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Estados Unidos

El fin de la familia McCain en Arizona: el Partido Republicano local decidió censurar a Cindy McCain y al gobernador del Estado por no apoyar a Trump

Las censuras fueron votadas en el evento anual del Partido Republicano de Arizona. Figuras como el ex senador Jeff Flake o el gobernador Doug Ducey también fueron censuradas. 

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El Partido Republicano de Arizona decidió ayer por la tarde en su evento anual censurar oficialmente a varias de las figuras políticas más prominentes del Estado, entre ellas la viuda del ex-senador republicano y ex-candidato a presidente John McCain, Cindy McCain, quien actualmente oficia de una líder informal del Partido a nivel local; el gobernador Doug Decey, y el ex-senador Jake Flake.

La “censura político” implica que el Partido como institución no apoyará más a estas figuras en próximas elecciones, no llevará a cabo galas de donación para sus campañas y todos tendrán un competidor interno si se quieren presentar.

La decisión fue tomada por miles de constituyentes que asistieron al evento de manera presencial y votaron para formalizar la moción de censura. Si bien esta moción de censura posee un significado más simbólico que otra cosa, este acto demuestra la lealtad total que el Partido ahora posee hacia con el ahora ex presidente Donald Trump, y pone punto final al caudillismo que la familia McCain ostentó dentro del partido por décadas en Arizona. 

La principal razón de esta acción por parte de los constituyentes se debe a que Cindy McCain priorizó la rivalidad personal que su difunto esposo poseía con Trump y apoyó públicamente al candidato demócrata Joe Biden en la elección presidencial —dividiendo así el voto republicano y desatando una guerra civil dentro del partido local, que culminó con la victoria del demócrata en el Estado por primera vez desde 1996.

Lejos de perjudicar a Trump como Cindy quería, el apoyo de la viuda del ex-candidato a Presidente terminó perjudicando fundamentalmente a la senadora Martha McSally —una aliada política del actual gobernador republicano Doug Ducey— que terminó perdiendo su reelección a manos del demócrata Mark Kelly y a otros candidatos republicanos a nivel estatal. 

Se rumorea desde hace unas semanas que Biden recompensará este apoyo político otorgándole a Cindy una de las embajadas más importantes y codiciadas dentro de la diplomacia: la del Reino Unido. 

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Otro de los censurados fue el ex-senador republicano Jeff Flake, uno de las principales figuras republicanas opositoras a Trump durante todo su mandato. 

Debido a sus altos índices de impopularidad dentro de sus votantes, Flake decidió no buscar la reelección en 2018 y gracias a su retórica anti-Trump el Partido Republicano terminó perdiendo esa banca en las elecciones de medio término de 2018 —ahora ocupada por la senadora demócrata Krysten Sinema. 

La que tal vez es la censura más importante de la votación fue la del actual gobernador republicano de Arizona, Doug Ducey, un íntimo aliado de los McCain, quien en los últimos meses se destapó como un ferviente anti-Trump y decidió no respaldar ni investigar las denuncias de fraude que se presentaron en su Estado, incluso sin ordenar una auditoría de las firmas de los votos disputados.

Las consecuencias de la censura y la retirada de apoyo del Partido ya están siendo experimentadas por Ducey: horas antes que el evento ocurriera, Ducey anunció que no será candidato y no buscará competir por la banca del senador demócrata Mark Kelly en las próximas elecciones de medio término a celebrarse en 2022. 

Ducey era considerado como uno de los principales favoritos a lanzarse para competir por esa banca ya que su mandato como gobernador finaliza en 2022, por lo que es probable que el mismo Ducey haya admitido que su futuro político, luego de sus cruces con Trump, haya concluido. 

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Además de las censuras, los constituyentes votaron para volver a elegir a la médica Kelli Ward como la Presidente del partido. 

Ward es una de las defensoras más férreas de Trump en Arizona, y una de las que más batalló para que las denuncias de fraude del ex Presidente llegaran a los tribunales de Arizona. 

Ward se impuso por un escaso margen al también trumpista Sergio Arellano, referente local de Latinos por Trump. A pesar de la elección interna, ambos se mostraron unidos en llevar al Partido por el camino de Trump y alejarlo lo más posible de las figuras históricas apodadas como “RINOs” (Republicans In Name Only – Republicanos Solo En Nombre”)

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Las decisiones que el Partido Republicano de Arizona adoptó ayer por la tarde no son ajenas a los que está ocurriendo a lo largo y ancho del país. 

Los líderes republicanos locales de cada condado están especialmente furiosos con el grupo de 10 diputados republicanos liderados por la diputada por el Estado de Wyoming y ferviente opositora a Trump, Liz Cheneyque votaron a favor de iniciar un segundo proceso de impeachment contra Trump, promovido por el Partido Demócrata y Nancy Pelosi en la Cámara de Representantes.

Liz es la hija del ex vicepresidente Dick Cheney, y entró a la política siguiendo la carrera de su padre, donde rápidamente escaló en la estructura interna y además del cargo de diputada nacional logró ser la líder del bloque “House Republican Conference”, una línea interna dentro del Partido que se encuentra más cerca del establishment demócrata que de las bases conservadoras republicanas.

El Partido Republicano de Wyoming fue precursor de Arizona y la semana pasada en su plenario también votaron y aprobaron una censura política contra Liz Cheney por liderar el movimiento anti-Trump en el Congreso

Wyoming es uno de los Estados no solo más republicanos del país si no que de los que más apoyan específicamente a Donald Trump; las autoridades del Partido, históricamente alineadas a la familia Cheney, afirmaron que Liz no está representando fielmente a la población de Wyoming.

En Oklahoma, por su parte, algunos condados ya tomaron la iniciativa y decidieron censurar y pedir la remoción de los senadores republicanos James Lankford y Jim inhofe, quienes se encuentran “indecisos” sobre si condenar o no a Trump y privarlo de ocupar cargos públicos durante el resto de su vida en el juicio político que se tratará en el Senado el próximo mes. 

Reacciones como estas de los líderes comunales de cada Estado —que se encuentran en constante contacto con las comunidades que representan— hacen denotar que el Partido Republicano, contrario a lo que su establishment desea, seguirá por el camino trumpista y no volverá al republicanismo moderado que hasta hace algunos años lo lideraban nombres como Mitt Romney o John McCain, y que llevó al partido a perder dos elecciones consecutivas contra Barack Obama.

Antes de Trump, el Partido Republicano estaba en uno de los momentos más álgidos de su historia. Si bien tuvieron un importante triunfo legislativo en las elecciones de 2015, los registrantes, nuevos votantes y nuevos donantes estaban cayendo en picada.
Trump revitalizó un partido que estaba cuesta abajo, le creó una nueva base de votantes, juntando al histórico votante conservador rural con el votante del trabajador de grandes ciudades, e incluso atrayendo una importante cantidad de votos de minorías de la comunidad afroamericana, asiática y LGBT.

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Economía

¿Nueva guerra comercial con China? Biden apunta a triplicar los aranceles para la importación de acero y aluminio

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La administración Biden amenaza con lanzar una nueva ofensiva arancelaria contra el ingreso de productos chinos, una maniobra que podría conducir a una pronta respuesta por parte del gigante asiático.

El giro proteccionista de la Casa Blanca bajo la presidencia de Joe Biden se hace cada vez más evidente. Pese a prometer lo contrario en su campaña electoral, Biden promete redoblar los aumentos tarifarios contra China y otros países del mundo.

Hasta ahora, las medidas proteccionistas del Gobierno se focalizaron en subsidios encubiertos, como por ejemplo los dispuesto en la llamada “Ley de Reducción de la inflación” del 2021. Pero esta vez se estudia abiertamente un nuevo rediseño del sistema arancelario.

El Presidente Biden propuso triplicar el arancel de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, del 7,5% al 25%. Esta resolución amplía una anterior que ya había adoptado el expresidente Donald Trump, en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial (establecida en 2018). Pero la ley sancionada durante la administración anterior sólo alcanzaba a unos productos específicos, y la propuesta de Biden es generalizar el aumento arancelario sin excepción en todo el sector.

Estados Unidos se constituye actualmente como el cuarto productor mundial de acero, mientras que China ocupa el primer lugar. Semejante participación en el mercado haría muy efectivo el impacto de un arancel sobre la importación de China (con beneficios positivos para la industria local), pero este tipo de medidas resultan en su mayoría estériles, debido a que se espera una pronta respuesta por parte de China y la situación volvería al punto de inicio (o aún peor debido a la persistente volatilidad).

Siguiendo el mismo patrón, la administración Biden intervendrá deliberadamente en la adquisición de US Steel por parte de inversores japoneses, un acto populista y desesperado en medio del clima de la campaña electoral.

Asimismo, el Presidente Biden propuso incrementar los aranceles para la importación de madera canadiense del 8% al 14%, sin ningún tipo de justificación convencional. Esto supone un golpe hacia uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos en la región.Queda en evidencia que la política comercial de Biden no se limita exclusivamente a China.

Biden despliega este paquete de propuestas como respuesta a las medidas prometidas por Trump, entre las cuales se encuentra el establecimiento de un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones, y una tasa especial del 60% sobre todas las importaciones de China.

Como es de amplio conocimiento, la dictadura comunista en China se negó a cumplir con la liberalización total de su mercado de divisas, un requisito al que se había expresamente comprometido tras su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2000. En lugar de ello, solo se dio lugar a una serie de desregulaciones parciales y progresivas que, hasta el momento, no llegaron a desembocar en un mercado libre.

Las políticas proteccionistas se utilizaron como una medida coercitiva para forzar la liberalización cambiaria de China durante la administración de Donald Trump, aunque una vez finalizada la guerra comercial (2018-2020) se llegó a un nuevo status-quo sin mayores cambios en esta materia y con aranceles más elevados entre ambos países (la relación final entre ellos favoreció ligeramente a Estados Unidos).

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Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Estados Unidos

Un informe revela el lado oscuro de Powell en la Reserva Federal y expone sus intentos por bloquear las medidas de Trump

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Un nuevo archivo videográfico del periodista James O’Keefe revela como la máxima autoridad de la FED junto a otros empleados de la banca central colaboraron para impedir el éxito del expresidente.

En la última semana, un nuevo proyecto investigativo de James O’Keefe logró sacar a la luz las verdaderas intenciones del actual presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, para entorpecer las políticas monetarias que el presidente Donald Trump propuso durante su mandato con el fin de imposibilitar su reelección.

Conjuntamente con otros empleados de la máxima autoridad monetaria en el país, Powell buscaba posicionarse como una figura moderada, bloqueando todas las medidas que tomaba Trump desde el Poder Ejecutivo, a lo largo de sus 4 años de gestión.

Si bien Powell fue designado por el propio Trump al principio de su mandato, el funcionario fue elegido por la cúpula del Partido Republicano, que en aquel entonces era anti-trumpista. Así, el entonces presidente debió lidiar todo su mandato con un “rebelde” en el Banco Central estadounidense. Hoy, permanece en sus funciones y fue ratificado en el cargo por Joe Biden, con quien colabora de cerca y sin rispideces.

La cámara oculta

A partir de una cámara oculta a la que fue sometido uno de estos altos empleados del órgano gubernamental, se descubrió un entramado de corrupción detrás de las políticas de la FED.

a la construcción de un relato asociado a políticas progresistas vinculadas a temáticas como teoría racial; feminismo y políticas medioambientales, las cuales nada tienen que ver con la estabilidad económica de un país.

Aurel Hizmo, quien se desempeña como economista en jefe de la Reserva Federal, es el encargado de elaborar los discursos de Jerome Powell en sus declaraciones públicas. También trabajó en el mismo rol durante la presidencia de Janet Yellen, quien hoy se desempeña como Secretaria del Tesoro de Biden.

Durante la cámara oculta, Hizmo aseguró que durante la administración de Trump, el presidente buscaba mantener una política de estabilidad económica, pero que Powell desde la Reserva Federal entorpecía a propósito los objetivos macroeconómicos del gobierno.

Hizmo es un especialista en finanzas pero mantiene una ideología de izquierda muy marcada, de corte progresista en sus visiones sociales y dentro del espíritu de su profesión, aboga por políticas que se relacionan con las visiones socialistas de la economía.

En la conversación que no pensaba que estaba siendo grabada, se rio de que todo esto se hablaba libremente en las reuniones de la FED, pero que nunca había salido a la luz ya que todo lo relacionado a la Reserva Federal se encuentra bajo el concepto de “información clasificada“.

La relación entre Trump y Powell

El economista de la FED tildó a Trump de ser una ”persona loca” y lo caracterizó con términos peyorativos, antes de admitir que es un fanático de Joe Biden, en relación a sus ideas económicas.

Para describir la relación entre Trump y Powell, Hizmo aseguró que ambos se llevaban extremadamente mal entre sí, al punto de que el expresidente intentó en múltiples ocasiones despedirlo del cargo, pero no podía ya que no contaba con los suficientes votos en el Senado para nombrar un reemplazo.

Según contó, en la reunión que tuvieron previo a la nominación de Powell, Trump le dijo que buscaba a alguien que sea capaz de subir las tasas de interés al principio del mandato para luego ir relajándolas a medida que creciera la economía. Sin embargo, Powell boicoteó esta visión macro de Trump ni bien llegó a la FED.

En una sintonía contraria a las intenciones de Trump por mantener una economía estable, la gestión de Joe Biden busca constantemente mantener las tasas de interés elevadas con el objetivo adicional de mantener los índices inflacionarios bajos, luego del bochornoso accionar de Powell durante la pandemia.

Hizmo incluso llegó a mencionar que Powell tiene el deseo de pasar a la historia como una clase de ”mártir que intentó detener a Trump a toda costa” mediante la desobediencia en sus políticas y establecerse él como quien reflotó la economía luego de la crisis del coronavirus.

Ante los preocupantes índices de inflación que los Estados Unidos han tenido durante toda la administración Biden, Powell ahora busca impedir la recesión para beneficiar a Biden en las elecciones de noviembre y evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

En otra parte de la conversación, Hizmo aseguró que los sectores conservadores son ”estúpidos” y aseguró que no existen personas con dicha ideología en el campo de la economía, a pesar de que el propio Powell se considera un conservador.

Entre risas, el desubicado economista de la FED dijo con mucha confianza que si Trump regresa a la presidencia este año, todos los empleados de la entidad monetaria buscarán nuevamente entorpecer las políticas económicas del Ejecutivo.

Cambio climático y políticas de género

Hizmo destacó que Powell, a pesar de ser un conservador, hoy mantiene una excelente relación con Biden y con los sectores más progresistas del Partido Demócrata, y que en los últimos 3 años ha implementado cambios en favor de la promoción de políticas medioambientales, políticas de género y temáticas raciales.

Uno de los mayores cambios que Powell ha implementado en la Reserva Federal desde la llegada de Biden, ha sido la promoción de espacios dentro del banco central en el cual solo se discuten temas relacionados al cambio climático y a cuestiones de género.

Powell además se ha gastado millones en un programa a través del cual la Reserva Federal contrata a “científicos” ecologistas, especializados en género o expertos en cuestiones raciales, para que “estudien maneras de enriquecer las discusiones del directorio de la Reserva Federal“.

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