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Dos hombres de traje posan frente a un emblema del Ministerio de Defensa de la República Argentina, uno de ellos sostiene una placa dorada enmarcada, con dos banderas argentinas a los lados.
POLÍTICA

Argentina se une a la Fuerza Marítima Combinada para defender las rutas comerciales

Es una coalición naval internacional, liderada por Estados Unidos, para fortalecer la seguridad marítima a nivel global.

La República Argentina se une a la Fuerza Marítima Combinada (CMF), una coalición naval internacional encabezada por la Marina de los Estados Unidos, con el objetivo de reforzar la seguridad marítima a nivel mundial.

La Armada Argentina recibió una invitación de la Marina de los Estados Unidos en noviembre de 2023, proponiendo su integración a la coalición que agrupa a 45 países.

Tras evaluar la propuesta, los ministerios de Cancillería y Defensa, encabezados por Diana Mondino y Luis Petri respectivamente, decidieron aceptar la invitación, viendo en ella una oportunidad para mejorar la imagen de Argentina en el ámbito internacional.

En representación del ministro Petri, el secretario de Asuntos Internacionales de Defensa, Juan Battaleme, viajó junto al contralmirante Juan Coré, comandante de Alistamiento de la Armada Argentina, para firmar el protocolo de adhesión.

El acuerdo fue oficializado el jueves en presencia del vicealmirante George Wikoff, máxima autoridad de la coalición y comandante de la Fuerza Marítima Combinada.

La CMF, creada en 2001, opera en una ubicación estratégica entre el canal de Suez y el estrecho de Ormuz, por donde transitan numerosos buques petroleros y de carga general hacia el océano Índico, mar Arábigo y mar Rojo, en ruta hacia el Mediterráneo. Esta zona es vital para el comercio global, conectando el Lejano Oriente con Europa y las Américas.

La región es también foco de tensión en Medio Oriente, donde Irán juega un papel importante debido a su influencia en el estrecho de Ormuz, una vía crucial por la que pasa más del 20% del petróleo y gas licuado mundial, según la Agencia Internacional de Energía.

La misión de la CMF, tal como se describe en su sitio oficial, consiste en combatir a los actores ilícitos no estatales en alta mar, promoviendo la seguridad, estabilidad y prosperidad a lo largo de 3,2 millones de millas cuadradas de aguas internacionales, cubriendo algunas de las rutas marítimas más importantes del mundo.

En términos más sencillos, la coalición naval se enfrenta a amenazas como el terrorismo y la piratería, así como otros desafíos no convencionales, en una región estratégica para la economía mundial.

Argentina contribuirá con un oficial de rango de capitán de fragata, que será asignado al Estado Mayor de una de las cinco fuerzas de tareas que componen la coalición, la CFT 150, y también participará en la CFT 154.

La expectativa a futuro, sujeta a la recuperación económica y presupuestaria, es que Argentina pueda desplegar un buque de guerra en el Golfo de Adén y el Mar Rojo, según fuentes navales. Para ese entonces, debería haberse aprobado la ley que habilita el uso de las Fuerzas Armadas contra agresiones no estatales, como el terrorismo.

Este teatro de operaciones no es desconocido para la Armada Argentina, ya que en 1990 el destructor ARA Almirante Brown, junto a las corbetas ARA Spiro y ARA Rosales, y el transporte ARA San Blas, formaron parte de la coalición internacional liderada por Estados Unidos durante la Guerra del Golfo Pérsico.

Estas unidades participaron en la operación Tormenta del Desierto bajo las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, apoyando la liberación de Kuwait tras la invasión iraquí.

La CTF 150 tiene la misión de combatir actividades ilícitas y terroristas que amenacen el tránsito marítimo seguro en el Golfo de Omán, el Mar Arábigo, el este del Golfo de Adén y las rutas desde el Océano Índico. Por su parte, la CFT 154 se dedica al entrenamiento en operaciones en Medio Oriente, preparando a las tripulaciones y estandarizando procedimientos para futuras misiones.

Esta integración posiciona a Argentina junto a naciones comprometidas con la protección de rutas marítimas clave y el enfrentamiento de amenazas no convencionales en los océanos.

Los intereses argentinos en la Fuerza Marítima Combinada

Existen varias razones que explican la relevancia estratégica de sumarse a la coalición naval multinacional. El Ministerio de Defensa tiene la responsabilidad de abordar escenarios que puedan poner en peligro la seguridad de la población.

Las amenazas híbridas en esas rutas marítimas, por donde se transportan bienes, recursos energéticos y productos agroexportables, podrían afectar la economía del país y repercutir en la sociedad. Una amenaza híbrida se define como aquella que combina medios militares y no militares, encubiertos y abiertos, incluyendo desinformación, ciberataques, presión económica, grupos armados irregulares y fuerzas regulares.

La participación de la Armada Argentina en la misión de la CTF 150 garantiza la libre navegación del comercio marítimo, crucial tanto a nivel internacional como nacional, a lo largo de las complejas rutas del Medio Oriente. Realizar esta tarea con personal y recursos propios, a miles de kilómetros del territorio argentino, constituye un objetivo estratégico en materia de defensa.

Un ejemplo claro es el comercio con India, destino del 48% de las exportaciones de aceite de soja y del 30% del aceite de girasol, generando ingresos por más de 2 mil millones de dólares anuales, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario en el período 2018-2023.

La provincia de Santa Fe es el centro de operaciones del Complejo Soja, y el puerto de Rosario es el principal punto de salida para aceites vegetales, pellets y harina, que se transportan por las rutas marítimas protegidas por la CFT 150, en la que Argentina participará con un oficial en su Estado Mayor.

Otro aspecto importante es el crudo, que también transita por estas rutas marítimas, aunque en este caso como un producto de importación para Argentina.

El proyecto de gas licuado de YPF con Petronas (Malasia) en Punta Colorada, Río Negro, y la posible inversión de India, hacen aún más relevante la participación de Argentina en la CMF, ya que contribuye a garantizar un entorno marítimo seguro para el transporte de GNL y a la sostenibilidad energética global.

Entre los 45 miembros de esta alianza se encuentran Alemania, Australia, Arabia Saudita, Estados Unidos (organizador), Francia, Japón, Corea del Sur, Noruega, Reino Unido, junto con dos países latinoamericanos, Brasil y Ecuador, a los que ahora se suma Argentina, como el socio número 46.

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