'Silencio Positivo': El Gobierno de Milei simplifica trámites y reduce la burocracia
El objetivo de la medida es lograr una modernización administrativa y agilizar la burocracia.
El Gobierno Nacional, bajo la administración de Javier Milei, dio un paso clave hacia la modernización administrativa y la agilización de la burocracia con la implementación del "Silencio Positivo".
Esta medida establece que, en ciertos trámites administrativos, la falta de respuesta del Estado dentro del plazo estipulado se interpretará como una aprobación tácita.
Esta reforma, incluida en la Ley Bases, tiene como principal objetivo optimizar la relación entre el ciudadano y el Estado, eliminando trabas burocráticas que históricamente retrasaron y complicaron trámites esenciales.
El concepto de "Silencio Positivo" representa un avance trascendental en el proceso de simplificación administrativa en Argentina, ya que será aplicable a más de 500 trámites administrativos a nivel nacional.
Entre ellos, se encuentran la obtención de licencias, registros públicos y permisos que requieren aprobaciones por parte de la administración central y descentralizada.
Con este cambio, el Gobierno de Milei busca que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos sin obstáculos innecesarios, agilizando los tiempos de respuesta y generando una certeza jurídica que estimule la inversión en el país.
Esta medida se aplicará especialmente a los trámites conocidos como "autorizaciones regladas", es decir, aquellos en los que los ciudadanos solicitan ejercer derechos que ya les pertenecen, sin requerir una evaluación discrecional por parte del Estado.
De esta forma, se evita la sobrecarga de tareas en los organismos gubernamentales y se permite que los ciudadanos avancen en sus gestiones sin estar atados a la ineficiencia del sistema burocrático.
El "Silencio Positivo" asegura que, en caso de no recibir respuesta en el tiempo estipulado, los ciudadanos puedan continuar sus actividades legítimas con total respaldo.
Sin embargo, la medida no será aplicable en situaciones donde la ley exige una revisión más estricta, como en permisos para actividades restringidas o prohibidas, tales como la tenencia de armas o el transporte de materiales peligrosos.
La implementación del "Silencio Positivo" se enmarca en un esfuerzo por modernizar normativas que habían quedado obsoletas.
Durante más de cinco décadas, el esquema de "Silencio Administrativo Negativo", introducido en 1972, implicaba que la falta de respuesta de los organismos públicos se interpretara como una negativa, obligando a los ciudadanos a reiniciar sus gestiones o, en muchos casos, a enfrentar procesos largos y costosos para apelar el resultado.
Con esta reforma, el Gobierno de Milei deja en claro su intención de eliminar el Estado como un obstáculo en la vida de los ciudadanos, permitiéndoles avanzar en sus proyectos sin la necesidad de depender de un sistema burocrático que se caracteriza por su ineficacia y lentitud.
Los beneficios de esta medida son múltiples, especialmente para quienes emprenden o necesitan realizar trámites para desarrollar actividades económicas.
En lugar de esperar respuestas que, en muchos casos, demoraban semanas o meses, los ciudadanos podrán contar con la aprobación tácita en trámites como el registro de marcas, la inscripción en el Registro de Buques o la obtención de licencias de uso público.
Esto no solo facilita la vida de quienes buscan impulsar proyectos e inversiones, sino que también contribuye a reducir los costos y tiempos para el ciudadano común, al eliminar la necesidad de realizar consultas o seguimientos constantes en las oficinas gubernamentales.
A partir del 1 de noviembre, el "Silencio Positivo" comenzó a regir para la administración centralizada, mientras que desde el 1 de diciembre también se aplicará en la administración descentralizada.
Así, el Gobierno de Milei reafirma su compromiso de lograr un Estado más eficiente, orientado a las necesidades de los ciudadanos y alejado de las prácticas burocráticas que históricamente dificultaron el progreso del país.
Esta medida también fortalece la seguridad jurídica, un elemento fundamental para atraer inversión extranjera, y contribuye a la creación de un entorno económico favorable y seguro.
Esta reforma es una señal clara del compromiso del Gobierno libertario con una administración moderna, ágil y que responde a los tiempos actuales, asegurando que el Estado deje de ser una barrera y se convierta en un facilitador del crecimiento y el desarrollo en Argentina.
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