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Estados Unidos

CNN le pagó miles de dólares por videos exclusivos al terrorista de Antifa que se infiltró en la marcha de Trump y ocasionó los disturbios en el Capitolio

John Sullivan, el terrorista de izquierda militante de Antifa que se infiltró en la marcha trumpista y agitó el conflicto, recibió más de 70.000 dólares por parte de CNN y NBC por videos exclusivos filmados por él mismo. 

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Las cadenas de noticias ultra-demócratas y anti-Trump CNN y NBC le pagaron más de 70.000 dólares al militante de los grupos terroristas Antifa y Black Lives Matter, John Sullivan, por dos videos exclusivos de lo ocurrido en la protesta ante el Capitolio del pasado 6 de enero.  

Así lo reveló el propio abogado de Sullivan durante una audiencia frente a un juez federal en la que los fiscales buscaban que el militante de Antifa no tenga acceso a sus redes sociales mientras se mantenga en libertad condicional a la espera de conocer su situación judicial.  

Los fiscales argumentaron que Sullivan, un prominente líder dentro del mundo de la izquierda radical, utiliza sus redes sociales como un instrumento de propaganda para divulgar sus crímenes y así reclutar a nuevos agentes para Antifa. Cabe recordar que desde septiembre del 2020, Antifa es oficialmente una organización que el FBI considera como terrorista.

Además de esto, los fiscales también creen que el Sullivan jugó un papel preponderante en la irrupción al Capitolio en los momentos previos, agitando a la multitud e incluso enseñándoles cómo hacer bombas molotov y evadir las identificaciones policiales.

Sin embargo, hasta el momento, ninguna autoridad que actualmente está investigando los sucesos del 6 de enero ha intentado determinar si Sullivan actuó de manera solitaria o conjunta, o si estas actividades fueron planeadas de manera anticipada para poder luego culpar a los militantes trumpistas

Finalmente, el mismo juez que liberó al terrorista de Antifa con libertad condicional también denegó la solicitud de los fiscales para denegarle el acceso a las redes, lo que significa que Sullivan podrá seguir compartiendo en Twitter, Reddit y Discord su “militancia” y su “periodismo político“, como él mismo lo llama.

Además de realizar un trabajo documental en todas las marchas políticas de la izquierda en Estados Unidos, Sullivan es un usuario activo en el servicio de mensajería Discord, donde se lo puede ver presumiendo armas de asalto y llamando a sus seguidores a hacer la revolución. 

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El momento que captó con su cámara Sullivan y por el cual fue recompensado por estas grandes cadenas —en las que luego realizó apariciones como un supuesto periodista— fue el suceso que llevó al asesinato de Ashli Babbit.

Babbit era una veterana de la Fuerza Aérea y seguidora del ex presidente Trump que había ingresado al Congreso junto a un grupo de personas para protestar pacíficamente por el fraude electoral de las últimas elecciones presidenciales.

En el video grabado por el terrorista de Antifa se puede observar cómo un efectivo policial (que todavía no se determinó si fue del Servicio Secreto o de la Policía del Capitolio) dispara a quemarropa a Babbit pese a que la misma no representaba ningún peligro inmediato, no se encontraba armada con ningún tipo de elemento y que los policías de Washington D.C se rigen por un estricto protocolo policial para estas situaciones.

El video del asesinato fue ampliamente difundido de manera inescrupulosa y de mal gusto por dichas cadenas de noticias que le pagaron a Sullivan por el mismo, a pesar de que ya había sido publicado previamente en redes sociales.


A diferencia de lo ocurrido en los casos de George Floyd o Jacob Blake, ningún agente de las Fuerzas envuelto en la muerte de Babbit ha sido imputado.
De hecho, se cree que nadie pagará por su muerte.  La cadena Fox reportó hace unos días que es muy probable que el policía que disparó a quemarropa no enfrente ningún tipo de cargos y continúe trabajando dentro de la Fuerza. 

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La revelación del abogado de Sullivan no es la única información que ha trascendido en los últimos días. La semana pasada, se supo que un ex agente del FBI que dirige una agencia que realiza trabajo clasificado para el gobierno estadounidense está entre las personas que fueron imputadas por la irrupción al Capitolio.

Las autoridades han pedido no revelar el nombre de la agencia ni el empleador directo de esta persona, que fue atrapada por las cámaras de los celulares de los mismos manifestantes.

Dicha imputación dio lugar para que en esa misma semana, un grupo de diputados y senadores republicanos le envíen una carta a la Presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidiendo que brinde explicaciones sobre si ella había sido informada por las agencias de inteligencia los días previos a la protesta de una posible insurrección comandada por grupos de choque de izquierda. 

Hasta el momento, se sabe por palabras del ex jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, que el ex mandatario había ofrecido mandar más de 10.000 efectivos de la Guardia Nacional para cuidar al Capitolio mientras se reunía al Congreso para certificar la victoria de Joe Biden —una petición que fue secundada por el Sargento Superior de la Policía de D.C pero finalmente rechazada por Pelosi. 

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Pelosi respondió a la carta de los diputados republicanos de manera intimidante y redoblando la apuesta; afirmando de que no brindará ninguna explicación y que creará una comisión para investigar los hechos ocurridos similar a la establecida luego del atentando a las Torres Gemelas. 

Con esta comisión, Pelosi ya explicó que el objetivo de Biden y todo el arco político demócrata es pasar una legislación que combata al terrorismo doméstico; un nuevo término que será usado para abarcar y perseguir a los militantes del ex presidente Trump, tachándolos de esta forma de “terroristas domésticos”.

Tal legislación ya tiene precedente en los Estados Unidos y se llamó la Patriot Act, una ley pasada en los días posteriores a esa comisión sobre el 9/11 y que resultó en grandes ataques contra la libertad y privacidad de los ciudadanos. 

De esta forma, Pelosi dejó en claro que su objetivo es perseguir a un cierto grupo de personas e ignorar la situación de Sullivan y el rol que cumplió para que se desatara la violencia. 

Los medios de comunicación, por su parte, ya están comenzado a hacer su trabajo en favor de esta legislación. 

Algunos diarios como el Washington Examiner, el Washington Post y la versión digital de CNN han hablado de que “es necesario” que esta ley le permita al Ejército de los Estados Unidos aplicar tácticas de guerra y de contra-insurgencia en suelo americano (realizadas previamente a gran escala en Vietnam, Afganistán e Irak) para frenar esta supuesta “amenaza doméstica” de los militantes trumpistas.
En otras palabras, tortura, operaciones clandestinas, asesinatos con drones, infiltración en grupos de militantes, etc. Mientras tanto, Antifa sigue incendiando y destruyendo ciudades.

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Economía

¿Nueva guerra comercial con China? Biden apunta a triplicar los aranceles para la importación de acero y aluminio

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La administración Biden amenaza con lanzar una nueva ofensiva arancelaria contra el ingreso de productos chinos, una maniobra que podría conducir a una pronta respuesta por parte del gigante asiático.

El giro proteccionista de la Casa Blanca bajo la presidencia de Joe Biden se hace cada vez más evidente. Pese a prometer lo contrario en su campaña electoral, Biden promete redoblar los aumentos tarifarios contra China y otros países del mundo.

Hasta ahora, las medidas proteccionistas del Gobierno se focalizaron en subsidios encubiertos, como por ejemplo los dispuesto en la llamada “Ley de Reducción de la inflación” del 2021. Pero esta vez se estudia abiertamente un nuevo rediseño del sistema arancelario.

El Presidente Biden propuso triplicar el arancel de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, del 7,5% al 25%. Esta resolución amplía una anterior que ya había adoptado el expresidente Donald Trump, en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial (establecida en 2018). Pero la ley sancionada durante la administración anterior sólo alcanzaba a unos productos específicos, y la propuesta de Biden es generalizar el aumento arancelario sin excepción en todo el sector.

Estados Unidos se constituye actualmente como el cuarto productor mundial de acero, mientras que China ocupa el primer lugar. Semejante participación en el mercado haría muy efectivo el impacto de un arancel sobre la importación de China (con beneficios positivos para la industria local), pero este tipo de medidas resultan en su mayoría estériles, debido a que se espera una pronta respuesta por parte de China y la situación volvería al punto de inicio (o aún peor debido a la persistente volatilidad).

Siguiendo el mismo patrón, la administración Biden intervendrá deliberadamente en la adquisición de US Steel por parte de inversores japoneses, un acto populista y desesperado en medio del clima de la campaña electoral.

Asimismo, el Presidente Biden propuso incrementar los aranceles para la importación de madera canadiense del 8% al 14%, sin ningún tipo de justificación convencional. Esto supone un golpe hacia uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos en la región.Queda en evidencia que la política comercial de Biden no se limita exclusivamente a China.

Biden despliega este paquete de propuestas como respuesta a las medidas prometidas por Trump, entre las cuales se encuentra el establecimiento de un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones, y una tasa especial del 60% sobre todas las importaciones de China.

Como es de amplio conocimiento, la dictadura comunista en China se negó a cumplir con la liberalización total de su mercado de divisas, un requisito al que se había expresamente comprometido tras su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2000. En lugar de ello, solo se dio lugar a una serie de desregulaciones parciales y progresivas que, hasta el momento, no llegaron a desembocar en un mercado libre.

Las políticas proteccionistas se utilizaron como una medida coercitiva para forzar la liberalización cambiaria de China durante la administración de Donald Trump, aunque una vez finalizada la guerra comercial (2018-2020) se llegó a un nuevo status-quo sin mayores cambios en esta materia y con aranceles más elevados entre ambos países (la relación final entre ellos favoreció ligeramente a Estados Unidos).

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Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Estados Unidos

Un informe revela el lado oscuro de Powell en la Reserva Federal y expone sus intentos por bloquear las medidas de Trump

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Un nuevo archivo videográfico del periodista James O’Keefe revela como la máxima autoridad de la FED junto a otros empleados de la banca central colaboraron para impedir el éxito del expresidente.

En la última semana, un nuevo proyecto investigativo de James O’Keefe logró sacar a la luz las verdaderas intenciones del actual presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, para entorpecer las políticas monetarias que el presidente Donald Trump propuso durante su mandato con el fin de imposibilitar su reelección.

Conjuntamente con otros empleados de la máxima autoridad monetaria en el país, Powell buscaba posicionarse como una figura moderada, bloqueando todas las medidas que tomaba Trump desde el Poder Ejecutivo, a lo largo de sus 4 años de gestión.

Si bien Powell fue designado por el propio Trump al principio de su mandato, el funcionario fue elegido por la cúpula del Partido Republicano, que en aquel entonces era anti-trumpista. Así, el entonces presidente debió lidiar todo su mandato con un “rebelde” en el Banco Central estadounidense. Hoy, permanece en sus funciones y fue ratificado en el cargo por Joe Biden, con quien colabora de cerca y sin rispideces.

La cámara oculta

A partir de una cámara oculta a la que fue sometido uno de estos altos empleados del órgano gubernamental, se descubrió un entramado de corrupción detrás de las políticas de la FED.

a la construcción de un relato asociado a políticas progresistas vinculadas a temáticas como teoría racial; feminismo y políticas medioambientales, las cuales nada tienen que ver con la estabilidad económica de un país.

Aurel Hizmo, quien se desempeña como economista en jefe de la Reserva Federal, es el encargado de elaborar los discursos de Jerome Powell en sus declaraciones públicas. También trabajó en el mismo rol durante la presidencia de Janet Yellen, quien hoy se desempeña como Secretaria del Tesoro de Biden.

Durante la cámara oculta, Hizmo aseguró que durante la administración de Trump, el presidente buscaba mantener una política de estabilidad económica, pero que Powell desde la Reserva Federal entorpecía a propósito los objetivos macroeconómicos del gobierno.

Hizmo es un especialista en finanzas pero mantiene una ideología de izquierda muy marcada, de corte progresista en sus visiones sociales y dentro del espíritu de su profesión, aboga por políticas que se relacionan con las visiones socialistas de la economía.

En la conversación que no pensaba que estaba siendo grabada, se rio de que todo esto se hablaba libremente en las reuniones de la FED, pero que nunca había salido a la luz ya que todo lo relacionado a la Reserva Federal se encuentra bajo el concepto de “información clasificada“.

La relación entre Trump y Powell

El economista de la FED tildó a Trump de ser una ”persona loca” y lo caracterizó con términos peyorativos, antes de admitir que es un fanático de Joe Biden, en relación a sus ideas económicas.

Para describir la relación entre Trump y Powell, Hizmo aseguró que ambos se llevaban extremadamente mal entre sí, al punto de que el expresidente intentó en múltiples ocasiones despedirlo del cargo, pero no podía ya que no contaba con los suficientes votos en el Senado para nombrar un reemplazo.

Según contó, en la reunión que tuvieron previo a la nominación de Powell, Trump le dijo que buscaba a alguien que sea capaz de subir las tasas de interés al principio del mandato para luego ir relajándolas a medida que creciera la economía. Sin embargo, Powell boicoteó esta visión macro de Trump ni bien llegó a la FED.

En una sintonía contraria a las intenciones de Trump por mantener una economía estable, la gestión de Joe Biden busca constantemente mantener las tasas de interés elevadas con el objetivo adicional de mantener los índices inflacionarios bajos, luego del bochornoso accionar de Powell durante la pandemia.

Hizmo incluso llegó a mencionar que Powell tiene el deseo de pasar a la historia como una clase de ”mártir que intentó detener a Trump a toda costa” mediante la desobediencia en sus políticas y establecerse él como quien reflotó la economía luego de la crisis del coronavirus.

Ante los preocupantes índices de inflación que los Estados Unidos han tenido durante toda la administración Biden, Powell ahora busca impedir la recesión para beneficiar a Biden en las elecciones de noviembre y evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

En otra parte de la conversación, Hizmo aseguró que los sectores conservadores son ”estúpidos” y aseguró que no existen personas con dicha ideología en el campo de la economía, a pesar de que el propio Powell se considera un conservador.

Entre risas, el desubicado economista de la FED dijo con mucha confianza que si Trump regresa a la presidencia este año, todos los empleados de la entidad monetaria buscarán nuevamente entorpecer las políticas económicas del Ejecutivo.

Cambio climático y políticas de género

Hizmo destacó que Powell, a pesar de ser un conservador, hoy mantiene una excelente relación con Biden y con los sectores más progresistas del Partido Demócrata, y que en los últimos 3 años ha implementado cambios en favor de la promoción de políticas medioambientales, políticas de género y temáticas raciales.

Uno de los mayores cambios que Powell ha implementado en la Reserva Federal desde la llegada de Biden, ha sido la promoción de espacios dentro del banco central en el cual solo se discuten temas relacionados al cambio climático y a cuestiones de género.

Powell además se ha gastado millones en un programa a través del cual la Reserva Federal contrata a “científicos” ecologistas, especializados en género o expertos en cuestiones raciales, para que “estudien maneras de enriquecer las discusiones del directorio de la Reserva Federal“.

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