
Sheinbaum propone “Cumbre por el Bienestar” mientras México se hunde en violencia
En la CELAC, el presidente llamó a integrar América Latina… pero no integra ni el sistema de salud nacional
En la CELAC, el presidente llamó a integrar América Latina… pero no integra ni el sistema de salud nacional
Desde Tegucigalpa, el presidente Claudia Sheinbaum propuso organizar una “Cumbre por el Bienestar Económico de América Latina y el Caribe”. La iniciativa fue presentada durante la IX Cumbre de la CELAC, con la promesa de “integrar a la región” y fortalecer la cooperación entre países. Pero mientras recita discursos en el extranjero, en México la realidad es cada vez más insostenible.

Sheinbaum dijo que la cumbre buscará construir “prosperidad compartida” y respeto entre naciones. Insistió en que América Latina debe unirse frente a los desafíos económicos globales. Nada dijo sobre cómo piensa unir un país fracturado por el narco, la impunidad y el colapso institucional.
Un gobierno que predica afuera y falla adentro
El presidente hizo énfasis en “la movilidad humana y las causas estructurales de la desigualdad.” Habló de migración, desempleo y violencia… pero en clave internacional. En México, las mismas problemáticas siguen sin solución y con cifras maquilladas.

Pidió el fin de bloqueos contra Cuba y Venezuela, pero calló ante los bloqueos del crimen organizado en Guerrero o Michoacán. Promovió energía limpia y desarrollo científico, aunque las universidades mexicanas enfrentan recortes, abandono y censura ideológica.
CELAC como escaparate, no como solución
La propuesta fue bien recibida por algunos mandatarios de la región. Pero en el fondo, la cumbre es otra puesta en escena para ganar capital político con retórica vacía. México no puede liderar América Latina si no puede garantizar seguridad, salud ni justicia en casa.
El país vive una crisis de confianza, violencia imparable y estructuras rotas. Y mientras tanto, el presidente sigue de gira, dando cátedra sobre integración.
Cómo ya nos tiene acostumbrados los morenistas, Claudia pretende ser Candil de la calle, oscuridad de la casa. Ofreciendo apoyos a países con problemas, ignorando a sus propios ciudadanos a los cuales su seguridad y salud deberían ser las prioridades.
Porque para este gobierno, es más fácil hablar de unión continental, que enfrentar la desunión nacional que ha dejado tras seis años de simulación.
Claudia quiere ser presidenta del continente, pero ni siquiera es capaz de ser alcaldesa de su realidad. Porque gobernar bien exige más que frases hechas, requiere resultados. Y en eso, Morena ha sido experto: resultados pobres, nulos o catastróficos.
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