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Estados Unidos

Tras casi una semana de protestas, Trump consolida su liderazgo y despliega la Guardia Nacional

Tras casi una semana de protestas violentas y una histórica conferencia de prensa del presidente Trump, que culminó con su visita a la recientemente vandalizada iglesia de St. John’s, la Guardia Nacional finalmente logra calmar el caos en casi todo el país.

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Las protestas violentas en Estados Unidos ya llevan casi una semana. Impulsadas por el descontento en la comunidad afroamericana por el asesinato de George Floyd a manos de un policía blanco, las protestas rápidamente degeneraron en terrorismo doméstico, con saqueos, vandalismo y asesinatos.

Según el FBI, esta escalada en la violencia se debió a la infiltración de un grupo comunista conocido como Antifa, que el presidente Trump ha denominado como una organización terrorista en suelo norteamericano.

El lunes 1ro de junio, luego de un fin de semana marcado por el caos y por la inacción de los gobernadores de los Estados que estaban siendo vandalizados, el presidente Trump, desde el Jardín de la Casa Blanca, y mientras ocurrían una serie de incidentes cerca de la casa de gobierno, brindó una conferencia de prensa muy contundente.

Primeramente, se refirió al asesinato de George Floyd y reafirmó su compromiso por justicia: 

“Todos los americanos hemos estado horrorizados y disgustados por el brutal asesinato de George. Mi administración está totalmente comprometida con George y su familia, se hará justicia y él no habrá muerto en vano”. 

Sin embargo, remarcó:

“No podemos permitir que los manifestantes que se manifiestan en paz sean tapados por una turba violenta. Las mayores víctimas de los saqueos son ciudadanos pacíficos de nuestras más pobres comunidades y como su presidente voy a pelear para mantenerlos seguros”.

Además, agregó: 

“Soy el presidente de la Ley y el orden y aliado de todas las protestas pacíficas, pero en los recientes días nuestra Nación ha sido tomada por profesionales anarquistas, saqueadores, criminales, Antifa y otros”

.


Por último, aseguró que le recomendó a todos los gobernadores cuyos Estados estén siendo asediados por las manifestaciones que activen la Guardia Nacional.

La Guardia Nacional es una fuerza del Ejército de Estados Unidos con tropas en suelo norteamericano creadas para repeler ataques tanto de grupos externos como internos. La Guardia Nacional es la principal fuerza que repele manifestaciones que se salen de control en EE.UU., y si bien responden al presidente en su rol de Comandante en Jefe, cuando son desplegadas en cada Estado, pasan a recibir órdenes de cada gobernador.

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Rápidamente muchos gobernadores aceptaron la propuesta de Trump y con la ayuda de la Guardia Nacional, desplegada en 27 de los 30 Estados comprometidos, ya han podido controlar la situación.

Lo curioso es que la gran mayoría de los gobernadores o alcaldes de las ciudades donde las protestas son más violentas, pertenecen al Partido Demócrata.

Trump no dudó en criticar a estos gobernadores por su postura laxa en combatir el crimen y dejaron a sus ciudadanos a merced de los violentos:

“Gobernadores estatales y alcaldes locales han fallado en salvaguardar sus residentes, gente inocente ha sido salvajemente golpeada, como el joven en Dallas que lo dejaron a morir en las calles, o la mujer en el norte de Nueva York que fue viciosamente atacada por matones, o los dueños de pequeños comercios que han visto su sueño ser destruido”.

El gráfico video que nombró Trump sobre el “joven de Dallas” fue reportado por el colega Elijah Schaffer, que luego informó que a pesar de estar en un estado muy grave, por ahora está vivo e internado en el hospital.

Además, Trump se refirió a la violencia de parte de los manifestantes contra la Policía, incluso agrediendo a policías negros.

“Un oficial federal afroamericano fue atacado y asesinado. Estos no son actos de personas que protestan pacíficamente, son actos de terrorismo doméstico. 
”

En esta frase, Trump se refirió al oficial federal de seguridad, Patrick Underwood, asesinado a los tiros por dos personas que todavía no han sido identificadas pero fueron grabadas disparándole desde su camioneta. El hecho ocurrió en Oakland, California.

Desde que Trump dio su discurso el lunes, otro policía afroamericano fue asesinado viciosamente por los manifestantes.

Su nombre es David Dorn, capitán retirado de la Policía de la ciudad de St. Louis. Tenía 77 años y había sido una persona muy importante para la comunidad afroamericana local, habiendo luchado por sus derechos en la década del ’60 y reconocido por sus pares.

Dorn, en su condición de civil, estaba pasando por una joyería cuando estos manifestantes estaban robando mercadería y un televisor. Cuando el policía retirado les advirtió que lo que estaban haciendo estaba mal, fue asesinado a sangre fría de un tiro en la cabeza y otro en el pecho.

¿Cuántos más afroamericanos se deben morir hasta que el terrorismo de izquierda esté satisfecho?

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Uno de los últimos bastiones de las protestas que todavía no pudo ser controlado es el del Estado de Nueva York, principalmente la Ciudad de Nueva York. Tanto el Estado como la Ciudad están en manos de los demócratas Andrew Cuomo y Bill de Blasio, respectivamente.

A pesar de las advertencias de Trump, el gobernador Cuomo se negó a aceptar la ayuda de la Guardia Nacional el día lunes. 

Pero luego de una noche del terror en las calles de Manhattan, donde un policía fue atropellado y casi pierde la vida, otro policía fue disparado y tuvo que ser internado de urgencia y hubo miles de saqueos e incendios, finalmente Cuomo activó la Guardia Nacional, pero se encontraría con la resistencia del alcalde De Blasio.

De Blasio es un demócrata muy de izquierda, con intenciones marxistas muy peligrosas, perteneciente al ala más radical del Partido, y se niega rotundamente a aceptar la ayuda del gobierno federal. 

En lo que fueron las protestas del martes, De Blasio volvió a desplegar la NYPD, la policía local de Nueva York y la más grande y mejor equipada del país, pero que sin armas de alto calibre, helicópteros e instrumentos de control de multitud, falló estrepitosamente en garantizar la paz en su Ciudad.

Cuomo, que en un primer momento atacó ferozmente a Trump por ofrecer la Guardia Nacional, ahora trata de inútil a De Blasio públicamente por no aceptar la ayuda federal.

“El alcalde no entiende el problema, no entiende la magnitud del problema, subestima la duración del problema, y creo que no usaron la suficiente cantidad de policías ayer a la noche. Esto no está abierto a discusión”.

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En su discurso en la Casa Blanca del lunes, Trump abordó la situación de la capital estadounidense, Washington D.C., cuando el domingo por la noche los manifestantes desbordaron al Servicio Secreto y llegaron hasta las puertas del Jardín de la Casa Blanca. En ese momento la Casa Blanca apagó sus luces y dejó salir a la Policía Militar, una rama de la seguridad del Capitolia altamente entrenada en control de disturbios.

“Estoy despachando personal militar seriamente armados para detener los disturbios, los saqueos, vandalismo y la destrucción de la propiedad. Arrestaremos, procesaremos y enjuiciaremos a los violentos, y quiero que sepan los organizadores de este terror que se enfrentan a grandes penas, multas y sentencias muy largas en la cárcel, esto implica a AntifA y a otros organizaciones que están ejerciendo como instigadores de esta violencia

El presidente terminó su discurso con una gran reflexión: “Cuando no hay ley, no hay oportunidad. Cuando no hay justicia, no hay libertad. Y cuando no hay seguridad, no hay futuro. Los mejores días de esta nación están por venir”

Tras su discurso, acompañado de su hija Ivanka, del Fiscal General de la Nación William Barr, y otros miembros de su gabinete, el presidente Trump ordenó que se abran las puertas de la Casa Blanca y caminó entre los manifestantes hacia la histórica iglesia episcopal St John’s, que fue había sido vandalizada e incendiada la noche anterior.

Al llegar, sostuvo una biblia en su mano frente a los reporteros, dejando una de las postales más icónicas de su administración y tal vez, de la política norteamericana en décadas.

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Economía

¿Nueva guerra comercial con China? Biden apunta a triplicar los aranceles para la importación de acero y aluminio

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La administración Biden amenaza con lanzar una nueva ofensiva arancelaria contra el ingreso de productos chinos, una maniobra que podría conducir a una pronta respuesta por parte del gigante asiático.

El giro proteccionista de la Casa Blanca bajo la presidencia de Joe Biden se hace cada vez más evidente. Pese a prometer lo contrario en su campaña electoral, Biden promete redoblar los aumentos tarifarios contra China y otros países del mundo.

Hasta ahora, las medidas proteccionistas del Gobierno se focalizaron en subsidios encubiertos, como por ejemplo los dispuesto en la llamada “Ley de Reducción de la inflación” del 2021. Pero esta vez se estudia abiertamente un nuevo rediseño del sistema arancelario.

El Presidente Biden propuso triplicar el arancel de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, del 7,5% al 25%. Esta resolución amplía una anterior que ya había adoptado el expresidente Donald Trump, en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial (establecida en 2018). Pero la ley sancionada durante la administración anterior sólo alcanzaba a unos productos específicos, y la propuesta de Biden es generalizar el aumento arancelario sin excepción en todo el sector.

Estados Unidos se constituye actualmente como el cuarto productor mundial de acero, mientras que China ocupa el primer lugar. Semejante participación en el mercado haría muy efectivo el impacto de un arancel sobre la importación de China (con beneficios positivos para la industria local), pero este tipo de medidas resultan en su mayoría estériles, debido a que se espera una pronta respuesta por parte de China y la situación volvería al punto de inicio (o aún peor debido a la persistente volatilidad).

Siguiendo el mismo patrón, la administración Biden intervendrá deliberadamente en la adquisición de US Steel por parte de inversores japoneses, un acto populista y desesperado en medio del clima de la campaña electoral.

Asimismo, el Presidente Biden propuso incrementar los aranceles para la importación de madera canadiense del 8% al 14%, sin ningún tipo de justificación convencional. Esto supone un golpe hacia uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos en la región.Queda en evidencia que la política comercial de Biden no se limita exclusivamente a China.

Biden despliega este paquete de propuestas como respuesta a las medidas prometidas por Trump, entre las cuales se encuentra el establecimiento de un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones, y una tasa especial del 60% sobre todas las importaciones de China.

Como es de amplio conocimiento, la dictadura comunista en China se negó a cumplir con la liberalización total de su mercado de divisas, un requisito al que se había expresamente comprometido tras su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2000. En lugar de ello, solo se dio lugar a una serie de desregulaciones parciales y progresivas que, hasta el momento, no llegaron a desembocar en un mercado libre.

Las políticas proteccionistas se utilizaron como una medida coercitiva para forzar la liberalización cambiaria de China durante la administración de Donald Trump, aunque una vez finalizada la guerra comercial (2018-2020) se llegó a un nuevo status-quo sin mayores cambios en esta materia y con aranceles más elevados entre ambos países (la relación final entre ellos favoreció ligeramente a Estados Unidos).

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Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Estados Unidos

Un informe revela el lado oscuro de Powell en la Reserva Federal y expone sus intentos por bloquear las medidas de Trump

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Un nuevo archivo videográfico del periodista James O’Keefe revela como la máxima autoridad de la FED junto a otros empleados de la banca central colaboraron para impedir el éxito del expresidente.

En la última semana, un nuevo proyecto investigativo de James O’Keefe logró sacar a la luz las verdaderas intenciones del actual presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, para entorpecer las políticas monetarias que el presidente Donald Trump propuso durante su mandato con el fin de imposibilitar su reelección.

Conjuntamente con otros empleados de la máxima autoridad monetaria en el país, Powell buscaba posicionarse como una figura moderada, bloqueando todas las medidas que tomaba Trump desde el Poder Ejecutivo, a lo largo de sus 4 años de gestión.

Si bien Powell fue designado por el propio Trump al principio de su mandato, el funcionario fue elegido por la cúpula del Partido Republicano, que en aquel entonces era anti-trumpista. Así, el entonces presidente debió lidiar todo su mandato con un “rebelde” en el Banco Central estadounidense. Hoy, permanece en sus funciones y fue ratificado en el cargo por Joe Biden, con quien colabora de cerca y sin rispideces.

La cámara oculta

A partir de una cámara oculta a la que fue sometido uno de estos altos empleados del órgano gubernamental, se descubrió un entramado de corrupción detrás de las políticas de la FED.

a la construcción de un relato asociado a políticas progresistas vinculadas a temáticas como teoría racial; feminismo y políticas medioambientales, las cuales nada tienen que ver con la estabilidad económica de un país.

Aurel Hizmo, quien se desempeña como economista en jefe de la Reserva Federal, es el encargado de elaborar los discursos de Jerome Powell en sus declaraciones públicas. También trabajó en el mismo rol durante la presidencia de Janet Yellen, quien hoy se desempeña como Secretaria del Tesoro de Biden.

Durante la cámara oculta, Hizmo aseguró que durante la administración de Trump, el presidente buscaba mantener una política de estabilidad económica, pero que Powell desde la Reserva Federal entorpecía a propósito los objetivos macroeconómicos del gobierno.

Hizmo es un especialista en finanzas pero mantiene una ideología de izquierda muy marcada, de corte progresista en sus visiones sociales y dentro del espíritu de su profesión, aboga por políticas que se relacionan con las visiones socialistas de la economía.

En la conversación que no pensaba que estaba siendo grabada, se rio de que todo esto se hablaba libremente en las reuniones de la FED, pero que nunca había salido a la luz ya que todo lo relacionado a la Reserva Federal se encuentra bajo el concepto de “información clasificada“.

La relación entre Trump y Powell

El economista de la FED tildó a Trump de ser una ”persona loca” y lo caracterizó con términos peyorativos, antes de admitir que es un fanático de Joe Biden, en relación a sus ideas económicas.

Para describir la relación entre Trump y Powell, Hizmo aseguró que ambos se llevaban extremadamente mal entre sí, al punto de que el expresidente intentó en múltiples ocasiones despedirlo del cargo, pero no podía ya que no contaba con los suficientes votos en el Senado para nombrar un reemplazo.

Según contó, en la reunión que tuvieron previo a la nominación de Powell, Trump le dijo que buscaba a alguien que sea capaz de subir las tasas de interés al principio del mandato para luego ir relajándolas a medida que creciera la economía. Sin embargo, Powell boicoteó esta visión macro de Trump ni bien llegó a la FED.

En una sintonía contraria a las intenciones de Trump por mantener una economía estable, la gestión de Joe Biden busca constantemente mantener las tasas de interés elevadas con el objetivo adicional de mantener los índices inflacionarios bajos, luego del bochornoso accionar de Powell durante la pandemia.

Hizmo incluso llegó a mencionar que Powell tiene el deseo de pasar a la historia como una clase de ”mártir que intentó detener a Trump a toda costa” mediante la desobediencia en sus políticas y establecerse él como quien reflotó la economía luego de la crisis del coronavirus.

Ante los preocupantes índices de inflación que los Estados Unidos han tenido durante toda la administración Biden, Powell ahora busca impedir la recesión para beneficiar a Biden en las elecciones de noviembre y evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

En otra parte de la conversación, Hizmo aseguró que los sectores conservadores son ”estúpidos” y aseguró que no existen personas con dicha ideología en el campo de la economía, a pesar de que el propio Powell se considera un conservador.

Entre risas, el desubicado economista de la FED dijo con mucha confianza que si Trump regresa a la presidencia este año, todos los empleados de la entidad monetaria buscarán nuevamente entorpecer las políticas económicas del Ejecutivo.

Cambio climático y políticas de género

Hizmo destacó que Powell, a pesar de ser un conservador, hoy mantiene una excelente relación con Biden y con los sectores más progresistas del Partido Demócrata, y que en los últimos 3 años ha implementado cambios en favor de la promoción de políticas medioambientales, políticas de género y temáticas raciales.

Uno de los mayores cambios que Powell ha implementado en la Reserva Federal desde la llegada de Biden, ha sido la promoción de espacios dentro del banco central en el cual solo se discuten temas relacionados al cambio climático y a cuestiones de género.

Powell además se ha gastado millones en un programa a través del cual la Reserva Federal contrata a “científicos” ecologistas, especializados en género o expertos en cuestiones raciales, para que “estudien maneras de enriquecer las discusiones del directorio de la Reserva Federal“.

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