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Estados Unidos

A 20 años de las Torres Gemelas: el fracaso absoluto de la Guerra contra el Terror y del “nation building”

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Estados Unidos conmemora los 20 años del peor ataque terrorista de su historia, mientras sigue en shock por haber fallado estrepitosamente en su Guerra contra el Terror, sin entender qué fue lo que salió mal.

Veinte años después del ataque a Pearl Harbor, Japón había dejado en el pasado todo lo malo de su cultura medieval y, logrando quedarse con lo bueno sin rechazar su pasado, adoptaron una Constitución a-la-americana, implementaron una democracia genuina, que se mantiene hasta el día de hoy incluso más fortalecida que la estadounidense, y su economía es una de las más importantes del mundo.

Esa es una historia de éxito de lo que en teoría política se conoce como “nation building” (construcción nacional), que no es otra cosa que el proceso de construir, o en este caso re-construir, una nación a partir de una identidad nacional, con un Estado exitoso que tenga legitimidad en la sociedad civil. Su objetivo es unificar a un pueblo de modo que este pueda ser viable y políticamente estable a largo plazo, bajo el tutelaje de otro país que ya lo haya logrado en el pasado.

Una historia completamente distinta se ha visto veinte años después del ataque a las Torres Gemelas. El gobierno afgano que promovió esos ataques no ha cambiado nada. El Estado afgano que quiso construir Estados Unidos en Afganistán nunca tuvo legitimidad en la sociedad civil, especialmente afuera de Kabul, y los talibanes volvieron a gobernar como si ni un día hubiera pasado de ese fatídico 11 de septiembre.

El pueblo afgano alberga el mismo odio virulento anti-occidental, anti-capitalista y anti-modernidad que tenía cuando Estados Unidos pisó el país hace 20 años. Un odio que tenía también el pueblo japonés el 2 de septiembre de 1945 cuando el Ejército estadounidense entró a Tokio y el emperador Hirohito firmó la paz.

Bush con el presidente afgano Hamid Karzai y MacArthur con el emperador Hirohito

Entonces, ¿Por qué Japón pudo convertir su sociedad en una historia de éxitos con la ayuda de Estados Unidos y Afganistán no? Sería fácil decir que la cultura japonesa era muy distinta a la cultura ultra-islámica de los afganos, y por eso un “nation building” fue exitoso y el otro no.

Esta premisa, sin embargo, se cae a pedazos cuando uno se acuerda el nivel de fanatismo ciego que tenían los japoneses durante la era imperial, con ataques terroristas suicidas, un modelo de gobierno basado en la religión del Emperador, y una economía socialista. Extremadamente similar al gobierno talibán que estaba en Afganistán en 2001.

Una mejor respuesta debería incluir la clara responsabilidad de Estados Unidos en todo esto. Una mejor respuesta debería comparar la Segunda Guerra Mundial (un éxito para las potencias occidentales) y la Guerra contra el Terror, que lanzó Bush en 2001, que Obama continuó durante sus 8 años y que, al día de hoy, podemos decir sin tapujos que es el fracaso más grande de la historia de Estados Unidos.

Luego de la Segunda Guerra, el liderazgo en la Casa Blanca, sea en manos demócratas como las de Harry Truman, o republicanas como Dwight Eisenhower, provenía de un modelo de país, que Estados Unidos había perfeccionado a tal punto que podía exportarlo como si fuera una commodity. Entendía que el poder provenía del pueblo, no del Estado, que la cultura, con sus errores y sus aciertos, debía ser el motor del “nation building”, y que la educación lo era todo, especialmente para instalar un modelo democrático en un país que nunca lo tuvo.

Para 2001, Estados Unidos no estaba en la situación que gozaba en 1945. El país venía de un clarísimo fraude electoral que había ungido a Bush como presidente en una elección que puso en tela de juicio todo el sistema democrático norteamericano. Además, el gobierno estaba dominado por la corporación política y las élites, algo que se trasladó al sistema de gobierno que se impuso en Afganistán, especialmente la corrupción.

Bush padre, Obama, Bush hijo, Clinton y Carter, los responsables de la decadencia de Estados Unidos.

El “nation building” de Afganistán entre 2001 y 2021 se hizo a imagen y semejanza de un Estados Unidos decadente, enfocado en continuar la guerra en vez de terminarla. Los 4 años de Trump no pudieron hacer nada para cambiar el curso de los anteriores 16, y la decisión del ex presidente fue levantar campamento y blanquear la derrota.

Pero su plan era ordenado: sacar primero a los civiles americanos, después a los afganos que quieran abandonar el país y último a los soldados. Además, el plan era condicionado. Trump sabía muy bien que el “nation building” había fracasado, y el gobierno afgano debía mantenerse en pie para que el país no descienda nuevamente en un paraíso terrorista.

Biden descartó todos estos planes. Creyó que el “nation building” de Bush y Obama habían dejado las bases para un país próspero y que la gente no apoyaría el regreso del talibán. La corporación política norteamericana se creyó que el gobierno afgano era fuerte porque ellos ven que sus gobiernos son fuertes, que si un presidente como Trump llega al poder y “molesta”, fácilmente pueden sacarlo en la siguiente elección, y que la gente ciegamente sigue la propaganda rigurosamente fabricada para convencerlos.

Este 11 de septiembre, no hay nada para celebrar, a pesar de que el gobierno demócrata está desesperado por tratar de capitalizar esta fecha, diciendo que trajo de vuelta a los soldados que estaban en Afganistán, a pesar de que por culpa de ellos, muchos volvieron en cajones.

Su alto heroísmo fue desperdiciado por la terrible clase de liderazgo de la corporación política de Estados Unidos, que ha cambiado fundamentalmente al país entre 1945 y 2021, para peor.

Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Estados Unidos

Un informe revela el lado oscuro de Powell en la Reserva Federal y expone sus intentos por bloquear las medidas de Trump

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Un nuevo archivo videográfico del periodista James O’Keefe revela como la máxima autoridad de la FED junto a otros empleados de la banca central colaboraron para impedir el éxito del expresidente.

En la última semana, un nuevo proyecto investigativo de James O’Keefe logró sacar a la luz las verdaderas intenciones del actual presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, para entorpecer las políticas monetarias que el presidente Donald Trump propuso durante su mandato con el fin de imposibilitar su reelección.

Conjuntamente con otros empleados de la máxima autoridad monetaria en el país, Powell buscaba posicionarse como una figura moderada, bloqueando todas las medidas que tomaba Trump desde el Poder Ejecutivo, a lo largo de sus 4 años de gestión.

Si bien Powell fue designado por el propio Trump al principio de su mandato, el funcionario fue elegido por la cúpula del Partido Republicano, que en aquel entonces era anti-trumpista. Así, el entonces presidente debió lidiar todo su mandato con un “rebelde” en el Banco Central estadounidense. Hoy, permanece en sus funciones y fue ratificado en el cargo por Joe Biden, con quien colabora de cerca y sin rispideces.

La cámara oculta

A partir de una cámara oculta a la que fue sometido uno de estos altos empleados del órgano gubernamental, se descubrió un entramado de corrupción detrás de las políticas de la FED.

a la construcción de un relato asociado a políticas progresistas vinculadas a temáticas como teoría racial; feminismo y políticas medioambientales, las cuales nada tienen que ver con la estabilidad económica de un país.

Aurel Hizmo, quien se desempeña como economista en jefe de la Reserva Federal, es el encargado de elaborar los discursos de Jerome Powell en sus declaraciones públicas. También trabajó en el mismo rol durante la presidencia de Janet Yellen, quien hoy se desempeña como Secretaria del Tesoro de Biden.

Durante la cámara oculta, Hizmo aseguró que durante la administración de Trump, el presidente buscaba mantener una política de estabilidad económica, pero que Powell desde la Reserva Federal entorpecía a propósito los objetivos macroeconómicos del gobierno.

Hizmo es un especialista en finanzas pero mantiene una ideología de izquierda muy marcada, de corte progresista en sus visiones sociales y dentro del espíritu de su profesión, aboga por políticas que se relacionan con las visiones socialistas de la economía.

En la conversación que no pensaba que estaba siendo grabada, se rio de que todo esto se hablaba libremente en las reuniones de la FED, pero que nunca había salido a la luz ya que todo lo relacionado a la Reserva Federal se encuentra bajo el concepto de “información clasificada“.

La relación entre Trump y Powell

El economista de la FED tildó a Trump de ser una ”persona loca” y lo caracterizó con términos peyorativos, antes de admitir que es un fanático de Joe Biden, en relación a sus ideas económicas.

Para describir la relación entre Trump y Powell, Hizmo aseguró que ambos se llevaban extremadamente mal entre sí, al punto de que el expresidente intentó en múltiples ocasiones despedirlo del cargo, pero no podía ya que no contaba con los suficientes votos en el Senado para nombrar un reemplazo.

Según contó, en la reunión que tuvieron previo a la nominación de Powell, Trump le dijo que buscaba a alguien que sea capaz de subir las tasas de interés al principio del mandato para luego ir relajándolas a medida que creciera la economía. Sin embargo, Powell boicoteó esta visión macro de Trump ni bien llegó a la FED.

En una sintonía contraria a las intenciones de Trump por mantener una economía estable, la gestión de Joe Biden busca constantemente mantener las tasas de interés elevadas con el objetivo adicional de mantener los índices inflacionarios bajos, luego del bochornoso accionar de Powell durante la pandemia.

Hizmo incluso llegó a mencionar que Powell tiene el deseo de pasar a la historia como una clase de ”mártir que intentó detener a Trump a toda costa” mediante la desobediencia en sus políticas y establecerse él como quien reflotó la economía luego de la crisis del coronavirus.

Ante los preocupantes índices de inflación que los Estados Unidos han tenido durante toda la administración Biden, Powell ahora busca impedir la recesión para beneficiar a Biden en las elecciones de noviembre y evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

En otra parte de la conversación, Hizmo aseguró que los sectores conservadores son ”estúpidos” y aseguró que no existen personas con dicha ideología en el campo de la economía, a pesar de que el propio Powell se considera un conservador.

Entre risas, el desubicado economista de la FED dijo con mucha confianza que si Trump regresa a la presidencia este año, todos los empleados de la entidad monetaria buscarán nuevamente entorpecer las políticas económicas del Ejecutivo.

Cambio climático y políticas de género

Hizmo destacó que Powell, a pesar de ser un conservador, hoy mantiene una excelente relación con Biden y con los sectores más progresistas del Partido Demócrata, y que en los últimos 3 años ha implementado cambios en favor de la promoción de políticas medioambientales, políticas de género y temáticas raciales.

Uno de los mayores cambios que Powell ha implementado en la Reserva Federal desde la llegada de Biden, ha sido la promoción de espacios dentro del banco central en el cual solo se discuten temas relacionados al cambio climático y a cuestiones de género.

Powell además se ha gastado millones en un programa a través del cual la Reserva Federal contrata a “científicos” ecologistas, especializados en género o expertos en cuestiones raciales, para que “estudien maneras de enriquecer las discusiones del directorio de la Reserva Federal“.

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Estados Unidos

Trump promete restaurar la paz a través de la fuerza en un masivo evento en Pensilvania donde condenó a Irán por atacar a Israel

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El mandatario responsabilizó a Biden por su liderazgo débil que llevó al mundo a otra situación de guerra más en menos de 3 años.

El candidato a presidente Donald Trump habló esta noche en un masivo acto de campaña ante más de 40.000 personas en Schnecksville, Pensilvania. El evento estaba planeado con antelación para hablar de la campaña pero el ataque misilístico de Irán contra Israel se llevó la centralidad de su discurso.

En el principio de su discurso expresó su total apoyo a Israel y fustigó al presidente Joe Biden por permitir que algo así sucediera, además de atacarlo por todavía no haber salido a hablar. Trump prometió que restablecería la paz en el mundo mediante la fuerza y ​​dijo que el ataque nunca habría ocurrido si él fuera presidente.

Devolveremos al mundo la paz a través de la fuerza. Reviviré la fuerza estadounidense en el exterior y restauraremos la fuerza estadounidense en casa“, dijo Trump a la multitud masiva que vitoreó su discurso.

Cabe recordar que durante su mandato de 4 años, el mundo no experimentó ninguna nueva guerra y el globo estuvo en relativa paz por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por el contrario, tras el triunfo de Biden, el mundo fue rápidamente sumergido en guerras.

Los talibanes lanzaron una nueva guerra civil y se apropiaron de Afganistán, Corea del Norte volvió a entrar en conflicto con Corea del Sur, Rusia invadió a Ucrania, estallaron cinco guerras civiles en el continente africano, Hamás lanzó un ataque contra Israel que desencadenó una guerra en Gaza, y ahora Irán le declara la guerra a Israel. Todo en menos de 3 años.

Estados Unidos ora por Israel. Enviamos nuestro apoyo absoluto a todos los que están en peligro. Este es un ataque que no habría ocurrido si yo estuviera en el poder“, aseveró Trump. Los comentarios de Trump fueron recibidos con cánticos eufóricos por parte de la multitud: “¡Amamos a Trump!”.

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