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Estados Unidos

Una investigación expone el fraude electoral del Partido Demócrata y su relación con terroristas islámicos

Una nueva investigación periodística de Project Veritas reveló maniobras fraudulentas que utilizan los demócratas en el Estado de Minnesota a través del voto por correo, apoyado fervientemente por Joe Biden. Además, el vínculo con una célula de Al-Qaeda.

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A poco más de un mes de que se realicen las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos, cada vez son mayores las preocupaciones con respecto a la modalidad de voto por correo impulsada por los demócratas, la cual deja un gran espacio para que se produzcan actos de corrupción y de fraude electoral.
Esta práctica ya es legal en el Estado de California, gobernado por el Partido Demócrata, en donde al día de la fecha ya se han enviado boletas electorales a casi todos los residentes del Estado. Se teme que se provoque una expansión hacia otros Estados claves electoralmente como New Hampshire y Minnesota, en los cuales ya se han detectado algunas irregularidades en el sistema electoral.

De acuerdo con una investigación realizada por el grupo de investigación periodística Project Veritas, se han detectado una gran cantidad de anomalías en el sistema electoral tanto en las pasadas elecciones presidenciales de 2016 como en los preparativos de las elecciones de este año.

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Una de estas anomalías se produjo en las elecciones presidenciales del año 2016 en el Estado de New Hampshire, cuando un residente de nombre Vincent Marzello admitió haber votado dos veces por el Partido Demócrata bajo el nombre falso de “Helen Ashley” y usando la modalidad de voto por correo. El día posterior a que la evidencia del fraude fuera presentada ante la Procuraduría General por Project Veritas, Marzello fue arrestado.
Sin embargo, existe evidencia de que la oficina del Procurador General tenía los archivos del caso más de 8 meses antes que se procediera al arresto. Además, Marzello también había sido designado como fiscal de mesa por el Partido Demócrata de New Hampshire.

Luego de que Project Veritas presentó las correspondientes evidencias ante la justicia, el Procurador General de New Hampshire, Gordon MacDonald, admitió las falencias que existen para controlar estos votos por correo, dejando a entender que algunas de esas falencias podrían deberse a incompetencias o incluso encubrimientos en el sistema de justicia. Además, anunció que se llevará a cabo una reestructuración de como se manejan los casos de fraude electoral desde su oficina.

Algunos de estos entramados de corrupción se dejaron en descubierto luego de que un miembro de la policía estatal de New Hampshire, llamado James Decker, asegurara que poseía información que probaba las practicas fraudulentas de Marzello pero que, en lugar de arrestarlo, se le ordenó entregar la investigación a la oficina del Procurador General. Posteriormente, la oficina del fiscal tendría la información en sus manos por más de 8 meses antes que la detención se hiciera efectiva.

El informe periodístico también incluye entrevistas con la procuradora Jane Young y el asistente del fiscal general Nicholas Chong Yen, quien es el encargado de investigar estos delitos electorales. Ambos se mostraron evasivos y desentendidos de la situación cuando se les realizaron preguntas acerca de su conocimiento sobre el caso de Marzello, además de “desconocer” la existencia de las identificaciones falsas obtenidas por Marzello para votar.

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Otra de las prácticas preocupantes y peligrosas que se esperan de cara a la elección presidencial de noviembre es la recolección de votos o “ballot harvesting”, que consiste en reunir y enviar los votos en ausencia o por correo a través de personas de partidos independientes en lugar de que los votantes entreguen sus votos personalmente a los centros de votación.

Actualmente, en un total de 26 Estados alrededor del país, se permite a un tercero ser designado por el votante para entregar el voto. En otros 10 Estados, se permite que un familiar directo ejerza esa práctica. El Estado ultra-demócrata de California es el lugar con las regulaciones más laxas en cuanto a la recolección de votos, ya que en el año 2016 el Concejo Municipal aprobó una ley en la cual se establece que cualquier persona puede recolectar los votos en representación del votante, e incluso, pueden recibir una compensación por eso.

En el año 2018, en las elecciones de medio término, se hallaron grandes sospechas de fraude en la modalidad de recolección de votos, lo que permitió que los demócratas obtengan una cómoda victoria por sobre los republicanos, aún en condados históricamente republicanos como el condado de Orange. 

Conectada con la polémica de la recolección de votos se encuentra Ilhan Omar, diputada por Minnesota y una de las figuras más corruptas y escandalosas del Partido Demócrata, quien junto a otros políticos demócratas utilizan este método fraudulento a través de un hombre conocido como Liban Mohamed.

Mohamed, como se puede ver en el video distribuido por Project Veritas, se jacta de ser el recolector de una decena de votos en ausencia y por correo que se encuentran en su auto. Se cree que esos votos estaban destinados a Jamal Osman, un miembro del Partido Demócrata que este año fue elegido al Concejo de la ciudad de Minneapolis y que, al igual que Mohamed y Omar, es de origen somalí.

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Uno de los sectores a los que apunta Omar y su grupo para llevar a cabo los actos de fraude electoral mediante la recolección de votos son las personas de tercera edad, principalmente dentro de la comunidad somalí, a quienes en repetidas ocasiones fuerzan para que voten a los candidatos del Partido Demócrata. A los votantes de tercera edad ni siquiera les dejan llevar sus propias boletas, sino que les dan instrucciones de como llenarlas para que posteriormente, la gente que trabaja con Ilhan Omar pase a retirarlas y ellos mismos hagan con las boletas lo más conveniente para sus ambiciones.

El encargado de entregar el dinero a los ciudadanos de la tercera edad engañados para que llenen las boletas electorales tal y como se les indica es un hombre llamado Ali Isse Gainey, quien se desempeña como jefe de la campaña de Ilhan Omar y además es empleado en sus oficinas.

Todos estos actores pertenecen al Partido Demócrata Agrario-Laborista de Minnesota, que es una rama Partido Demócrata a nivel local en el Estado de Minnesota, y cuenta con personalidades políticas destacadas como la diputada Ilhan Omar, la senadora y ex-candidata presidencial Amy Klobuchar y el gobernador del Estado, Tim Walz.

Dentro de la comunidad somalí, Jamal Osman, Ilhan Omar y Liban Mohamed, entre otros, son miembros de lo que en la comunidad se designa como clanes. Minnesota posee la más grande comunidad somalí de todo el país, albergando más de 40.000 inmigrantes y más de 100.000 personas con ascendencia somalí.

La comunidad somalí es uno de los principales objetivos de Omar y su clan no solo por su procedencia, sino también porque se aprovechan de lo que es un escenario ideal para su fraude electoral. La vasta mayoría de los integrantes de esta comunidad aún desconocen como funciona el sistema electoral en los Estados Unidos, lo que abre un sinfín de posibilidades de maniobras de fraude y clientelismo político.

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El impacto de la recolección de votos por parte del clan de Ilhan Omar levantó sospechas cuando en el mes de agosto del corriente año Jamal Osman ganó sorprendentemente una banca en el Concejo Municipal de Minneapolis venciendo a otros 10 candidatos.

Sin embargo, no solo se trata de recolectar las boletas electorales de ausentes o de ciudadanos de la tercera edad para luego manipularlas a su conveniencia, sino que también hay casos en los que residentes de otras ciudades, incluso de otros Estados, son utilizados por el Partido Demócrata de Minnesota para aumentar sus números mediante la aceptación de cualquier tipo de dirección, tarjetas de votación falsas y otros engaños.

Así como hay muchos miembros de la comunidad somalí que son engañados y que se sienten con culpa por haber cometido un acto ilegal, hay otros que consideran que sin importar que se trate de una actividad ilegal, no consideran que hayan hecho algo erróneo y simplemente no sienten remordimiento alguno.

Un ciudadano somalí, de nombre Osman Ali Dahquane, remarcó que los clanes invierten muchísimo dinero en fraude electoral, señalando que le habían hecho llegar la suma de 800 dólares por ayuda a la campaña de la diputada Omar oficiando como recolector de votos.

Ali Dahquane asegura que moviliza a gente para que a cambio de una contraprestación, voten por los candidatos que se les indica. Ali refuerza su historia asegurando que el dinero proviene de los candidatos que se postulan por el Partido Demócrata, además de señalar a los dos más poderosos dentro de la comunidad: la ya mencionada Ilhan Omar y Antone Melton-Meaux, un joven político quien este año se presentó como candidato a diputado enfrentando, curiosamente, a Omar.

No solo Ali Dahquane comete el acto ilegal de fraude en los Estados Unidos a cambio de una compensación de varios cientos de dólares, sino que ese dinero que se le otorga lo utiliza para enviar dinero hacia su cuenta bancaria en Mogadishu (capital de Somalía), para emitir una licencia en el Ministerio del Interior de Somalía y también saldar cuentas con la organización terrorista Al-Shabaab, considerada como una célula de Al-Qaeda, para abrir un negocio.

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Pese a que de esta investigación compromete a varias figuras demócratas de Minnesota, no hay dudas de que la diputada islámica Ilhan Omar es una de la más complicadas. Curiosamente, Omar ganó las elecciones primarias de su partido en agosto de este año con un contundente e histórico 67% de los votos.

Además de ser considerada como una de las “jóvenes estrellas” del ala izquierdista-radical del Partido Demócrata que lidera Bernie Sanders, Omar basa su campaña en proponer el desfinanciamiento y el cese de las relaciones de Estados Unidos con Israel, en una clara muestra de su favoritismo con la región secesionista de Palestina.

La diputada islámica, que asumió su banca en el año 2016, también posee relaciones directas con Basim Sabri, un hombre de origen palestino quien fuera dueño del Karmel Plaza Mall, un importante paseo de compras en Minneapolis. Sabri, además, es uno de los grandes aportantes tanto a la campaña de Omar como también de los actos de fraude electoral en Minnesota. Sabri es un criminal condenado por haber sobornado a un miembro del Concejo de la ciudad de Minneapolis, y además es un habitual recaudador de fondos para la organización terrorista Hamas.

Al ser consultada por la investigación, Omar negó todas las acusaciones y aseguró que es una cuestión de “racismo” contra su persona. Su director de campaña, Jeremy Slevin, tomó el mismo camino y afirmó que la investigación “es una jugada de la derecha para deslegitimar una elección limpia”.

El Presidente Donald Trump se refirió a este asunto mediante su cuenta de Twitter y le pidió a la Fiscal General de Minnesota que abra una investigación sobre este tema.

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Por su parte, el Fiscal General del condado de Hennepin aseguró al director de Project Veritas, James O´Keefe, que la recolección de votos capturada en vídeo es claramente ilegal y será investigada.


Pese a las constantes denuncias de Trump y a la existencia de situaciones de fraude electoral investigadas por la policía, el Partido Demócrata y su candidato presidencial Joe Biden continúan promoviendo incesantemente a los votantes que voten por correo. Durante el primer debate presidencial que tuvo lugar el martes 29 de septiembre por la noche, Biden afirmó que “no hay evidencia de que el voto por correo sea un fraude”.

Es evidente que las prácticas fraudulentas como la recolección de votos por correo y los aprietes son cada vez más comunes en distritos donde el Partido Demócrata tiene una fuerte presencia, como en California o en el Estado de Minnesota, y es un peligro que esos métodos y prácticas se extiendan al resto del país. Quizás por eso los demócratas estén tan desesperados por promoverlo.

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Estados Unidos

Estudiantes de extrema izquierda tomaron la Universidad de Columbia en apoyo al terrorismo palestino

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Los adolescentes más ricos del mundo tomaron control del campus de la prestigiosa universidad neoyorquina en apoyo al terrorismo de Hamás.

La situación social en los Estados Unidos se torna cada vez más preocupante a medida que la izquierda destruye el tejido social con manifestaciones violentas que atentan contra los valores occidentales.

En los últimos días, esta situación mostró un nuevo punto crítico luego de que un grupo de alumnos activistas de extrema izquierda de la Universidad de Columbia en Nueva York tomaran el campus de la institución en apoyo a la causa palestina con consignas en defensa del terrorismo islámico y con un marcado antisemitismo.

Docenas de alumnos y activistas de izquierda ajenos a la universidad se instalaron de manera ilegal dentro de la prestigiosa institución en carpas para expresarse en contra de la operación militar especial que lleva a cabo Israel en la Franja de Gaza, en respuesta al ataque genocida del grupo terrorista palestino Hamás, donde más de 1.500 judíos fueron asesinados a sangre fría el 7 de octubre.

La toma fue impulsada por la asociación izquierdista ”Students For Justice In Palestine” y contó con el apoyo de múltiples organizaciones universitarias, que agredieron a estudiantes de religión judía y a otros que no compartieran su visión acerca del conflicto en Medio Oriente.

Lo que hace aún más insólita la situación es que los estudiantes que participaron de la manifestación, lejos están de ser árabes o palestinos; por el contrario, son blancos de clase alta. Se trata de los hijos adolescentes de las familias más adineradas del planeta jugando a disfrazaese de terroristas.

Los manifestantes que confraternizan con el terrorismo islámico bloquearon el acceso a la prensa y aseguran que solo permitirán el acceso de periodistas “afines a la causa”. Entre otros, rechazaron el acceso de periodistas judíos, por su religión.

Si bien las autoridades de la universidad habían mencionado que los protestantes serían desalojados en el transcurso de la primera noche de la ocupación, ningún tipo de acción fue llevada a cabo.

Los estudiantes judíos debieron abandonar el campus universitario y la zona quedó completamente en manos de los grupos estudiantiles de extrema izquierda, que aprovecharon la ocasión para dar discursos violentos y cargados de odio contra la comunidad judía.

Recién el jueves, la policía de Nueva York se hizo presente y en un operativo arrestó alrededor de 110 personas participantes de la protesta, incluida la hija de la representante demócrata del estado de Minnesota Ilhan Omar, Isra Hirsi.

La intervención por parte de la policía de Nueva York se dio luego de que las autoridades de la universidad encabezadas por la presidente de la institución, Minouche Shakif, dieran aviso acerca de los ilícitos que se estaban cometiendo dentro de la institución sumado a la hostil recepción de los estudiantes contra las fuerzas policiales a las cuales llamaron ”asesinos de bebés”.

Los incidentes con los grupos pro-Palestina se originaron luego de que Shakif hablara frente al Comité de Educación del Congreso de los Estados Unidos acerca de los crecientes casos de antisemitismo en las universidades, por lo que los mencionados grupos de estudiantes comenzaron a acampar de forma ilegal en el campus y a tomar actitudes violentas y hostiles contra estudiantes de religión judía.

Uno de los factores determinantes para la escalada en el conflicto de las agrupaciones estudiantiles con la universidad, fue la prohibición de dos agrupaciones izquierdistas a fines del año pasado, las cuales se les imputó el incumplimiento con las políticas de la Universidad de Columbia respecto al código de conducta y abuso contra otros estudiantes.

De acuerdo a la presidente de Columbia, se autorizó a la Policía de Nueva York a desalojar el campamento establecido en el ala sur del campus, lo que provocó incidentes. En concordancia con las acciones legales que la dirigencia de la universidad tomó contra los alumnos, se les informó a su vez que a cualquier alumno que participe de cualquier manera en las protestas y ocupación del territorio universitario se encuentra suspendido.

A pesar de que docenas de revoltosos protestantes hayan sido arrestados durante el desalojo, el acampe por parte de las organizaciones pro-Palestina no ha podido ser desmantelado, sino que incluso se incrementó en tamaño luego de que quienes lideran la protesta declarasen que han ”tomado” la universidad y la declaren como una ”universidad popular’‘.

Ataques antisemitas y apoyo al terrorismo islámico

Uno de los factores distintivos que las protestas llevadas a cabo en los últimos días en la Universidad de Columbia, es el profundo sentimiento anti-Israel que profesan, el cual ha llevado a quienes participan del acampe a ser perpetradores de violentos ataques antisemitas contra aquellos estudiantes que profesan la religión judía, e incluso a aquellos que no defiendan sus reclamos.

Uno de los casos de marcado sentimiento anti-judío que se ha llevado a cabo en los últimos días han sido las graves agresiones perpetradas contra la estudiante judía Elisha Baker, de 21 años, quien denunció que un grupo de protestantes le expresó en repetidas ocasiones que ”se mate a sí misma” y le causaron heridas de moderada gravedad tras patearla en varias ocasiones en el estómago durante el acampe.

Otro incidente de extrema gravedad se dio en el momento en el cual un participante de la protesta terrorista fue enfocado sujetando un cartel que decía ”El próximo objetivo de las brigadas Al-Qasam” mientras apuntaba a un grupo de estudiantes judíos.

Las brigadas Al-Qasam son el brazo armado de la organización terrorista Hamás, la cual ha gobernado al territorio ocupado de Palestina en las últimas décadas y fue el responsable de los ataques terroristas contra distintos poblados israelíes el pasado 7 de octubre de 2023 donde miles de ciudadanos judíos fueron asesinados por Hamás.

Los preocupantes incidentes que tienen por objetivo el acoso y agresiones a los estudiantes judíos despertó la preocupación de empleados de la universidad que pertenecen a la colectividad.

El rabino ortodoxo Elie Buechler, quien se desempeña como profesor tanto en la Universidad de Columbia como en la Universidad Barnard, instó mediante un mensaje abierto de Whatsapp a los estudiantes judíos a abandonar el campus universitario e irse a sus hogares mientras dure el acampe debido a los crecientes ataques antisemitas.

Otro profesor de la universidad, Shai Davidai, mencionó que los estudiantes no lo dejan entrar a la facultad por ser judío y que las protestas llevadas a cabo por las agrupaciones estudiantiles habían cruzado un límite convirtiéndose en actos terroristas llevados a cabo por grupos terroristas.

En concordancia con el sentimiento anti-Israel que las protestas mantienen, además se encuentra presente una profunda adoración por los grupos terroristas islámicos como Hamás, con el cual los estudiantes participantes de los acampes se sienten identificados al punto de que mencionan frases como ”Todos somos Hamás” e incluso celebraron el ataque del 7 de octubre, conocido por los palestinos como la ”Inundación de Al-Aqsa”.

Extensión a otras universidades

Si bien el foco principal de las protestas que se desarrollaron con intensidad en la última semana está puesta en la Universidad de Columbia, en las últimas horas la Universidad de Yale ha visto sucesos similares en sus instalaciones, además de que varios de sus estudiantes hayan irrumpido en el campus de Columbia para mostrar su apoyo para con los protestantes locales.

La situación descrita devuelve a la memoria aquellos incidentes en estados demócratas como Oregon y Washington unos años atrás cuando protestantes tomaban partes de las ciudades con la idea de convertirlas en un ”espacio independiente” y de ”liberación”. Esta misma situación se repite en las universidades hoy en día luego de que el suceso inicial en Columbia de pie a estudiantes en la Universidad de Yale en Connecticut para tomar una porción del campus y proclamarlo como una ”zona liberada”.

Así como en Columbia, ataques contra alumnos judíos fueron reportados a lo largo de la protesta, pero un caso de extrema gravedad fue reportado en las últimas horas en el cual la estudiante judía de periodismo Sahar Tartak fuera apuñalada en el ojo con el asta de una bandera por parte de un protestante en el campus quien en todo momento se cubrió el rostro con un trapo musulmán.

De manera similar que en la universidad localizada en Nueva York, la policía irrumpió y trató de desalojar la protesta desarrollada en el campus localizado en New Haven, Connecticut, pero los estudiantes pertenecientes a las organizaciones terroristas pro-Palestina se mantienen en el lugar.

En paralelo a los distintos hechos que se están desarrollando tanto en Columbia como en Yale y otras universidades en cuyos campus grupos de estudiantes subversivos, la reacción por parte de todo el arco político se hizo presente, tanto en defensa de los estudiantes comunes como también en defensa de aquellas agrupaciones estudiantiles terroristas.

Por el lado de aquellos estudiantes que decidieron tomar la propiedad de las universidades y agredir alumnos por su pensamiento, las diputadas revoltosas Ilhan Omar (cuya hija fue arrestada en la redada en Columbia) y Rashida Tlaib de Michigan y Minnesota respectivamente se alzaron en defensa de las subversivas actitudes de aquellos grupos pro-Hamás que buscan esclavizar al sistema educativo.

En cambio, desde la Casa Blanca, condenaron eufóricamente las tomas de campus en las universidades y la agresión constante que los estudiantes de religión judía han sufrido en las instalaciones, de acuerdo al vice-secretario de prensa del órgano gubernamental Andrew Bates.

Desde el ámbito del Partido Republicano, quien se expresó de manera más rotunda fue la representante de Neuva York, Elise Stefanik, quien a su vez también instó a la presidente de la Universidad de Columbia Shafik a renunciar debido a la falta de acciones tomadas por la universidad para proteger a los estudiantes de religión judía.

La representante republicana de Carolina del Norte, Virginia Foxx quien a su vez preside el Comité de Asuntos Educativos, envió una carta a la Universidad de Columbia demandando que se tomen acciones concretas frente a la situación que se está desarrollando y se pueda otorgar un ambiente seguro a los estudiantes. Dentro de la carta que la diputada envió a la universidad señaló que ante la ausencia de medidas contra los estudiantes que mantienen cautiva a la universidad, el comité educativo del Congreso no dudaría en hacerlos responsables por dichos resultados.

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Economía

Récord de déficit fiscal en Estados Unidos: Las “Bidenomics” desataron un rojo por más de US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo

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Pese a que la economía estadounidense sigue creciendo, el Gobierno federal incurrió en un déficit histórico. y se está endeudando a un ritmo únicamente visto durante las grandes recesiones y en las guerras mundiales del siglo pasado. La trayectoria fiscal trazada por Biden es abiertamente insostenible.

Las políticas del Presidente Joe Biden provocaron el agujero fiscal más grande de la historia de los Estados Unidos en tiempos de paz. La visión económica del Gobierno cayó bajo la influencia del Caucus Progresista dentro del Partido Demócrata, la facción más radicalizada hacia la izquierda dentro del Congreso estadounidense.

La actividad económica del país logró recuperarse de la pandemia y continuó con su sendero de crecimiento, pero a pesar de esta muy esperable normalización, el Gobierno federal incurrió en un desequilibrio fiscal histórico que ascendió a los US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo.

De hecho, el déficit financiero había llegado incluso a los US$ 8,36 billones en julio del año pasado, como resultado del amplio programa de rescates para préstamos estudiantiles que impulsó el Presidente Biden.

El Partido Demócrata que alguna vez había patrocinado los superávits presupuestarios de la era Clinton, ahora respalda a capa y espada los déficits más irresponsables que nunca se hayan visto en Estados Unidos.

La economía se normalizó una vez superada la pandemia, pero la posición fiscal del Estado jamás lo hizo. El resultado financiero del Gobierno federal representaba el 4,8% del PBI en febrero de 2020, mientras que hoy en día esa cifra se acerca a los 6 puntos del producto. Este brutal incremento se explica principalmente por el mayor peso de los intereses de deuda, que ya son los más altos desde mediados de la década del 90.

Para compensar esta brecha sin precedentes, el Gobierno federal se está endeudando a un ritmo similar al que cabría esperar durante la salida de una recesión o la ejecución de una guerra de grandes proporciones, pero como es bien sabido ninguno de estos escenarios es precisamente el caso. En caso de que la economía entrase en recesión en un futuro cercano, el Gobierno carece de mayor margen fiscal para actuar en consecuencia.

El total de la recaudación por impuestos federales (y otros ingresos por rentas) sólo alcanza a cubrir hasta el 73% de los gastos federales incurridos. El 27% restante se está compensando por la vía del endeudamiento, principalmente con instituciones locales o en el exterior.

Hasta ahora la Reserva Federal se mantuvo al margen de expandir su financiamiento al Tesoro por la vía de la compra de títulos públicos (como lo hizo durante la pandemia en 2020), pero eventualmente el Gobierno federal no puede quebrar, y cualquier tipo de incumplimiento vendría asociado a un latente inflacionario.

La proporción de crédito doméstico absorbido por el Gobierno federal se incrementa, y lo que es lo mismo, se reduce la cantidad de recursos disponibles para prestar a las empresas privadas o a las familias (por ejemplo el crédito hipotecario). Esto se ve reflejado por un piso de tasas de interés cada vez más elevado.

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Estados Unidos

Enloqueció Biden: El presidente de EEUU busca sancionar al jefe de las Fuerzas de Defensa Israelíes por combatir al terrorismo

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El gobierno de Biden sancionó al principal financista de Netanyahu en Israel y, según se informa, evalúa expandir las sanciones contra las FDI, que están peleando contra el terrorismo palestino.

Según un informe publicado por Axios, el presidente Joe Biden está preparando una resolución para sancionar económicamente a Herzi Halevi, el actual jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), por sus acciones contra los terroristas vinculados al grupo palestino Hamás.

Particularmente, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, está analizando las acciones del batallón israelí “Netzah Yehuda” en la región de Cisjordania para combatir a los terroristas palestinos, antes del ataque del 7 de octubre.

Si se imponen sanciones, el batallón y sus miembros ya no recibirían ningún tipo de entrenamiento o asistencia del ejército estadounidense, y el comandante Halevi no podría viajar más a Estados Unidos o países aliados. Se trataría de la primera vez en la historia que Estados Unidos impone sanciones contra Israel.

Según las fuentes, Blinken está analizando aplicar la Ley Leahy, que prohíbe a Estados Unidos proporcionar cualquier tipo de ayuda exterior o capacitación militar a países responsables de presuntas violaciones de derechos humanos basadas en información creíble.

Si bien el canciller norteamericano rechazó preguntas sobre el tema, recalcó el viernes que “la Ley Leahy es muy importante y se debe aplicar en todos los ámbitos“, y confirmó que la Casa Blanca está analizando el tema.

“Cuando hacemos estas investigaciones, estas indagaciones, es algo que lleva tiempo, que debe hacerse con mucho cuidado tanto al recopilar los hechos como al analizarlos, y eso es exactamente lo que hemos hecho”, dijo. “Y creo que es justo decir que verán resultados muy pronto. He tomado determinaciones; pueden esperar verlas en los próximos días“, completó.

La semana pasada, la administración de Biden impuso sanciones al principal financista de Benjamin Netanyahu en Israel, el empresario Ben-Zion Gopstein, fundador y líder del grupo de derecha Lehava. El grupo promueve los asentamientos judíos en Judea y Samaria y tiene alrededor de 5.000 miembros en el país.

Según la Casa Blanca demócrata, los grupos vinculados a Gopstein cometieron actos de violencia contra palestinos, pero no se presentaron evidencias y se especula que Biden está utilizando esto como excusa para imponerle sanciones a los empresarios que apoyan a Netanyahu.

Cabe recordar que el Partido Demócrata de los Estados Unidos apoya políticamente a Yair Lapid, principal líder opositor a Netanyahu. Lapid se convirtió en el primer opositor de la historia en rechazar unirse al Gabinete de Guerra de Israel, algo que siempre ocurre cuando el país entra en un conflicto armado, para mostrar unidad en momentos de extrema peligrosidad.

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