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Estados Unidos

Insólita decisión de la Corte Suprema de EEUU: la mitad de Oklahoma pertenece a tribus indígenas

La Corte Suprema falló a favor de un condenado a prisión por una violación para pasar su caso al fuero federal, al considerar que el hecho se produjo en tierras de pueblos nativos en vez de tierras de Oklahoma, abriéndole la puerta a un caos legal sin precedentes.

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Tras una serie de controversiales decisiones en las últimas semanas, la Corte Suprema de los Estados Unidos (SCOTUS, por sus siglas en inglés) añadió otro fallo a su lista de polémicas. Esta vez se trata del fallo “McGirt vs Oklahoma”.
El caso giraba en torno a Jimcy McGrit, de 71 años, quien fue condenado a 500 años de prisión por la violación de un niño de 4 años de edad en 1996. 
McGrit, quien pertenece a la nación indígena Muscogee, nunca negó su culpabilidad, pero alegó que su caso pertenecía a las cortes federales del país y no a las cortes estatales de Oklahoma. Su argumento: que el Congreso de los Estados Unidos nunca había negado la soberanía indígena sobre el territorio donde él llevó a cabo la violación.
Pasar el juicio al fuero legal, atrasaría todo el proceso judicial unos cuantos años más, involucrando al FBI para corroborar toda la información recolectada y con el Ministerio de Justicia teniendo que interceder. A su avanzada edad, probablemente McGrit muera antes de que se resuelva su caso, y exactamente esto es lo que él y su equipo legal quieren lograr.
Por su parte, el Estado de Oklahoma, con el apoyo del gobierno de Donald Trump, argumentó que ese territorio nunca había sido considerado una reserva nativa cuando Oklahoma se convirtió en estado en 1907.
Tras el rechazo de todos los tribunales inferiores, la defensa del condenado continuó apelando hasta llegar a la Corte Suprema, que aceptó su caso en diciembre del año pasado.
Finalmente, en un fallo dividido por 5 votos contra 4, el máximo órgano judicial del país se posicionó a favor de McGrit. La SCOTUS entendió que, al haberse cometido el crimen dentro del territorio reconocido a la Nación Muscogee, el Estado de Oklahoma no posee jurisdicción legal para procesar e injuiciar a McGrit ni a cualquier miembro de la comunidad indígena. Esa jurisdicción, como toda la que involucra a las naciones indígenas, es del fuero federal.

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El quinteto de jueces que votó a favor estaba compuesto por los 4 jueces progresistas de la Corte pero para sorpresa de muchos estuvo encabezado por el juez conservador Neil Gorsuch, quien también escribió la argumentación principal. 
Gorsuch comenzó su defensa explicando:

“Los grupos indígenas que han sido históricamente forzados a abandonar sus tierras a cambio de recibir nuevas tierras en compensación por su cesación. (…) En un tratado firmado en 1932, las dos partes acordaron un nuevo hogar permanente localizado en lo que es ahora la parte Este del Estado de Oklahoma.

El juez Gorsuch prosigue:

“Hoy nos preguntamos si las tierras que se prometieron en estos tratados siguen siendo un reserva india, arraigadas a los efectos del derecho penal federal. Como el Congreso no ha dicho lo contrario, atenemos al gobierno a su palabra.

El disenso, por su parte, fue escrito por el presidente de la SCOTUS, el moderado John Roberts, y fue acompañado por los jueces conservadores Alito, Thomas y Kavanaugh.

Este insólito e inesperado fallo podría desembocar en un caos legal, además de beneficiar a los otros grupos indígenas que habitan Oklahoma, como son los Cherokees y los Comanches.
Según el analista legal Joseph Stern del sitio Slate, la atípica decisión de Gorsuch encuentra su explicación en la ideología personal del juez respecto de la comunidad nativoamericana, reflejada en incontables decisiones y gestos favorables hacia dicha comunidad. 
Stern no duda en catalogar a Gorsuch, junto a la también integrante actual de la Corte, Sonia Sotomayor, como “los defensores mas férreos de los derechos de las comunidades indígenas en la historia de la Corte Suprema“.
Gorsuch fue nominado por el presidente Trump en 2017 para llenar un asiento que había quedado libre en la Corte Suprema tras la repentina muerte del juez conservador Antonin Scalia el 13 de febrero de 2016. Como ese era un año electoral, el presidente pro-tempore del Senado, el republicano Mitch McConnell, frenó la nominación que quería hacer Obama y dijo que permitiría una votación recién cuando asuma el nuevo presidente.
Esta magistral movida política de McConnell le permitió a la Corte Suprema reemplazar a un juez conservador con otro juez conservador. Sin embargo, por la enorme injerencia que tuvo el senador republicano en este logro, fue él quien tuvo mayor incidencia en el nombramiento de Neil Gorsuch, que a pesar de ser conservador es relativamente moderado, así como lo es McConnell también.
Gorsuch es uno de los dos jueces nominados por Trump, pero se cree que si Trump no hubiera tenido que pactar con McConnell su designación, probablemente hubiera elegido a otro juez de línea más “dura”, a pesar de que Gorsuch también estaba en la lista que Trump presentó en septiembre de 2016 con sus candidatos a la Corte Suprema.

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La decisión representa, sin dudas, un conflicto legal y jurisdiccional sin precedentes sobre más de la mitad del Estado de Oklahoma, y un Estados Unidos menos federal y mucho más unitario

Debido a que las cuestiones penales de las naciones indígenas corresponden al fuero federal, la decisión de la SCOTUS es en efecto una transferencia de poder desde un Estado de la unión hacia el gobierno federal.
Tal como se observa en este mapa, publicado en Twitter por el periodista de The Post Millenial, Pete Pischke, el territorio reconocido a diversos grupos nativos (mediante tratados y leyes antiguas, como en el caso de Oklahoma) no solo excede el 50% de la tierra en Oklahoma, sino también más de la mitad del territorio total de los Estados Unidos.
Cabe recordar que cualquier decisión de la Corte Suprema deja jurisprudencia. Esto quiere decir que a futuro las cortes de menor nivel podrán citar este resultado para decidir casos similares, poniendo en riesgo na ola de denuncias de este estilo, que transferirían juicios de delitos graves que serían un trámite a complejas investigaciones federales de duraciones extremadamente largas.

Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, la Corte Suprema de los Estados Unidos está atravesando uno de los momentos más transversales de su historia

Crecientes rumores sobre un potencial retiro voluntario de los jueces conservadores Samuel Alito y Clarence Thomas, y el constante deterioro en la salud de la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, sugieren que quien sea elegido presidente para el período 2020-2024 podría llegar a nombrar reemplazos para 3 jueces actuales de la Corte o más, y de esa manera, imponer una tendencia jurídica que perdure por décadas.
Por lo tanto, si Donald Trump obtiene su reelección en noviembre, el republicano podría finalizar su mandato con una Corte con 5 de 9 miembros nombrados por él, algo que no ocurre desde la presidencia del también republicano Dwight D. Eisenhower, entre 1953 y 1961.
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Economía

¿Nueva guerra comercial con China? Biden apunta a triplicar los aranceles para la importación de acero y aluminio

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La administración Biden amenaza con lanzar una nueva ofensiva arancelaria contra el ingreso de productos chinos, una maniobra que podría conducir a una pronta respuesta por parte del gigante asiático.

El giro proteccionista de la Casa Blanca bajo la presidencia de Joe Biden se hace cada vez más evidente. Pese a prometer lo contrario en su campaña electoral, Biden promete redoblar los aumentos tarifarios contra China y otros países del mundo.

Hasta ahora, las medidas proteccionistas del Gobierno se focalizaron en subsidios encubiertos, como por ejemplo los dispuesto en la llamada “Ley de Reducción de la inflación” del 2021. Pero esta vez se estudia abiertamente un nuevo rediseño del sistema arancelario.

El Presidente Biden propuso triplicar el arancel de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, del 7,5% al 25%. Esta resolución amplía una anterior que ya había adoptado el expresidente Donald Trump, en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial (establecida en 2018). Pero la ley sancionada durante la administración anterior sólo alcanzaba a unos productos específicos, y la propuesta de Biden es generalizar el aumento arancelario sin excepción en todo el sector.

Estados Unidos se constituye actualmente como el cuarto productor mundial de acero, mientras que China ocupa el primer lugar. Semejante participación en el mercado haría muy efectivo el impacto de un arancel sobre la importación de China (con beneficios positivos para la industria local), pero este tipo de medidas resultan en su mayoría estériles, debido a que se espera una pronta respuesta por parte de China y la situación volvería al punto de inicio (o aún peor debido a la persistente volatilidad).

Siguiendo el mismo patrón, la administración Biden intervendrá deliberadamente en la adquisición de US Steel por parte de inversores japoneses, un acto populista y desesperado en medio del clima de la campaña electoral.

Asimismo, el Presidente Biden propuso incrementar los aranceles para la importación de madera canadiense del 8% al 14%, sin ningún tipo de justificación convencional. Esto supone un golpe hacia uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos en la región.Queda en evidencia que la política comercial de Biden no se limita exclusivamente a China.

Biden despliega este paquete de propuestas como respuesta a las medidas prometidas por Trump, entre las cuales se encuentra el establecimiento de un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones, y una tasa especial del 60% sobre todas las importaciones de China.

Como es de amplio conocimiento, la dictadura comunista en China se negó a cumplir con la liberalización total de su mercado de divisas, un requisito al que se había expresamente comprometido tras su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2000. En lugar de ello, solo se dio lugar a una serie de desregulaciones parciales y progresivas que, hasta el momento, no llegaron a desembocar en un mercado libre.

Las políticas proteccionistas se utilizaron como una medida coercitiva para forzar la liberalización cambiaria de China durante la administración de Donald Trump, aunque una vez finalizada la guerra comercial (2018-2020) se llegó a un nuevo status-quo sin mayores cambios en esta materia y con aranceles más elevados entre ambos países (la relación final entre ellos favoreció ligeramente a Estados Unidos).

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Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Estados Unidos

Un informe revela el lado oscuro de Powell en la Reserva Federal y expone sus intentos por bloquear las medidas de Trump

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Un nuevo archivo videográfico del periodista James O’Keefe revela como la máxima autoridad de la FED junto a otros empleados de la banca central colaboraron para impedir el éxito del expresidente.

En la última semana, un nuevo proyecto investigativo de James O’Keefe logró sacar a la luz las verdaderas intenciones del actual presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, para entorpecer las políticas monetarias que el presidente Donald Trump propuso durante su mandato con el fin de imposibilitar su reelección.

Conjuntamente con otros empleados de la máxima autoridad monetaria en el país, Powell buscaba posicionarse como una figura moderada, bloqueando todas las medidas que tomaba Trump desde el Poder Ejecutivo, a lo largo de sus 4 años de gestión.

Si bien Powell fue designado por el propio Trump al principio de su mandato, el funcionario fue elegido por la cúpula del Partido Republicano, que en aquel entonces era anti-trumpista. Así, el entonces presidente debió lidiar todo su mandato con un “rebelde” en el Banco Central estadounidense. Hoy, permanece en sus funciones y fue ratificado en el cargo por Joe Biden, con quien colabora de cerca y sin rispideces.

La cámara oculta

A partir de una cámara oculta a la que fue sometido uno de estos altos empleados del órgano gubernamental, se descubrió un entramado de corrupción detrás de las políticas de la FED.

a la construcción de un relato asociado a políticas progresistas vinculadas a temáticas como teoría racial; feminismo y políticas medioambientales, las cuales nada tienen que ver con la estabilidad económica de un país.

Aurel Hizmo, quien se desempeña como economista en jefe de la Reserva Federal, es el encargado de elaborar los discursos de Jerome Powell en sus declaraciones públicas. También trabajó en el mismo rol durante la presidencia de Janet Yellen, quien hoy se desempeña como Secretaria del Tesoro de Biden.

Durante la cámara oculta, Hizmo aseguró que durante la administración de Trump, el presidente buscaba mantener una política de estabilidad económica, pero que Powell desde la Reserva Federal entorpecía a propósito los objetivos macroeconómicos del gobierno.

Hizmo es un especialista en finanzas pero mantiene una ideología de izquierda muy marcada, de corte progresista en sus visiones sociales y dentro del espíritu de su profesión, aboga por políticas que se relacionan con las visiones socialistas de la economía.

En la conversación que no pensaba que estaba siendo grabada, se rio de que todo esto se hablaba libremente en las reuniones de la FED, pero que nunca había salido a la luz ya que todo lo relacionado a la Reserva Federal se encuentra bajo el concepto de “información clasificada“.

La relación entre Trump y Powell

El economista de la FED tildó a Trump de ser una ”persona loca” y lo caracterizó con términos peyorativos, antes de admitir que es un fanático de Joe Biden, en relación a sus ideas económicas.

Para describir la relación entre Trump y Powell, Hizmo aseguró que ambos se llevaban extremadamente mal entre sí, al punto de que el expresidente intentó en múltiples ocasiones despedirlo del cargo, pero no podía ya que no contaba con los suficientes votos en el Senado para nombrar un reemplazo.

Según contó, en la reunión que tuvieron previo a la nominación de Powell, Trump le dijo que buscaba a alguien que sea capaz de subir las tasas de interés al principio del mandato para luego ir relajándolas a medida que creciera la economía. Sin embargo, Powell boicoteó esta visión macro de Trump ni bien llegó a la FED.

En una sintonía contraria a las intenciones de Trump por mantener una economía estable, la gestión de Joe Biden busca constantemente mantener las tasas de interés elevadas con el objetivo adicional de mantener los índices inflacionarios bajos, luego del bochornoso accionar de Powell durante la pandemia.

Hizmo incluso llegó a mencionar que Powell tiene el deseo de pasar a la historia como una clase de ”mártir que intentó detener a Trump a toda costa” mediante la desobediencia en sus políticas y establecerse él como quien reflotó la economía luego de la crisis del coronavirus.

Ante los preocupantes índices de inflación que los Estados Unidos han tenido durante toda la administración Biden, Powell ahora busca impedir la recesión para beneficiar a Biden en las elecciones de noviembre y evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

En otra parte de la conversación, Hizmo aseguró que los sectores conservadores son ”estúpidos” y aseguró que no existen personas con dicha ideología en el campo de la economía, a pesar de que el propio Powell se considera un conservador.

Entre risas, el desubicado economista de la FED dijo con mucha confianza que si Trump regresa a la presidencia este año, todos los empleados de la entidad monetaria buscarán nuevamente entorpecer las políticas económicas del Ejecutivo.

Cambio climático y políticas de género

Hizmo destacó que Powell, a pesar de ser un conservador, hoy mantiene una excelente relación con Biden y con los sectores más progresistas del Partido Demócrata, y que en los últimos 3 años ha implementado cambios en favor de la promoción de políticas medioambientales, políticas de género y temáticas raciales.

Uno de los mayores cambios que Powell ha implementado en la Reserva Federal desde la llegada de Biden, ha sido la promoción de espacios dentro del banco central en el cual solo se discuten temas relacionados al cambio climático y a cuestiones de género.

Powell además se ha gastado millones en un programa a través del cual la Reserva Federal contrata a “científicos” ecologistas, especializados en género o expertos en cuestiones raciales, para que “estudien maneras de enriquecer las discusiones del directorio de la Reserva Federal“.

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