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Estados Unidos

"El nuevo Biden": Quién es John Fetterman, el líder sindical con problemas de salud mental que irá al Senado

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El vicegobernador del estado, John Fetterman, cuyos problemas de salud producto de las secuelas de un derrame cerebral son severos, se impuso al republicano Mehmet Oz.

En una elección plagada de irregularidades y denuncias de fraude, el actual vicegobernador del estado, el demócrata John Fetterman, derrotó al candidato republicano y se convertirá en el nuevo senador por Pensilvania.

El célebre medico republicano Mehmet Oz concedió la derrota este miércoles por la mañana cuando llamó a Fetterman para felicitarlo, tras una campaña salvaje que tuvo al candidato demócrata apartado durante meses tras un derrame cerebral y que atrajo múltiples visitas de Biden y Trump al estado. 

Los demócratas habían presentado una demanda para que los votos enviados por correo sin fecha o con fecha tardía fueran aceptados, y como era esperable, fueron estos votos los que pusieron a Fetterman en la delantera, generando una diferencia ya imposible de revertir con los votos en persona, a pesar de que éstos últimos fueron mayoritariamente para los republcianos.

A pesar de estas irregularidades, la campaña de los republicanos concedió la derrota, entendiendo la imposibilidad de disputar el resultado en un estado donde la gobernación, la secretaría de estado, y la justicia está bajo el total control de los demócratas.

"Los habitantes de Pensilvania se presentaron con pasión y una visión de un futuro brillante que me inspiró cada día. Quiero dar las gracias a mis partidarios, muchos de los cuales trabajaron incansablemente para difundir nuestro mensaje y apoyarme a mí y a mi familia", dijo Oz en su discurso de concesión. 

El célebre médico continuó señalando que "nos enfrentamos a grandes problemas como país y necesitamos que todo el mundo baje sus espadas partidistas y se centre en hacer el trabajo. Como médico, siempre hago lo posible por ayudar a los demás a curarse. Por eso me he presentado al Senado. Espero que comencemos pronto el proceso de curación como nación".

De acuerdo a Decision Desk, Fetterman se ubica en torno al 50,5% frente al 47% de Oz, y a pesar de que se siguen contando los votos, el vuelco de padrón de votos por correo fue tan a favor de los demócratas que la carrera ya está terminada. Con más de 5,1 millones de votos emitidos en la contienda que puede haber decidido el control del Senado, Pensilvania se convierte así en el estado que más problemas le trae al Partido Republicano.

A pesar de que Trump ganó cómodamente en 2016, la tendencia demócrata del estado no pudo revertirse y en 2018, 2020 y ahora en esta elección nuevamente los pensilvanos votaron por la izquierda.

Esto no es casualidad. Pensilvania se convirtió en el estado donde los demócratas más dinero han puesto en los dos últimos ciclos electorales, a pesar de controlar el estado hace décadas.

La cúpula del Partido Republicano, por su parte, a pesar de tener posibilidades reales de ganar Pensilvania, redujeron el gasto en el estado desde que se confirmó la candidatura del Dr. Oz, un aliado de Trump.

Mitch McConnell, un ferviente anti-Trump que controla la caja del Partido para las campañas de los candidatos al Senado, se negó a invertir en la campaña de Oz y redirigió los recursos a carreras fácilmente ganables como las de Alaska o Florida.

Esto también se notó en Arizona, Nevada y Georgia, tres estados donde todas las encuestas mostraban la enorme posibilidad de ganar de los candidatos de Trump, pero que McConnell decidió prácticamente no poner dinero.

Quién es el "nuevo Joe Biden": John Fetterman

Fetterman, un miembro de la casta política estatal desde hace décadas, empezó su carrera como analista de riesgo en la firma suiza Chubb, pero rápidamente se dio cuenta que la vida empresarial no era lo suyo y se dedicó a la militancia política.

Participó de múltiples agrupaciones sindicales, lo cual lo llevó a la alcaldía de Braddock en 2006. A pesar del perfil más conservador de la pequeña ciudad pensilvana, hogar de la primera fábrica de acería de Andrew Carnegie, Fetterman llegó al poder como un líder sindical del sector acerero, a pesar de nunca haber trabajado en la industria en toda su vida.

Su siguiente paso vino en 2018, cuando acompañó al también ultra-izquierdista Tom Wolf en la fórmula para la gobernación del estado, que ganaron fácilmente. Como vice-gobernador, Fetterman se dedicó a ganarse un nuevo electorado: el progresista.

Dejando atrás sus raíces sindicales, pisó el acelerador con la agenda LGBT, logrando que se cuelgue la bandera de arcoiris en el ayuntamiento al mismo nivel que la bandera de Estados Unidos y del estado.

Como vice-gobernador también tiene a su cargo la Junta de Perdones y Conmutaciones, la que le da el poder de otorgar perdones o reducciones de las sentencias judiciales de cualquier convicto. Así es como lanzó desde 2019 una masiva campaña abolicionista de liberar criminales afroamericanos asegurando que estaba impulsando la justicia racial.

Este año anunció su candidatura para el Senado con posiciones radicales sobre la justicia penal y el aborto, y en más de una ocasión se presentó como un líder y admirador del grupo terrorista comunista Antifa.

Si bien siempre estuvo al frente en las encuestas durante los primeros meses, con todo el aparato demócrata detrás suyo, en mayo sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV) que lo dejó fuera de la campaña por varios meses, posta que tomó su mujer, una inmigrante ilegal brasileña, Gisele Barreto.

Barreto se ocupó de todos sus eventos de campaña, muchas veces hablando directamente como si ella fuera a ser la senadora en vez de él. Más cerca de la elección, Fetterman, que llevaba meses desaparecido del foco público, empezó a caer en las encuestas y debió volver a mostrar la cara.

Pero todavía está lejos de recuperarse de su derrame cerebral. Empezó a pedir una pantalla para leer las preguntas cuando lo entrevistaban, y todavía mantiene un tartamudeo que no tenía antes del episodio.

Fetterman acordó participar en un solo debate en las últimas semanas de la campaña, con una duración menor a la hora (cuando los debates suelen extenderse por dos o tres). El debate fue considerado universalmente como un desastre para los demócratas debido a su pobre actuación y a su incapacidad para modular y entender las preguntas. Balbuceó sin sentido, respondiendo "sí, no" a muchas preguntas.

En las últimas semanas de la campaña, y especialmente después del debate, Oz se posicionó como el favorito para ganar la banca. A medida que la campaña del republicano cobraba fuerza, las encuestas, que habían catalogado la carrera como “triunfo demócrata” al principio, cambiaron la calificación a “empate” con una leve ventaja para el médico aliado de Trump.  

Denuncias de Fraude

Antes de que abrieran las urnas, la campaña del izquierdista presentó ante los tribunales una demanda que obligaba a contar todos los votos por correo con fecha incorrecta o directamente sin fecha, un mecanismo fraudulento que sin dudas contribuyó a su victoria y que está siendo utilizado por los demócratas masivamente desde la pandemia.

Además, se registraron decenas de denuncias de fraude electoral, principalmente en la ciudad de Filadelfia, un bastión demócrata hace décadas donde han montado toda su maquinaria de fraude. El grupo de investigación periodística Project Veritas, grabó muchas de estas irregularidades, que fueron publicadas en las últimas horas.

En uno de los videos, se puede ver cómo un periodista de Veritas descubre que una urna se encuentra abierta afuera del centro electoral. Cuando preguntó sobre las llaves para sellar dicha urna, un trabajador electoral le respondió que se le había ordenado "no participar" con los reporteros de Project Veritas, sin dar respuesta a esta masiva vulneración del proceso electoral.

En otro video, esta vez con una cámara oculta, Veritas muestra cómo una funcionaria electoral encargada de contar los votos pide a los votantes que se encontraban en el centro electoral que voten por los demócratas.

"Te pido que votes al demócrata. Estamos intentando en que los demócratas ganen y nos representen", se le puede oír decir a la trabajadora encargada por velar por la seguridad de la elección.

Estados Unidos

La Justicia de Arizona, controlada por los demócratas, imputó y busca arrestar a todo el equipo de asesores de Trump

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Los demócratas hacen otro ataque contra la oposición y ahora buscan poner tras las rejas a todo el equipo que trabaja asesorando al expresidente republicano en su campaña presidencial.

La Justicia de Arizona imputó este jueves a varios aliados importantes del expresidente Donald Trump, incluido el exabogado de Trump y exalcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, la expresidente del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, y el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, por denunciar que las elecciones del año 2020 fueron fraudulentas.

Junto con Ward, Meadows y Giuliani, la ex abogada de Trump Jenna Ellis y el ex asesor de campaña de Trump Boris Epshteyn, junto con varios miembros del Partido Republicano de Arizona, fueron imputados también, según publicó esta mañana el Washington Post .

Meadows, Giuliani, Ellis y Epshteyn fueron imputados por supuestamente intentar ayudar a Trump a recuperar los votos electorales de Arizona en las elecciones presidenciales de 2020, luego de que se comprobara que los demócratas habían robado votos por correo y la Legislatura votara que le darían los votos electorales a Trump si así la Justicia lo decidía.

Por su parte, Ward y los senadores del estado de Arizona, Jake Hoffman y Anthony Kern, también fueron acusados ​​de cargos por haber firmado documentos el 14 de diciembre de 2020, certificando que Trump era el ganador de las elecciones.

La acusación de varios aliados de Trump y miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 8 y el 15 de abril encontró que el presidente Joe Biden está detrás de Trump en varios estados clave como Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte por seis o más puntos.

En Arizona, Trump lideró por siete puntos, recibiendo el 49 por ciento del apoyo de los votantes que indicaron que votarían por él, mientras que Biden recibió el 42 por ciento.

Los once republicanos de Arizona son:

  • Kelli Ward, ex presidenta del Partido Republicano en Arizona, y su esposo, Michael Ward.
  • Senador del estado de Arizona Jake Hoffman
  • Senador del estado de Arizona Anthony Kern
  • Tyler Bowyer, director de operaciones de Turning Point USA
  • Nancy Cottle
  • James Lamon
  • Roberto Montgomery
  • Samuel Moorhead
  • Lorena Pellegrino
  • Gregorio Safsten

Los aliados de Trump que supuestamente fueron acusados ​​incluyen a Mark Meadows, Jenna Ellis, Rudy Giuliani, John Eastman, Christina Bobb, ex abogada de Trump, Boris Epshteyn y Mike Roman, ex asistente de campaña de Trump, según el Washington Post .

La decisión judicial fue en respuesta a un pedido directo del Fiscal General de Arizona, el ultra-demócrata Kris Mayes, y es la última de una serie de esfuerzos por utilizar el sistema legal para perseguir a los conservadores y republicanos aliados de Trump.

En julio de 2023, la fiscal general de Michigan, Dana Nesselacusó a 16 “falsos electores” de ocho delitos graves, entre ellos conspiración y falsificación de leyes electorales, por su presunto papel en el intento de disputar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

Meses después, en diciembre de 2023, la Justicia de Nevada imputó a varios miembros importantes del Partido Republicano del estado, acusados ​​de falsificar y presentar documentos falsos en relación con el complot de los “falsos electores”.

La acusación de varios de los principales aliados del expresidente y varios miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras Trump se encuentra actualmente en juicio y enfrenta 34 cargos de presunta falsificación de registros comerciales en primer grado en relación con los pagos realizados a la estrella porno Stormy Daniels durante las elecciones presidenciales de 2016.

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Economía

Crisis fiscal en Estados Unidos: Las “Bidenomics” desataron un déficit por casi 2 billones de dólares al término de marzo

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Pese a que la economía estadounidense sigue creciendo, el Gobierno federal incurrió en un déficit histórico. y se está endeudando a un ritmo únicamente visto durante las grandes recesiones y en las guerras mundiales del siglo pasado. La trayectoria fiscal trazada por Biden es abiertamente insostenible.

Las políticas del Presidente Joe Biden provocaron el agujero fiscal más grande de la historia de los Estados Unidos en tiempos de paz. La visión económica del Gobierno cayó bajo la influencia del Caucus Progresista dentro del Partido Demócrata, la facción más radicalizada hacia la izquierda dentro del Congreso estadounidense.

La actividad económica del país logró recuperarse de la pandemia y continuó con su sendero de crecimiento, pero a pesar de esta muy esperable normalización, el Gobierno federal incurrió en un desequilibrio fiscal histórico que ascendió a los US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo.

De hecho, el déficit financiero había llegado incluso a los US$ 8,36 billones en julio del año pasado, como resultado del amplio programa de rescates para préstamos estudiantiles que impulsó el Presidente Biden.

El Partido Demócrata que alguna vez había patrocinado los superávits presupuestarios de la era Clinton, ahora respalda a capa y espada los déficits más irresponsables que nunca se hayan visto en Estados Unidos.

La economía se normalizó una vez superada la pandemia, pero la posición fiscal del Estado jamás lo hizo. El resultado financiero del Gobierno federal representaba el 4,8% del PBI en febrero de 2020, mientras que hoy en día esa cifra se acerca a los 6 puntos del producto. Este brutal incremento se explica principalmente por el mayor peso de los intereses de deuda, que ya son los más altos desde mediados de la década del 90.

Para compensar esta brecha sin precedentes, el Gobierno federal se está endeudando a un ritmo similar al que cabría esperar durante la salida de una recesión o la ejecución de una guerra de grandes proporciones, pero como es bien sabido ninguno de estos escenarios es precisamente el caso. En caso de que la economía entrase en recesión en un futuro cercano, el Gobierno carece de mayor margen fiscal para actuar en consecuencia.

El total de la recaudación por impuestos federales (y otros ingresos por rentas) sólo alcanza a cubrir hasta el 73% de los gastos federales incurridos. El 27% restante se está compensando por la vía del endeudamiento, principalmente con instituciones locales o en el exterior.

Hasta ahora la Reserva Federal se mantuvo al margen de expandir su financiamiento al Tesoro por la vía de la compra de títulos públicos (como lo hizo durante la pandemia en 2020), pero eventualmente el Gobierno federal no puede quebrar, y cualquier tipo de incumplimiento vendría asociado a un latente inflacionario.

La proporción de crédito doméstico absorbido por el Gobierno federal se incrementa, y lo que es lo mismo, se reduce la cantidad de recursos disponibles para prestar a las empresas privadas o a las familias (por ejemplo el crédito hipotecario). Esto se ve reflejado por un piso de tasas de interés cada vez más elevado.

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Estados Unidos

Estudiantes de extrema izquierda tomaron la Universidad de Columbia en apoyo al terrorismo palestino

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Los adolescentes más ricos del mundo tomaron control del campus de la prestigiosa universidad neoyorquina en apoyo al terrorismo de Hamás.

La situación social en los Estados Unidos se torna cada vez más preocupante a medida que la izquierda destruye el tejido social con manifestaciones violentas que atentan contra los valores occidentales.

En los últimos días, esta situación mostró un nuevo punto crítico luego de que un grupo de alumnos activistas de extrema izquierda de la Universidad de Columbia en Nueva York tomaran el campus de la institución en apoyo a la causa palestina con consignas en defensa del terrorismo islámico y con un marcado antisemitismo.

Docenas de alumnos y activistas de izquierda ajenos a la universidad se instalaron de manera ilegal dentro de la prestigiosa institución en carpas para expresarse en contra de la operación militar especial que lleva a cabo Israel en la Franja de Gaza, en respuesta al ataque genocida del grupo terrorista palestino Hamás, donde más de 1.500 judíos fueron asesinados a sangre fría el 7 de octubre.

La toma fue impulsada por la asociación izquierdista "Students For Justice In Palestine" y contó con el apoyo de múltiples organizaciones universitarias, que agredieron a estudiantes de religión judía y a otros que no compartieran su visión acerca del conflicto en Medio Oriente.

Lo que hace aún más insólita la situación es que los estudiantes que participaron de la manifestación, lejos están de ser árabes o palestinos; por el contrario, son blancos de clase alta. Se trata de los hijos adolescentes de las familias más adineradas del planeta jugando a disfrazaese de terroristas.

Los manifestantes que confraternizan con el terrorismo islámico bloquearon el acceso a la prensa y aseguran que solo permitirán el acceso de periodistas "afines a la causa". Entre otros, rechazaron el acceso de periodistas judíos, por su religión.

Si bien las autoridades de la universidad habían mencionado que los protestantes serían desalojados en el transcurso de la primera noche de la ocupación, ningún tipo de acción fue llevada a cabo.

Los estudiantes judíos debieron abandonar el campus universitario y la zona quedó completamente en manos de los grupos estudiantiles de extrema izquierda, que aprovecharon la ocasión para dar discursos violentos y cargados de odio contra la comunidad judía.

Recién el jueves, la policía de Nueva York se hizo presente y en un operativo arrestó alrededor de 110 personas participantes de la protesta, incluida la hija de la representante demócrata del estado de Minnesota Ilhan Omar, Isra Hirsi.

La intervención por parte de la policía de Nueva York se dio luego de que las autoridades de la universidad encabezadas por la presidente de la institución, Minouche Shakif, dieran aviso acerca de los ilícitos que se estaban cometiendo dentro de la institución sumado a la hostil recepción de los estudiantes contra las fuerzas policiales a las cuales llamaron "asesinos de bebés".

Los incidentes con los grupos pro-Palestina se originaron luego de que Shakif hablara frente al Comité de Educación del Congreso de los Estados Unidos acerca de los crecientes casos de antisemitismo en las universidades, por lo que los mencionados grupos de estudiantes comenzaron a acampar de forma ilegal en el campus y a tomar actitudes violentas y hostiles contra estudiantes de religión judía.

Uno de los factores determinantes para la escalada en el conflicto de las agrupaciones estudiantiles con la universidad, fue la prohibición de dos agrupaciones izquierdistas a fines del año pasado, las cuales se les imputó el incumplimiento con las políticas de la Universidad de Columbia respecto al código de conducta y abuso contra otros estudiantes.

De acuerdo a la presidente de Columbia, se autorizó a la Policía de Nueva York a desalojar el campamento establecido en el ala sur del campus, lo que provocó incidentes. En concordancia con las acciones legales que la dirigencia de la universidad tomó contra los alumnos, se les informó a su vez que a cualquier alumno que participe de cualquier manera en las protestas y ocupación del territorio universitario se encuentra suspendido.

A pesar de que docenas de revoltosos protestantes hayan sido arrestados durante el desalojo, el acampe por parte de las organizaciones pro-Palestina no ha podido ser desmantelado, sino que incluso se incrementó en tamaño luego de que quienes lideran la protesta declarasen que han "tomado" la universidad y la declaren como una "universidad popular’‘.

Ataques antisemitas y apoyo al terrorismo islámico

Uno de los factores distintivos que las protestas llevadas a cabo en los últimos días en la Universidad de Columbia, es el profundo sentimiento anti-Israel que profesan, el cual ha llevado a quienes participan del acampe a ser perpetradores de violentos ataques antisemitas contra aquellos estudiantes que profesan la religión judía, e incluso a aquellos que no defiendan sus reclamos.

Uno de los casos de marcado sentimiento anti-judío que se ha llevado a cabo en los últimos días han sido las graves agresiones perpetradas contra la estudiante judía Elisha Baker, de 21 años, quien denunció que un grupo de protestantes le expresó en repetidas ocasiones que "se mate a sí misma" y le causaron heridas de moderada gravedad tras patearla en varias ocasiones en el estómago durante el acampe.

Otro incidente de extrema gravedad se dio en el momento en el cual un participante de la protesta terrorista fue enfocado sujetando un cartel que decía "El próximo objetivo de las brigadas Al-Qasam" mientras apuntaba a un grupo de estudiantes judíos.

Las brigadas Al-Qasam son el brazo armado de la organización terrorista Hamás, la cual ha gobernado al territorio ocupado de Palestina en las últimas décadas y fue el responsable de los ataques terroristas contra distintos poblados israelíes el pasado 7 de octubre de 2023 donde miles de ciudadanos judíos fueron asesinados por Hamás.

Los preocupantes incidentes que tienen por objetivo el acoso y agresiones a los estudiantes judíos despertó la preocupación de empleados de la universidad que pertenecen a la colectividad.

El rabino ortodoxo Elie Buechler, quien se desempeña como profesor tanto en la Universidad de Columbia como en la Universidad Barnard, instó mediante un mensaje abierto de Whatsapp a los estudiantes judíos a abandonar el campus universitario e irse a sus hogares mientras dure el acampe debido a los crecientes ataques antisemitas.

Otro profesor de la universidad, Shai Davidai, mencionó que los estudiantes no lo dejan entrar a la facultad por ser judío y que las protestas llevadas a cabo por las agrupaciones estudiantiles habían cruzado un límite convirtiéndose en actos terroristas llevados a cabo por grupos terroristas.

En concordancia con el sentimiento anti-Israel que las protestas mantienen, además se encuentra presente una profunda adoración por los grupos terroristas islámicos como Hamás, con el cual los estudiantes participantes de los acampes se sienten identificados al punto de que mencionan frases como "Todos somos Hamás" e incluso celebraron el ataque del 7 de octubre, conocido por los palestinos como la "Inundación de Al-Aqsa".

Extensión a otras universidades

Si bien el foco principal de las protestas que se desarrollaron con intensidad en la última semana está puesta en la Universidad de Columbia, en las últimas horas la Universidad de Yale ha visto sucesos similares en sus instalaciones, además de que varios de sus estudiantes hayan irrumpido en el campus de Columbia para mostrar su apoyo para con los protestantes locales.

La situación descrita devuelve a la memoria aquellos incidentes en estados demócratas como Oregon y Washington unos años atrás cuando protestantes tomaban partes de las ciudades con la idea de convertirlas en un "espacio independiente" y de "liberación". Esta misma situación se repite en las universidades hoy en día luego de que el suceso inicial en Columbia de pie a estudiantes en la Universidad de Yale en Connecticut para tomar una porción del campus y proclamarlo como una "zona liberada".

Así como en Columbia, ataques contra alumnos judíos fueron reportados a lo largo de la protesta, pero un caso de extrema gravedad fue reportado en las últimas horas en el cual la estudiante judía de periodismo Sahar Tartak fuera apuñalada en el ojo con el asta de una bandera por parte de un protestante en el campus quien en todo momento se cubrió el rostro con un trapo musulmán.

De manera similar que en la universidad localizada en Nueva York, la policía irrumpió y trató de desalojar la protesta desarrollada en el campus localizado en New Haven, Connecticut, pero los estudiantes pertenecientes a las organizaciones terroristas pro-Palestina se mantienen en el lugar.

En paralelo a los distintos hechos que se están desarrollando tanto en Columbia como en Yale y otras universidades en cuyos campus grupos de estudiantes subversivos, la reacción por parte de todo el arco político se hizo presente, tanto en defensa de los estudiantes comunes como también en defensa de aquellas agrupaciones estudiantiles terroristas.

Por el lado de aquellos estudiantes que decidieron tomar la propiedad de las universidades y agredir alumnos por su pensamiento, las diputadas revoltosas Ilhan Omar (cuya hija fue arrestada en la redada en Columbia) y Rashida Tlaib de Michigan y Minnesota respectivamente se alzaron en defensa de las subversivas actitudes de aquellos grupos pro-Hamás que buscan esclavizar al sistema educativo.

En cambio, desde la Casa Blanca, condenaron eufóricamente las tomas de campus en las universidades y la agresión constante que los estudiantes de religión judía han sufrido en las instalaciones, de acuerdo al vice-secretario de prensa del órgano gubernamental Andrew Bates.

Desde el ámbito del Partido Republicano, quien se expresó de manera más rotunda fue la representante de Neuva York, Elise Stefanik, quien a su vez también instó a la presidente de la Universidad de Columbia Shafik a renunciar debido a la falta de acciones tomadas por la universidad para proteger a los estudiantes de religión judía.

La representante republicana de Carolina del Norte, Virginia Foxx quien a su vez preside el Comité de Asuntos Educativos, envió una carta a la Universidad de Columbia demandando que se tomen acciones concretas frente a la situación que se está desarrollando y se pueda otorgar un ambiente seguro a los estudiantes. Dentro de la carta que la diputada envió a la universidad señaló que ante la ausencia de medidas contra los estudiantes que mantienen cautiva a la universidad, el comité educativo del Congreso no dudaría en hacerlos responsables por dichos resultados.

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