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Estados Unidos

Los votantes acompañan a Trump, pese a la guerra de encuestas

Pese a las mentiras de las encuestadoras, el presidente Trump lleva una racha ininterrumpida: los últimos 64 candidatos a los que apoyó en elecciones locales en todo el país, tanto en primarias como en generales, triunfaron en sus respectivas elecciones.

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Los Estados Unidos están pasando por un momento sin precedentes en la historia moderna: un año electoral en medio de una pandemia global, con crisis económica y de petróleo, junto a una enorme movilización de la extrema izquierda anti-democrática
Pero a pesar de sus devastadores efectos, y de los intentos del establishment político y mediático, el presidente Donald Trump está manteniendo una exitosa racha: los últimos 64 candidatos que ha apoyado, tanto en elecciones primarias como generales, resultaron vencedores.
Tras una jornada de elecciones para el Congreso el pasado 12 de mayo donde los republicanos obtuvieron resonantes victorias en el 7mo distrito de Wisconsin y el 25avo distrito de California, el pasado martes 2 de junio se llevaron a cabo decenas de elecciones primarias a lo largo del país, donde todos los candidatos con el “sello de aprobación” del presidente Trump resultaron victoriosos
Además, a pesar de estar ambas primarias presidenciales ya definidas, la primaria republicana tuvo participación récord a pesar de la falta de competencia; Trump se llevó siempre entre el 90% y el 95% de los votos, incluso en un “swing state” clave como Pennsylvania.
En noviembre, el presidente Trump irá a buscar su reelección frente al candidato demócrata, el ex-vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden.
La elección estaba encaminada a ser un trámite para el candidato republicano; la economía crecía y el desempleo caía a ritmos históricos gracias a sus exitosas políticas, y especialmente en Estados Unidos, es casi imposible que un presidente no reeliga cuando la economía está andando tan bien. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 azotó al mundo, y la cuarentena que la misma exigió generó una masiva crisis económica en el país y en todo el mundo.
De todos modos, las estimaciones de los asesores del presidente son optimistas sobre el rebote posterior a la pandemia, y la única interrogante es qué tan rápido llegará dicho rebote. Las impresionantes estadísticas de empleo del mes de mayo parecieran ofrecer una respuesta: mucho más rápido de lo esperado.

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Para contrarrestar estos excelentes resultados tanto electorales como económicos del gobierno de Trump, el establishment demócrata ha comenzado a operar en las encuestas para la elección presidencial, de la misma manera que se vio en 2016
El presidente expuso estas tácticas en su cuenta de Twitter el pasado lunes 8 de mayo, adjuntando un informe de la consultora McLaughlin & Associates.

“He contratado a la encuestadora altamente respetada, McLaughlin & Associates, para analizar la encuesta de hoy de CNN (y otras), las cuales creo fueron FALSAS en base al increíble entusiasmo que estamos recibiendo. Lean el análisis por ustedes mismos. Esto es lo mismo que ellos y otros hicieron cuando derrotamos a la Corrupta Hillary Clinton en 2016. Se llaman ENCUESTAS DE SUPRESIÓN, y son publicadas para ahogar el entusiasmo. ¡A pesar de 3 años y medio de falsas Cacerías de Brujas, estamos ganando, y lo cerraremos el 3 de Noviembre!”

El análisis de McLaughlin & Associates explica cómo las encuestas recientemente lanzadas por medios opositores como CNN y CBS, toman en cuenta datos de “votantes registrados” o incluso simplemente “adultos”, cuando las encuestas más confiables suelen solo basar sus datos en aquellos que se afirman como “probables votantes”, es decir, aquellos que están registrados para votar y expresan una intención de votar en noviembre, en un país donde el voto es optativo y la participación suele ser menor al 50%. 
La encuestadora Rasmussen Reports, una de las que mejor vaticinó la victoria de Trump en 2016, compartió el análisis y corroboró sus conclusiones:

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En pocas palabras, las encuestadoras que responden al establishment demócrata están sesgando sus encuestas y obteniendo resultados muy alejados de la realidad, probablemente a propósito para poder venderlas con mayor entusiasmo a la oposición que tiene poca esperanza puesta en Joe Biden, o inclusive existe la posibilidad que estas sean encargadas para poder utilizar como una herramienta de campaña.

El análisis de las encuestadoras más serias expone cómo estas encuestas sub-representan en sus muestras a los votantes republicanos
Como en Estados Unidos solo existen dos partidos fuertes con probabilidades de triunfar, toda encuesta realizada en el país estima porcentajes de afiliados demócratas y republicanos y de “votantes independientes” que participarán en esta elección, en base a resultados recientes de elecciones similares o anteriores, y así logra estratificar su muestra y obtener un resultado más cercano a la realidad. En 2020, la participación de los republicanos registrados ha sido del 33%, sin embargo, estas encuestas asumen solo entre 24% y 26%.
Ya que Trump posee una aprobación casi absoluta de los votantes republicanos (entre 90% y 96%), cada punto porcentual en el cual las encuestas sub-representan a dichos afiliados, es equiparable a casi 1% menos para el actual presidente en el mano-a-mano contra Biden
Por lo tanto, una encuesta que indica que Biden supera a Trump por 6 puntos, pero solo toma, por ejemplo, un 24% de republicanos en su muestra, está errándole por 9 puntos. Esto significa que corrigiendo esa encuesta, Trump no estaría perdiendo por 6%, si no que ganándola por 3%.

Las encuestadoras, y los medios opositores que difunden su trabajo, están cometiendo en 2020 los mismos dos errores fatales que cometieron en 2016, cuando vaticinaban una victoria aplastante de la demócrata Hillary Clinton: 
  • Las encuestadoras están teniendo en cuenta solo la intención de voto popular en vez de calcular los votos Estado por Estado, los cuales finalmente definen la elección mediante el Colegio Electoral. En 2016 Clinton obtuvo más votos a nivel nacional que Trump, aunque por una diferencia mucho menor a la que predecían estas encuestas, pero perdió de manera aplastante en cantidad de Estados. Trump se llevó 30 Estados más un distrito de Maine, junto a 304 electores y Hillary Clinton se llevó tan solo 20 Estados más Washington D.C., lo que implicó un magro 227 electores.
  • Las muestras de las encuestas están severamente subestimando el entusiasmo de la base republicana, que en este año electoral y tras las violentas protestas de la izquierda, parece ser más fuerte que nunca, inclusive pudiendo superar la estimación insesgada del 33%.
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Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Estados Unidos

Un informe revela el lado oscuro de Powell en la Reserva Federal y expone sus intentos por bloquear las medidas de Trump

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Un nuevo archivo videográfico del periodista James O’Keefe revela como la máxima autoridad de la FED junto a otros empleados de la banca central colaboraron para impedir el éxito del expresidente.

En la última semana, un nuevo proyecto investigativo de James O’Keefe logró sacar a la luz las verdaderas intenciones del actual presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, para entorpecer las políticas monetarias que el presidente Donald Trump propuso durante su mandato con el fin de imposibilitar su reelección.

Conjuntamente con otros empleados de la máxima autoridad monetaria en el país, Powell buscaba posicionarse como una figura moderada, bloqueando todas las medidas que tomaba Trump desde el Poder Ejecutivo, a lo largo de sus 4 años de gestión.

Si bien Powell fue designado por el propio Trump al principio de su mandato, el funcionario fue elegido por la cúpula del Partido Republicano, que en aquel entonces era anti-trumpista. Así, el entonces presidente debió lidiar todo su mandato con un “rebelde” en el Banco Central estadounidense. Hoy, permanece en sus funciones y fue ratificado en el cargo por Joe Biden, con quien colabora de cerca y sin rispideces.

La cámara oculta

A partir de una cámara oculta a la que fue sometido uno de estos altos empleados del órgano gubernamental, se descubrió un entramado de corrupción detrás de las políticas de la FED.

a la construcción de un relato asociado a políticas progresistas vinculadas a temáticas como teoría racial; feminismo y políticas medioambientales, las cuales nada tienen que ver con la estabilidad económica de un país.

Aurel Hizmo, quien se desempeña como economista en jefe de la Reserva Federal, es el encargado de elaborar los discursos de Jerome Powell en sus declaraciones públicas. También trabajó en el mismo rol durante la presidencia de Janet Yellen, quien hoy se desempeña como Secretaria del Tesoro de Biden.

Durante la cámara oculta, Hizmo aseguró que durante la administración de Trump, el presidente buscaba mantener una política de estabilidad económica, pero que Powell desde la Reserva Federal entorpecía a propósito los objetivos macroeconómicos del gobierno.

Hizmo es un especialista en finanzas pero mantiene una ideología de izquierda muy marcada, de corte progresista en sus visiones sociales y dentro del espíritu de su profesión, aboga por políticas que se relacionan con las visiones socialistas de la economía.

En la conversación que no pensaba que estaba siendo grabada, se rio de que todo esto se hablaba libremente en las reuniones de la FED, pero que nunca había salido a la luz ya que todo lo relacionado a la Reserva Federal se encuentra bajo el concepto de “información clasificada“.

La relación entre Trump y Powell

El economista de la FED tildó a Trump de ser una ”persona loca” y lo caracterizó con términos peyorativos, antes de admitir que es un fanático de Joe Biden, en relación a sus ideas económicas.

Para describir la relación entre Trump y Powell, Hizmo aseguró que ambos se llevaban extremadamente mal entre sí, al punto de que el expresidente intentó en múltiples ocasiones despedirlo del cargo, pero no podía ya que no contaba con los suficientes votos en el Senado para nombrar un reemplazo.

Según contó, en la reunión que tuvieron previo a la nominación de Powell, Trump le dijo que buscaba a alguien que sea capaz de subir las tasas de interés al principio del mandato para luego ir relajándolas a medida que creciera la economía. Sin embargo, Powell boicoteó esta visión macro de Trump ni bien llegó a la FED.

En una sintonía contraria a las intenciones de Trump por mantener una economía estable, la gestión de Joe Biden busca constantemente mantener las tasas de interés elevadas con el objetivo adicional de mantener los índices inflacionarios bajos, luego del bochornoso accionar de Powell durante la pandemia.

Hizmo incluso llegó a mencionar que Powell tiene el deseo de pasar a la historia como una clase de ”mártir que intentó detener a Trump a toda costa” mediante la desobediencia en sus políticas y establecerse él como quien reflotó la economía luego de la crisis del coronavirus.

Ante los preocupantes índices de inflación que los Estados Unidos han tenido durante toda la administración Biden, Powell ahora busca impedir la recesión para beneficiar a Biden en las elecciones de noviembre y evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

En otra parte de la conversación, Hizmo aseguró que los sectores conservadores son ”estúpidos” y aseguró que no existen personas con dicha ideología en el campo de la economía, a pesar de que el propio Powell se considera un conservador.

Entre risas, el desubicado economista de la FED dijo con mucha confianza que si Trump regresa a la presidencia este año, todos los empleados de la entidad monetaria buscarán nuevamente entorpecer las políticas económicas del Ejecutivo.

Cambio climático y políticas de género

Hizmo destacó que Powell, a pesar de ser un conservador, hoy mantiene una excelente relación con Biden y con los sectores más progresistas del Partido Demócrata, y que en los últimos 3 años ha implementado cambios en favor de la promoción de políticas medioambientales, políticas de género y temáticas raciales.

Uno de los mayores cambios que Powell ha implementado en la Reserva Federal desde la llegada de Biden, ha sido la promoción de espacios dentro del banco central en el cual solo se discuten temas relacionados al cambio climático y a cuestiones de género.

Powell además se ha gastado millones en un programa a través del cual la Reserva Federal contrata a “científicos” ecologistas, especializados en género o expertos en cuestiones raciales, para que “estudien maneras de enriquecer las discusiones del directorio de la Reserva Federal“.

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Estados Unidos

Trump promete restaurar la paz a través de la fuerza en un masivo evento en Pensilvania donde condenó a Irán por atacar a Israel

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El mandatario responsabilizó a Biden por su liderazgo débil que llevó al mundo a otra situación de guerra más en menos de 3 años.

El candidato a presidente Donald Trump habló esta noche en un masivo acto de campaña ante más de 40.000 personas en Schnecksville, Pensilvania. El evento estaba planeado con antelación para hablar de la campaña pero el ataque misilístico de Irán contra Israel se llevó la centralidad de su discurso.

En el principio de su discurso expresó su total apoyo a Israel y fustigó al presidente Joe Biden por permitir que algo así sucediera, además de atacarlo por todavía no haber salido a hablar. Trump prometió que restablecería la paz en el mundo mediante la fuerza y ​​dijo que el ataque nunca habría ocurrido si él fuera presidente.

Devolveremos al mundo la paz a través de la fuerza. Reviviré la fuerza estadounidense en el exterior y restauraremos la fuerza estadounidense en casa“, dijo Trump a la multitud masiva que vitoreó su discurso.

Cabe recordar que durante su mandato de 4 años, el mundo no experimentó ninguna nueva guerra y el globo estuvo en relativa paz por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por el contrario, tras el triunfo de Biden, el mundo fue rápidamente sumergido en guerras.

Los talibanes lanzaron una nueva guerra civil y se apropiaron de Afganistán, Corea del Norte volvió a entrar en conflicto con Corea del Sur, Rusia invadió a Ucrania, estallaron cinco guerras civiles en el continente africano, Hamás lanzó un ataque contra Israel que desencadenó una guerra en Gaza, y ahora Irán le declara la guerra a Israel. Todo en menos de 3 años.

Estados Unidos ora por Israel. Enviamos nuestro apoyo absoluto a todos los que están en peligro. Este es un ataque que no habría ocurrido si yo estuviera en el poder“, aseveró Trump. Los comentarios de Trump fueron recibidos con cánticos eufóricos por parte de la multitud: “¡Amamos a Trump!”.

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