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En medio del fracaso del gobierno de Biden, Estados Unidos asesina al actual líder de ISIS en Siria

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Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi fue abatido por las fuerzas especiales estadounidenses, en un momento donde el gobierno demócrata necesitaba una victoria, aunque sea simbólica, para levantar la imagen de Biden.

El líder del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS), Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, fue asesinado en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses, horas antes del amanecer del jueves, en la localidad de Atmeh, provincia de Idlib, Siria.

“Gracias a la habilidad y valentía de nuestras Fuerzas Armadas, hemos sacado del campo de batalla a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, el líder del Estado Islámico. Todos los estadounidenses han regresado sanos y salvos de la operación”, dijo Biden en un comunicado el jueves. El objetivo perseguido por el mandatario fue “proteger al pueblo estadounidense y a nuestros aliados, y hacer del mundo un lugar más seguro”.

“Las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos bajo el control del Comando Central de Estados Unidos llevaron a cabo una misión antiterrorista esta noche en el noroeste de Siria”, dijo John Kirby, secretario de prensa del Pentágono. “La misión fue exitosa… No hubo bajas estadounidenses”, aseguró.

Si bien es cierto que Al-Qurayshi era hasta la fecha el jefe máximo del ISIS, la agrupación terrorista ya no presenta el mismo nivel de peligrosidad que hace unos años atrás, por lo que su muerte no tiene el mismo impacto que cuando Trump asesinó a Abu Bakr al-Baghdadi en 2019.

El Estado Islámico permanece muy fragmentado y sin un liderazgo claro. De hecho, algunos consideran que, por ejemplo, el líder de ISIS-K, la rama del grupo terrorista en Afganistán, Shahab al-Muhajir, es hoy un objetivo más importante para la seguridad nacional de Estados Unidos que Al-Qurayshi.

Además, Al-Qurayshi es tercera generación de liderazgo en el Estado Islámico. El primero fue Abu Omar al-Baghdadi, asesinado en 2010 por el gobierno de Obama. Su muerte fue perjudicial para el mundo, ya que su sucesor, Abu Bakr, impulsó la mayor insurgencia del ISIS de la historia y reinó a través del terror grandes porciones de territorio en Siria, Irak y Afganistán.

Finalmente, Abu Bakr fue asesinado en una operación militar ordenada por Trump, y su muerte significó el fin del Estado Islámico en Medio Oriente. Fue reemplazado por Al-Qurayshi, pero su poder fue solo una fracción de la que llegaron a tener los Al-Baghdadi.

Su muerte llega en un momento de conveniencia para Biden. El demócrata ostenta los peores niveles de aprobación de la historia moderna para un presidente en funciones, alrededor del 30% de imagen positiva, y una victoria militar en Estados Unidos siempre ayuda a mejorar la imagen.

Según algunos periodistas norteamericanos, el Pentágono ya tenía localizado a Al-Qurayshi hace algunos meses, pero esperaron hasta este momento para levantarle la imagen a Biden en un año electoral.

La operación militar

Según un alto funcionario de la Casa Blanca, Al-Qurayshi se inmoló y se llevó consigo a miembros de su propia familia. “Al comienzo de la operación, el objetivo terrorista detonó una bomba que lo mató a él y a miembros de su propia familia, incluidas mujeres y niños”, anunciaron desde la Casa Blanca.

Biden consideró el accionar de Al-Qurayshi como un “acto de desesperada cobardía”, usando las mismas palabras que usó Trump cuando describió la muerte de Al-Baghdadi, quien también se inmoló asesinando a su propia familia.

El objetivo era un edificio de 2 pisos en el que se encontraba el líder terrorista con su familia viviendo hacía tiempo. Abu Ahmad, el propietario de la casa atacada, aseguró que Al-Qurayshi había vivido allí durante 11 meses. “No vi nada sospechoso. Solo vino a verme para pagar el alquiler. Vivía con sus tres hijos y su esposa. Su hermana, una viuda, y su hija vivían arriba”, agregó.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, una serie de helicópteros, que habían despegado de la base de la ciudad norteña de Kobane, controlada por los kurdos, aterrizaron en la localidad de Atmeh en la noche del miércoles al jueves y se enfrentaron con los yihadistas de la región. Según los vecinos que presenciaron el combate, los helicópteros sobrevolaron la casa durante 2 horas antes de lanzar 5 misiles sobre la misma. Luego de eso, las fuerzas especiales atacaron el lugar por tierra.

La Defensa Civil Siria, un grupo de rescate voluntario, dijo en un comunicado que al menos 13 sirios murieron, incluidos 6 niños y 4 mujeres, entre los bombardeos y los enfrentamientos posteriores.

Estados Unidos elimina en Siria al líder del Estado Islámico
Así quedó el complejo donde Al-Qurayshi se estaba escondiendo.

Previo a los ataques, las fuerzas estadounidenses advirtieron a los vecinos que evacuaran las casas cercanas a donde iba a realizarse el ataque. Abu Fahed al-Homsi, un sirio desplazado producto de la guerra civil, quien vive a una cuadra del lugar del ataque, sostuvo en una entrevista para medios locales que despertaron a su familia en la madrugada. “Nos despertamos a la 1 a. m. con el sonido de los helicópteros… y luego, alrededor de las 3 a. m., escuchamos un aluvión de ataques”, dijo.

La provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, cercana a la frontera con Turquía, es el último bastión de grupos yihadistas en el país. La provincia es controlada, principalmente, por Hay’et Tahrir al-Sham (HTS), una rama de Al-Qaeda en Siria que se separó recientemente.

No obstante, también controlan algunas zonas otros grupos yihadistas, como Hurras Al Din, “Guardianes de la Religión, y el mismo Estado Islámico.

La localidad de Atmeh, que constituye una ciudad densamente poblada, alberga decenas de miles de personas desplazadas por la guerra civil. El peligro de estos campos de desplazados es que han servido y hoy en día siguen sirviendo, como escondites para los líderes yihadistas hace años.

La última operación de esta escala realizada por Estados Unidos en la provincia de Idlib fue en octubre de 2019, cuando las fuerzas especiales estadounidenses asesinaron al antiguo líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi. En consecuencia, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi se convertiría en el nuevo líder de la organización el 31 de octubre de ese mismo año.

Al-Qurayshi había mantenido perfil bajo desde que asumió el liderazgo del ISIS. No se lo había visto en público y no frecuentaba publicar vídeos o grabaciones de voz, como si han hecho líderes anteriores. Es por esto que no se tenía certeza sobre su influencia efectiva en las operaciones del grupo, por lo que es difícil evaluar cómo su muerte afectará a la organización.

No obstante, su asesinato ha de ser un duro golpe ya que llega en un momento clave para el ISIS, que estaba tratando de retomar el control en Irak y Siria, como lo muestran los ataques contra una base militar iraquí en Diyala, provincia norteña de Irak, y el asalto a la prisión de Ghwayran, ubicada en la ciudad de Hasaka, al noreste de Siria.


Por Santiago Vera, para La Derecha Diario.

Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Estados Unidos

Un informe revela el lado oscuro de Powell en la Reserva Federal y expone sus intentos por bloquear las medidas de Trump

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Un nuevo archivo videográfico del periodista James O’Keefe revela como la máxima autoridad de la FED junto a otros empleados de la banca central colaboraron para impedir el éxito del expresidente.

En la última semana, un nuevo proyecto investigativo de James O’Keefe logró sacar a la luz las verdaderas intenciones del actual presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, para entorpecer las políticas monetarias que el presidente Donald Trump propuso durante su mandato con el fin de imposibilitar su reelección.

Conjuntamente con otros empleados de la máxima autoridad monetaria en el país, Powell buscaba posicionarse como una figura moderada, bloqueando todas las medidas que tomaba Trump desde el Poder Ejecutivo, a lo largo de sus 4 años de gestión.

Si bien Powell fue designado por el propio Trump al principio de su mandato, el funcionario fue elegido por la cúpula del Partido Republicano, que en aquel entonces era anti-trumpista. Así, el entonces presidente debió lidiar todo su mandato con un “rebelde” en el Banco Central estadounidense. Hoy, permanece en sus funciones y fue ratificado en el cargo por Joe Biden, con quien colabora de cerca y sin rispideces.

La cámara oculta

A partir de una cámara oculta a la que fue sometido uno de estos altos empleados del órgano gubernamental, se descubrió un entramado de corrupción detrás de las políticas de la FED.

a la construcción de un relato asociado a políticas progresistas vinculadas a temáticas como teoría racial; feminismo y políticas medioambientales, las cuales nada tienen que ver con la estabilidad económica de un país.

Aurel Hizmo, quien se desempeña como economista en jefe de la Reserva Federal, es el encargado de elaborar los discursos de Jerome Powell en sus declaraciones públicas. También trabajó en el mismo rol durante la presidencia de Janet Yellen, quien hoy se desempeña como Secretaria del Tesoro de Biden.

Durante la cámara oculta, Hizmo aseguró que durante la administración de Trump, el presidente buscaba mantener una política de estabilidad económica, pero que Powell desde la Reserva Federal entorpecía a propósito los objetivos macroeconómicos del gobierno.

Hizmo es un especialista en finanzas pero mantiene una ideología de izquierda muy marcada, de corte progresista en sus visiones sociales y dentro del espíritu de su profesión, aboga por políticas que se relacionan con las visiones socialistas de la economía.

En la conversación que no pensaba que estaba siendo grabada, se rio de que todo esto se hablaba libremente en las reuniones de la FED, pero que nunca había salido a la luz ya que todo lo relacionado a la Reserva Federal se encuentra bajo el concepto de “información clasificada“.

La relación entre Trump y Powell

El economista de la FED tildó a Trump de ser una ”persona loca” y lo caracterizó con términos peyorativos, antes de admitir que es un fanático de Joe Biden, en relación a sus ideas económicas.

Para describir la relación entre Trump y Powell, Hizmo aseguró que ambos se llevaban extremadamente mal entre sí, al punto de que el expresidente intentó en múltiples ocasiones despedirlo del cargo, pero no podía ya que no contaba con los suficientes votos en el Senado para nombrar un reemplazo.

Según contó, en la reunión que tuvieron previo a la nominación de Powell, Trump le dijo que buscaba a alguien que sea capaz de subir las tasas de interés al principio del mandato para luego ir relajándolas a medida que creciera la economía. Sin embargo, Powell boicoteó esta visión macro de Trump ni bien llegó a la FED.

En una sintonía contraria a las intenciones de Trump por mantener una economía estable, la gestión de Joe Biden busca constantemente mantener las tasas de interés elevadas con el objetivo adicional de mantener los índices inflacionarios bajos, luego del bochornoso accionar de Powell durante la pandemia.

Hizmo incluso llegó a mencionar que Powell tiene el deseo de pasar a la historia como una clase de ”mártir que intentó detener a Trump a toda costa” mediante la desobediencia en sus políticas y establecerse él como quien reflotó la economía luego de la crisis del coronavirus.

Ante los preocupantes índices de inflación que los Estados Unidos han tenido durante toda la administración Biden, Powell ahora busca impedir la recesión para beneficiar a Biden en las elecciones de noviembre y evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

En otra parte de la conversación, Hizmo aseguró que los sectores conservadores son ”estúpidos” y aseguró que no existen personas con dicha ideología en el campo de la economía, a pesar de que el propio Powell se considera un conservador.

Entre risas, el desubicado economista de la FED dijo con mucha confianza que si Trump regresa a la presidencia este año, todos los empleados de la entidad monetaria buscarán nuevamente entorpecer las políticas económicas del Ejecutivo.

Cambio climático y políticas de género

Hizmo destacó que Powell, a pesar de ser un conservador, hoy mantiene una excelente relación con Biden y con los sectores más progresistas del Partido Demócrata, y que en los últimos 3 años ha implementado cambios en favor de la promoción de políticas medioambientales, políticas de género y temáticas raciales.

Uno de los mayores cambios que Powell ha implementado en la Reserva Federal desde la llegada de Biden, ha sido la promoción de espacios dentro del banco central en el cual solo se discuten temas relacionados al cambio climático y a cuestiones de género.

Powell además se ha gastado millones en un programa a través del cual la Reserva Federal contrata a “científicos” ecologistas, especializados en género o expertos en cuestiones raciales, para que “estudien maneras de enriquecer las discusiones del directorio de la Reserva Federal“.

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Estados Unidos

Trump promete restaurar la paz a través de la fuerza en un masivo evento en Pensilvania donde condenó a Irán por atacar a Israel

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El mandatario responsabilizó a Biden por su liderazgo débil que llevó al mundo a otra situación de guerra más en menos de 3 años.

El candidato a presidente Donald Trump habló esta noche en un masivo acto de campaña ante más de 40.000 personas en Schnecksville, Pensilvania. El evento estaba planeado con antelación para hablar de la campaña pero el ataque misilístico de Irán contra Israel se llevó la centralidad de su discurso.

En el principio de su discurso expresó su total apoyo a Israel y fustigó al presidente Joe Biden por permitir que algo así sucediera, además de atacarlo por todavía no haber salido a hablar. Trump prometió que restablecería la paz en el mundo mediante la fuerza y ​​dijo que el ataque nunca habría ocurrido si él fuera presidente.

Devolveremos al mundo la paz a través de la fuerza. Reviviré la fuerza estadounidense en el exterior y restauraremos la fuerza estadounidense en casa“, dijo Trump a la multitud masiva que vitoreó su discurso.

Cabe recordar que durante su mandato de 4 años, el mundo no experimentó ninguna nueva guerra y el globo estuvo en relativa paz por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por el contrario, tras el triunfo de Biden, el mundo fue rápidamente sumergido en guerras.

Los talibanes lanzaron una nueva guerra civil y se apropiaron de Afganistán, Corea del Norte volvió a entrar en conflicto con Corea del Sur, Rusia invadió a Ucrania, estallaron cinco guerras civiles en el continente africano, Hamás lanzó un ataque contra Israel que desencadenó una guerra en Gaza, y ahora Irán le declara la guerra a Israel. Todo en menos de 3 años.

Estados Unidos ora por Israel. Enviamos nuestro apoyo absoluto a todos los que están en peligro. Este es un ataque que no habría ocurrido si yo estuviera en el poder“, aseveró Trump. Los comentarios de Trump fueron recibidos con cánticos eufóricos por parte de la multitud: “¡Amamos a Trump!”.

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