la celebración del Día de la Independencia del país asiático, llamó al gobierno a devolver a las mujeres afganas sus derechos.

En conmemoración del Día de la Independencia de Afganistán, el cual se celebra todos los 19 de agosto, el ex presidente, Hamid Karzai, ha hecho un llamamiento al gobierno talibán para que permita la educación de las mujeres en todos los niveles, incluidas las universidades.

"Los afganos deben educar a todos sus hijos, tanto niños como niñas", dijo el presidente afgano previo a la caída del país en manos de los talibanes. Cabe resaltar que, desde que recuperaron el poder, los talibanes han restringido considerablemente los derechos y libertades de las mujeres y las niñas.

En la celebración del 104 aniversario de la liberación de Afganistán del dominio británico, los talibanes expresaron, a través de una declaración oficial, su compromiso inquebrantable con los principios religiosos y culturales, afirmando enfáticamente su intención de salvaguardar su gobierno de la interferencia externa.

Previamente, con motivo del segundo aniversario de la toma del poder por parte de los talibanes, celebrado el pasado 15 de agosto, el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, dijo que el gobierno no tienen planes de levantar la prohibición sobre la educación de las niñas.

En una entrevista con The Associated Press, Mujahid descartó cualquier pregunta sobre las restricciones a las niñas y las mujeres, dejando clara su renuencia a profundizar en las discusiones sobre la educación femenina, informa Afghanistan Times.

Mujahid argumentó que su renuencia no se basaba en una oposición a la educación femenina, sino más bien en la necesidad de recursos y tiempo adicionales para implementar entornos de aprendizaje segregados por género de acuerdo con su interpretación de la Sharía, o ley islámica. Mujahid también reconoció que, frente a discrepancia entre distintos eruditos religiosos talibanes, se debe buscar el consenso antes de actuar.

Hamid Karzai, ex presidente de Afganistán

Desde que los talibanes regresaron al poder el 15 de agosto de 2021, la vulneración de los derechos de las mujeres se ha convertido en uno de los puntos más controversiales de su mandato. Las mujeres han perdido muchos de sus derechos fundamentales, lo que ha llevado a varios analistas políticos a calificar la situación como una suerte de Apartheid" de género.

No solo se mantiene en pie la prohibición para que las niñas asistan a la escuela después del sexto grado, sino que se ha limitado severamente el acceso de las mujeres a la educación en todos los niveles, al empleo y a la política, sumado a las restricciones en la misma aparición en público.

En cuanto al traslado de un lado a otro, deben hacerlo acompañadas de un hombre, según informa Radar Internacional. En su tiempo libre, por otro lado, las mujeres pueden ver series de televisión, siempre y cuando sean nacionales, aunque ellas no pueden aparecer en la pantalla. Además, los talibanes han determinado cerrar los centros de belleza

Reflexionando sobre los dos años de su gobierno, Mujahid elogió la conducta responsable del gobierno y enfatizó en el anhelo de armonía y unidad de los afganos. Además, el portavoz talibán desalentó la rebelión interna y llamó al orden.

Imagen ilustrativa del código de vestimenta al que las mujeres afganas deben someterse

En cuanto al reconocimiento internacional, Mujahid restó importancia a las preocupaciones sobre el aislamiento debido a las restricciones impuestas a las mujeres y niñas. Asimismo, destacó las interacciones oficiales de los talibanes con varias naciones, incluidas China, Rusia y los países vecinos, sugiriendo que el mantenimiento de las embajadas y de las relaciones económicas constituían el reconocimiento de la legitimidad de su gobierno.

Los talibanes ascendieron al poder el 15 de agosto de 2021, coincidiendo con la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN después de dos décadas de conflicto.

Para conmemorar este aniversario, el martes 15 de agosto fue designado día festivo, aunque las mujeres se abstuvieron de participar. En Kandahar, lugar de nacimiento de los talibanes, el personal militar posó junto a vehículos blindados, mientras que los ciudadanos celebraban con banderas y armas.

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Afganistán

El líder supremo talibán advierte a sus combatientes que por favor no hagan atentados terroristas en el extranjero

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Luego de un atentado mortal en la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán perpetrado por terroristas del Estado Islámico en el Gran Jorasán, el líder supremo talibán ha advertido a sus combatientes de que no lleven a cabo ataques fuera de las fronteras afganas.

Hibatullah Akhundzada, líder supremo del Emirato Islámico de Afganistán, advirtió a los talibanes que no lleven a cabo ataques terroristas en el extranjero, confirmó Mohammad Yaqoob Mujahid, nuevo ministro de Defensa talibán, pocos días después de que autoridades pakistaníes afirmaran que los afganos estaban involucrados en una serie de ataques suicidas dentro de Pakistán.

Mohammad Yaqoob Mujahid dijo en un discurso a miembros de las fuerzas de seguridad de Afganistán, transmitido por la televisión estatal el sábado, según informa Arab News, que luchar fuera de Afganistán no puede ser considerado como "yihad", sino más bien como un acto de “guerra”, lo cual ha sido prohibida por el líder supremo talibán.

"Si alguien sale de Afganistán con el objetivo de la yihad, no se llamará yihad", dijo Akhundzada, citado por Mujahid. "Si el emir impide que los muyahidines (combatientes) vayan a la batalla y todavía lo hacen, esto es guerra, no yihad".

Las declaraciones se producen después de que Islamabad dijera que los militantes detrás de una serie de ataques suicidas en Pakistán estaban siendo ayudados por "ciudadanos afganos" al otro lado de la frontera, tras un atentado mortal reivindicado por el grupo Estado Islámico en el Gran Jorasán (ISIS-K, por sus siglas en inglés) cerca de la frontera compartida entre ambos países.

Recordemos que una poderosa bomba explotó en medio de un evento político organizado por partidarios de Maulana Fazlur Rehman, un clérigo de línea dura pro talibán hace una semana en el distrito noroccidental de Bajaur, Pakistán, en la frontera con Afganistán, acabando con la vida de, por lo menos, 44 personas e hiriendo a casi 200.

El incidente ocurrió durante la convención de trabajadores del partido Jamiat Ulema Islam (JUI-F), dirigida por el mismo Maulana Fazlur Rehman, en las afueras de Khar, la capital del distrito de Bajur. Rehman, conocido por su postura a favor de los talibanes afganos, lidera un partido político que forma parte del gobierno de coalición en Islamabad, capital pakistaní.

Efectivos de rescate ayudan a trasladar a los heridos hacia el hospital

El grupo terrorista ha estado activo en el vecino Afganistán tras la caída del gobierno del presidente Ashraf Ghani y la asunción de los talibanes al poder. Cabe recordarse que el ISIS-K se opone a la administración talibán de Afganistán, además de que muchos de sus miembros han logrado cruzar la porosa frontera montañosa y esconderse en el área de Peshawar.

Bajaur supo ser un refugio para militantes islámicos hasta los últimos años, cuando el ejército pakistaní lanzó operaciones significativas para eliminar la militancia de la zona. A pesar de estos esfuerzos, los terroristas de ISIS-K continúan atacando a las fuerzas de seguridad y a los civiles, perpetuando la violencia en la región.

El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, no llegó a acusar al gobierno talibán de Afganistán de permitir a sabiendas ataques desde su territorio, pero sí dijo que los militantes pakistaníes estaban operando desde "santuarios" en el país vecino.

Desde que los talibanes volvieron al poder en Afganistán hace dos años luego de la retirada estadounidense, Pakistán ha sido testigo de un aumento crítico de ataques terroristas, fundamentalmente centrados en sus regiones fronterizas occidentales, reivindicados tanto por el aliado talibán afgano Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) como por su rival IS.

Formado en 2007 por militantes pakistaníes que se separaron de los talibanes afganos para centrar su lucha en Islamabad, el TTP ha librado desde entonces una sangrienta campaña de bombardeos y ataques varios en todo el territorio de Pakistán.

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