Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, los gobernadores peronistas que salvaron el déficit cero
Entendieron que defender el veto de Javier Milei no significaba abandonar su apoyo a la universidad pública.
El presidente Javier Milei anotó un nuevo triunfo en la Cámara de Diputados al sostener el veto de la ley de financiamiento universitario, que tenía como único objetivo la quiebra del Estado.
En esta votación, dos figuras destacaron por su papel determinante: los gobernadores peronistas Osvaldo Jaldo de Tucumán y Raúl Jalil de Catamarca, quienes mostraron una gran y responsable actitud colaborativa y pragmática con la administración de Milei, priorizando el bienestar económico del país por sobre el populismo kirchnerista.
A pesar de las tensiones y los desafíos que presentaba la votación, en la que la oposición no logró los dos tercios necesarios para rechazar el veto, los gobernadores Jaldo y Jalil fueron fundamentales para inclinar la balanza a favor del oficialismo.
Sus gestiones políticas, junto a las de otros diputados dialoguistas, permitieron que el Gobierno de Milei reuniera los 84 votos necesarios para sostener el veto y evitar la quiebra del Estado.
Osvaldo Jaldo, quien es un defensor de la universidad pública, no dudó en actuar con pragmatismo cuando se trató de la sostenibilidad económica.
El gobernador peronista reconoció que un aumento desmedido en el financiamiento sin un respaldo fiscal sólido podría llevar al país a una situación crítica. En este sentido, el gobernador de Tucumán dejó claro que su apoyo a la educación pública no está en contradicción con la necesidad de ser fiscalmente responsables.
Bajo la dirección de Jaldo, los tres legisladores tucumanos del bloque Independencia, Agustín Fernández, Elia Marina Fernández y Gladys Medina, apoyaron el veto presidencial, demostrando que una postura coherente y sin ceder a medidas populistas, actuando con sensatez en defensa del interés del pueblo.
Por otro lado, Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, mostró una vez más su capacidad para construir puentes entre su provincia y la administración nacional.
Consciente de que el crecimiento económico no puede venir acompañado de políticas que destruyan las finanzas públicas, Jalil colaboró responsablemente con el Gobierno de Milei para garantizar que el veto se sostuviera en la Cámara.
Sus gestiones fueron clave para sumar a los legisladores catamarqueños a la defensa del veto, demostrando que la colaboración y el compromiso con el futuro económico del país trascienden las diferencias partidarias.
Al igual que Jaldo, entendió que defender el veto no significaba abandonar su apoyo a la universidad pública.
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