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Estados Unidos

Video del incidente confirma que Rusia derribó un drone estadounidense sobre el Mar Negro, el primer choque desde la Guerra Fría

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El Kremlin había dicho que fue un “choque accidental”, pero el Pentágono difundió imágenes irrefutables de que su MQ-9 Reaper fue golpeado intencionalmente. Se trata del primer derribo por parte de Rusia de un vehículo estadounidense en más de 50 años.

El pasado martes, un avión de combate ruso Su-27 arrojó combustible y golpeó, cortando la hélice y derribando, un vehículo aéreo no tripulado de vigilancia estadounidense, un drone MQ-9 Reaper, sobre el Mar Negro.

En un primer momento, el Kremlin aseguró que “fue un accidente“, pero imágenes publicadas por el Pentágono este jueves confirmaron que el choque fue intencional y que definitivamente fue un ataque del caza ruso al drone estadounidense, el primer ataque de esta envergadura en más de 40 años entre las superpotencias.

Nuestro dron MQ-9 estaba realizando operaciones de rutina en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptado y golpeado por un avión ruso, lo que resultó en un derribo y la pérdida total del MQ-9“, indicó en un comunicado el general James Hecker, comandante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Europa, que calificó al hecho como un “acto inseguro y poco profesional por parte de los rusos“.

El portavoz del Pentágono agregó sobre los comentarios de Hecker y señaló el ataque como una “violación descarada del derecho internacional” por parte de Rusia y como un acto “temerario”.

La Casa Blanca confirmó que a pesar del ataque, no reducirán su programa de drones en esa zona de Europa. “Los drones de Estados Unidos y de los aliados continuarán operando en el espacio aéreo internacional“; y llamó a los rusos a “comportarse de forma segura y profesional“.

Las acciones agresivas de las tripulaciones rusas podrían desembocar en errores de cálculo y en una escalada involuntaria“, remarcó el general de la Fuerza Aérea.

El Kremlin dijo el miércoles que sus relaciones con Estados Unidos estaban en un “estado lamentable” y en su nivel más bajo desde el fin de la Guerra Fría. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que no hubo contacto diplomático por parte de Washington sobre el incidente.

Si bien aseguró que las relaciones bilaterales estaban “en su punto más bajo, en un estado muy lamentable“, dijo que al mismo tiempo, “Rusia nunca ha rechazado el diálogo constructivo, y no se niega ahora“.

Un avión no tripulado MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos se encuentra en una percha en la Base Aérea de Amari, Estonia

Es la primera vez desde que empezó la invasión rusa del territorio ucraniano, el 24 de febrero de 2022, que un país de la OTAN admite haber perdido un artefacto operado por él mismo en esta región, por lo que se trata del primer encuentro militar directo entre las fuerzas estadounidenses y rusas desde que comenzó el conflicto.

El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, denunció una “temeridad” por parte de los rusos, y señaló que, si bien los aviones rusos ya han interceptado y atacado drones estadounidenses en otras ocasiones, este incidente fue “único” ya que fue la primera vez que terminó en el derribo de un Reaper.

Su homólogo de la Cancillería, Ned Price, contradijo los dichos de Peskov, y declaró que Estados Unidos “está en contacto directamente con los rusos, de nuevo a niveles superiores, para transmitir nuestra fuerte objeción a esta interceptación insegura y poco profesional, que provocó el derribo del avión estadounidense no tripulado”.

Inicialmente, Rusia negó haber golpeado el avión no tripulado, sugiriendo que se había estrellado debido a “maniobras bruscas”. “Tras una maniobra brutal (…) el dron MQ-9 inició un vuelo incontrolado, con pérdida de altitud y chocó contra la superficie del agua“, declaró el Ministerio ruso de Defensa.

Kirby replicó que “Estados Unidos refuta la negación rusa” y añadió que están tratando de recuperar el dron. “Obviamente no queremos ver a nadie poniendo sus manos en él más allá de nosotros“, dijo.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov

Con el humor irónico que caracteriza a los rusos, Peskov y el el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, respondieron que Rusia intentaría recuperar los restos del MQ-9 para “ayudar” a Estados Unidos, y que capaz “podrían estudiar sus capacidades juntos”.

Sergei Naryshkin, jefe del servicio de inteligencia exterior SVR de Rusia, dijo en una entrevista al periodista ruso Pavel Zarubin que Estados Unidos estaba siendo “demasiado activo” en el reconocimiento espacial, visual y de radio en la región.

Tenemos un conocimiento detallado y una comprensión de los objetivos de inteligencia de los Estados Unidos utilizando medios tecnológicos, y tratamos de identificar los objetos que son de mayor interés para ellos“, comentó Naryshkin.

El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, dijo que el avión no tripulado “se movía deliberada y provocativamente hacia territorio ruso con los transpondedores apagados“.

La actividad inaceptable del ejército estadounidense en las proximidades de nuestras fronteras es motivo de preocupación“, aseguró Antonov. “Están recopilando inteligencia, que posteriormente es utilizada por el régimen de Kiev para atacar a nuestras fuerzas armadas y territorio“.

Características de MQ-9 Reaper. Fuente: AFP

Por su parte, Kiev acusó el miércoles al líder ruso Vladimir Putin de tratar de ampliar el conflicto en Ucrania después de que Washington aseguró que aviones de combate rusos interceptaron un avión no tripulado estadounidense sobre el Mar Negro.

El incidente con el UAV estadounidense MQ-9 Reaper, provocado por Rusia sobre el Mar Negro, es la forma en que Putin señala su disposición a expandir el conflicto para involucrar a otras partes. El propósito de esta táctica integral es siempre aumentar las apuestas”, publicó el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, en sus redes sociales.

Economía

¿Nueva guerra comercial con China? Biden apunta a triplicar los aranceles para la importación de acero y aluminio

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La administración Biden amenaza con lanzar una nueva ofensiva arancelaria contra el ingreso de productos chinos, una maniobra que podría conducir a una pronta respuesta por parte del gigante asiático.

El giro proteccionista de la Casa Blanca bajo la presidencia de Joe Biden se hace cada vez más evidente. Pese a prometer lo contrario en su campaña electoral, Biden promete redoblar los aumentos tarifarios contra China y otros países del mundo.

Hasta ahora, las medidas proteccionistas del Gobierno se focalizaron en subsidios encubiertos, como por ejemplo los dispuesto en la llamada “Ley de Reducción de la inflación” del 2021. Pero esta vez se estudia abiertamente un nuevo rediseño del sistema arancelario.

El Presidente Biden propuso triplicar el arancel de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, del 7,5% al 25%. Esta resolución amplía una anterior que ya había adoptado el expresidente Donald Trump, en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial (establecida en 2018). Pero la ley sancionada durante la administración anterior sólo alcanzaba a unos productos específicos, y la propuesta de Biden es generalizar el aumento arancelario sin excepción en todo el sector.

Estados Unidos se constituye actualmente como el cuarto productor mundial de acero, mientras que China ocupa el primer lugar. Semejante participación en el mercado haría muy efectivo el impacto de un arancel sobre la importación de China (con beneficios positivos para la industria local), pero este tipo de medidas resultan en su mayoría estériles, debido a que se espera una pronta respuesta por parte de China y la situación volvería al punto de inicio (o aún peor debido a la persistente volatilidad).

Siguiendo el mismo patrón, la administración Biden intervendrá deliberadamente en la adquisición de US Steel por parte de inversores japoneses, un acto populista y desesperado en medio del clima de la campaña electoral.

Asimismo, el Presidente Biden propuso incrementar los aranceles para la importación de madera canadiense del 8% al 14%, sin ningún tipo de justificación convencional. Esto supone un golpe hacia uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos en la región.Queda en evidencia que la política comercial de Biden no se limita exclusivamente a China.

Biden despliega este paquete de propuestas como respuesta a las medidas prometidas por Trump, entre las cuales se encuentra el establecimiento de un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones, y una tasa especial del 60% sobre todas las importaciones de China.

Como es de amplio conocimiento, la dictadura comunista en China se negó a cumplir con la liberalización total de su mercado de divisas, un requisito al que se había expresamente comprometido tras su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2000. En lugar de ello, solo se dio lugar a una serie de desregulaciones parciales y progresivas que, hasta el momento, no llegaron a desembocar en un mercado libre.

Las políticas proteccionistas se utilizaron como una medida coercitiva para forzar la liberalización cambiaria de China durante la administración de Donald Trump, aunque una vez finalizada la guerra comercial (2018-2020) se llegó a un nuevo status-quo sin mayores cambios en esta materia y con aranceles más elevados entre ambos países (la relación final entre ellos favoreció ligeramente a Estados Unidos).

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Estados Unidos

Tras fracasar en las negociaciones con Maduro, Biden restableció las sanciones contra el petróleo y el gas de Venezuela

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En un intento por garantizar elecciones libres en Venezuela, Biden había quitado todas las sanciones que había impuesto Trump contra el régimen chavista. Sin embargo, Maduro inhabilitó a toda la oposición y se cayó el Acuerdo de Barbados.

La gran apuesta de Joe Biden en Venezuela se convirtió en otro gran fracaso de su administración en materia de política internacional. Estados Unidos confirmó que no renovará las licencias que expirarán el jueves y volverán a entrar en vigencias las sanciones petroleras a Venezuela.

Luego de criticar la postura que había adoptado Estados Unidos durante la presidencia de Trump, cuando el republicano sancionó masivamente al régimen chavista, Biden ingresó a la Casa Blanca e implementó una estrategia de disuasión, levantando sanciones a cambio de garantías institucionales por parte de Maduro.

De esta manera, Biden llegó a levantar todas las sanciones contra el petróleo y gas, y alcanzó en 2023 el Acuerdo de Barbados, donde Maduro se comprometió a tener elecciones libres y democráticas a cambio de que le levantaran las prohibiciones.

Pero en vez de hacer un levante gradual y condicionado al proceso electoral, Biden levantó todas las sanciones y le dio un año de regalías petroleras a Maduro. Recién a unos meses del proceso electoral, el dictador chavista reveló su plan maestro, inhabilitó a toda la oposición y ahora irá a unas elecciones que legitimarán su régimen.

En este año sin sanciones, donde Chevron pudo operar abiertamente en Venezuela dejando enormes caudales de dinero que terminaron en las arcas del régimen, Maduro potenció su control del país, y no está ni cerca de ser removido del Palacio de Miraflores.

Washington había amenazado repetidamente en los últimos meses con restablecer las sanciones energéticas a menos que Maduro cumpliera sus promesas electorales que llevaron a un alivio parcial de las medidas desde octubre, pero el astuto dictador aprovechó todo el tiempo que pudo conseguir para llenar el Tesoro de petrodólares.

Biden también aprovechó el petróleo venezolano en los últimos años como una alternativa al petróleo y el gas ruso, que sí está fuertemente sancionado por Estados Unidos y que cada vez cuesta más que llegue a Occidente.

En Estados Unidos temen que las sanciones a Venezuela lleven a un nuevo recorte en la oferta mundial de barriles y que esto presione a la suba el precio del petróleo justo en un año electoral. Es por eso que Anthony Blinken, Secretario de Estado de Biden, ha dejado en claro que reinstaurar las sanciones no quiere decir que vuelvan al escenario de máxima presión contra el régimen chavista, y que seguirán permitiendo que el sector privado pida licencias específicas para operar en Venezuela.

Cualquier actividad bajo la licencia vencida deberá completarse antes del 31 de mayo, pero las empresas aún pueden volver a solicitar individualmente licencias específicas, aseguraron desde Washington. Obtener la aprobación dependerá de qué tan permisivo decida ser Estados Unidos.

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Estados Unidos

Un informe revela el lado oscuro de Powell en la Reserva Federal y expone sus intentos por bloquear las medidas de Trump

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Un nuevo archivo videográfico del periodista James O’Keefe revela como la máxima autoridad de la FED junto a otros empleados de la banca central colaboraron para impedir el éxito del expresidente.

En la última semana, un nuevo proyecto investigativo de James O’Keefe logró sacar a la luz las verdaderas intenciones del actual presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, para entorpecer las políticas monetarias que el presidente Donald Trump propuso durante su mandato con el fin de imposibilitar su reelección.

Conjuntamente con otros empleados de la máxima autoridad monetaria en el país, Powell buscaba posicionarse como una figura moderada, bloqueando todas las medidas que tomaba Trump desde el Poder Ejecutivo, a lo largo de sus 4 años de gestión.

Si bien Powell fue designado por el propio Trump al principio de su mandato, el funcionario fue elegido por la cúpula del Partido Republicano, que en aquel entonces era anti-trumpista. Así, el entonces presidente debió lidiar todo su mandato con un “rebelde” en el Banco Central estadounidense. Hoy, permanece en sus funciones y fue ratificado en el cargo por Joe Biden, con quien colabora de cerca y sin rispideces.

La cámara oculta

A partir de una cámara oculta a la que fue sometido uno de estos altos empleados del órgano gubernamental, se descubrió un entramado de corrupción detrás de las políticas de la FED.

a la construcción de un relato asociado a políticas progresistas vinculadas a temáticas como teoría racial; feminismo y políticas medioambientales, las cuales nada tienen que ver con la estabilidad económica de un país.

Aurel Hizmo, quien se desempeña como economista en jefe de la Reserva Federal, es el encargado de elaborar los discursos de Jerome Powell en sus declaraciones públicas. También trabajó en el mismo rol durante la presidencia de Janet Yellen, quien hoy se desempeña como Secretaria del Tesoro de Biden.

Durante la cámara oculta, Hizmo aseguró que durante la administración de Trump, el presidente buscaba mantener una política de estabilidad económica, pero que Powell desde la Reserva Federal entorpecía a propósito los objetivos macroeconómicos del gobierno.

Hizmo es un especialista en finanzas pero mantiene una ideología de izquierda muy marcada, de corte progresista en sus visiones sociales y dentro del espíritu de su profesión, aboga por políticas que se relacionan con las visiones socialistas de la economía.

En la conversación que no pensaba que estaba siendo grabada, se rio de que todo esto se hablaba libremente en las reuniones de la FED, pero que nunca había salido a la luz ya que todo lo relacionado a la Reserva Federal se encuentra bajo el concepto de “información clasificada“.

La relación entre Trump y Powell

El economista de la FED tildó a Trump de ser una ”persona loca” y lo caracterizó con términos peyorativos, antes de admitir que es un fanático de Joe Biden, en relación a sus ideas económicas.

Para describir la relación entre Trump y Powell, Hizmo aseguró que ambos se llevaban extremadamente mal entre sí, al punto de que el expresidente intentó en múltiples ocasiones despedirlo del cargo, pero no podía ya que no contaba con los suficientes votos en el Senado para nombrar un reemplazo.

Según contó, en la reunión que tuvieron previo a la nominación de Powell, Trump le dijo que buscaba a alguien que sea capaz de subir las tasas de interés al principio del mandato para luego ir relajándolas a medida que creciera la economía. Sin embargo, Powell boicoteó esta visión macro de Trump ni bien llegó a la FED.

En una sintonía contraria a las intenciones de Trump por mantener una economía estable, la gestión de Joe Biden busca constantemente mantener las tasas de interés elevadas con el objetivo adicional de mantener los índices inflacionarios bajos, luego del bochornoso accionar de Powell durante la pandemia.

Hizmo incluso llegó a mencionar que Powell tiene el deseo de pasar a la historia como una clase de ”mártir que intentó detener a Trump a toda costa” mediante la desobediencia en sus políticas y establecerse él como quien reflotó la economía luego de la crisis del coronavirus.

Ante los preocupantes índices de inflación que los Estados Unidos han tenido durante toda la administración Biden, Powell ahora busca impedir la recesión para beneficiar a Biden en las elecciones de noviembre y evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

En otra parte de la conversación, Hizmo aseguró que los sectores conservadores son ”estúpidos” y aseguró que no existen personas con dicha ideología en el campo de la economía, a pesar de que el propio Powell se considera un conservador.

Entre risas, el desubicado economista de la FED dijo con mucha confianza que si Trump regresa a la presidencia este año, todos los empleados de la entidad monetaria buscarán nuevamente entorpecer las políticas económicas del Ejecutivo.

Cambio climático y políticas de género

Hizmo destacó que Powell, a pesar de ser un conservador, hoy mantiene una excelente relación con Biden y con los sectores más progresistas del Partido Demócrata, y que en los últimos 3 años ha implementado cambios en favor de la promoción de políticas medioambientales, políticas de género y temáticas raciales.

Uno de los mayores cambios que Powell ha implementado en la Reserva Federal desde la llegada de Biden, ha sido la promoción de espacios dentro del banco central en el cual solo se discuten temas relacionados al cambio climático y a cuestiones de género.

Powell además se ha gastado millones en un programa a través del cual la Reserva Federal contrata a “científicos” ecologistas, especializados en género o expertos en cuestiones raciales, para que “estudien maneras de enriquecer las discusiones del directorio de la Reserva Federal“.

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