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Estados Unidos

El primer diputado libertario de los EE.UU. se lanza por la presidencia

Justin Amash se fue del Partido Republicano y se adhirió al Partido Libertario, convirtiéndose en el primer diputado libertario en la historia del país. Ahora busca su candidatura presidencial por este partido, acusado de dividir votos tanto por derecha como por izquierda.

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El pasado jueves 30 de abril, el congresista de los Estados Unidos por el 3er distrito de Michigan, Justin Amash, anunció su afiliación al Partido Libertario, convirtiéndose en el primer miembro de dicho partido desde su comienzo en 1971 en conformar cualquiera de las dos cámaras del parlamento norteamericano. 
En julio de 2019, Amash se había convertido en el único congresista “independiente” en la Cámara de los Representantes, al abandonar el Partido Republicano, con el cual había sido electo a la cámara baja en 2010, 2012, 2014, 2016 y 2018. Ahora, junto al anuncio de su pase al Partido Libertario, el congresista de 40 años anunció su candidatura a la presidencia por este partido.
El anuncio de Amash generó reacciones de todo tipo en el espectro político, desde indiferencia hasta fuerte apoyo y rechazo. Los simpatizantes del Partido Libertario, en su mayoría, recibieron con aprobación la decisión de Amash – muchos de ellos venían pidiéndole hace meses al congresista por Michigan, quién siempre se definió como libertario por ideología, que se uniese al pequeño “third party” y los liderara en la elección general de 2020, esperando que su perfil alto los llevase a un mejor resultado electoral que los históricos 4.5 millones de votos que lograron en 2016 con la fórmula Gary Johnson – Bill Weld, ambos ex-republicanos como Amash.
De parte de los simpatizantes demócratas y republicanos, la discusión está centrada en cuál de los dos principales partidos se vería más afectado por una candidatura de Amash. Algunos demócratas consideran que la candidatura de Johnson en 2016 le restó a Hillary Clinton los votos de “conservadores moderados” que se oponían a Trump, y que hubieran llevado a la ex-primera dama a la presidencia. De igual manera, consideran que Amash podría atraer muchos votos anti-Trump que el candidato demócrata, Joe Biden, hubiese tenido.
Por el lado de los republicanos, algunos consideran que Amash podría restarle suficientes votos a Trump en Michigan para costarle ese estado, determinante en su victoria de 2016. Sin embargo, es poco probable que Amash quiebre un Partido Republicano que aprueba de forma casi unánime la gestión de Trump. Más probable es que múltiples votantes independientes en Michigan que se oponen a Trump, y que hoy consideran votar por el inestable ex-vicepresidente demócrata Joe Biden, decidan descartar el “voto útil” y votar al libertario Amash, garantizando los 16 votos electorales del estado para el actual presidente.

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Más allá de las especulaciones, lo cierto es que el anuncio de Amash llega cerca del final de las primarias del Partido Libertario donde ya casi se había elegido a un candidato, que habían comenzado en enero de 2020, y llevaban como favorito al fundador y presidente de la Future of Freedom Foundation, Jacob Hornberger. 
Hornberger, nacido en Texas en 1950 pero actualmente residente de Virginia, ganó 7 de las 10 primarias que se llevaron a cabo, con un total de 9.286 votos. Detrás de Hornberger viene el activista y comediante libertario de Massachusetts, Vermin Supreme, quien obtuvo 4.313 votos en total y ganó 2 primarias. La décima primaria, en Carolina del Norte, fue un fracaso para el partido, ya que luego de la votación no hubo todavía un ganador declarado: la opción “ninguno” obtuvo allí el 33.1% de los votos, superando a Hornberger (9.6%), el magnate prófugo John McAfee (9.0%), la activista Kim Ruff (7.7%), y Supreme (6.3%), entre varios otros.
La primaria libertaria, a diferencia de la demócrata y la republicana, no asigna delegados para la convención nacional del partido, y sólo funciona como una gran encuesta nacional sobre las preferencias de los miembros del partido. 
Los candidatos a presidente y vicepresidente del Partido Libertario son votados a consciencia por los delegados que el partido asignará automáticamente en base a 2 factores: la cantidad de miembros registrados por estado, y los votos obtenidos por la fórmula Johnson-Weld en la elección nacional de 2016 en cada estado.
Por este motivo, Amash tiene serias probabilidades de convertirse en el candidato. Hornberger y Supreme aplaudieron ambos la candidatura del congresista y le dieron la bienvenida al Partido Libertario, pero ambos aún sostienen sus candidaturas, y han negado la posibilidad de bajarlas en favor de Amash. La Convención Nacional Libertaria de 2020 estaba prevista para llevarse a cabo entre el 21 y el 25 de mayo en el hotel JW Marriott de Austin, Texas, pero actualmente se encuentra suspendida luego de que el Marriott tuviera que cancelar las reservas por la pandemia de COVID-19. Se espera que se pueda llevar a cabo en otra ubicación durante el mes de julio.

Logo de la Convención Nacional Libertaria de 2020, con el lema “TANSTAAFL” (siglas de “no existe tal cosa como un almuerzo gratis”) popularizado por el economista liberal Milton Friedman. 

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En paralelo a su candidatura presidencial, la especulación inicial indicaba que Amash también intentaría nuevamente ganar la elección de su distrito por la Cámara de Representantes, donde las encuestas indicaban que perdería ante cualquier republicano debido a su previa desafiliación de los republicanos y su rechazo a Trump, quien hoy cuenta con niveles de aprobación dentro del partido superiores al 90%. 
Esto podría haber significado que la candidatura nacional no era más que una táctica para aumentar su perfil en pos de lograr la reelección en el Congreso. Pero finalmente, Amash se retiró oficialmente de la campaña de diputado por Michigan, para dedicarse a la carrera mayor, en una señal de que el joven libertario apunta de forma seria a la candidatura presidencial. 
Sin embargo, sus motivos no dejan de intrigar, y todo indica que sus intenciones no serían favorecer al actual presidente, sino perjudicarlo.
En 2016, Amash había sido uno de los 32 congresistas republicanos que habían anunciado su intención de no apoyar la candidatura de Trump en 2016. Tras la elección de Trump, Amash continuó siendo un asiduo crítico. En 2017, luego de que Trump despidiera al entonces director del FBI, James Comey, por su sesgo ideológico, denuncias de corrupción y repetidas filtraciones a la prensa, Amash fue una de las primeras figuras públicas que sugirió que Comey había sido despedido para intentar detener una investigación que estaba llevando a cabo sobre el asesor de seguridad nacional Michael Flynn, muy cercano a Trump. Amash fue el primer republicano en afirmar que, si se confirmaba esta teoría, correspondería el “impeachment” del presidente. La teoría nunca ocurrió y recientemente Flynn fue liberado de toda investigación, dejando en rídiculo esta propuesta del ahora candidato a presidente.
Desde entonces, Amash continuó incitando la idea de remover por la fuerza a Trump de la presidencia, basándose primero en la salida de Comey, luego en el “Russiagate” (teoría conspirativa que afirmaba que Trump fue asistido ilegalmente por Rusia para ganar la elección de 2016, demostrada falsa por el mismo fiscal Robert Muller que los demócratas designaron), y finalmente en el “escándalo” por la llamada entre Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski que le ligó a Trump un ridículo impeachment fallido.
En diciembre de 2019, cuando el Partido Demócrata presentó artículos de impeachment, Amash, ya declarado como “independiente”, fue el único congresista no demócrata en votar a favor. 
Asimismo, apoyó fervientemente el voto de Mitt Romney en el juicio político resultante en el Senado. Romney, fallido ex-candidato presidencial en 2012 e incondicional opositor a Trump, fue el único senador republicano que votó por remover a Trump.

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Estados Unidos

Estudiantes de extrema izquierda tomaron la Universidad de Columbia en apoyo al terrorismo palestino

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Los adolescentes más ricos del mundo tomaron control del campus de la prestigiosa universidad neoyorquina en apoyo al terrorismo de Hamás.

La situación social en los Estados Unidos se torna cada vez más preocupante a medida que la izquierda destruye el tejido social con manifestaciones violentas que atentan contra los valores occidentales.

En los últimos días, esta situación mostró un nuevo punto crítico luego de que un grupo de alumnos activistas de extrema izquierda de la Universidad de Columbia en Nueva York tomaran el campus de la institución en apoyo a la causa palestina con consignas en defensa del terrorismo islámico y con un marcado antisemitismo.

Docenas de alumnos y activistas de izquierda ajenos a la universidad se instalaron de manera ilegal dentro de la prestigiosa institución en carpas para expresarse en contra de la operación militar especial que lleva a cabo Israel en la Franja de Gaza, en respuesta al ataque genocida del grupo terrorista palestino Hamás, donde más de 1.500 judíos fueron asesinados a sangre fría el 7 de octubre.

La toma fue impulsada por la asociación izquierdista ”Students For Justice In Palestine” y contó con el apoyo de múltiples organizaciones universitarias, que agredieron a estudiantes de religión judía y a otros que no compartieran su visión acerca del conflicto en Medio Oriente.

Lo que hace aún más insólita la situación es que los estudiantes que participaron de la manifestación, lejos están de ser árabes o palestinos; por el contrario, son blancos de clase alta. Se trata de los hijos adolescentes de las familias más adineradas del planeta jugando a disfrazaese de terroristas.

Los manifestantes que confraternizan con el terrorismo islámico bloquearon el acceso a la prensa y aseguran que solo permitirán el acceso de periodistas “afines a la causa”. Entre otros, rechazaron el acceso de periodistas judíos, por su religión.

Si bien las autoridades de la universidad habían mencionado que los protestantes serían desalojados en el transcurso de la primera noche de la ocupación, ningún tipo de acción fue llevada a cabo.

Los estudiantes judíos debieron abandonar el campus universitario y la zona quedó completamente en manos de los grupos estudiantiles de extrema izquierda, que aprovecharon la ocasión para dar discursos violentos y cargados de odio contra la comunidad judía.

Recién el jueves, la policía de Nueva York se hizo presente y en un operativo arrestó alrededor de 110 personas participantes de la protesta, incluida la hija de la representante demócrata del estado de Minnesota Ilhan Omar, Isra Hirsi.

La intervención por parte de la policía de Nueva York se dio luego de que las autoridades de la universidad encabezadas por la presidente de la institución, Minouche Shakif, dieran aviso acerca de los ilícitos que se estaban cometiendo dentro de la institución sumado a la hostil recepción de los estudiantes contra las fuerzas policiales a las cuales llamaron ”asesinos de bebés”.

Los incidentes con los grupos pro-Palestina se originaron luego de que Shakif hablara frente al Comité de Educación del Congreso de los Estados Unidos acerca de los crecientes casos de antisemitismo en las universidades, por lo que los mencionados grupos de estudiantes comenzaron a acampar de forma ilegal en el campus y a tomar actitudes violentas y hostiles contra estudiantes de religión judía.

Uno de los factores determinantes para la escalada en el conflicto de las agrupaciones estudiantiles con la universidad, fue la prohibición de dos agrupaciones izquierdistas a fines del año pasado, las cuales se les imputó el incumplimiento con las políticas de la Universidad de Columbia respecto al código de conducta y abuso contra otros estudiantes.

De acuerdo a la presidente de Columbia, se autorizó a la Policía de Nueva York a desalojar el campamento establecido en el ala sur del campus, lo que provocó incidentes. En concordancia con las acciones legales que la dirigencia de la universidad tomó contra los alumnos, se les informó a su vez que a cualquier alumno que participe de cualquier manera en las protestas y ocupación del territorio universitario se encuentra suspendido.

A pesar de que docenas de revoltosos protestantes hayan sido arrestados durante el desalojo, el acampe por parte de las organizaciones pro-Palestina no ha podido ser desmantelado, sino que incluso se incrementó en tamaño luego de que quienes lideran la protesta declarasen que han ”tomado” la universidad y la declaren como una ”universidad popular’‘.

Ataques antisemitas y apoyo al terrorismo islámico

Uno de los factores distintivos que las protestas llevadas a cabo en los últimos días en la Universidad de Columbia, es el profundo sentimiento anti-Israel que profesan, el cual ha llevado a quienes participan del acampe a ser perpetradores de violentos ataques antisemitas contra aquellos estudiantes que profesan la religión judía, e incluso a aquellos que no defiendan sus reclamos.

Uno de los casos de marcado sentimiento anti-judío que se ha llevado a cabo en los últimos días han sido las graves agresiones perpetradas contra la estudiante judía Elisha Baker, de 21 años, quien denunció que un grupo de protestantes le expresó en repetidas ocasiones que ”se mate a sí misma” y le causaron heridas de moderada gravedad tras patearla en varias ocasiones en el estómago durante el acampe.

Otro incidente de extrema gravedad se dio en el momento en el cual un participante de la protesta terrorista fue enfocado sujetando un cartel que decía ”El próximo objetivo de las brigadas Al-Qasam” mientras apuntaba a un grupo de estudiantes judíos.

Las brigadas Al-Qasam son el brazo armado de la organización terrorista Hamás, la cual ha gobernado al territorio ocupado de Palestina en las últimas décadas y fue el responsable de los ataques terroristas contra distintos poblados israelíes el pasado 7 de octubre de 2023 donde miles de ciudadanos judíos fueron asesinados por Hamás.

Los preocupantes incidentes que tienen por objetivo el acoso y agresiones a los estudiantes judíos despertó la preocupación de empleados de la universidad que pertenecen a la colectividad.

El rabino ortodoxo Elie Buechler, quien se desempeña como profesor tanto en la Universidad de Columbia como en la Universidad Barnard, instó mediante un mensaje abierto de Whatsapp a los estudiantes judíos a abandonar el campus universitario e irse a sus hogares mientras dure el acampe debido a los crecientes ataques antisemitas.

Otro profesor de la universidad, Shai Davidai, mencionó que los estudiantes no lo dejan entrar a la facultad por ser judío y que las protestas llevadas a cabo por las agrupaciones estudiantiles habían cruzado un límite convirtiéndose en actos terroristas llevados a cabo por grupos terroristas.

En concordancia con el sentimiento anti-Israel que las protestas mantienen, además se encuentra presente una profunda adoración por los grupos terroristas islámicos como Hamás, con el cual los estudiantes participantes de los acampes se sienten identificados al punto de que mencionan frases como ”Todos somos Hamás” e incluso celebraron el ataque del 7 de octubre, conocido por los palestinos como la ”Inundación de Al-Aqsa”.

Extensión a otras universidades

Si bien el foco principal de las protestas que se desarrollaron con intensidad en la última semana está puesta en la Universidad de Columbia, en las últimas horas la Universidad de Yale ha visto sucesos similares en sus instalaciones, además de que varios de sus estudiantes hayan irrumpido en el campus de Columbia para mostrar su apoyo para con los protestantes locales.

La situación descrita devuelve a la memoria aquellos incidentes en estados demócratas como Oregon y Washington unos años atrás cuando protestantes tomaban partes de las ciudades con la idea de convertirlas en un ”espacio independiente” y de ”liberación”. Esta misma situación se repite en las universidades hoy en día luego de que el suceso inicial en Columbia de pie a estudiantes en la Universidad de Yale en Connecticut para tomar una porción del campus y proclamarlo como una ”zona liberada”.

Así como en Columbia, ataques contra alumnos judíos fueron reportados a lo largo de la protesta, pero un caso de extrema gravedad fue reportado en las últimas horas en el cual la estudiante judía de periodismo Sahar Tartak fuera apuñalada en el ojo con el asta de una bandera por parte de un protestante en el campus quien en todo momento se cubrió el rostro con un trapo musulmán.

De manera similar que en la universidad localizada en Nueva York, la policía irrumpió y trató de desalojar la protesta desarrollada en el campus localizado en New Haven, Connecticut, pero los estudiantes pertenecientes a las organizaciones terroristas pro-Palestina se mantienen en el lugar.

En paralelo a los distintos hechos que se están desarrollando tanto en Columbia como en Yale y otras universidades en cuyos campus grupos de estudiantes subversivos, la reacción por parte de todo el arco político se hizo presente, tanto en defensa de los estudiantes comunes como también en defensa de aquellas agrupaciones estudiantiles terroristas.

Por el lado de aquellos estudiantes que decidieron tomar la propiedad de las universidades y agredir alumnos por su pensamiento, las diputadas revoltosas Ilhan Omar (cuya hija fue arrestada en la redada en Columbia) y Rashida Tlaib de Michigan y Minnesota respectivamente se alzaron en defensa de las subversivas actitudes de aquellos grupos pro-Hamás que buscan esclavizar al sistema educativo.

En cambio, desde la Casa Blanca, condenaron eufóricamente las tomas de campus en las universidades y la agresión constante que los estudiantes de religión judía han sufrido en las instalaciones, de acuerdo al vice-secretario de prensa del órgano gubernamental Andrew Bates.

Desde el ámbito del Partido Republicano, quien se expresó de manera más rotunda fue la representante de Neuva York, Elise Stefanik, quien a su vez también instó a la presidente de la Universidad de Columbia Shafik a renunciar debido a la falta de acciones tomadas por la universidad para proteger a los estudiantes de religión judía.

La representante republicana de Carolina del Norte, Virginia Foxx quien a su vez preside el Comité de Asuntos Educativos, envió una carta a la Universidad de Columbia demandando que se tomen acciones concretas frente a la situación que se está desarrollando y se pueda otorgar un ambiente seguro a los estudiantes. Dentro de la carta que la diputada envió a la universidad señaló que ante la ausencia de medidas contra los estudiantes que mantienen cautiva a la universidad, el comité educativo del Congreso no dudaría en hacerlos responsables por dichos resultados.

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Economía

Récord de déficit fiscal en Estados Unidos: Las “Bidenomics” desataron un rojo por más de US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo

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Pese a que la economía estadounidense sigue creciendo, el Gobierno federal incurrió en un déficit histórico. y se está endeudando a un ritmo únicamente visto durante las grandes recesiones y en las guerras mundiales del siglo pasado. La trayectoria fiscal trazada por Biden es abiertamente insostenible.

Las políticas del Presidente Joe Biden provocaron el agujero fiscal más grande de la historia de los Estados Unidos en tiempos de paz. La visión económica del Gobierno cayó bajo la influencia del Caucus Progresista dentro del Partido Demócrata, la facción más radicalizada hacia la izquierda dentro del Congreso estadounidense.

La actividad económica del país logró recuperarse de la pandemia y continuó con su sendero de crecimiento, pero a pesar de esta muy esperable normalización, el Gobierno federal incurrió en un desequilibrio fiscal histórico que ascendió a los US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo.

De hecho, el déficit financiero había llegado incluso a los US$ 8,36 billones en julio del año pasado, como resultado del amplio programa de rescates para préstamos estudiantiles que impulsó el Presidente Biden.

El Partido Demócrata que alguna vez había patrocinado los superávits presupuestarios de la era Clinton, ahora respalda a capa y espada los déficits más irresponsables que nunca se hayan visto en Estados Unidos.

La economía se normalizó una vez superada la pandemia, pero la posición fiscal del Estado jamás lo hizo. El resultado financiero del Gobierno federal representaba el 4,8% del PBI en febrero de 2020, mientras que hoy en día esa cifra se acerca a los 6 puntos del producto. Este brutal incremento se explica principalmente por el mayor peso de los intereses de deuda, que ya son los más altos desde mediados de la década del 90.

Para compensar esta brecha sin precedentes, el Gobierno federal se está endeudando a un ritmo similar al que cabría esperar durante la salida de una recesión o la ejecución de una guerra de grandes proporciones, pero como es bien sabido ninguno de estos escenarios es precisamente el caso. En caso de que la economía entrase en recesión en un futuro cercano, el Gobierno carece de mayor margen fiscal para actuar en consecuencia.

El total de la recaudación por impuestos federales (y otros ingresos por rentas) sólo alcanza a cubrir hasta el 73% de los gastos federales incurridos. El 27% restante se está compensando por la vía del endeudamiento, principalmente con instituciones locales o en el exterior.

Hasta ahora la Reserva Federal se mantuvo al margen de expandir su financiamiento al Tesoro por la vía de la compra de títulos públicos (como lo hizo durante la pandemia en 2020), pero eventualmente el Gobierno federal no puede quebrar, y cualquier tipo de incumplimiento vendría asociado a un latente inflacionario.

La proporción de crédito doméstico absorbido por el Gobierno federal se incrementa, y lo que es lo mismo, se reduce la cantidad de recursos disponibles para prestar a las empresas privadas o a las familias (por ejemplo el crédito hipotecario). Esto se ve reflejado por un piso de tasas de interés cada vez más elevado.

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Estados Unidos

Enloqueció Biden: El presidente de EEUU busca sancionar al jefe de las Fuerzas de Defensa Israelíes por combatir al terrorismo

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El gobierno de Biden sancionó al principal financista de Netanyahu en Israel y, según se informa, evalúa expandir las sanciones contra las FDI, que están peleando contra el terrorismo palestino.

Según un informe publicado por Axios, el presidente Joe Biden está preparando una resolución para sancionar económicamente a Herzi Halevi, el actual jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), por sus acciones contra los terroristas vinculados al grupo palestino Hamás.

Particularmente, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, está analizando las acciones del batallón israelí “Netzah Yehuda” en la región de Cisjordania para combatir a los terroristas palestinos, antes del ataque del 7 de octubre.

Si se imponen sanciones, el batallón y sus miembros ya no recibirían ningún tipo de entrenamiento o asistencia del ejército estadounidense, y el comandante Halevi no podría viajar más a Estados Unidos o países aliados. Se trataría de la primera vez en la historia que Estados Unidos impone sanciones contra Israel.

Según las fuentes, Blinken está analizando aplicar la Ley Leahy, que prohíbe a Estados Unidos proporcionar cualquier tipo de ayuda exterior o capacitación militar a países responsables de presuntas violaciones de derechos humanos basadas en información creíble.

Si bien el canciller norteamericano rechazó preguntas sobre el tema, recalcó el viernes que “la Ley Leahy es muy importante y se debe aplicar en todos los ámbitos“, y confirmó que la Casa Blanca está analizando el tema.

“Cuando hacemos estas investigaciones, estas indagaciones, es algo que lleva tiempo, que debe hacerse con mucho cuidado tanto al recopilar los hechos como al analizarlos, y eso es exactamente lo que hemos hecho”, dijo. “Y creo que es justo decir que verán resultados muy pronto. He tomado determinaciones; pueden esperar verlas en los próximos días“, completó.

La semana pasada, la administración de Biden impuso sanciones al principal financista de Benjamin Netanyahu en Israel, el empresario Ben-Zion Gopstein, fundador y líder del grupo de derecha Lehava. El grupo promueve los asentamientos judíos en Judea y Samaria y tiene alrededor de 5.000 miembros en el país.

Según la Casa Blanca demócrata, los grupos vinculados a Gopstein cometieron actos de violencia contra palestinos, pero no se presentaron evidencias y se especula que Biden está utilizando esto como excusa para imponerle sanciones a los empresarios que apoyan a Netanyahu.

Cabe recordar que el Partido Demócrata de los Estados Unidos apoya políticamente a Yair Lapid, principal líder opositor a Netanyahu. Lapid se convirtió en el primer opositor de la historia en rechazar unirse al Gabinete de Guerra de Israel, algo que siempre ocurre cuando el país entra en un conflicto armado, para mostrar unidad en momentos de extrema peligrosidad.

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