El gremio La Fraternidad intenta extorsionar al Gobierno de Milei y provoca demoras
Esta vez, en vez de anunciar un paro, tomaron la decisión de que los trenes circulen a un máximo de 30 km/h.
Los gremios de los trenes continúan con la violenta protesta iniciada este lunes, y desde las primeras horas del día el servicio presenta demoras, ya que las formaciones siguen operando a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.
El gremio se excusa con que el motivo es el "mal estado de las vías y del material rodante", situación relacionada con la Emergencia Ferroviaria declarada por el Gobierno de Javier Milei a mediados de junio de este año.
Desde la secretaría de Transporte afirmaron que esta es "la excusa perfecta" para justificar la medida de fuerza, ya que es el único sindicato del sector que no firmó el reciente aumento salarial del 3,5% para los dos últimos meses de 2024.
La protesta afecta a las seis líneas principales —Roca, Mitre, San Martín, Urquiza, Belgrano Sur y Sarmiento— que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Esta modalidad de extorsión ya se había implementado en otras ocasiones durante la gestión de Milei, especialmente en contextos de negociaciones salariales. En la actual discusión con el grupo de empresas ferroviarias agrupadas en Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), el gremio sostiene que la oferta es "insuficiente" y que arrastran un "atraso" desde diciembre.
En la estación Constitución, cientos de usuarios enojados con el gremio se concentran en el centro de la terminal observando las pantallas para conocer los tiempos de espera, que se alargan debido a la baja velocidad de los trenes.
Desde el Gobierno de Milei, señalaron el lunes que "esta vez no anunciaron un paro porque saben que no les sirve. Hacen esto de reducir la velocidad, que es lo que más jode a la gente, y le buscaron el gancho de la emergencia ferroviaria".
Recordaron que el viernes 29 se cerró un acuerdo con los demás sindicatos del sector. "No vamos a ceder ante las extorsiones sindicales que buscan no perder sus intereses y ponen a la gente en el medio de los reclamos", afirmaron fuentes cercanas a la secretaría dirigida por el cordobés Franco Mogetta.
En los panfletos distribuidos en las estaciones, los maquinistas explicaron su decisión de perjudicar a los pasajeros señalando: "Estamos frente a una de las peores crisis ferroviarias", y remarcaron que "los trenes necesitan repuestos y reparaciones con urgencia, las vías deben tener obras para seguridad y confort y los sistemas de comunicación y señales deber ser modernizados".
El pasado 20 de noviembre, la secretaría de Transporte anunció el inicio de 226 obras: 109 destinadas a vías y puentes, 56 a señalización, 28 al sistema eléctrico y 33 de tipo civil, con un presupuesto adicional de 1,3 billones de pesos.
Entre agosto y octubre se asignaron más de 45 mil millones de pesos a las obras ya en curso. Una de las más destacadas es la implementación del sistema de frenado automático ATS en las líneas San Martín, Sarmiento y Mitre, con el objetivo de "incrementar los niveles de seguridad en la circulación".
En la Casa Rosada, pese a estos esfuerzos para mejorar el servicio, consideran que los ferrocarriles, debido al enorme déficit operativo que enfrentan, deberían ser nuevamente privatizados.
El 23 de octubre se oficializó la privatización del Ferrocarril Belgrano Cargas. Diego Chaher, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, explicó que la decisión fue consecuencia de la Ley Bases aprobada a mediados de año por el Congreso.
"En manos estatales, Belgrano Cargas es obscenamente deficitaria y posee una planta sobredimensionada de 4.429 personas, además de una estructura jerárquica elevada no acorde a sus funciones. Solo el año pasado, el Estado Nacional, es decir, todos los pagadores de impuestos de la Argentina, debieron aportar 112 millones de dólares para su subsistencia", afirmó Presidencia en un comunicado oficial.
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